Mensaje de Navidad. Diciembre 24, 2020

Felipe VI, ante su discurso más difícil​

Políticos, juristas e historiadores, monárquicos y republicanos responden a EL PAÍS qué mensaje esperan del Rey tras un año marcado por la pandemia y los escándalos de Juan Carlos I​

NATALIA JUNQUERA
Madrid - 21 DIC 2020 - 01:43 CST

Los reyes hablan poco de sí mismos, incluso por sí mismos. Casi todos sus discursos los escribe el Gobierno. Una de las excepciones es Nochebuena. El próximo jueves, Felipe VI se dirigirá a los españoles con un mensaje propio. Entrará en millones de hogares que han sufrido las consecuencias de la pandemia desde una casa (La Zarzuela) que tiene otros, pero no pocos problemas. Los escándalos de Juan Carlos I ―que le obligaron a poner miles de kilómetros de distancia con el país en el que reinó durante casi 40 años y a pagar 678.393 euros a Hacienda para evitar una causa judicial― han desgastado a una institución cuya primera misión es la ejemplaridad, como declaró el propio don Felipe en su proclamación, cuando era el escándalo del caso Nóos ―que llevó a su cuñado a prisión― el que erosionaba a la Corona. “Hoy más que nunca, los ciudadanos demandan con toda razón que los principios morales y éticos inspiren, y la ejemplaridad presida, nuestra vida púbica”, subrayó entonces.

La cita de Nochebuena llega después de que don Felipe haya roto con su padre ―renunciando a su herencia, retirándole su asignación anual y apartándolo de la vida pública―; en un momento de máxima polarización política, con un grupo de exmilitares enviándole cartas que evocan el ruido de sables, e importantes diferencias en el Gobierno de coalición, donde el ala socialista pide separar a las personas de la Corona, y la de Podemos opina que “difícilmente” pueden disociarse cuando se trata de “una institución hereditaria”.

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Quién, cómo y cuándo se escriben los discursos de Navidad del rey Felipe​

Esta semana, el monarca tendrá la oportunidad de hablar 'de tú a tú' con los 47 millones de españoles en horario de máxima audiencia. Sus palabras son fruto de un trabajo de equipo​

Por
C. Villar
21/12/2020 - 05:00
El mensaje de Navidad del rey Felipe en 2019, el sexto desde que accedió al trono, fue emitido la pasada Nochebuena por 25 cadenas, que se engancharon a la señal institucional ofrecida por TVE. La audiencia global de todas ellas fue de 7.537.000 espectadores y logró un 65.1% de cuota de pantalla. En 2018 siguieron su intervención 7.994.000 seguidores y tuvo un 70,6% de share. Los debates electorales o los clásicos futbolísticos estuvieron ese año entre el 35% y el 45% del share. Con estos datos, establecemos la magntitud de la oportunidad que se le presenta cada Nochebuena a Felipe VI. Una forma de hablar 'de tú a tú' a los 47 millones de españoles, la intervención más importante del año. Y quizá este endiablado 2020, más trascendente que nunca.

"Lo único que podemos contar es que es un discurso que se elabora aquí en la Casa y que, como todos, tiene el refrendo del Gobierno", explica un portavoz de Zarzuela. El mutismo es total en torno a los temas y la elaboración de las palabras del rey Felipe. Este año, además, el interés por saber si Su Majestad abordará el espinoso asunto de la regularización fiscal de su padre añade morbo a unas palabras que suelen ser conciliadoras y constructivas. Había preocupación en la Casa del Rey por si el anunciado regreso de don Juan Carlos opacaba de algún modo el tradicional mensaje de Navidad, pero la decisión del antiguo monarca de no volver a España en estas fechas despeja el camino.

Uno de los jefes de comunicación que ha tenido la Casa Real, Javier Ayuso (2012-2014), contó en una ocasión cuál era el proceso que se seguía para elaborar el discurso del Rey. "En poco más de diez minutos se pone el colofón a un intenso trabajo coral de un equipo de asesores que tiene lugar durante todo el mes de diciembre". Hay "muchas idas y venidas de despacho en despacho (incluso de palacio en palacio) y el toque final lo pone el monarca antes de pronunciarlo". Al rey Felipe le gusta hacer suyos los discursos, y de hecho su forma de comunicar es mucho más directa y llana que la de su padre, con frases cortas y sin demasiadas florituras.

El trabajo comienza a primeros de diciembre. En una reunión se exponen los puntos que se quieren tratar y después se trabaja por áreas temáticas. Lo habitual es que quien ensamble todas las piezas y redacte los borradores sea el jefe de la Casa, Jaime Alfonsín, con la colaboración del director de Comunicación, Jordi Gutiérrez. Una semana antes el borrador se envía al Gobierno para que haga las sugerencias que considere oportunas. Se ha publicado que en esta ocasión será Carmen Calvo quien revise las palabras de Su Majestad y las devuelva a Zarzuela para poder ser grabado el discurso. "A los fontaneros de Moncloa les gusta mucho poner pegas a los borradores que les envía el jefe de la Casa", contó Ayuso, "en la mayoría de los casos suelen suavizar las invocaciones reales".

El resultado es un texto que está entre los nueve y los doce minutos (en 2019, 12 minutos y 20 segundos; en 2018, dos minutos menos; en 2012, el rey Juan Carlos lo solventó en nueve minutos), y que insiste mucho en la unidad del pueblo español. Un reportaje publicado por 'El País' en 2016 reveló las palabras que más habían usado los monarcas en sus mensajes navideños: 'nuestro', 'España', 'españoles', 'todos' y 'esfuerzo'. También demostró que el rey Juan Carlos jamás había usado la fórmula 'me llena de orgullo y satisfacción', con la que el gracejo popular le relaciona en estas fechas.

Una vez que el texto está preparado, llega el momento de la grabación, que suele tener lugar poco antes de Nochebuena para que el mensaje sea lo más actual posible. Cuando el rey Felipe cumplió 50 años, la Casa distribuyó un vídeo en el que se veía precisamente ese momento en el que el monarca grababa el mensaje de Navidad. Un equipo completo de RTVE (suelen ser siempre los mismos profesionales) se traslada a Zarzuela y montan un estudio portátil en varias salas. Maquillaje, iluminación, cámaras, realización... Todo dirigido y supervisado por un profesional de larga trayectoria en la cadena pública, además de Alfonsín y Gutiérrez.

Este año, es de suponer que el rey Felipe hablará de la pandemia, hará suyo el dolor de tantos y tantos españoles, pero también abordará los retos económicos que ha supuesto y supondrá para el futuro. De alguna manera, también se espera que refuerce el mensaje de una monarquía transparente e íntegra frente a las investigaciones judiciales de su padre. Habrá que esperar al 24 de diciembre para averiguar el cómo.

El mensaje de Navidad es una tradición que los dirigentes y monarcas europeos importaron de la Casa Real Británica. El rey Jorge V, auspiciado por el fundador de la BBC, dio su primer discurso navideño por radio en 1932. Ese primer mensaje fue elaborado por el poeta inglés Rudyard Kipling y transmitido en vivo desde un estudio improvisado en Sandringham. Jorge VI, padre la reina Isabel, institucionalizó el mensaje, convirtiéndolo en una tradición anual. Cada Navidad, por radio, hasta 1951 (con alguna excepción provocada por las circunstancias históricas), el monarca felicitaba a sus súbditos las fiestas. La reina Isabel tuvo que dar su primer discurso cuando aún no había sido coronada oficialmente, en 1952.

Esta Nochebuena habrá millones de españoles pendientes del televisor a eso de las nueve de la noche para conocer las palabras del Rey. Una oportunidad única.


 

Moncloa pide al Rey que el mensaje de Nochebuena sea “suficientemente explícito”​

Confianza en que se lanzará un mensaje “tranquilizador” y con «rigor» contra la corrupción​


A. ROJO
/
AINHOA MARTÍNEZ@ainhoa_mhoyos

MADRID.
CREADA.22-12-2020 | 02:42 H
/
ÚLTIMA ACTUALIZACIÓN.22-12-2020 | 14:08 H
A medida que se peinan los últimos flecos del Mensaje de Navidad del Rey previsto para este jueves la intensidad de las especulaciones y el fuego cruzado de mensajes entre Moncloa y Zarzuela llegan a su punto álgido. En un “crescendo” sin tregua, cada uno de los seis discursos que el Monarca ha pronunciado desde su proclamación han estado cargados de expectación, pero lo cierto es que la conjunción entre la campaña de asedio a la Corona que se ha recrudecido tras la entrada en el Gobierno de Podemos y el “annus horribilis” provocado por la tormenta mediática centrada en Don Juan Carlos hacen que en este 2020 la anticipación sea especial.

En Moncloa hay confianza de que las alusiones de Don Felipe a la situación de su padre sean “lo suficientemente explícitas” como para dejar satisfecha a esa parte de la opinión pública –cuya cuantificación es tarea poco menos que imposible– que siente que Don Felipe les debe una explicación que, por otra parte, no se le ha exigido a ninguno de los líderes políticos actuales que han sucedido a predecesores salpicados por la corrupción. Existe también confianza en que se lanzará un mensaje “tranquilizador” y en la línea de “rigor” contra las irregularidades y la corrupción que han caracterizado el comportamiento y los pronunciamientos de Don Felipe desde que ocupa la Jefatura del Estado.

Un discurso que busca el equilibrio​

En presidencia se confía asimismo en que el Rey sepa moverse en ese “equilibro imposible” existente entre reeditar su compromiso con la transparencia a la vez que se evita caer en la trampa de deslegitimar completamente con declaraciones demasiado personalizadas y demasiado contundentes a quien fue el piloto de la Transición, ya que eso significaría deslegitimarse a sí mismo.

Ayer mismo, la vicepresidenta del Gobierno se volvió a pronunciar sobre este tema. Carmen Calvo afirmó que el Rey Felipe VI se dirigirá en Nochebuena a la ciudadanía “sin ningún tipo de cortapisas” del Ejecutivo. En la línea de lo explicado hasta ahora, la vicepresidenta aseguró que estar convencida de que el Rey estará “a la altura de un año muy difícil”, y de que trasladará “tranquilidad y seguridad” a todos los españoles. Así lo aseguró en declaraciones a los periodistas antes de participar en Sevilla en la entrega de los XVI Premios Plaza de España.

Calvo fue preguntada específicamente si se había ya producido el refrendo de Moncloa al discurso redactado por Zarzuela y su respuesta confirmó la impresión de que no existe especial tensión entre la Jefatura del Estado y presidencia en estos momentos: “Vamos a respetar a su majestad, que se va a dirigir sin ningún tipo de cortapisas al conjunto de hombres y mujeres de este país, y en este sentido, no tiene más trámite que el de siempre”, afirmó. En este sentido, insistió en que el refrendo del Gobierno es “la normalidad democrática y constitucional desde hace 42 años”. “Cada año, igual. No tiene más”, zanjó. Abundando en esta línea dijo que “el Rey sabe leer muy bien nuestro país” y que, por ello, el Gobierno tiene “absolutamente claro” que estará “a la altura de un año muy difícil”, para trasladar “tranquilidad” y la “seguridad” en la que “cada cual anda haciendo la tarea de que le corresponde”, en el caso del Rey, “como símbolo de la unidad del Estado”. “Sobre esto no hay comentario ni debate y naturalmente cuando el discurso se produzca, la voluntad libre de cada uno para tener su propia opinión”, elaboró tras ser preguntada por la afirmación del vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, de que el discurso del Rey impulsará el debate sobre monarquía o república.

Mientras, Moncloa no oculta su satisfacción por la relativa calma mediática que le proporcionan las polémicas en referencia a la Corona, una suerte de parapeto informativo que propicia que leyes de una significación trascendental para el futuro de España, como por ejemplo la Ley de Eutanasia o el descontrol en la gestión de la pandemia, apenas estén teniendo influencia en la proyección elecctoral que le auguran las encuestas al PSOE, que volvería hoy a ganar sobradamente las elecciones.

Las declaraciones de la vicepresidenta Calvo apuntan además al hecho de que el discurso definitivo podría ya haber sido refrendado por el Gobierno por lo que, si se repite el guión de otros años, los técnicos de Televisión Española podrían estar ya en la residencia del Rey para empezar a preparar la crucial grabación. Es habitual que los equipos permanezcan en Zarzuela hasta la misma mañana del jueves por si hubiera que introducir modificaciones de última hora en el texto del Mensaje como solía ocurrir en los años duros de del terrorismo etarra.



 
Hay que ver el derroche de medios y dineros para montar un discurso que no pasa de los 10 minutos y que al final no significa nada.

Y si no, véanse los discursos del anterior , ahora huido , en los que todos los años nos contaba la misma milonga y esta resultando que el mismo es el mayor defraudador , porque nos ha robado a todos. Todos somos Hacienda.
 
Palabras elaboradas por un equipo de asesores, desde primeros de mes, para que el Preparao lea y grabe un discurso y trate de contentar a una mayoría.
Un rey que lee un texto escrito por otros y cuyo compromiso con los problemas reales de la gente no va más allá.
Las teles suelen estar encendidas a esa hora en Nochebuena, lo de la audiencia no tiene mucho que ver en este caso con el interés de la gente, más allá del morbo por saber si hablará de su padre y sus chanchullos.
Yo suelo enterarme de lo que dice al día siguiente, leyendo la prensa.
 

Zarzuela no asegura el envío del mensaje del rey a los periodistas antes de su intervención​

El envío embargado horas antes de la emisión facilitaba el trabajo de los profesionales en Nochebuena. Las posibles alusiones a la situación de don Juan Carlos ha provocado gran expectación​


FECHA
23/12/20

Felipe VI aparecerá este 24 de diciembre en las televisiones de toda España, en el séptimo mensaje de Nochebuena que pronuncia como rey. Será uno de los más complicados, y de los que más expectación está creando, dada la situación de Juan Carlos I, algo que está generando dudas en la Casa del Rey sobre cómo difundir el discurso.

La práctica habitual, consolidada a lo largo de los años, consistía en que el Departamento de Comunicación enviaba con antelación el texto del mensaje, junto con información complementaria, a los medios de comunicación interesados.

El envío, en la tarde del mismo 24 de diciembre, se realizaba con el compromiso de que los periodistas no adelantaran el mensaje, ni que difundieran ninguna idea, ni sugirieran qué iba a decir el rey.

Ese envío embargado permitía a los profesionales de los medios preparar con tiempo sus piezas sobre el mensaje, y así reducir al mínimo el tiempo que dedicarían a publicar sus crónicas una vez terminada la emisión del discurso en televisión, a eso de las 21:15.

Eso les facilitaba poder disfrutar de la cena de Nochebuena, sin tener que ponerse a esa hora a escribir al hilo de las palabras escuchadas en la televisión.

La Casa del Rey no lo garantiza

Este año, sin embargo, no está claro que la Casa del Rey vaya a enviar de forma adelantada las palabras de Felipe VI.

Así lo ha podido saber Monarquía Confidencial. En el Palacio de la Zarzuela aseguran que no está claro que este 24 de diciembre se vaya a seguir la costumbre de años anteriores. No garantizan que se vaya a enviar a los medios, unas horas antes de las nueve de la noche, el texto del discurso de Felipe VI.

De hecho, apuntan como una posibilidad que este año esperen a que termine de hablar el rey en televisión -en un mensaje grabado el día antes, o esa misma mañana- para, sólo entonces, publicar en la web de la Casa del Rey la transcripción íntegra de la alocución del jefe del Estado.

Sin embargo, tampoco confirman que ese vaya a ser el modo de proceder de este año. Al menos ante algunos medios de comunicación que han consultado, la respuesta es que no está decidido qué se hará.

Cabe apuntar que todos los años, al poco de terminar de hablar el monarca, la Casa del Rey ofrecía el texto íntegro, y no sólo en castellano, sino también en las lenguas cooficiales de España (catalán, vasco, gallego y valenciano) y en inglés, junto a imágenes de Felipe VI y del escenario elegido para dirigirse a los españoles.

Entre Juan Carlos I y Podemos

Este 2020 ha sido uno de los años más complicados para don Felipe desde que es rey. En marzo dio a conocer su decisión de renunciar a la herencia de su padre, ante las presuntas irregularidades patrimoniales que se habían publicado sobre don Juan Carlos.

La situación se fue complicando, porque estaban en marcha tres investigaciones judiciales, y a principios de julio el padre del rey decidió trasladarse a vivir fuera de España. El anuncio llegó tras una fuerte presión, y se produjeron críticas por lo que se consideró una huida del anterior jefe del Estado.

Los últimos episodios de la polémica que envuelve al rey Juan Carlos han sido el pago a Hacienda de 678.393 euros para regularizar el uso de tarjetas ‘opacas’, y el supuesto deseo del monarca emérito de poder volver de Abu Dabi a España para pasar la Navidad con su familia, posibilidad que se le ha impedido.

Todo ello se produce en un contexto en el que, por primera vez, uno de los partidos que integran el Gobierno cuestiona directamente la monarquía y sus líderes, empezando por Pablo Iglesias, insisten. una y otra vez en que el horizonte que buscan para España es la instauración de una república.

 
Aquí igual te dicen que apagues la tele, que des cacerolada al discurso real, o que salgas después a aplaudir.... Por favor, Nochebuena no es para eso, ni para hablar de república...alguno hay que ha perdido el sentido de tal noche.
Ni para que salga este inútil en la tele a decirnos que todos nos esforcemos en estos tiempos tan difíciles, desde su palacio, con su servicio preparándo y sirviendo la cena.
 
Ni para que salga este inútil en la tele a decirnos que todos nos esforcemos en estos tiempos tan difíciles, desde su palacio, con su servicio preparándo y sirviendo la cena.
Que nos va a decir... En su casa no hay paro, tienen el sueldo siempre, le limpian y les cocinan, tienen buena calefacción. Hasta les adornaran la casa y le harán el discurso. Ni siquiera es en directo.
Yo lo que pienso es en los que están sin trabajo, si un techo, en un hospital, en la uci, los que no han podido volver a sus casas, especialmente los camioneros que están retenidos en UK. Esos son los que están mal, no ellos.
 

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