Madres y mujeres/esposas desesperadas

Jajaja. Son las diez y media de la noche y después de acostar niños, recoger casa y enviar a la parte contratante a entretener a la suegra, que la tendré mañana presidiendo la mesa, me dispongo a hacer crema de marisco, un tronco de Navidad y polvorones de avellana. Ya me veo a las cuatro de la mañana todavía metida en la cocina, y eso que soy de las que planifica las cosas, pero no hay nada que más me distraiga que tener la casa llena de gente que se ofrece continuamente a ayudar pero que en realidad ni hace nada ni te deja hacer.
 
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compras hechas
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marido que cocina
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48 latas de cierta bebida energética en la despensa

Hoy hemos inaugurado formalmente las navidades con una comida a cien km de casa. Mañana más, y pasado y el otro y el otro... Ais...
 
Divina: mañana en casa de mi hermano, cocina mi cuñada. Me dá tiempo hasta hacerme la manicura japonesa de fantasía. :singing::singing::singing:Ya era hora, ahora me toca a mí :singing::singing::singing:. FELIZ NAVIDAD.
 
Yo prometí que el día que tuviera mi casa no iba a cocinar ni un sólo día de los importantes de estas fechas. Luego de que casi una de mis hermanas, agente de la "Policía de Navidad" casi me arrestara por desacato y ofensión a una tradición que me da la gana vivir como quiero, inauguro estas fechas en las que NO VOY A COCINAR.
Sí señores, son muchos años viendo como mi madre las lía pardísima en estas fiestas con estrés, imposible pasar a la cocina sin que eso parezca el desembarco de Dunkerke, gente que parece la Gran Vía todo el rato cruzando por la casa, comida, más comida, no se acaba. Unas voces horribles satánicas cantan no se qué de unos peces que beben en el río, y todo este desbarajuste sucede en una cocina: la de casa de mis padres. No puedo con eso, no sé cómo aguantan de pie, no sé cómo lo hacen sólo sé que yo no quiero ese descontrol que parece que vaya obligado con el rol de madre/mujer. Hartura.
Para Nochevieja tengo ya reservada la comida gourmet de un maravilloso centro de comidas preparadas de cuasi lujo y a buen precio muy cerca de mi casa. Para mañana, la policía me lleva presa a zamparme la pantagruélica comida que mamá prepara todos los años. Si me niego, la perpetua fijo.

PD: Mi madre dice que en el 2017 piensa hacer lo mismo que yo, ha dicho la palabra "restaurante". Algo pasa.
 
Yo, como todos los años, me voy a pasarlas donde me lleve la brújula de la comodidad egoísta, o sea, en la casa familiar o de amigos donde mejor prospecto tenga la fiestuqui y/o no hayan niños, si ya es ambos inclusive bingo, esa es la casa elegida. Casi siempre viajo por estas fechas y tengo la excusa perfecta para no ver a nadie pero este no me he ido por ahí así es que la pasare en casa de unos buenos amigos y me llevo los míos, ya tengo el repertorio musical listo para no escuchar ninguna conversación en el coche durante el trayecto y al regreso ya vengo que me da lo mismo un roto que un descocio. Todos los años digo que este si, que este lo hago en casa, me pongo el delantal y me remango la camisa, pero cuando lo pienso bien, pffff, ni hablar. Yo llevo lo que haga falta y les hago pasar un rato agradable, saco mi repertorio de chistes, si hay que hacer karaoke soy la primera, en resumen que me adoran, pero regreso a una casa limpia y relajada con una cogorza del tres y me despierto al otro día feliz en mi soledad elegida. Como voy a elegir pasarme el día cocinando y el siguiente limpiando cuando puedo pasarla incluso en un restaurante. Me encanta la gente que recibe en su casa, son tan amables y cálidos... yo no fui dotada con ese gen.

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Yo hace unos años me rebelé contra la imposición de la cena de Nochebuena que hacía una tía mía. Nos invitaba a su gran casa, pero era una invitación envenenada, porque el menú lo decidía ella exclusivamente y no podíamos sugerir ni añadir nada absolutamente. Ella no permitía que hubiese sobre la mesa nada que ella no hubiera comprado y cocinado, y era un menú deprimente; ni una gamba, ni un langostino, solo consomé, croquetas y pollo al horno, todo sin sal pensando en los hipertensos (o sea, en ella), y al final una compota que era obligatorio comer si querías pasar a los turrones. Y solo una copita de vino por cabeza "Que luego tenéis que conducir".
Así que un año de esos decidí no ir y quedarme en mi casa. Al año siguiente, mis hermanos hicieron lo propio y cada uno empezó a celebrar la Nochebuena en su casa. Se que a ella le invitaron pero rechazó todas las invitaciones. Supongo que se quedaría en casa con su cena de hospital.
 
Día 24: ha pasado ya medio día de esta tortura pero ha salido todo bien; escaqueo en las horas clave del desembarco en el cual las agentes de la Gestapo de la Navidad han estado tocando los huevos con lo bien que guisan y lo que vamos a tener que tragar esta noche porque "es una tradición de familia".
Mi instinto me dice que ponga en venta por Ebay a esta gente, para el año que viene me lo pienso.

Anochece, queda menos para esa cena, al menos este año no ha venido la Flower Power que todo el mundo tiene en su familia, por lo que este año podré incluso beber y hacer algo políticamente incorrecto, como llamar "mariquita" a algún homosexual.

Eso sí, y hablo totalmente en serio: todos los esfuerzos posibles en marcha para ir a la misa del Gallo por primera vez en mi vida. No me la quiero perder :)
 
Yo con lo que alucino es que cada año ves a mucha más gente en bares, terrazas, de copichuelas y cervezas por la calle el día 24. a gente no aguanta en casa ni 5 minutos. La nochebuena la pasamos en casa de la abuela de mi marido, en la calle más céntrica de la ciudad. Hasta el año pasado era muy fácil encontrar aparcamiento, porque el centro estaba vacío (típica ciudad que en el centro no vive nadie, porque son todo comercios, bares y las pocas viviendas son caras). Pues el año pasado ya no encontramos sitio, y este año seguro que tampoco. La calle esta llena, los bares a tope...no hay quien aguante en casa y se pira todo el mundo al centro a desfogarse.

No hay nada peor para la salud que la familia!!
 
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