Mientras los reyes batallan contra la pandemia. Leonor y Sofía. Silencio en palacio.

Estoy sin palabras! ¿Pero qué esperan estos periodistas?
Sin embargo, lo explican ellos mismos: las Infantas están ocupadas con la tarea. Y luego cine, series de televisión, música e incluso literatura (en ruso, supongo). Y las lecciones de ballet. Y luego voleibol, equitación, tenis. Y la pobre perrita Sara, que debe ser acompañada para caminatas diarias.
No esperará que las niñas den las gracias a los trabajadores de la salud, o que hablen con los ancianos en hogares de reposo, o que les cuenten cómo pasan sus días.
Eres pretencioso e insensible, aquí. Realmente tuve que decirlo.
Pobres tesoros rubios, no escuchen a periodistas y españoles: ahora descansen...

(¿Qué dices? ¿Estaba siendo demasiado sarcástica? :cool:)
 
La Princesa Leonor y la Infanta Sofía, 'desaparecidas' en palacio
  • EDUARDO ÁLVAREZ
Viernes, 10 abril 2020 - 07:23
Ver 4 comentarios
No se ha visto ninguna imagen de la heredera del trono y de su hermana desde que se recrudeció la crisis del coronavirus, hace ya un mes. Contrasta tanta opacidad con los gestos del resto de 'mini royals' de Europa.
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La Princesa Leonor y la Infanta Sofía, en una imagen de septiembre de 2019.GTRES
Lunes, 9 de marzo. Casi a las nueve de la mañana, un coche con los cristales tintados conducido por un miembro del servicio de escolta de la Casa del Rey llegaba al colegio privado Santa María de los Rosales, en el distrito madrileño de Aravaca. Accedió directamente al aparcamiento del centro, así que los fotógrafos no pudieron captar ninguna imagen de las dos ilustres pasajeras: la Princesa de Asturias y su hermana, la Infanta Sofía. Era grande la expectación por verlas ese día ya que a lo largo del fin de semana Zarzuela había confirmado que en la escuela donde Leonor (14 años) cursa tercero de la ESO y la pequeña (12), primero, se había registrado un caso de un alumno contagiado por coronavirus. El centro tomó todas las precauciones y desde la Jefatura del Estado se transmitió un mensaje de tranquilidad al afirmar que las dos hijas de los Reyes mantendrían su rutina.
Pero poco duró la normalidad. Esa jornada, el día después del 8-M y de las masivas manifestaciones por el Día de la Mujer, las cifras de contagios por el Covid-19 en algunos lugares de España, como Vitoria y Madrid, dispararon las alarmas. De inmediato, el Gobierno Vasco decretó el cese de las clasesdurante dos semanas en la capital vasca. Y, horas después, le secundó el Ejecutivo autonómico madrileño, aunque en su caso aplazaba la medida al miércoles.
Nada más se ha sabido de Leonor y Sofía desde entonces. Como el resto de los españoles, viven confinadas en su casa, en este caso en el conocido como Pabellón del Príncipe, a un kilómetro del Palacio de la Zarzuela, dentro de la misma área. Es lo único que ha informado sobre las dos niñas la Casa del Rey, que mantiene una estricta y opaca política sobre la privacidad de los miembros de la Familia Real. Como ha podido saber LOC, Leonor y Sofía mantienen casi la misma rutina de horarios que cuando acudían al colegio y siguen aprovechando al máximo el curso, tanto a través de las clases virtuales que imparten los profesores del Rosales como de todos los materiales actualizados en la intranet del centro.
En todo caso, la decisión de Zarzuela de que, en este mes de confinamiento y de estado de alarma, no haya trascendido ninguna imagen de la heredera contrasta con las instantáneas que sí se encargan de difundir otras familias reinantes de países de Europa donde se viven situaciones similares.
Así, por ejemplo, en los Países Bajos no tardaron en difundir imágenes de su familia real al completo volcada en el apoyo a quienes combaten en primera línea la pandemia. Los reyes Guillermo y Máxima, junto a sus tres hijas, tuvieron que guardar una cuarentena de dos semanas, confinados en el palacio Huis ten Bosch, su residencia habitual en La Haya, como medida de precaución al regreso de unos días de asueto en una estación de esquí. En ese contexto, enseguida dio la vuelta al mundo cómo los cinco participaban, como el resto de los ciudadanos, en los aplausos que cada día se dirigen al personal sanitario. A la princesa Amalia, de 16 años, heredera del trono, se le puede ver en las imágenes aporrear efusiva tapas de cacerolas y lanzar gritos de ánimo con una energía que parece haber heredado de su extrovertida madre.
Instantáneas similares hemos visto en el Reino Unido.También allí los tres hijos del príncipe Guillermo y de su mujer Kate, George, Carlota y Louis (a punto de cumplir dos años) se han dejado ver aplaudiendo a los médicos y las enfermeras desde el jardín de Anmer Hall, en Norfolk, donde la familia se ha establecido para pasar este periodo tan complicado. Y no son los únicos mini Windsor en estas lides. Sus primos Luisa y Jacobo, retoños del príncipe Eduardo y de Sophie Rhys-Jones, participan igualmente en este cálido homenaje ciudadano. Nadie como la familia real británica sabe de la importancia que tienen los gestos para la Corona...
Por esa misma razón, la dinastía reinante de Noruega -donde no se han adoptado medidas de confinamiento tan extremas como las de países como España- no ha dejado de difundirimágenes cotidianas de los distintos miembros en las que se les ve cómo tratan de hacer más llevaderos estos días. La propia heredera, Ingrid, se encargaba de captar y de colgar en las redes fotos de sus padres, Haakon y Mette-Marit,sentados en la mesa para degustar un chili con carne preparado por su hermano, el príncipe Sverre Magnus.
En Dinamarca, por su parte, los príncipes Federico y Mary han aparecido en público estas semanas en distintos momentos con sus cuatro hijos. Y los seis han participado enun documental de la televisión pública nacional para infundir ánimos a la población ante la pandemia. Grabado en el Palacio de Amalienborg, donde van a permanecer hasta que la pequeña nación pueda recobrar la normalidad, recoge instantes que permiten ver cómo pasan esta larga cuarentena los principitos Vincent, Josephine, Christian e Isabella, ya seajugando al fútbol o deslizándose por el trampolín de los jardines de la magnífica residencia real.
Aunque el país donde se ha visto más volcada a la joven generación de su realeza es Bélgica. Los cuatro retoños de los reyes Felipe y Matilde, incluida la princesa heredera, Isabel de Brabante -que tuvo que regresar de Gales, donde estudia, por la pandemia-, han repartido gofres elaborados en Palacio en residencias de Bruselas. Y todos forman parte de una red de voluntarios que hacen turnos en una especie de teléfono de la esperanza para que personas mayores que están pasando el confinamiento en soledad cuenten con un apoyo al otro lado del auricular.
También la reina Rania de Jordania ha protagonizado en las últimas horas un emotivo vídeo, junto a sus tres hijos menores, Iman, Salma y Hashem, en el que pone en valor el trabajo de los sanitarios durante esta pandemia.
Sirven estos gestos para mostrar solidaridad y cercanía de quienes están llamados a reinar en el futuro con su pueblo. En España, seguimos con una sobreprotección mal entendidade la heredera y de su hermana que hace que sean dos de las princesas europeas con menos apariciones públicas cada año. Y, como subraya un experto en monarquías a LOC, no se puede querer a quien no se deja conocer.
 
Me gustaría saber donde se puede poner una contrarréplica a tanta falta de moral y aprovechamiento del uso de un medio de comunicación.

Me gustaría saber donde está el límite a poner a tanto atrevimiento que es capaz de situar a la ciudadanía de este pais dentro de un cuento cruel, ignorante, servil de tanta parafernalia permitida en los tiempos más cruciales que conocemos la mayoría, en los tiempos donde las palabras no pueden compararse al resultado y eficacia de las obras, donde el restregamiento de las lisonjas al poderoso bien pertrechado en su coraza son un espejo que para nada podemos alcanzar, mientras la más débil protección de unas simples mascarillas nos está vedada y el uso de una cama con servicios médicos incluidos es todo un lujo.

Esto terminará alguna vez, pero entre las reclamaciones, desgarradoras reclamaciones en consonancia con el número de muertos, a hacer llegado ese momento sería bueno, práctico y justo que la sola mención a esas niñas como portadoras de un consuelo ficticio, fuese condenada como ofensiva, denigrante como un escupitajo a la cara de la indefensión de millones y millones de personas, inermes ante la fatalidad existente.

A la hora de mirar a otros paises fijéímonos primero en las condiciones de vida de los mismos, en la protección asegurada de sus ciudadanos, en los avances en investigación y medicina llevados a cabo sin interferencias prohibitivas financieras, en las camas de hospitales disponibles....

Que, desde todo mi respeto a los calós, nosotros somos la comunidad gitana de Europa.

A continuación ¿que vendrá? ¿El eterno problema de la vestimenta apropiada para tales presentaciones?
Así es, nosotros somos la comunidad gitana de Europa, pero ahora caigo!!!! Alfonso XIII también parecía gitano.
 

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# 38. Gracias querida ? @AMBERS

Por lo visto, les siguen tirando.
Me quedo con lo siguiente:

En España, seguimos con una sobreprotección mal entendida de la heredera y de su hermana que hace que sean dos de las princesas europeas con menos apariciones públicas cada año. Y, como subraya un experto en monarquías a LOC, no se puede querer a quien no se deja conocer.

Ellos se lo buscaron, que se aguanten!
 
O sea, L.yS.juegan entre ellas al voley, al tenis, una cabalga sobre la otra...No harán ir a los asistentes de las caballerizas,imagino! No son personal de urgencia!
 
La Princesa Leonor y la Infanta Sofía, 'desaparecidas' en palacio
  • EDUARDO ÁLVAREZ
Viernes, 10 abril 2020 - 07:23
Ver 4 comentarios
No se ha visto ninguna imagen de la heredera del trono y de su hermana desde que se recrudeció la crisis del coronavirus, hace ya un mes. Contrasta tanta opacidad con los gestos del resto de 'mini royals' de Europa.
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La Princesa Leonor y la Infanta Sofía, en una imagen de septiembre de 2019.GTRES
Lunes, 9 de marzo. Casi a las nueve de la mañana, un coche con los cristales tintados conducido por un miembro del servicio de escolta de la Casa del Rey llegaba al colegio privado Santa María de los Rosales, en el distrito madrileño de Aravaca. Accedió directamente al aparcamiento del centro, así que los fotógrafos no pudieron captar ninguna imagen de las dos ilustres pasajeras: la Princesa de Asturias y su hermana, la Infanta Sofía. Era grande la expectación por verlas ese día ya que a lo largo del fin de semana Zarzuela había confirmado que en la escuela donde Leonor (14 años) cursa tercero de la ESO y la pequeña (12), primero, se había registrado un caso de un alumno contagiado por coronavirus. El centro tomó todas las precauciones y desde la Jefatura del Estado se transmitió un mensaje de tranquilidad al afirmar que las dos hijas de los Reyes mantendrían su rutina.
Pero poco duró la normalidad. Esa jornada, el día después del 8-M y de las masivas manifestaciones por el Día de la Mujer, las cifras de contagios por el Covid-19 en algunos lugares de España, como Vitoria y Madrid, dispararon las alarmas. De inmediato, el Gobierno Vasco decretó el cese de las clasesdurante dos semanas en la capital vasca. Y, horas después, le secundó el Ejecutivo autonómico madrileño, aunque en su caso aplazaba la medida al miércoles.
Nada más se ha sabido de Leonor y Sofía desde entonces. Como el resto de los españoles, viven confinadas en su casa, en este caso en el conocido como Pabellón del Príncipe, a un kilómetro del Palacio de la Zarzuela, dentro de la misma área. Es lo único que ha informado sobre las dos niñas la Casa del Rey, que mantiene una estricta y opaca política sobre la privacidad de los miembros de la Familia Real. Como ha podido saber LOC, Leonor y Sofía mantienen casi la misma rutina de horarios que cuando acudían al colegio y siguen aprovechando al máximo el curso, tanto a través de las clases virtuales que imparten los profesores del Rosales como de todos los materiales actualizados en la intranet del centro.
En todo caso, la decisión de Zarzuela de que, en este mes de confinamiento y de estado de alarma, no haya trascendido ninguna imagen de la heredera contrasta con las instantáneas que sí se encargan de difundir otras familias reinantes de países de Europa donde se viven situaciones similares.
Así, por ejemplo, en los Países Bajos no tardaron en difundir imágenes de su familia real al completo volcada en el apoyo a quienes combaten en primera línea la pandemia. Los reyes Guillermo y Máxima, junto a sus tres hijas, tuvieron que guardar una cuarentena de dos semanas, confinados en el palacio Huis ten Bosch, su residencia habitual en La Haya, como medida de precaución al regreso de unos días de asueto en una estación de esquí. En ese contexto, enseguida dio la vuelta al mundo cómo los cinco participaban, como el resto de los ciudadanos, en los aplausos que cada día se dirigen al personal sanitario. A la princesa Amalia, de 16 años, heredera del trono, se le puede ver en las imágenes aporrear efusiva tapas de cacerolas y lanzar gritos de ánimo con una energía que parece haber heredado de su extrovertida madre.
Instantáneas similares hemos visto en el Reino Unido.También allí los tres hijos del príncipe Guillermo y de su mujer Kate, George, Carlota y Louis (a punto de cumplir dos años) se han dejado ver aplaudiendo a los médicos y las enfermeras desde el jardín de Anmer Hall, en Norfolk, donde la familia se ha establecido para pasar este periodo tan complicado. Y no son los únicos mini Windsor en estas lides. Sus primos Luisa y Jacobo, retoños del príncipe Eduardo y de Sophie Rhys-Jones, participan igualmente en este cálido homenaje ciudadano. Nadie como la familia real británica sabe de la importancia que tienen los gestos para la Corona...
Por esa misma razón, la dinastía reinante de Noruega -donde no se han adoptado medidas de confinamiento tan extremas como las de países como España- no ha dejado de difundirimágenes cotidianas de los distintos miembros en las que se les ve cómo tratan de hacer más llevaderos estos días. La propia heredera, Ingrid, se encargaba de captar y de colgar en las redes fotos de sus padres, Haakon y Mette-Marit,sentados en la mesa para degustar un chili con carne preparado por su hermano, el príncipe Sverre Magnus.
En Dinamarca, por su parte, los príncipes Federico y Mary han aparecido en público estas semanas en distintos momentos con sus cuatro hijos. Y los seis han participado enun documental de la televisión pública nacional para infundir ánimos a la población ante la pandemia. Grabado en el Palacio de Amalienborg, donde van a permanecer hasta que la pequeña nación pueda recobrar la normalidad, recoge instantes que permiten ver cómo pasan esta larga cuarentena los principitos Vincent, Josephine, Christian e Isabella, ya seajugando al fútbol o deslizándose por el trampolín de los jardines de la magnífica residencia real.
Aunque el país donde se ha visto más volcada a la joven generación de su realeza es Bélgica. Los cuatro retoños de los reyes Felipe y Matilde, incluida la princesa heredera, Isabel de Brabante -que tuvo que regresar de Gales, donde estudia, por la pandemia-, han repartido gofres elaborados en Palacio en residencias de Bruselas. Y todos forman parte de una red de voluntarios que hacen turnos en una especie de teléfono de la esperanza para que personas mayores que están pasando el confinamiento en soledad cuenten con un apoyo al otro lado del auricular.
También la reina Rania de Jordania ha protagonizado en las últimas horas un emotivo vídeo, junto a sus tres hijos menores, Iman, Salma y Hashem, en el que pone en valor el trabajo de los sanitarios durante esta pandemia.
Sirven estos gestos para mostrar solidaridad y cercanía de quienes están llamados a reinar en el futuro con su pueblo. En España, seguimos con una sobreprotección mal entendidade la heredera y de su hermana que hace que sean dos de las princesas europeas con menos apariciones públicas cada año. Y, como subraya un experto en monarquías a LOC, no se puede querer a quien no se deja conocer.



¿Heredera?....eso esta aun por ver...no la conocemos de nada y no ha hecho nada por alcanzar tal puesto....veremos en que acaba el sainete.
 
# 38. Gracias querida ? @AMBERS

Por lo visto, les siguen tirando.
Me quedo con lo siguiente:

En España, seguimos con una sobreprotección mal entendida de la heredera y de su hermana que hace que sean dos de las princesas europeas con menos apariciones públicas cada año. Y, como subraya un experto en monarquías a LOC, no se puede querer a quien no se deja conocer.

Ellos se lo buscaron, que se aguanten!



Mejor mejor que no salgan...mejor que no salga ninguno...mejor que se les corte el grifo de los €€€€€€€€€
 
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