Muere Olivia de Havilland, la última estrella del Hollywood dorado

Registrado
26 Jun 2006
Mensajes
6.966
Calificaciones
22.952
Ubicación
Disneylandia
Muere Olivia de Havilland, la última estrella del Hollywood dorado
La actriz ha fallecido a los 104 años en su residencia de París
Lucía M. Cabanelas
Lucía M. CabanelasSEGUIRActualizado:26/07/2020 18:19hGUARDAR
Olivia de Havilland, la última estrella del Hollywood dorado, ha fallecido a los 104 años en su residencia de París, según informa «Entertainment Weekly». La intérprete murió en la noche del pasado sábado «en paz mientras dormía», según fuentes de la citada publicación.
La actriz sobrevivió a dos guerras mundiales, a varias crisis nucleares y hasta a Kirk Douglas. Pero, sobre todo, Olivia de Havilland resistió a Joan Fontaine, esa hermana pequeña que le ganó en casi en todo lo demás y con quien desempeñó una rivalidad antológica que empezaba por diferenciarse hasta en el apellido. «Me casé la primera, gané un Oscar la primera, tuve un hijo la primera. Si me muero, ella estará furiosa porque otra vez la habré ganado», se jactó Joan Fontaine en una entrevista.
Como si fuera pitonisa en lugar de actriz, la protagonista de «Rebeca» cumplió, y aunque era un año menor que Olivia de Havilland, se fue también antes que su hermana. Murió en 2013, el día en el que se celebraba el 74 aniversario de «Lo que el viento se llevó», que le valió la primera nominación a De Havilland, pero no pudo ver cómo ésta se convertía en Dama del Imperio Británico y también en la última leyenda del Hollywood dorado, al que hoy deja definitivamente huérfano.

Cuando su enemiga acérrima desapareció, lo hicieron también las fuerzas de Olivia de Havilland, incapaz quizás de seguir en una industria donde, por fin, presentó batalla. Por mucho que se burlara Fontaine, que le «robó» a su hermana la estatuilla en 1941, Olivia de Havilland acumuló más nominaciones y premios Oscar que su hermana. Se recluyó en Francia, cerca de París, y aparecía en público sólo en ocasiones contadas, como cuando entregó un Oscar en 2003.
Conquistas


Olivia de Havilland conquistó contractualmente a Warner y enamoró al pasional Errol Flynn —con quien protagonizó siete películas–, a su Robin de los bosques y su general Cluster, arrastrando durante toda su carrera fama de mujer frágil y también sumisa. No fue ni lo uno ni lo otro, y a los dos, al estudio que la convirtió en estrella y al galán al que encandiló, les dio el portazo.
No deja de ser curioso que el último vestigio del Hollywood clásico siempre estuviera incómodo con el sistema de estudios, al que prestó intensa lucha. Ante la negativa de Jack Warner de liberar a una de sus gallinas de los huevos de oro, la intérprete habló con su mujer, Ann, y terminó logrando una nominación por dar vida a Melania, papel que, según el ejecutivo del estudio, no merecía porque estaba a la sombra del de Vivien Leight. Para De Havilland, sin embargo, era necesario, una oportunidad única, porque «Melania era de carne y hueso, preocupada por los demás, pero también una mujer inteligente y dura. Aunque, por encima de todo, era una mujer con gran capacidad para ser feliz».
Con Warner terminó enemistada en los juzgados, después de que la ningunearan durante seis meses cuando ella se quejó de que los mejores papeles se los daban a Bette Davis. Cuando quisieron prorrogarle el contrato, les demandó por el castigo. «Todos en Hollywood creían que perdería, pero yo estaba segura de ganar. Había leído la ley y sabía que lo que hacían los estudios estaba mal», dijo en «The Independent». Y ganó. «Lo que más me satisface es que aquella decisión (judicial) benefició a Clark Gable, Jimmy Stewart, Glenn Ford, Henry Fonda y todos los otros actores que habían estado ausentes, haciendo su servicio militar. Cuando regresaron a Hollywood, pudieron elaborar sus contratos con cláusulas más favorables», aseguró entonces.
La venganza de Warner
Claro que nunca imaginó que el estudio que impulsó su carrera le devolvería el golpe donde más le dolía. La major se vengó impidiendo que Havilland aceptara la propuesta de David O. Selznik para que protagonizara «Rebeca». Lo hizo finalmente su hermana, Joan Fontaine, que un año después inauguró el contador de la familia en los Oscar con su segunda colaboración con Alfred Hitchcock. Cuando Ginger Rogers mencionó el nombre de la pequeña de las hermanas por «Sospecha», Olivia de Havilland estaba presente en la ceremonia, nominada también por «Si no amaneciera». «Pensé que mi hermana iba a saltar sobre la mesa y agarrarme del pelo», reconoció Fontaine en sus memorias, «No bed of roses» (1978). Otra vez más se le adelantaba.
A lo largo de toda su vida, la espada de Damocles de Olivia de Havilland fue su hermana, empeñada en adelantarse en todo. Celos profesionales o trauma infantil, lo cierto es que ni siquiera la muerte de su madre pudo reconciliarlas. Fontaine le reprochaba a su hermana que le leyera la «Crucifixión» de pequeña; Olivia de Havilland, que pudiera ser mejor que ella. Dicen que Robert Aldrich se inspiró en su enemistad para rodar «¿Qué fue de Baby Jane», protagonizada por Bette Davis y Joan Crawford en 1962.


Melanie_Wilkes.jpg
 
Muere Olivia de Havilland, la última estrella del Hollywood dorado

La actriz ha fallecido a los 104 años en su residencia de París

1595782370746.png


Lucía M. Cabanelas
Actualizado:26/07/2020 18:47h

Olivia de Havilland, la última estrella del Hollywood dorado, ha fallecido a los 104 años en su residencia de París, donde vivía desde hacía más de seis décadas, según informa «Entertainment Weekly». La intérprete murió en la noche del pasado sábado «en paz mientras dormía», según fuentes de la citada publicación.

La actriz sobrevivió a dos guerras mundiales, a varias crisis nucleares y hasta a Kirk Douglas. Pero, sobre todo, Olivia de Havilland resistió a Joan Fontaine, esa hermana pequeña con quien mantuvo una rivalidad antológica que empezaba por diferenciarse hasta en el apellido. «Me casé la primera, gané un Oscar la primera, tuve un hijo la primera. Si me muero, ella estará furiosa porque otra vez la habré ganado», se jactó Joan Fontaine en una entrevista.

Como si fuera pitonisa en lugar de actriz, la protagonista de «Rebeca» cumplió, y aunque era un año menor que Olivia de Havilland, se fue también antes que su hermana. Murió en 2013, el día en el que se celebraba el 74 aniversario de «Lo que el viento se llevó», que le valió la primera nominación a De Havilland, pero no pudo ver cómo ésta se convertía en Dama del Imperio Británico y también en la última leyenda del Hollywood dorado, al que hoy deja definitivamente huérfano.

Cuando su enemiga acérrima desapareció, lo hicieron también las fuerzas de Olivia de Havilland, incapaz quizás de seguir en una industria donde, por fin, presentó batalla. Por mucho que se burlara Fontaine, que le «robó» a su hermana la estatuilla en 1941, Olivia de Havilland acumuló más nominaciones y premios Oscar que su hermana. Se recluyó en Francia, cerca de París, y aparecía en público sólo en ocasiones contadas, como cuando entregó un Oscar en 2003.

Olivia de Havilland, fotografiada en 2019 en bicicleta cerca de su residencia de París

Olivia de Havilland, fotografiada en 2019 en bicicleta cerca de su residencia de París - TWITTER

Olivia de Havilland conquistó contractualmente a Warner y enamoró al pasional Errol Flynn —con quien protagonizó siete películas–, a su Robin de los bosques y su general Cluster, arrastrando durante toda su carrera fama de mujer frágil y también sumisa. No fue ni lo uno ni lo otro, y a los dos, al estudio que la convirtió en estrella y al galán al que encandiló, les dio el portazo.

No deja de ser curioso que el último vestigio del Hollywood clásico siempre estuviera incómodo con el sistema de estudios, al que prestó intensa lucha. Ante la negativa de Jack Warner de liberar a una de sus gallinas de los huevos de oro, la intérprete habló con su mujer, Ann, y terminó logrando una nominación por dar vida a Melania, papel que, según el ejecutivo del estudio, no merecía porque estaba a la sombra del de Vivien Leight. Para De Havilland, sin embargo, era necesario, una oportunidad única, porque «Melania era de carne y hueso, preocupada por los demás, pero también una mujer inteligente y dura. Aunque, por encima de todo, era una mujer con gran capacidad para ser feliz».

Olivia de Havilland, como Melania en «Lo que el viento se llevó»

Olivia de Havilland, como Melania en «Lo que el viento se llevó»

Con Warner terminó enemistada en los juzgados, después de que la ningunearan durante seis meses cuando ella se quejó de que los mejores papeles se los daban a Bette Davis. Cuando quisieron prorrogarle el contrato, les demandó por el castigo. «Todos en Hollywood creían que perdería, pero yo estaba segura de ganar. Había leído la ley y sabía que lo que hacían los estudios estaba mal», dijo en «The Independent». Y ganó. «Lo que más me satisface es que aquella decisión (judicial) benefició a Clark Gable, Jimmy Stewart, Glenn Ford, Henry Fonda y todos los otros actores que habían estado ausentes, haciendo su servicio militar. Cuando regresaron a Hollywood, pudieron elaborar sus contratos con cláusulas más favorables», aseguró entonces.

La venganza de Warner

Claro que nunca imaginó que el estudio que impulsó su carrera le devolvería el golpe donde más le dolía. La major se vengó impidiendo que Havilland aceptara la propuesta de David O. Selznik para que protagonizara «Rebeca». Lo hizo finalmente su hermana, Joan Fontaine, que un año después inauguró el contador de la familia en los Oscar con su segunda colaboración con Alfred Hitchcock. Cuando Ginger Rogers mencionó el nombre de la pequeña de las hermanas por «Sospecha», Olivia de Havilland estaba presente en la ceremonia, nominada también por «Si no amaneciera». «Pensé que mi hermana iba a saltar sobre la mesa y agarrarme del pelo», reconoció Fontaine en sus memorias, «No bed of roses» (1978). Otra vez más se le adelantaba.

A lo largo de toda su vida, la espada de Damocles de Olivia de Havilland fue su hermana, empeñada en adelantarse en todo. Celos profesionales o trauma infantil, lo cierto es que ni siquiera la muerte de su madre pudo reconciliarlas. Fontaine le reprochaba a su hermana que le leyera la «Crucifixión» de pequeña; Olivia de Havilland, que pudiera ser mejor que ella. Dicen que Robert Aldrich se inspiró en su enemistad para rodar «¿Qué fue de Baby Jane», protagonizada por Bette Davis y Joan Crawford en 1962.

Olivia de Havillanda, con Angelina Jolie

Olivia de Havilland, con Angelina Jolie - ABC

La última dama del Hollywood dorado, «la heredera» de todos los nombres del cine clásico, se ha marchado en silencio, con elegancia y discreción.

 
Ayer vi por primera vez Lo que el viento se llevó. Qué coincidencia tan triste. Descanse en paz. Al margen de cómo se llevase con su hermana, se enfrentó a la Warner para conseguir mejores papeles. Ganó la demanda, pero estuvo 3 años sin trabajar.

Ahora sí que se ha ido el último símbolo del Hollywood dorado.
 
siempre he preferido a su hermana pero
DEP la gran Olivia- que era magnifica con sus dos oscar (y medio el de the snake pit, que es su mejor papel, de loca)

 
Última edición:
Supiste defender como nadie el papel de Melita, tan difícil esa mujer tan bondadosa que raya en tonta, supiste defenderte frente al sistema, viviste tus últimos años con discreción y sin dar que hablar. Se ha ido la última gran dama de los años dorados de Hollywood y lo ha hecho como era ella con elegancia.
 
siempre he preferido a su hermana pero
DEP la gran Olivia- que era magnifica con sus dos oscar (y medio el de the snake pit, que es su mejor papel, de loca)
Su hermana para mi era más pasional, Olivia media más los tiempos, pero bordó dos papeles muy difíciles, ya lo he dicho antes Melita podía de taaan buena rayar en tonta y la heredera no se queda muy atrás. Además siempre me ha encantado como era ese Hollywood incluso con sus miserias me gustaba más que el star system actual.
 
Joan le daba mil vueltas en estilo y belleza.
De havilland en su casi tercer oscar, está maravillosa de maestra que se deja chulear por la green card en Mexicali / Tijuana.

 
Back