En mi anterior empresa tuvimos que aguantar a una petarda que ya nos parecía raro que fuera como una elegida desde el principio, intocable, y lo tremendo es que al abrirse ese departamento nuevo, íbamos todos nuevos. ¿Cómo era posible que empezando todos el mismo día, firmando los contratos el mismo día, esa tía fuera alguien especial?. Nos lo terminaron chivando otros que llevaban más tiempo: el novio de esa tía y su familia estaban emparentados con un directivo de la empresa, que por cierto, era un gilipollas.
Nos hizo la vida imposible a todos, desde señoras de la limpieza, mantenimiento, vigilantes, recepcionistas, era una empresa muy grande, no había departamento que no hubiera aguantado las tonterías de esta tía.
Yo acabé harta y me busqué otra cosa porque era imposible ya no ascender, algo que yo ni quería (contraproducente y caramelo envenenado), sino que era imposible hacer algo bien y que te lo valoraran. Parte del trabajo consistía en conseguir la firma de un cliente que suponía más trabajo y nos venía de perlas, pues hubo un mes en el que se hace la evaluación y resulta que era yo ese trimestre la que más firmas había conseguido para proyectos (que costaban reuniones, juntas, entrevistas, presentaciones...); yo pensaba que la más veterana y experta era la que lo conseguía, porque era de cajón: para ella era pan comido. Pues estamos la veterana, otra compañera, la petarda enchufada, y yo en una junta con más gente, jefas y directivos, y allí sueltan lo de "si ya sabemos quién es la que tiene el record". Era yo, y era hacerles el trabajo, pero en vez de decir "enhorabuena" o yo qué se, una valoración, soltó la jefa directa ese comentario como si le jodiera, porque mira tú la enchufada no lo conseguía; les jodía que su enchufada no estuviera a la altura, y nunca jamás, valoraron ni mi trabajo ni el de otros compañeros.
Mientras tanto, la petarda enchufada haciendo de las suyas puteando a todo el mundo, conmigo tuvo muchos problemas porque yo pasaba de besarle el culo a esa payasa. Lo bueno que tenía era que la cagaba a lo bestia y de hecho, por colgarse medallas, la cagó.
Y ahí conseguimos vengarnos de ella, por ir de lista, la lió con un cliente y se fue a su casa llorando. Fue el día en el que la primera vez soltó que le daba asco la empresa jajajaja, si parecía que vivía por y para esa empresa. Pues le deseé secretamente que se jodiera y que ya que tanto le gustaba la empresa ojalá se quedara allí de por vida, por esa empresa y por su silla nos apuñaló a todos. Y los demás nos fuimos pirando progresando en otros sitios.
Me contaron que siguió allí amargada, aislada y marginada y llevando el trabajo ya no doble, sino un triple de trabajo porque la gente se iba y sólo se iba quedando ella. Lo menos continuó hasta dos años después de haberme pirado yo, en un tiempo de cuatro meses después de irme yo, ahí no quedaba ni Peter ya de los que habían trabajado conmigo.
Nos hizo la vida imposible a todos, desde señoras de la limpieza, mantenimiento, vigilantes, recepcionistas, era una empresa muy grande, no había departamento que no hubiera aguantado las tonterías de esta tía.
Yo acabé harta y me busqué otra cosa porque era imposible ya no ascender, algo que yo ni quería (contraproducente y caramelo envenenado), sino que era imposible hacer algo bien y que te lo valoraran. Parte del trabajo consistía en conseguir la firma de un cliente que suponía más trabajo y nos venía de perlas, pues hubo un mes en el que se hace la evaluación y resulta que era yo ese trimestre la que más firmas había conseguido para proyectos (que costaban reuniones, juntas, entrevistas, presentaciones...); yo pensaba que la más veterana y experta era la que lo conseguía, porque era de cajón: para ella era pan comido. Pues estamos la veterana, otra compañera, la petarda enchufada, y yo en una junta con más gente, jefas y directivos, y allí sueltan lo de "si ya sabemos quién es la que tiene el record". Era yo, y era hacerles el trabajo, pero en vez de decir "enhorabuena" o yo qué se, una valoración, soltó la jefa directa ese comentario como si le jodiera, porque mira tú la enchufada no lo conseguía; les jodía que su enchufada no estuviera a la altura, y nunca jamás, valoraron ni mi trabajo ni el de otros compañeros.
Mientras tanto, la petarda enchufada haciendo de las suyas puteando a todo el mundo, conmigo tuvo muchos problemas porque yo pasaba de besarle el culo a esa payasa. Lo bueno que tenía era que la cagaba a lo bestia y de hecho, por colgarse medallas, la cagó.
Y ahí conseguimos vengarnos de ella, por ir de lista, la lió con un cliente y se fue a su casa llorando. Fue el día en el que la primera vez soltó que le daba asco la empresa jajajaja, si parecía que vivía por y para esa empresa. Pues le deseé secretamente que se jodiera y que ya que tanto le gustaba la empresa ojalá se quedara allí de por vida, por esa empresa y por su silla nos apuñaló a todos. Y los demás nos fuimos pirando progresando en otros sitios.
Me contaron que siguió allí amargada, aislada y marginada y llevando el trabajo ya no doble, sino un triple de trabajo porque la gente se iba y sólo se iba quedando ella. Lo menos continuó hasta dos años después de haberme pirado yo, en un tiempo de cuatro meses después de irme yo, ahí no quedaba ni Peter ya de los que habían trabajado conmigo.