MOVIMIENTO ASEXUAL

De acuerdo. Y me parecen lógicas las respuestas. Pero, aparte de las diferencias en genitalidad (que no es de lo que hablamos porque en los seres humanos hay algo más que eso en la pulsión sexual), ¿estás seguro de que los condicionamientos sociales no tienen nada que ver en las respuestas? Porque, dejando a los hombres de lado - que algunos tendrían novia y otros puede que sencillamente no quisieran acostarse con ella-, ¿de verdad piensas que si no fuera socialmente inaceptable para una mujer ninguna le hubiera dicho que sí?

Hay algo que los condicionamientos sociales no pueden cambiar, y es el hecho de que las mujeres se quedan embarazadas y los hombres no. La mujer asume mucho más riesgo que el hombre a la hora de tener relaciones sexuales. Durante más del 99% de nuestra existencia como especie, no poseíamos anticonceptivos. La genitalidad también condiciona, una mujer está capacitada físicamente para acostarse con diez hombres al día. Un hombre, por el contrario, está totalmente incapacitado fisiológicamente para dicho cometido con diez mujeres al día. Todos estos factores sumados, y alguno más, a lo largo de la historia de nuestra especie han hecho que a un hombre que va con muchas mujeres se le considere muy macho y que a una mujer que va con muchos hombres se la considere una guarra o una p..., o como quieras llamarlo. Y, ojo, no nos engañemos, las primeras que le llaman guarra a una chica que se va con muchos hombres son las propias mujeres, hecho que también considero normal por el siguiente motivo: si una mujer acepta ciertos condicionamientos sociales y debido a ello se recata sexualmente hablando y se aguanta las ganas de acostarse con éste o con el otro debido a ello, es lógico que luego espere una recompensa social, y la recompensa en este caso es que la otra es considerada una guarra por la sociedad y ella no. Para la mujer media es mucho más fácil conseguir s*x* que para el hombre medio, el hombre medio, en consecuencia, pasa mucha más "hambre forzosa" (es un precio que el hombre ha de pagar por otras ventajas que le otorga su condición de hombre) de s*x* que la mujer a lo largo su vida, y por ello la mujer también paga un precio, el cual no deja de tener ventajas e incovenientes, como todo en esta vida; sin embargo, esta perspectiva está comenzando a cambiar bastante en los últimos años, salvo en culturas inferiores como puedan ser el islam. Tampoco olvidemos que algo así como un 80% de la peña que se prostituye es femenina, prueba evidente de que al hombre le cuesta mucho más conseguir s*x* que a la mujer, por algo la prostit*ción femenina es la segunda profesión más antigua del Mundo. Para más inri, muchos de los hombres que se prostituyen lo hacen para gueis. Como verás, hombres y mujeres nos diferenciamos enormemente en el plano sexual, en el resto de facetas de la vida, opino que somos prácticamente indistinguibles. Un abrazo, Arianne.

PD No hay nada nuevo bajo el Sol.
 
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Hay algo que los condicionamientos sociales no pueden cambiar, y es el hecho de que las mujeres se quedan embarazadas y los hombres no. La mujer asume mucho más riesgo que el hombre a la hora de tener relaciones sexuales. Durante más del 99% de nuestra existencia como especie, no poseíamos anticonceptivos. La genitalidad también condiciona, una mujer está capacitada físicamente para acostarse con diez hombres al día. Un hombre, por el contrario, está totalmente incapacitado fisiológicamente para dicho cometido con diez mujeres al día. Todos estos factores sumados, y alguno más, a lo largo de la historia de nuestra especie han hecho que a un hombre que va con muchas mujeres se le considere muy macho y que a una mujer que va con muchos hombres se la considere una guarra o una p..., o como quieras llamarlo. Y, ojo, no nos engañemos, las primeras que le llaman guarra a una chica que se va con muchos hombres son las propias mujeres, hecho que también considero normal por el siguiente motivo: si una mujer acepta ciertos condicionamientos sociales y debido a ello se recata sexualmente hablando y se aguanta las ganas de acostarse con éste o con el otro debido a ello, es lógico que luego espere una recompensa social, y la recompensa en este caso es que la otra es considerada una guarra por la sociedad y ella no. Para la mujer media es mucho más fácil conseguir s*x* que para el hombre medio, el hombre medio, en consecuencia, pasa mucha más "hambre forzosa" (es un precio que el hombre ha de pagar por otras ventajas que le otorga su condición de hombre) de s*x* que la mujer a lo largo su vida, y por ello la mujer también paga un precio, el cual no deja de tener ventajas e incovenientes, como todo en esta vida; sin embargo, esta perspectiva está comenzando a cambiar bastante en los últimos años, salvo en culturas inferiores como puedan ser el islam. Tampoco olvidemos que algo así como un 80% de la peña que se prostituye es femenina, prueba evidente de que al hombre le cuesta mucho más conseguir s*x* que a la mujer, por algo la prostit*ción femenina es la segunda profesión más antigua del Mundo. Para más inri, muchos de los hombres que se prostituyen lo hacen para gueis. Como verás, hombres y mujeres nos diferenciamos enormemente en el plano sexual, en el resto de facetas de la vida, opino que somos prácticamente indistinguibles. Un abrazo, Arianne.

PD No hay nada nuevo bajo el Sol.
Bueno. No te falta razón. Pero la mayoría de tu post está basado en "condicionamientos sociales". Salvo en el hecho de los embarazos, claro está. Ahí sí que la mujer está en una clara desventaja, tiene que asegurar el sostenimiento de su prole. Pero en una sociedad utópica en la que eso estuviera garantizado y no existieran esos condicionamientos sociales, dudo mucho que la conducta de hombres y mujeres en ese aspecto fuera tan diferente. Tú mismo lo has dicho, los anticonceptivos y cambios en la percepción social de ciertos comportamientos han hecho que las cosas cambien y mucho. Y aun hay mucha desigualdad en la manera de percibir a una mujer y a un hombre con una conducta promiscua. Otro para ti.
 
Opino lo mismo. Yo no soy asexual, con algunas personas he sentido un intenso deseo sexual. Pero soy "la persona menos enamoradiza del mundo". Sólo me he enamorado una vez, puede que dos. Por supuesto me han gustado más personas y he tenido más parejas pero no he sentido enamoramiento. Y, en cuanto al deseo sexual, me ocurre que muy pocos hombres me despiertan mucho, unos pocos me despiertan bastante o algo y la mayoría nada de nada. (Aunque les pueda encontrar atractivos.) En los últimos cinco años sólo he sentido deseo sexual por dos hombres. Con uno tuve una relación pero el s*x*, por bueno que fuera (que lo fue), no es suficiente para mantener una relación duradera. Y me he cansado de tener relaciones "a medias". Si no te suma más de lo que te resta, no interesa.

Entiendo el movimiento por la presión social. Imagino que a ti también te ha pasado que te vengan preguntando porque no tienes pareja. Que te recomienden incluso webs en los que fulanit@ ha encontrado su media naranja. ¿Y qué pasa si yo me siento naranja entera y no tengo ganas de perder el tiempo? Eso no quiere decir que la semana que viene no pueda conocer a alguien que me haga "despertar" y, si tengo la suerte de ser correspondida, vuelva a tener pareja. Pero no lo considero imprescindible. Ni siquiera siento la necesidad de ir buscando "tener algo con alguien". Mi cuota afectiva la tengo cubierta con mi familia y amigos. Y si el destino quiere que conozca a alguien que me aporte lo que necesito y me complemente estaré encantada de la vida porque lo considero el estado ideal (estar con una pareja que te haga feliz) pero si no ocurre tampoco pasa nada.

Y no soy la única. Tengo una amiga que es guapísima (yo soy más normalita) y lleva un montón de años sin tener pareja porque dice que no conoce a nadie con quien le apetezca emparejarse. Y mucha gente se sorprende y hace comentarios, a ella y a sus espaldas. Parece que si tienes esa filosofía de vida o estás traumado, u odias a los hombres o tienes algún problema. Y no es así.

El s*x* puede estar muy, muy bien (estés enamorado o no) y puede ser una auténtica pérdida de tiempo. Depende. Pero no es imprescindible para vivir ni para ser feliz.

Lo que no te aconsejo es que busques LO SUBLIME. No te conformes con poco, pero tampoco idealices. No hay nada perfecto.

@Norrojo , estoy de acuerdo contigo en que no me gustan los lobbies. Y tengo la misma visión que tú acerca del lobby gay. Pero tampoco me parecen apropiados ciertos calificativos como el que aplicas. No cuesta nada respetar a los demás, te guste más o menos su opción de vida.

este programa de Iker J. es muuuuuy interesante, lleva toda la razón, lo recomiendo sin dudar:

http://www.ikerjimenez.com/universoiker/1x03/

La conspiración “S”
Es indudable que vivimos en una sociedad hipersexualizada. El s*x* invade todos y cada uno de los aspectos de nuestra vida. Nos bombardean continuamente y pocos se preguntan por el motivo último que se esconde tras esta sobreexposición.

¿A quién le interesa que actuemos como autómatas dirigidos por instintos primarios? ¿Han creado para nosotros una sociedad basada en el s*x* como una herramienta perfectamente diseñada? ¿Con qué motivo? Iker Jiménez vuelve dispuesto a enfrentarse a un viejo tabú para desarrollar una posible respuesta a estas peliagudas preguntas.

A partir de una conversación con un viejo ocultista, Iker reflexiona sobre ‘La Conspiración S’. Un tema tabú, políticamente incorrecto, del que nadie se atreve a hablar por miedo en una sociedad donde parece estar prohibido ir a contracorriente.
Nadie, menos Iker.
 
Hola, el uso de estimuladores hay como quien me dice arriba Norrojo es muy amplio, tengo suerte de comunicar muy bien con mis clientas, el s*x* para la mayoria es una necesidad, y hay mucho s*x* frustado diría yo, entonces porque no facilitar las cosas ? os pongo un ejemplo fácil, pareja con mucho amor pero imposibilidad de conseguir un orgasmo durante las relaciones. La mayoría de nosotras consigue el orgasmo (80 %) por medio de estimulación del clítoris, entonces aprovechemos de un pequeño estimulador que podamos usar mientras estamos en faena y así en pareja quedarnos los dos felices, es muchas veces motivo de frustación ver que sólo el se queda relajado totalmente, no porque lo haga mal sino porque nosotras somos más cerebrales, a la vez estamos pensando en otras cosas por ejemplo, preocupaciones, si es algo de continuo hay rencores al final y yo veo bonito cuando la pareja decide buscar algo para disfrutar los dos al máximo. También nos podemos ir a matrimonios más mayores, con operaciones que imposibilitan tener relaciones pero el hombre quiere seguir dando placer a su esposa, de una manera u otra, o quien no encuentra alguien con quien valga la pena entregarse y sin embargo quiere disfrutar de su sexualidad.... son maneras diferentes.
O señores que aman a su esposa, no quieren amantes pero necesitan su desahogo y ellas por enfermedad no pueden hacerlo, uno de estos casos en concreto leí en prensa que ella había fallecido despues de una larga enfermedad. Lo que si me cuentan es que son más orgullosas y felices si tienen pareja a la que le gusta experimentar y probar cositas.
 
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Ah pero este hilo es el de tuppersex??? no lo sabía...

Bueno, pues esto no es un vibrador al uso, pero da muchas alegrías... te da masajes... ;)


PD. Yo abrí un hilo sobre s*x* pero creo que se perdió en la ultima renovación del foro.
 
El movimiento asexual no es nada nuevo, yo lo conocí por un amigo que es esquizoide, que suelen tener un interés muy bajo por lo sexual. Las relacianes estrechas no le gustaban, pero era miembro de un foro de asexuales y allí no veías lo que se movía, además se pasaban los días hablando de s*x*, de lo poco que les apetecía, de lo que sentían o no sentían si de casualidad tenían relaciones sexuales. No he visto gente que hable más de s*x* que los asexuales, están poseídos.
Por otro lado no creo que el s*x* no está ni sobre- ni infravalorado cada persona va aprendiendo la importancia que tiene en su vida, que no en toda etapa es la misma. Aquí se está mezclando el concepto de relación y s*x* que pueden tener mucho que ver, pero que no son lo mismo. Sobre todo para las mujeres es una tarea compaginar las dos nociones. Si a una mujer no le compensa tener relaciones sexuales porque después emocionalmente se hace un lío o porque el s*x* le importa tan poco que no le compensa el tiempo que tarda antes de afeitarse las piernas, o por otros mil motivos perfecto, si por el contrario le atrae la aventura sexual, pues tendrá que vivir sus impulsos.

Somos miles de millones de personas diferentes, diferentes culturas, educación, religión,sentimientos, instintos, hormonas, por eso discutir si el s*x* está infra- o sobrevalorado es lo mismo que discutir si comer está sobrevalorado.
 
Bueno. No te falta razón. Pero la mayoría de tu post está basado en "condicionamientos sociales". Salvo en el hecho de los embarazos, claro está. Ahí sí que la mujer está en una clara desventaja, tiene que asegurar el sostenimiento de su prole. Pero en una sociedad utópica en la que eso estuviera garantizado y no existieran esos condicionamientos sociales, dudo mucho que la conducta de hombres y mujeres en ese aspecto fuera tan diferente. Tú mismo lo has dicho, los anticonceptivos y cambios en la percepción social de ciertos comportamientos han hecho que las cosas cambien y mucho. Y aun hay mucha desigualdad en la manera de percibir a una mujer y a un hombre con una conducta promiscua. Otro para ti.

En cuanto llegáramos a una sociedad de ese tipo, lo más seguro es que se nos atrofiaran los genitales y que en unas cuantas generaciones no habría hombres ni mujeres, sino un solo s*x*, y los niños se incubarían artificialmente a partir de ADN extraído de la saliva (del padre/madre) o de donde fuera. Mientras sigamos siendo humanos, esto es lo que hay. Nada nuevo bajo el Sol.
 
este programa de Iker J. es muuuuuy interesante, lleva toda la razón, lo recomiendo sin dudar:

http://www.ikerjimenez.com/universoiker/1x03/

La conspiración “S”
Es indudable que vivimos en una sociedad hipersexualizada. El s*x* invade todos y cada uno de los aspectos de nuestra vida. Nos bombardean continuamente y pocos se preguntan por el motivo último que se esconde tras esta sobreexposición.

¿A quién le interesa que actuemos como autómatas dirigidos por instintos primarios? ¿Han creado para nosotros una sociedad basada en el s*x* como una herramienta perfectamente diseñada? ¿Con qué motivo? Iker Jiménez vuelve dispuesto a enfrentarse a un viejo tabú para desarrollar una posible respuesta a estas peliagudas preguntas.

A partir de una conversación con un viejo ocultista, Iker reflexiona sobre ‘La Conspiración S’. Un tema tabú, políticamente incorrecto, del que nadie se atreve a hablar por miedo en una sociedad donde parece estar prohibido ir a contracorriente.
Nadie, menos Iker.

Vamos a ver, por el amor de Dios: el s*x* se ha tratado de utilizar como instrumento de dominio de las masas desde que el hombre es hombre. Unas veces por medio del puritanismo, otras por medio de la promiscuidad y otras por medio del término medio, según se dieran unos u otros contextos sociales. Me parece de traca que tenga que venir íker Jiménez a descubrirnos esto ahora. El comunismo ha utilizado el s*x* para dominar a las masas, lo mismo que el capitalismo, el cristianismo, el zoroastrismo o el islam. No obstante, la mejor sociedad (en todos los aspectos) y la más libre que ha conocido la humanidad es la sociedad democrática actual de tradición cristiana, lo cual no quiere decir que nuestra sociedad sea perfecta, pero sí es mucho mejor (en todos los aspectos) y más libre que cualquier otra que haya existido jamás.
 
El movimiento asexual no es nada nuevo, yo lo conocí por un amigo que es esquizoide, que suelen tener un interés muy bajo por lo sexual. Las relacianes estrechas no le gustaban, pero era miembro de un foro de asexuales y allí no veías lo que se movía, además se pasaban los días hablando de s*x*, de lo poco que les apetecía, de lo que sentían o no sentían si de casualidad tenían relaciones sexuales. No he visto gente que hable más de s*x* que los asexuales, están poseídos.
Por otro lado no creo que el s*x* no está ni sobre- ni infravalorado cada persona va aprendiendo la importancia que tiene en su vida, que no en toda etapa es la misma. Aquí se está mezclando el concepto de relación y s*x* que pueden tener mucho que ver, pero que no son lo mismo. Sobre todo para las mujeres es una tarea compaginar las dos nociones. Si a una mujer no le compensa tener relaciones sexuales porque después emocionalmente se hace un lío o porque el s*x* le importa tan poco que no le compensa el tiempo que tarda antes de afeitarse las piernas, o por otros mil motivos perfecto, si por el contrario le atrae la aventura sexual, pues tendrá que vivir sus impulsos.

Somos miles de millones de personas diferentes, diferentes culturas, educación, religión,sentimientos, instintos, hormonas, por eso discutir si el s*x* está infra- o sobrevalorado es lo mismo que discutir si comer está sobrevalorado.
Totalmente de acuerdo. Pero es tan respetable quien quiere ser célibe o llegar virgen al matrimonio como quien prefiere tener aventuras esporádicas o entender el s*x* como un deporte, pasando por todos los espectros intermedios de los polos. Sólo que hoy en día, sobre todo a ciertas edades, parece que hay que justificarse si no estás interesado (sea temporalmente o de manera permanente).

El hilo lo abrí por la insistencia en que Tamara Falco no tiene novio hace mucho y hay quien se empeña en que debe estar desesperada. Sólo quería expresar que es una opción y que no necesariamente lo tiene que vivir como algo negativo, sino todo lo contrario. Todo tiene pros y contras. Y depende de cada persona decidir que hace con su vida, que le hace más feliz y que decisiones toma. Como bien dices, no todos somos iguales.

Incluso una misma persona puede pasar por diferentes etapas en su vida, dependiendo de muchas variables.
 
por**grafía INFANTIL, por Juan Manuel de Prada

(ABC, 25 de abril de 2016)

Asomaba el otro día una noticia sobre el desmantelamiento de una red (¡otra más!) de por**grafía infantil que intercambiaba a través del guasá imágenes en las que niños de muy corta edad, casi bebés, son sometidos a abusos y torturas aberrantes. Pero todo freno policial, por eficaz y disuasorio que sea, se revela inútil si no lo precede un freno moral: las sociedades sanas robustecen los frenos morales que inhiben las conductas criminales; las sociedades podridas debilitan tales frenos morales y, una vez que todos los demonios del crimen han sido liberados, se dedican a perseguirlos. Resulta muy sintomático que aceptemos con naturalidad, por ejemplo, que en Estados Unidos se perpetran matanzas porque allí las armas se han convertido en una mercancía que cualquiera puede adquirir fácilmente; y que, en cambio, rechacemos que en nuestra época abundan los degenerados sexuales porque padecemos una invasión de sensualismo y por**grafía accesible a golpe de tecla o de pantalla táctil. No olvidemos que el presidente del Partido Popular europeo ha proclamado con orgullo que el acceso libre a la por**grafía es uno de los mayores logros de la Unión Europea.

Pero esta invasión de sensualismo y por**grafía no es una conquista de la libertad humana, sino una forma atroz de sumisión a los instintos más esclavizantes. El naturalismo instintivo, hoy convertido en ideología, pretende que la sexualidad humana es benéfica y multiforme, y que nada hay de malo en someterla a constantes estímulos. Pero lo cierto es que la sexualidad humana es como el agua: benéfica cuando se encauza; destructiva cuando los cauces se desbordan y se rompen los diques. Una sexualidad sometida a constantes estímulos morbosos destruye nuestra humanidad y nos convierte en esclavos de nuestros instintos. Pero, cuando se liberan, los instintos humanos --a diferencia de los instintos del animal-- no se satisfacen con la mera repetición, por la sencilla razón de que el hombre, a diferencia del animal, es un ser imaginativo y un buscador de novedades. Un hombre entregado al sensualismo desatado necesita imaginar variantes que traigan novedad a su hastío. Y así, el consumidor de por**grafía convencional acabará consumiendo por**grafía alternativa, hasta que llega el día en que desea también consumir por**grafía en la que aparezcan niños.

Chesterton ya nos lo advertía: “El mundo se ha teñido de pasiones peligrosas y rápidamente putrescentes; de pasiones naturales convertidas en pasiones contra natura. Así el efecto de tratar la sexualidad como cosa inocente y natural es que todas las demás cosas inocentes y naturales se empapan y manchan de sexualidad. Porque no se puede conceder a la sexualidad una mera igualdad con emociones o experiencias elementales como el comer o el dormir. En el momento en que deja de ser sierva se convierte en tirana”. Cuando la sexualidad se desembrida se convierte en una pasión putrescente, ansiosa de conquistar nuevas perversidades; y no debe extrañarnos que, después de probar todos los sabores, quiera hincarle el diente a la fruta prohibida de la infancia. La por**grafía infantil no es expresión, como se pretende, de una perturbación que aflige a cuatro monstruos; es fruto del clima moral creado por una ideología criminal que ha impuesto el naturalismo instintivo como forma de plenitud y que considera que el acceso libre a la por**grafía es una de las grandes conquistas humanas. Estas pasiones putrescentes sólo se podrán combatir mediante frenos morales efectivos e impidiendo el acceso a la por**grafía. Exactamente lo contrario de lo que nuestra época postula, para sostener el andamiaje de su tiranía.
 
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