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Querida, he entrado al post y digo...cómo no te iban a gustar? Todos conocemos a alguien que todavía se mete en si un@ es gay, lesbiana o lo que le dé la real gana y este grupo ya estaba cantando en los 80 que no era ni hombre ni mujer si no una PERSONA. Démosles más crédito que me parece que nos paramos a pensar poco en lo que hay muchas veces detrás de sus letras, aparentemente sencillas!Visto en la distancia, me pregunto cómo podían gustarme tanto. Es pregunta tonta: porque era una adolescente y sus canciones eran pura ñoñez para tales. Eran la antiprotesta juvenil, cancioncitas de niños ricos. Después quisieron ir de transcendentes con Hijo de la luna o Luz de navajas, imitando más mal que bien a Lorca, o Mujer contra mujer, pero, en general, pero nunca se apartaron de lo políticamente correcto.
La dichosa Movida Madrileña fue un bluff de pijos conservadores. Eran los sucesores ochenteros del Dúo Dinámico o los Brincos. Los que adormecieron a los adolescentes hijos de los "rebeldes" que claudicaron en la Transición y el consumismo felipista. No es casualidad que estos grupitos de canciones ñoñas o banales recibiesen tanta cobertura mediática, dominando las listas de hits en las que no entraban los grupos antisistema por muchos discos que vendiesen a pesar de su marginación de las radios nacionales.
Los Cano fueron evidenciando cómo se les fue subiendo a la cabeza el éxito que les aupaba. Llegaron a creerse compositores de ópera, y con tal ego que ni ser hermanos les impidió tirarse los trastos a la cabeza, como los Gallagher en pijos. Ana Torroja, con su vocecita susurrante, se creía una estrella.
Lo dicho, que joven e inocente fui para que me encantará cantar sus cancioncitas...