¡A mí también!!!! Ya no me acordaba, pero es verdad, ¡cuando dormía con él no podía pegar ojo!!! O me ponía a sudar como un cochino o me tenía que zafar de él o girarme para que no me echara la respiración en la cara. Y luego si le daba la espalda me preguntaba que por qué hacía eso, que si estaba enfadada. Era horrible.
Si un día voy a vivir con un chico lo tengo decidido: cama de 2x2 o cada uno en la suya. Como si tiene que ir pegada a la pared, pero necesito espacio para dormir.
Ya no era por dormir con él, sino por recargarme de toda la tensión acumulada. Si pasaba muchos días sin verle, el insomnio se iba. Era como que el contacto con su familia me ponía mala.