Misión Económica a la República Popular de China. 17 al 22 de noviembre de 2019

Conocí a Astrid hace muchos años en una oportunidad que visitó el Palacio de las Naciones de la ONU aquí en Ginebra y me pareció muy sencilla y amable. Intercambiamos algunas palabras de cortesía y poca cosa más pero a diferencia de otras "celebridades" que también venían a realizar labores de imagen más que de fondo en su calidad de embajadores de la ONU, Astrid fue de las más cordiales. Personalmente creo que este último vestido sin mangas y con escote talle princesa no le favorece por más princesa de cuna que sea. A su edad y con su físico debería utilizar ropa más sobria y con mucho más razón en una misión comercial en China en donde por cuestiones culturales puede ser chocante que la cabeza de la delegación visitante vista ropa tan osada para criterios asiáticos. La diplomacia también pasa por las formas y apariencias y eso Astrid debería saberlo como nadie.
 
El Ministro del Interior y Comercio Exterior, Pieter De Crem, y la Princesa Astrid de Bélgica, fotografiados durante el Foro de intercambio de propiedad intelectual y comercial sino-belga
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