El otro día en casa de mis suegros, mi suegra y yo entramos en debate por una cosa que yo llevaba razón y ella no quería dármela y seguía erre que erre, una cosa que ni siquiera era algo mia. Le insistí un par de veces pero después pase de ella y justo cuando decidí pasar de ella salió mi marido dándome a mi razón y mi suegra diciéndole que sí y dandosela la razón a él, con lo que ya me la estaba dando a mi; con una gran sonrisa y entrecerrando los ojos, o como si estuviera en trance. Parecía una enamorada de su propio hijo. Eso o le faltan 15 minutos de olla express.
Cuando llegamos a casa lo hablamos y no podíamos parar de reír. (Mi chico reconoce que me tiene tirria y dándole la razón a el pero a mí no pensando igual tiene tela).
Cuando llegamos a casa lo hablamos y no podíamos parar de reír. (Mi chico reconoce que me tiene tirria y dándole la razón a el pero a mí no pensando igual tiene tela).