Madres con hijos “especiales”

Pero, y no quiero ser negativa, esperanzas de que? Si el niño va a seguir siendo dependiente toda su vida?
pues esperanzas de que el chaval tenga una vida todo lo mejor posuble

primero, este par me caen como el culo, mal no, lo siguiente, loq ue no quita que cuano se tiene un hijo en estas condiciones y si puedes, ellos pueden, cualquier acvance en su calidad de vida es una victoriua y un poco de esperanza, cada cosa que el chaval pueda hacer solo y que mejore su vuda renueva el optimismo de sus padres. Por muy dependiente que sea, no es lo mismoq tenerlo en una silla de ruedas como si fuera un mueblo a que con ayuda de un equipo adecuado pueda hacer cosas que pueden ir desde entretenerse con juegos y manualidades, a poder comer solo según que cosas. para una persona así es mucho. Conozco a una mujer sin recursos y con una hija así y lo peor era no tener medios para poder pagarle gente especilizada y aun asi cada vez que la niña hacia algo sola era un gran triunfo, porque mejoraba la calidad e vida de la niña y la niña con todo sabia que habia hecho algo bueno y sonreía. pues claro que se tyiene esperanza, es lo que queda, esperanza de que dentro de sus limitaciones puedan darle al chaval las mejors condiciones de vida posible
 
pues esperanzas de que el chaval tenga una vida todo lo mejor posuble

primero, este par me caen como el culo, mal no, lo siguiente, loq ue no quita que cuano se tiene un hijo en estas condiciones y si puedes, ellos pueden, cualquier acvance en su calidad de vida es una victoriua y un poco de esperanza, cada cosa que el chaval pueda hacer solo y que mejore su vuda renueva el optimismo de sus padres. Por muy dependiente que sea, no es lo mismoq tenerlo en una silla de ruedas como si fuera un mueblo ....

Las palabras importan, y mucho, si la gente utiliza este tipo de expresiones como si nada, como esperamos comprensión de situaciones inimaginales, de afán de superación, pequeños grandes logros que nos llenan de alegria y satisfacción, no solo a nosotros como padres, sino a los mismos afectados.
 
¿No hay más que síndrome de Down con apodos?

Los otros hijos no tienen apodos. O como en el caso de la Iger Pepita mola, que iba a llamarse Federica (en su familia parece ser que todos los nombres tienen que empezar por j o f) y al saber que tenía síndrome de Down lo cambiaron por Pepita porque a ella le iba a resultar más sencillo llamarse así (sic).
 
Los otros hijos no tienen apodos. O como en el caso de la Iger Pepita mola, que iba a llamarse Federica (en su familia parece ser que todos los nombres tienen que empezar por j o f) y al saber que tenía síndrome de Down lo cambiaron por Pepita porque a ella le iba a resultar más sencillo llamarse así (sic).

Soberana Bonbon "flipa en colores".

Yo tambien.
 
Los otros hijos no tienen apodos. O como en el caso de la Iger Pepita mola, que iba a llamarse Federica (en su familia parece ser que todos los nombres tienen que empezar por j o f) y al saber que tenía síndrome de Down lo cambiaron por Pepita porque a ella le iba a resultar más sencillo llamarse así (sic).
Nuevamente cito tu post porque no lo entiendo. De verdad.

¿Podrías o alguien podría aclarármelo?
 
Yo creo que es muy fácil de entender lo que dice Mrs. Muir. Estas señoras tan perfectas, y que tanto gustan de gritar al mundo lo ideales que son sus hijos y lo felices que están, les ponen apodos como si fuesen mascotillas, punto. Me parece especialmente sangrante el caso de la madre de Pepita, típica señora pluscuamperfecta que no tolera la frustración en su vida... que tenía preparado un nombre "como Dios manda" para su hija "como Dios manda", pero cuando se enteró de que la niña venía con sd de Down tuvo a bien reservar ese nombre para otra hija más digna de él, imagino, y a esta colocarle el "Pepita" y santas pascuas.
Menudos coj*nes tiene la mujer... nos intenta convencer al resto del mundo de algo que ni ella misma cree, porque en esos pequeños detalles deja muy en evidencia que para ella (al menos antes de que le tocase a su hija) los sd de Down son ciudadanos de segunda. Ahora le tocó apandar a ella y su forma de enfrentarlo es fingir que su hija es alguien especial, un ser de luz, una celebrity...está de atar.
 
Yo creo que es muy fácil de entender lo que dice Mrs. Muir. Estas señoras tan perfectas, y que tanto gustan de gritar al mundo lo ideales que son sus hijos y lo felices que están, les ponen apodos como si fuesen mascotillas, punto. Me parece especialmente sangrante el caso de la madre de Pepita, típica señora pluscuamperfecta que no tolera la frustración en su vida... que tenía preparado un nombre "como Dios manda" para su hija "como Dios manda", pero cuando se enteró de que la niña venía con sd de Down tuvo a bien reservar ese nombre para otra hija más digna de él, imagino, y a esta colocarle el "Pepita" y santas pascuas.
Menudos coj*nes tiene la mujer... nos intenta convencer al resto del mundo de algo que ni ella misma cree, porque en esos pequeños detalles deja muy en evidencia que para ella (al menos antes de que le tocase a su hija) los sd de Down son ciudadanos de segunda. Ahora le tocó apandar a ella y su forma de enfrentarlo es fingir que su hija es alguien especial, un ser de luz, una celebrity...está de atar.

Gracias por la aclaración. Lo que pasa que de ser así terminaremos refiriéndonos a un caso, solo uno, esto no es lo general ni de lejos.

Lo anecdótico está bien, pero la realidad no es la anécdota. El mundo de la discapacidad intelectual abarca mucho y muy variado, no puede encerrarse en cuatro saberes ni cuatro frases hechas. No puede ceñirse a la frustración de una madre como si fuese la tónica general. Existe esa frustración, como hay muchas en la vida, pero no es la patente para calificar generalizando.

No sé si me explico, simplemente quiero decir que un hecho, una anécdota, una experiencia, no marcan la línea de lo que la discapacidad intelectual significa.
 
No, no, estoy completamente de acuerdo contigo. No creo que lo habitual sea hacer lo que hace la madre de Pepita (me cae fatal y se nota, pero es que la veo que hace un circo con la hija, la trata de forma claramente diferente por ser Down y me pone los pelos de punta la forma Mr Wonderful con la que trata de vendernos su vida, cuando huele a frustración desde aquí). Pero seguro que hay un montón de familias que son normales y no hacen estas cosas. Lo que pasa es que los más payasetes siempre son los que hacen más ruido.
 
No, no, estoy completamente de acuerdo contigo. No creo que lo habitual sea hacer lo que hace la madre de Pepita (me cae fatal y se nota, pero es que la veo que hace un circo con la hija, la trata de forma claramente diferente por ser Down y me pone los pelos de punta la forma Mr Wonderful con la que trata de vendernos su vida, cuando huele a frustración desde aquí). Pero seguro que hay un montón de familias que son normales y no hacen estas cosas. Lo que pasa es que los más payasetes siempre son los que hacen más ruido.
Bueno, pues se ve que me he expresado mal, precisamente mencioné lo anecdótico como no generalizado.

Cierto que lo que esta madre hace es como muy teatral y quizá lo haga así por lo que dices. Pero el mundo de la discapacidad no se queda en eso, ni de lejos, ni en eso ni en los fatalismos que he visto en otros posts.
 
Yo creo que es muy fácil de entender lo que dice Mrs. Muir. Estas señoras tan perfectas, y que tanto gustan de gritar al mundo lo ideales que son sus hijos y lo felices que están, les ponen apodos como si fuesen mascotillas, punto. Me parece especialmente sangrante el caso de la madre de Pepita, típica señora pluscuamperfecta que no tolera la frustración en su vida... que tenía preparado un nombre "como Dios manda" para su hija "como Dios manda", pero cuando se enteró de que la niña venía con sd de Down tuvo a bien reservar ese nombre para otra hija más digna de él, imagino, y a esta colocarle el "Pepita" y santas pascuas.
Menudos coj*nes tiene la mujer... nos intenta convencer al resto del mundo de algo que ni ella misma cree, porque en esos pequeños detalles deja muy en evidencia que para ella (al menos antes de que le tocase a su hija) los sd de Down son ciudadanos de segunda. Ahora le tocó apandar a ella y su forma de enfrentarlo es fingir que su hija es alguien especial, un ser de luz, una celebrity...está de atar.
Ella no sabía que la niña venía con síndrome de down, siempre cuenta que fue una sorpresa.
 

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