Miguel Lacambra: historia de un famoso inexistente

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Durante toda esta tarde el nombre de Miguel Lacambra ha sido trending topic en Twitter España. Miles de tuits hablando de este personaje que hasta hace unas horas parecía ser un periodista que había publicado un único artículo presuntamente "técnico" en La Marea, un periódico de tendencia podemita. El artículo pretendía exculpar al Gobierno de su neglicencia a la hora de permitir y alentar actos multitudinarios el 8M presentando supuestos modelos de que eso no había influido en el estallido de las cifras de contagios.

La cuestión es que varios tuiteros descubrieron que Miguel Lacambra no existía. No era tampoco el pseudónimo de alguien realmente existente. Se trataba de un personaje puramente virtual al que se le había construido toda una identidad ficticia. Se le abrió un perfil profesional en LinkedIn con datos totalmente inventados. Se le abrió una cuenta en Twitter el 14 de marzo y se la engordó artificialmente con centenares de seguidores para darle "credibilidad". Varios periodistas y tuiteros conocidos del universo podemita la publicitaron para que adquiriera visibilidad. Se le creó una cara con un sofware de inteligencia artificial. Y a partir de ahí, se puso el personaje a rular publicado datos pseudotécnicos para apoyar la propaganda gubernativa sobre la epidemia de covid y la "gestión" de la misma.

Twitter España ha estado revolucionado toda la tarde con Miguel Lacambra, con tuiteros en plan CSI descubriendo nuevos datos sobre la trama, con otros tuiteando memes y guasas y con personajes conocidos haciendo el ridículo defendiendo lo indefendible o totalmente despistados con el motivo del revuelo virtual. La historia no ha acabado, porque queda por descubrir el autor del crimen, o sea, quienes fueron los creadores de este personaje virtual, por encargo exactamente de quién y quién ponía el material narrativo que se distribuía bajo esa identidad ficticia. El periódico La Marea, por cierto, actualizó el artículo de "Lacambra" al descubrirse el pastel diciendo que ese nombre era un pseudónimo. La cuenta de Twitter de Lacambra se cerró con candado durante unas horas y luego se volvió a abrir con un mensaje que pretendía mantener en pie al personaje. Vano intento. porque el revuelo era ya imparable. Parece que la historia aún no ha terminado y va a estar divertida. Así que aquí dejo hilo.

La caída de Miguel Lacambra empezó con este tuit.




Varios tuiteros cogieron el hueso y empezaron su particular CSI. Aquí un par de sus hilos:






La moraleja de la historia.




Y esta, como de costumbre, en la inopia.

 
Es tán fácil hacerse un perfíl falso...y tantos bots....??

Esto es mucho más grave que hacerse un perfil falso, saben que el 8M fue una liada monumental, un engaño en toda regla y con consecuencias dramáticas, ahora no saben cómo lavarse las manos para sacarse de encima el Covid19 y lo que está coleando, gracias a la pésima gestión, a la ocultación de la verdad, a no decir antes del 8M que las cosas se estaban poniendo muy feas y a que prevaleciera por encima de todo su propaganda electoralista.

Así que animaron a la gente a salir a la calle e ignoraron que el contagio era una realidad latente y peligrosa. Y así, a la desesperada intentan hacer de las Redes Sociales un lugar donde fingir que ellos, pobrecitos, obedecieron órdenes y que no se sabe muy por qué, pero el virus no siguió las pautas de contención previstas, no infectando a nadie por ser el 8M un día tan especial.

Todo esto sería una estrategia pueril e irrisoria si no fuera porque se ha desencadenado una tragedia de proporciones mayúsculas. Y ellos, como buenos Pilatos, no pueden cargar con el muerto, con los muertos...
 
Esto es mucho más grave que hacerse un perfil falso, saben que el 8M fue una liada monumental, un engaño en toda regla y con consecuencias dramáticas, ahora no saben cómo lavarse las manos para sacarse de encima el Covid19 y lo que está coleando, gracias a la pésima gestión, a la ocultación de la verdad, a no decir antes del 8M que las cosas se estaban poniendo muy feas y a que prevaleciera por encima de todo su propaganda electoralista.

Así que animaron a la gente a salir a la calle e ignoraron que el contagio era una realidad latente y peligrosa. Y así, a la desesperada intentan hacer de las Redes Sociales un lugar donde fingir que ellos, pobrecitos, obedecieron órdenes y que no se sabe muy por qué, pero el virus no siguió las pautas de contención previstas, no infectando a nadie por ser el 8M un día tan especial.

Todo esto sería una estrategia pueril e irrisoria si no fuera porque se ha desencadenado una tragedia de proporciones mayúsculas. Y ellos, como buenos Pilatos, no pueden cargar con el muerto, con los muertos...
También recuerdo que cuando se empezó a hablar y a tomar medidas, los que hoy se tiran las manos a la cabeza, decían que estaban alarmando a la población y que no era para tanto. Que eran unos alarmistas para no dejar salir la gente a la calle, y bla, bla, bla...
Hablo de lo que escuchaba en mi entorno.
 
Así que animaron a la gente a salir a la calle e ignoraron que el contagio era una realidad latente y peligrosa. Y así, a la desesperada intentan hacer de las Redes Sociales un lugar donde fingir que ellos, pobrecitos, obedecieron órdenes y que no se sabe muy por qué, pero el virus no siguió las pautas de contención previstas, no infectando a nadie por ser el 8M un día tan especial.
Más que animar a salir a la gente a las calles, tampoco impidieron ninguna manifestación dentro de cualquier entorno cerrado.
 
¿pero es lo normal en internet, no??? escribir con un pseudónimo (o en lenguaje internetil, nick)
Firmado: Marujix
 
¿pero es lo normal en internet, no??? escribir con un pseudónimo (o en lenguaje internetil, nick)
Firmado: Marujix

No es un seudónimo porque no hay nadie real detrás.



Han creado un personaje inexistente, en la oficina de algún CM o gabinete de comunicación, para colocar con ese personaje el relato que interesa al entorno del gobierno.

Girauta ha señalado a Iván Redondo, el jefe de Gabinete de Pedro Sánchez.

 
Miguel Lacambra, el misterio del periodista fantasma que exculpa del coronavirus al Gobierno

Se hacía pasar por un experto en datos, economía y política: el personaje es falso y su foto está sacada de un banco de imágenes.


“Periodista. Economía y política. Persigo los datos y los interpreto”. Así se presenta Miguel Lacambra en Twitter. La cuenta tiene apenas dos semanas de vida -fue creada el pasado 14 de marzo-, sin embargo, cuenta con más de 15.000 seguidores pese a que sólo sigue a 268 usuarios.

Entre sus mensajes, numerosos gráficos creados, supuestamente, por él mismo sobre la evolución del coronavirus, acompañados siempre de una interpretación muy positiva de la gestión del Gobierno. ¿Su actividad periodística? Un solo artículo. El bulo acaba de caer por su propio peso. Miguel Lacambra... no existe.

Sus análisis eran ampliamente compartidos por tuiteros vinculados a la izquierda, pero conforme se viralizaban, algunos usuarios comenzaron a sospechar de la veracidad del perfil. Demasiados seguidores en tan poco tiempo, opiniones condescendientes con el Gobierno pero muy críticas con la oposición, nula presencia digital y, aunque se decía periodista, solo tenía un artículo publicado.

En este texto, el supuesto Miguel Lacambra negaba cualquier conexión entre la celebración del 8-M y la expansión del coronavirus, eximiendo de responsabilidades a Moncloa.

La respuesta es sí, estoy aprovechando la cuarentena (y el paro recién estrenado) para empezar en twitter. Gracias (a quien proceda) por la acogida.
— Miguel Lacambra (@mglacambra) March 14, 2020

Finalmente, las pesquisas de los internautas han arrojado este resultado: Miguel Lacambra es una cortina de humo, un nombre falso. Una identidad creada. Su foto está sacada de un banco de imágenes y la mayoría de sus seguidores son bots destinados a engrosar su camarilla.

Ante estos hallazgos, no son pocos los usuarios que han acusado al Gobierno de haber creado “una cuenta fake pro-Gobierno”: “Cuántos Miguel Lacambra habrán salido de la factoría de Iván Redondo”, “La izquierda buscando validación”, “¿Cuántos Miguel Lacambra nos hemos comido en 20 años?”, etc. Otros han comenzado a increparle.

La desaparición temporal de la cuenta ha avivado las sospechas
. ¿Por qué en vez de dar una explicación al ser descubierto, desaparece?

Poco más tarde, sin embargo, el perfil de Miguel Lacambra se ha reabierto para intentar responder a los ataques:

Estoy absolumento abrumado por lo que está pasando. Este perfil es un heterónimo, Miguel Lacambra no existe, soy una persona normal que quiere conservar su privacidad como tantos otros en Twitter. Hace unas semanas empecé a representar los datos públicos del coronavirus (+)
— Miguel Lacambra (@mglacambra) March 26, 2020
Y prosigue: “Siempre he utilizado datos públicos y aportado una visión de optimismo con la idea de mantener el ánimo ante el esfuerzo que estamos realizando todos para parar esta pandemia. No hay nada más. Datos públicos, palabras y una persona normal que ahora mismo lo está pasando muy mal”.

La respuesta no ha convencido al grueso de los tuiteros. La semilla de la sospecha sobre la autoría del perfil ya estaba sembrada. Pero se confirma una cosa: Miguel Lacambra no ha existido nunca y, sin embargo, un medio ha llegado a publicar un artículo con su nombre.

Toda la actividad periodística de Miguel Lacambra se reduce a un artículo en La Marea. En él se sirve de gráficos para argüir que “es imposible que el 8-M, con 120.000 asistentes en Madrid, según la Delegación del Gobierno, provoque ningún efecto perceptible en la evolución del coronavirus dentro de España”.

El artículo concluye: “Debemos sacar al 8-M de las ecuaciones, y empezar a pensar en las verdaderas razones por las que esta crisis está golpeando en todo occidente como lo está haciendo y haya dejado a los países con una capacidad de reacción limitadísima. Quizá así se nos quiten por un momento las ganas de apuntar con el dedo constantemente a nuestros enemigos y, quién sabe, nos entre un ligero (ligerísimo, seguramente) impulso de abrazarles”.

La Marea ha actualizado el artículo en cuestión para matizar que Miguel Lacambra se trata de “un pseudónimo”. Antonio Maestre, colaborador de La Marea, ha respondido en Twitter a las acusaciones contra el medio insultando a los críticos. Posteriormente, ha borrado ese mensaje.

Muchos usuarios de Twitter coinciden en señalar como poco pertinente que bajo un personaje falso se publiquen "noticias" de una epidemia que ya se ha cobrado más de 4.000 vidas.


 

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