Lula da Silva, condenado a nueve años de cárcel por corrupción

Lula, condenado a nueve años de cárcel por corrupción

El expresidente puede recurrir la condena en primera instancia por delitos de corrupción pasiva y lavado de dinero

TOM C. AVENDAÑO
São Paulo 12 JUL 2017 - 13:55 EDT

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El expresidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, en una imagen de archivo. ERALDO PERES AP

El caso Petrobras se ha cobrado su mayor víctima en los tres años que lleva desgranando la corrupción en las élites brasileñas. El expresidente más popular del país, Luiz Inazio Lula da Silva, ha sido condenado a nueve años de cárcel por corrupción y lavado de dinero.

Según el juez Sergio Moro, que instruye el caso en la primera instancia, Lula se benefició de 3,7 millones de reales (1,2 millones de euros) en sobornos de la constructora OAS. Al expresidente, que en los últimos meses había dejado de ocultar su ambición por presentarse de nuevo a las elecciones generales de 2018, aún le queda recurrir al Tribunal Supremo brasileño. Esta es la primera de las cinco sentencias que tiene pendientes ante el juez Moro.


Según el juez, los sobornos se hicieron a través de un apartamento de tres plantas en la costa de São Paulo que, dice en la sentencia, el expresidente del Partido de los Trabajadores recibió y reformó con dinero de la constructora. OAS también costeó el almacenaje de los bienes de Lula en una empresa llamada Granero na Grande. En total, costó 3,7 millones de reales.

Este es el último giro en una saga que ha tenido a Brasilia en vilo: la vuelta de Lula al ruedo político. El año pasado, cuando el orden político brasieño comenzó a despeñarse hacia lo desconocido, con la destitución de Dilma Rousseff y la presidencia de Michel Temer, alguien aún menos popular que ella, él comenzó a postularse como la salvación. Las encuestas le animaban a ello, además: la encuesta de Datafolha, una de las más prestigiosas del país, le nombró a la cabeza de la intención del voto de los brasileños para las elecciones de 2018. Entonces comenzaron los problemas. La fiscalía brasileña comenzó a presentar demandas contra él. En una rueda de prensa en septiembre le acusaron, esencialmente, de estar al frente de la red de corruptelas que estudia el caso Petrobras, posiblemente la acusación más grave que se pueda hacer en la política brasileña. El juez Sergio Moro rechazó algunas pero aceptó cinco. Él no siempre lo negó. Más bien, en sus mítines apelaba a la emoción de sus votantes para renunciar la persecución que sufría. Fue imputado cinco veces, tres de ellas dentro del caso Petrobras.
 
Los fiscales anticorrupción brasileños no tenían pruebas contra Lula
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Conspiraron para impedir la vuelta del PT al poder
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El expresidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, durante un discurso (AFP / Nelson Almeida)
ANDY ROBINSON
10/06/2019 10:04Actualizado a10/06/2019 16:37


“Deltan, mi amigo!” escribió Carol, uno de los fiscales de la polémica investigación anticorrupción lavacoches (Lava Jato) al jefe de la operación Deltan Dallagnol, que en el 2016 acusó al expresidente brasileño Luis Ignacio Lula de Silva de ser “el cabeza de una organización delincuente”. En plena campaña electoral, los fiscales de la mega investigación que habían logrado su objetivo de encarcelar a Lula, se sentían inquietos. ”Ando muy preocupado por una posible vuelta del PT (Partido del Trabajo) pero he rezado mucho para que Dios ilumine a nuestra población y que un milagro nos salve” añadió la fiscal.

Dallagnol, el máximo responsable de la fiscalía en el caso judicial que allanó el camino al poder del líder de la ultra derecha Jair Bolsonaro, responde. “¡Bravo , Carol!”. Es una de miles de conversaciones filtradas y obtenidas por el medio de investigación estadounidenseThe Intercept . Dejan escaso lugar a dudas de que la operación judicial encabezada por el entonces juez Sergio Moro -ahora ministro de justicia del gobierno de Bolsonaro-, tenía objetivos políticos. El medio estadounidense no solo destapa que los fiscales hablaban abiertamente de la necesidad de impedir la vuelta al poder del PT, sino también da pruebas de una conspiración entre el juez Moro y sus fiscales. “Moro pasó consejos estratégicos a sus fiscales”, afirman los periodistas de The Intercept que aseguran que la información publicada ayer es solo el inicio de una “explosiva investigación periodística” sobre la poltización de los fiscales y jueces.

“Deltan, mi amigo!” escribió Carol, uno de los fiscales de la polémica investigación anticorrupción lavacoches (Lava Jato) al jefe de la operación Deltan Dallagnol, que en el 2016 acusó al expresidente brasileño Luis Ignacio Lula de Silva de ser “el cabeza de una organización delincuente”. En plena campaña electoral, los fiscales de la mega investigación que habían logrado su objetivo de encarcelar a Lula, se sentían inquietos. ”Ando muy preocupado por una posible vuelta del PT (Partido del Trabajo) pero he rezado mucho para que Dios ilumine a nuestra población y que un milagro nos salve” añadió la fiscal.

Dallagnol, el máximo responsable de la fiscalía en el caso judicial que allanó el camino al poder del líder de la ultra derecha Jair Bolsonaro, responde. “¡Bravo , Carol!”. Es una de miles de conversaciones filtradas y obtenidas por el medio de investigación estadounidenseThe Intercept . Dejan escaso lugar a dudas de que la operación judicial encabezada por el entonces juez Sergio Moro -ahora ministro de justicia del gobierno de Bolsonaro-, tenía objetivos políticos. El medio estadounidense no solo destapa que los fiscales hablaban abiertamente de la necesidad de impedir la vuelta al poder del PT, sino también da pruebas de una conspiración entre el juez Moro y sus fiscales. “Moro pasó consejos estratégicos a sus fiscales”, afirman los periodistas de The Intercept que aseguran que la información publicada ayer es solo el inicio de una “explosiva investigación periodística” sobre la poltización de los fiscales y jueces.


“En uno de los archivos de materiales filtrados mas grades de los últimos años de conversaciones, audios y videos (..) se comprueba una enorme cantidad de irregularidades”, tuiteó en la madrugada del lunes el fundador de The Intercept Glenn Greenwald” Moro ha sido criticado repetidamente por los abogados de Lula de haber violado el principio de separación entre el fiscal y juez en la que es la base de la justicia brasileña. En una de las conversaciones por correo electrónico entre el juez y Dallagnol, el juez , ahora ministro de Justicia, pregunta: “¿Qué te parecen estas afirmaciones locas del PT ¿Las desmentimos?”, usando la primera persona plural como si el juez y el fiscal fueran integrantes del mismo equipo.

Asimismo se denuncia en la investigación de The Intercept, el uso de material periodístico para justificar las acusaciones contra Lula por parte del mismo fiscal Dallagnol que ha utilizado el dinero recaudado en multas y embargos durante la investigación para crear una fundación con posibles fines políticos. Según explicó Moro en declaraciones hace dos semanas a la BBC el informe de Dallagnol sobre el papel de Lula como “máximo comandante” de la red de corrupción, fue clave para la decisión del juez de sentenciar al expresidente a nueve años de cárcel luego (elevado después a 12 años). Esta sentencia se realizó pese a la ausencia de pruebas de que Lula era propietario de un apartamento en la playa de Sao Paulo que había sido renovado por unas de las constructoras creadas en el escándalo de sobornos.

Diversos fiscales de investigación lava coches se mostraron perplejos ante la discusión dentro del Tribunal Supremo del derecho de Lula de ser entrevistado por el diario brasileño Folha de Sao paulo durante la campaña electoral en el otoño del 2018. Una fiscal , se mesutra preocupada de que “pueden elegir a Haddad” en referencia a Fernando Hadad el candidato del PT en las elecciones. Otra fiscal escribe “¡Mafiosos!” para referirse al Tribunal Supremo y al PT. Finalmente se confirmó la prohibición de la entrevista a Lula que lideraba los sondeos incluso siendo preso antes de verse forzado al retirarse de la campaña electoral debido a su sentencia. “todo prisionero ladrón violador narcotraficante podía hablar con la prensa menos Lul” dijo el `periodsta de investigación Mario Magalhaes , en una entrevista concedida la vanguardia la voluntad popular era elegir a Lula. Lula fue entrevistado el mes pasado por Folha de San Paulo.

La información obtenida por The Intercept resulta muy comprometedora para Moro y Dallagnol, las dos cabezas más visibles de la mega operación judicial que ha utilizado métodos controvertidos para comprar testimonio a los acusados y reducir penas para los testigos colaboradores. Queda bastante claro a partir del material filtrado que los fiscales no contaban con información que vinculaba a Lula con el escándalo de Petrobrás. Por eso se utilizó de forma irregular un artículo publicado en el diario O Globo sobre el apartamento triplex en la ciudad playera de Guaruja del que Lula supuestamente era propietario. Dallagnol - feligrés de uno de las numerosas iglesias evangélicas brasileñas que han incorporado la demonización del PT a sus convicciones religiosas- reconoce en privado que carece de pruebas de que el triplex estaba relacionado con la trama de Petrobrás y por tanto competencia de la investigación lavacoches. El llamado fiscal evangelico reconce también en otra conversación que no tiene pruebas de que Lula es el propietario del inmueble , lo que ha sido la principal argumento de la defensa de Lula

https://www.lavanguardia.com/intern...EengRrNVmdtLvKUOxsnUeIgPICCvQEffCg6a7Lh6im8K4

¿Donde he visto u oído que se acusa a un rival político sin pruebas para quitarle de en medio ? ¿Lo habré soñado?
 
En varios países de Latinoamérica hay un poder judicial-mediático-económico que hace y deshace. Pone y quita presidentes "refrendados" democráticamente.
Ya se va destapando la olla.
 
Los fiscales anticorrupción brasileños no tenían pruebas contra Lula
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Conspiraron para impedir la vuelta del PT al poder
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El expresidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, durante un discurso (AFP / Nelson Almeida)
ANDY ROBINSON
10/06/2019 10:04Actualizado a10/06/2019 16:37


“Deltan, mi amigo!” escribió Carol, uno de los fiscales de la polémica investigación anticorrupción lavacoches (Lava Jato) al jefe de la operación Deltan Dallagnol, que en el 2016 acusó al expresidente brasileño Luis Ignacio Lula de Silva de ser “el cabeza de una organización delincuente”. En plena campaña electoral, los fiscales de la mega investigación que habían logrado su objetivo de encarcelar a Lula, se sentían inquietos. ”Ando muy preocupado por una posible vuelta del PT (Partido del Trabajo) pero he rezado mucho para que Dios ilumine a nuestra población y que un milagro nos salve” añadió la fiscal.

Dallagnol, el máximo responsable de la fiscalía en el caso judicial que allanó el camino al poder del líder de la ultra derecha Jair Bolsonaro, responde. “¡Bravo , Carol!”. Es una de miles de conversaciones filtradas y obtenidas por el medio de investigación estadounidenseThe Intercept . Dejan escaso lugar a dudas de que la operación judicial encabezada por el entonces juez Sergio Moro -ahora ministro de justicia del gobierno de Bolsonaro-, tenía objetivos políticos. El medio estadounidense no solo destapa que los fiscales hablaban abiertamente de la necesidad de impedir la vuelta al poder del PT, sino también da pruebas de una conspiración entre el juez Moro y sus fiscales. “Moro pasó consejos estratégicos a sus fiscales”, afirman los periodistas de The Intercept que aseguran que la información publicada ayer es solo el inicio de una “explosiva investigación periodística” sobre la poltización de los fiscales y jueces.

“Deltan, mi amigo!” escribió Carol, uno de los fiscales de la polémica investigación anticorrupción lavacoches (Lava Jato) al jefe de la operación Deltan Dallagnol, que en el 2016 acusó al expresidente brasileño Luis Ignacio Lula de Silva de ser “el cabeza de una organización delincuente”. En plena campaña electoral, los fiscales de la mega investigación que habían logrado su objetivo de encarcelar a Lula, se sentían inquietos. ”Ando muy preocupado por una posible vuelta del PT (Partido del Trabajo) pero he rezado mucho para que Dios ilumine a nuestra población y que un milagro nos salve” añadió la fiscal.

Dallagnol, el máximo responsable de la fiscalía en el caso judicial que allanó el camino al poder del líder de la ultra derecha Jair Bolsonaro, responde. “¡Bravo , Carol!”. Es una de miles de conversaciones filtradas y obtenidas por el medio de investigación estadounidenseThe Intercept . Dejan escaso lugar a dudas de que la operación judicial encabezada por el entonces juez Sergio Moro -ahora ministro de justicia del gobierno de Bolsonaro-, tenía objetivos políticos. El medio estadounidense no solo destapa que los fiscales hablaban abiertamente de la necesidad de impedir la vuelta al poder del PT, sino también da pruebas de una conspiración entre el juez Moro y sus fiscales. “Moro pasó consejos estratégicos a sus fiscales”, afirman los periodistas de The Intercept que aseguran que la información publicada ayer es solo el inicio de una “explosiva investigación periodística” sobre la poltización de los fiscales y jueces.


“En uno de los archivos de materiales filtrados mas grades de los últimos años de conversaciones, audios y videos (..) se comprueba una enorme cantidad de irregularidades”, tuiteó en la madrugada del lunes el fundador de The Intercept Glenn Greenwald” Moro ha sido criticado repetidamente por los abogados de Lula de haber violado el principio de separación entre el fiscal y juez en la que es la base de la justicia brasileña. En una de las conversaciones por correo electrónico entre el juez y Dallagnol, el juez , ahora ministro de Justicia, pregunta: “¿Qué te parecen estas afirmaciones locas del PT ¿Las desmentimos?”, usando la primera persona plural como si el juez y el fiscal fueran integrantes del mismo equipo.

Asimismo se denuncia en la investigación de The Intercept, el uso de material periodístico para justificar las acusaciones contra Lula por parte del mismo fiscal Dallagnol que ha utilizado el dinero recaudado en multas y embargos durante la investigación para crear una fundación con posibles fines políticos. Según explicó Moro en declaraciones hace dos semanas a la BBC el informe de Dallagnol sobre el papel de Lula como “máximo comandante” de la red de corrupción, fue clave para la decisión del juez de sentenciar al expresidente a nueve años de cárcel luego (elevado después a 12 años). Esta sentencia se realizó pese a la ausencia de pruebas de que Lula era propietario de un apartamento en la playa de Sao Paulo que había sido renovado por unas de las constructoras creadas en el escándalo de sobornos.

Diversos fiscales de investigación lava coches se mostraron perplejos ante la discusión dentro del Tribunal Supremo del derecho de Lula de ser entrevistado por el diario brasileño Folha de Sao paulo durante la campaña electoral en el otoño del 2018. Una fiscal , se mesutra preocupada de que “pueden elegir a Haddad” en referencia a Fernando Hadad el candidato del PT en las elecciones. Otra fiscal escribe “¡Mafiosos!” para referirse al Tribunal Supremo y al PT. Finalmente se confirmó la prohibición de la entrevista a Lula que lideraba los sondeos incluso siendo preso antes de verse forzado al retirarse de la campaña electoral debido a su sentencia. “todo prisionero ladrón violador narcotraficante podía hablar con la prensa menos Lul” dijo el `periodsta de investigación Mario Magalhaes , en una entrevista concedida la vanguardia la voluntad popular era elegir a Lula. Lula fue entrevistado el mes pasado por Folha de San Paulo.

La información obtenida por The Intercept resulta muy comprometedora para Moro y Dallagnol, las dos cabezas más visibles de la mega operación judicial que ha utilizado métodos controvertidos para comprar testimonio a los acusados y reducir penas para los testigos colaboradores. Queda bastante claro a partir del material filtrado que los fiscales no contaban con información que vinculaba a Lula con el escándalo de Petrobrás. Por eso se utilizó de forma irregular un artículo publicado en el diario O Globo sobre el apartamento triplex en la ciudad playera de Guaruja del que Lula supuestamente era propietario. Dallagnol - feligrés de uno de las numerosas iglesias evangélicas brasileñas que han incorporado la demonización del PT a sus convicciones religiosas- reconoce en privado que carece de pruebas de que el triplex estaba relacionado con la trama de Petrobrás y por tanto competencia de la investigación lavacoches. El llamado fiscal evangelico reconce también en otra conversación que no tiene pruebas de que Lula es el propietario del inmueble , lo que ha sido la principal argumento de la defensa de Lula

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¿Donde he visto u oído que se acusa a un rival político sin pruebas para quitarle de en medio ? ¿Lo habré soñado?
No, por supuesto que no lo has soñado. Es lo que hay que desmontar. Como ciudadana no sé bien cómo. Pero el estar alertas ya es algo. O por lo menos es lo que espero.
 
Lula da Silva absuelto por quinta vez con la unanimidad de la justicia brasileña
septiembre 2, 2020
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La Justicia brasileña ha rechazado de manera unánime una denuncia contra el expresidente Lula da Silva, a quien la fiscalía atribuía los delitos de tráfico de influencias, corrupción pasiva y organización criminal.




Con esta, no es un detalle que pasar por alto, ya son cinco las denuncias interpuestas contra Lula da Silva que han sido rechazadas por los tribunales. Esta en concreto, donde se le acusaba de tráfico de influencias, corrupción pasiva y organización criminal ha sido desestimada por «falta de pruebas», ante lo que los abogados del ex mandatario señalan como una acusación «precaria y carente de sustento probatorio alguno».

En esta acusación, el Ministerio Público, sostenía que Lula da Silva favoreció unos proyectos de la empresa Oderbrecht, que operaba en Angola, a través del Banco Nacional del Desarrollo Económico y Social de Brasil (BNDES).

La defensa del expresidente aún tiene faena por delante, puesto que en los últimos años a Lula da Silva se le abrieron 9 procesos judiciales distintos. Todos ellos por corrupción y algunos vinculados con la supuesta trama Lava Javato, que destapó una vasta de posibles negocios ilícitos tanto en América Latina como en África.

Cabe recordar, que a causa de uno de estos procesos fue condenado a ocho años y diez meses de prisión por los que pasó 580 días encarcelado para posteriormente ser liberado por una decisión de la Corte Suprema. Caso por el que aún sus abogado deben apelar a instancias superiores por la imparcialidad del proceso llevado a cabo por el fiscal, Deltan Dallagnol, ni el por entonces juez Sergio Moro.



De hecho, recientemente, el Consejo Nacional del Ministerio Público (CNMP) ya archivó una demanda presentada por Lula contra tres fiscales del caso Lava Jato, entre ellos Dallagnol y se ha abierto una investigación por supuesta parcialidad.

Por ello, a través de un comunicado, los abogados de Lula da Silva insistieron en la idea de la persecución política y judicial que lleva tiempo sufriendo.

 

El Supremo de Brasil anula las sentencias dictadas contra Lula y el expresidente se dispara en las encuestas​

Podrá ser candidato a las presidenciales de 2022.
https://laultimahora.es
Por
La Última Hora.

26 de junio de 2021 12:06

El Supremo de Brasil anula las sentencias dictadas contra Lula y el expresidente se dispara en las encuestas

Luiz Inácio Lula da Silva
El Tribunal Supremo Federal de Brasil ha anulado las sentencias dictadas contra Luiz Inácio Lula da Silva, y la popularidad del expresidente de Brasil, que podrá ser candidato a las presidenciales del próximo año 2022, se ha disparado en las encuestas electorales.

El Supremo ha devuelto al punto de partida todos los procesos instruidos por el exjuez Sergio Moro contra Lula, al extender la declaración de parcialidad en la actuación de Moro sobre otros dos juicios contra el expresidente izquierdista. Lula ingresó en prisión el 7 de abril de 2018 y su condena supuso su inhabilitación como candidato presidencial cuando era el favorito en las encuestas para las presidenciales del 7 de octubre de aquel año, que finalmente ganó el ultraderechista Jair Bolsonaro, quien contó en su equipo con Moro hasta que en abril del pasado año 2021 una serie de desavenencias entre ambos puso al exjuez fuera del actual Gobierno de Bolsonaro. Por su parte, Lula retoma sus derechos políticos y podrá ser candidato a las presidenciales de 2022.

El juez del Supremo Guilmar Mendes ha señalado a la parcialidad de Moro en el proceso por el sitio de Atibaia, en Sao Paulo, y en el de la donación de una propiedad para el Instituto Lula, en los que se acusaba de corrupción al expresidente. Mendes ha actuado así en respuesta a una petición de los abogados de Lula, quienes han insistido en que todos los procesos contra Lula han estado contaminados por la acción de Moro. En su auto, Mendes asegura que Lula fue procesado tres veces en un “escenario permeado por la notable actuación parcial e ilegítima del exjuez Sergio Moro” y destaca que la defensa argumentó “la sospecha en un momento oportuno”. Con esta decisión, todos los juicios contra Lula en los que Moro ha ejercido como juez vuelven al punto de partida y en ellos no podrá reutilizarse la documentación recopilada ni el contenido de interrogatorios. No obstante, es posible presentar una apelación ante la Fiscalía, pues la decisión ha sido tomada individualmente por Mendes.

“La decisión del juez Gilmar Mendes da la amplitud necesaria a la sospecha sobre el exjuez Sergio Moro, que fue consolidada por recientes sentencias del Supremo. Con esta ampliación, que atiende a la solicitud que formulamos, todos los procesos en los que actuó el exjuez Sergio Moro que involucran al expresidente Lula quedan manchados de nulidad irremediable, por lo que ningún acto podrá ser reutilizado en ninguna instancia”, ha celebrado la defensa de Lula.

El Tribunal Supremo Federal de Brasil ya declaró también esta semana que Moro actuó con parcialidad durante el juicio contra Lula en el caso en el que se investigaba su apartamento de Guarujá, en Sao Paulo. Por siete votos a favor y cuatro en contra, el Pleno del Supremo confirmó una decisión adelantada el pasado mes de abril, cuando tres de los magistrados apoyaron la demanda interpuesta por la defensa del exmandatario en la que se acusaba a Moro de no haber sido imparcial durante el proceso que en julio de 2017 supuso una condena al expresidente. Tras la confirmación, el caso del apartamento deberá comenzar también desde el principio, como los dos del sitio en Atabaia y el Instituto Lula. Ello se suma a lo que falló recientemente el juez del Supremo Edson Fachin, quien anuló el resto de las condenas a Lula por la operación Lava Jato ante la falta de autoridad del tribunal de Curitiba que llevó el proceso.

La popularidad de Lula se ha disparado tras la decisión del Supremo que confirma la anulación de las sentencias dictadas contra él. Así, el expresidente ganaría las presidenciales del próximo año 2022 en Brasil en primera vuelta con el 49% de los votos, según una encuesta de IPEC (Instituto de Inteligencia en Investigación y Consultoría). Por su parte, Bolsonaro lograría un 23%, Ciro Gomes, del PDT (Partido Democrático Laborista), un 7%; Joao Doria, del PSDB (Partido de la Social Democracia Brasileña), un 5%, y Luiz Enrique Mandetta, de Demócratas, un 3%. La encuesta también evalúa al Gobierno de Bolsonaro, que el 49% considera “malo o muy malo”, el 26% “regular” y el 24 “bueno”, cuatro puntos menos que la última encuesta del IPEC, del pasado mes de febrero.

 

BRASIL​

La izquierda y el sindicalismo arropan a Lula da Silva en Madrid: "El que tiene hambre no hace la revolución"​

Líderes políticos y sindicales españoles y brasileños se dan cita en la capital para abordar los futuros retos en la izquierda. Denuncian el 'lawfare' imperante en América Latina, así como la necesidad de construir alianzas populares a nivel internacional para combatir la ultraderecha y revertir los estragos del neoliberalismo.​



20/11/2021 Ione Belarra escucha la intervención del expresidente brasileño Luiz Ignacio Lula da Silva en el evento 'Construir futuro: retos y alianzas populares' celebrado en Madrid.
Ione Belarra escucha la intervención del expresidente brasileño Luiz Ignacio Lula da Silva en el evento 'Construir futuro: retos y alianzas populares' celebrado en Madrid. — Kiko Huesca / EFE

MADRID
20/11/2021 16:20 ACTUALIZADO: 20/11/2021 16:28
GUILLERMO MARTÍNEZ@GUILLE8MARTINEZ
Luchar contra la extrema derecha, la industria de datos, la crisis climática y la desigualdad han sido los temas centrales en un acto que ha convocado a importantes representantes del Partido de los Trabajadores brasileño, con Lula da Silva a la cabeza, junto con otros líderes políticos y sindicales españoles. Bajo el título 'Construir futuro: retos y alianzas populares' y con un público entregado, el evento organizado en la Casa de América se ha vertebrado sobre el lawfare o guerra jurídica que determinados grupos de la derecha política en connivencia con el poder judicial y mediático llevan a cabo contra las formaciones de izquierda a nivel mundial, tal y como ha recalcado Pablo Iglesias al principio de la jornada.

La voz más esperada se ha hecho esperar. Aunque ha sido el último en intervenir, Lula da Silva ha pronunciado un discurso que ha conmovido a los asistentes. Presentado como antiguo y futuro presidente de Brasil, el protagonista ha hecho un balance de todo el proceso judicial por el que terminó apartado del Gobierno del país latinoamericano y encarcelado acusado de corrupción, para que un par de años posteriores fuera liberado. "Todo ese proceso fue una combinación entre el Departamento de Justicia de Estados Unidos y la prensa y el aparato judicial brasileños. Estaba claro que tenían que desestructurar a la gente psicológicamente, por lo que construyeron la idea de que éramos una pandilla de corruptos para desmoralizarme políticamente", ha declarado.

"Me condenaron, y podría haberme ido de Brasil a un país amigo o alguna embajada, pero después de tantos años luchando por conseguir la democracia, no me parecía justo salir del país y que apareciera una fotografía mía como un corrupto fugitivo", ha continuado Da Silva. Así, terminó saliendo de la prisión "con la cabeza más erguida" que antes de su encarcelamiento. Poco después, intensificó su campaña contra la desigualdad, haciéndola mundial con su visita al papa Francisco pues, tal y como ha recalcado, "tenemos 800 millones de seres humanos sin sindicato, sin partido político, sin casa, y muchos sin patria. Muchos intentan cruzar los océanos nadando y muriendo".


Hambre y revolución​

Uno de sus momentos cúlmenes y que ha suscitado mayor consenso entre los presentes se ha producido cuando la gesticulación del antiguo presidente de Brasil ha dado paso a estas palabras: "Tenemos la obligación ética y moral de darle la mano a la gente que no tiene qué comer", afirmó tajante. Para, a continuación preguntarse: "Cómo es posible que Brasil sea el mayor exportador de proteína del mundo y la gente haga colas en las carnicerías para conseguir un hueso". Una cuestión que ha seguido de otra reflexión: "El que tiene hambre no hace la revolución, es una persona muy fragilizada, y tenemos que ser nosotros quienes le apoyemos".

Refiriéndose a los personajes que le acompañaban, tanto políticos españoles como sindicalistas de la UGT y CCOO, la cuestión medioambiental no ha pasado desapercibida para Lula da Silva: "La Amazonia tiene 360 millones de kilómetros cuadrados, con una biodiversidad excepcional, pero para discutir sobre el medio ambiente debemos hablar de las favelas, del alcantarillado, el agua potable y su gestión, y la descontaminación de los ríos". Después ha abordado la "industria de datos" como la riqueza que, en el medio plazo, podrá desencadenar conflictos bélicos, al igual que ha sucedido con el petróleo: "El 90% de esta industria está controlada por Estados Unidos. ¿Cómo será el empleo digital? Ustedes, que están delante del celular, deben saber que cada cosita que dicen o escriben está siendo apuntada, guardada, y eso va a valer mucho dinero".

Da Silva ha hecho referencia también a tres tótems centrales de los retos de la izquierda: desigualdad, cuestión ambiental y mundo digital, que han dado paso a una reflexión por parte de este histórico sindicalista: "Los dirigentes sindicales van a tener cada vez menos fábricas con puertas en las que protestar. Tendrán que trabajar con la cuestión digital porque, de lo contrario, perderemos el tren de la historia y tendremos que discutir para qué existe un sindicato, porque esta gente también son trabajadores". A sus 76 años, el líder brasileño ha cerrado su intervención incidiendo en que una de las prioridades para la izquierda debería ser comprender el discurso de la derecha y extrema derecha, analizarlo, saber por qué esa gente volvió a convencer a una parte de la sociedad.

Lecciones tras la pandemia​

Ione Belarra, secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, también ha participado en el encuentro. Presentándose como militante del partido político que fue el resultado institucional del movimiento 15M, la actual ministra ha afirmado que "la derecha y la extrema derecha han demostrado que utilizarán todos los recursos, legales e ilegales, para evitar que las fuerzas de izquierdas entren en los Gobiernos". Tras argumentar que las derechas solo apuestan por la democracia cuando ganan, Belarra ha incidido en las lecciones que se pueden aprender tras año y medio de pandemia.
"A pesar de que nos mienten diciendo que lo privado es mejor, cuando se han puesto las cosas difíciles ha sido lo público, lo común, lo que nos ha cuidado y salvado la vida", ha comenzado. Después, ha realizado un alegato a favor de la creación de empresas públicas en los sectores estratégicos ya que "décadas de privatizaciones de lo público han llevado al Estado a no tener suficientes herramientas para poder proteger a su gente". En cuanto a los cuidados, tan necesarios durante la crisis sanitaria, Belarra ha defendido la corresponsabilidad entre hombre y mujeres, pero también entre las administraciones y la ciudadanía. Durante su intervención, también ha mencionado la crisis climática, justo antes de declarar que "no puede haber, en ningún caso, justicia social sin justicia fiscal".

El 'lawfare' en España​

El antiguo vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, ha sido quien ha abierto el acto como presidente del Instituto 25M. "El lawfare es el nuevo golpismo, en el que un conjunto de dispositivos entre los poderes mediáticos y políticos se alían con autoridades judiciales para ganar de manera ilegítima en los juzgados lo que no pudieron ganar en las urnas. Esto constituye una amenaza contra la democracia", ha declarado resaltando la figura de Lula da Silva como una víctima más de este lawfare. Así pues, Iglesias ha lanzado una pregunta al público: "¿Este fenómeno es exclusivo de América Latina?". Las menciones a los casos de Isa Serra y de Alberto Rodríguez, condenados por atentado a la autoridad, ha sido lo siguiente que ha tratado Iglesias, para completar su intervención reflexionando sobre el hecho de que "en España se ha perseguido a formaciones políticas a través de escándalos mediáticos y unidades ilegales del Cuerpo de Policía a las órdenes del PP para rectificar en los juzgados los que habían dicho las urnas".

Enrique Santiago, secretario de Estado para la Agenda 2030, secretario general del PCE y miembro de la dirección de IU, también ha participado en el evento, donde ha afirmado que "los jueces de hoy actúan como los militares ayer", siguiendo la estela de lo ya expuesto por Iglesias. "El Poder Judicial ha sido escasamente democratizado en España. Se supone que tiene una legitimidad que nos impide criticar sus actuaciones porque si no estamos injiriendo sus competencias. Mientras, vemos que ellos injieren en el poder constitucionalmente establecido en el legislativo y ejecutivo", ha ilustrado el militante comunista.

Como tal, ha querido recordar en este 20 de noviembre, día en el que falleció el dictador Francisco Franco en 1975, que la lucha contra la impunidad contra los crímenes cometidos en esta etapa continúa, y que existe la normativa legal para ello. "No es verdad que no podamos abordar nuestra agenda de derechos sociales o la crisis económica por esta lucha contra la impunidad. Seremos hombres, pero tenemos dirigentes mujeres que hacen dos y tres cosas a la vez", ha finalizado.

La importancia de un nuevo sindicalismo​

Por su parte, Hana Jalloul, secretaria de Política Internacional y Cooperación al Desarrollo del PSOE, ha hablado sobre una de las principales consecuencias de la aparición de la extrema derecha institucional al crear una polarización "que impide establecer marcos de convivencia basados en amplios consensos", ha aseverado. "Romper la desigualdad social y económica es clave para empoderar a las bases sociales de la izquierda", ha continuado explicando la militante del PSOE. Frente a los retos, dos soluciones: una mayor democracia o una mayor concentración del poder y el autoritarismo. "Apostaremos por construir grandes alianzas progresistas que sean capaces de llegar al poder con el apoyo de los ciudadanos a través de la igualdad, la promoción del feminismo y la protección de la diversidad", ha sostenido.

Los dos grandes sindicatos españoles también han acompañado a Lula da Silva. Jesús Gallego, responsable internacional de la Unión General de Trabajadores (UGT), ha defendido que "el contexto de globalización mundial e internacionalista ha conquistado la democracia misma, y Lula es un ejemplo de ello". Sobre la lucha contra el fascismo, el ugetista ha remarcado que se debe afrontar "desde la práctica política, actuando en las causas donde el fascismo asqueroso encuentra su caldo de cultivo, y no dejarles hueco en los espacios en los que se mueven, como la pobreza, aun siendo unos clasistas".

Por su parte, Félix Ovejero, responsable América Latina de Comisiones Obreras (CCOO), ha incidido en los dos grandes retos que afronta la izquierda a nivel mundial: el trabajo decente para todas las personas y las reformas fiscales que puedan financiar las políticas públicas necesarias. "Hablamos de alianzas, así que tenemos que trasladar esa visión fuera de sectarismos e intereses concretos debido a los ataques que sufrimos y vamos a sufrir. Ahora que hemos gritado 'Lula libre', tendremos que gritar 'Lula presidente'", ha concluido.

Joana Mortágua, diputada del Bloco de Esquerda en el parlamento de Portugal, también ha participado en la jornada. "Derrotar a la extrema derecha significa reconocer la identidad y la autonomía de los proyectos socialistas que combaten las desigualdades", ha apuntado durante su intervención. Ya dirigiéndose al antiguo presidente de Brasil, esta portuguesa ha remachado su discurso al decir que "la candidatura unitaria y democrática de Lula podrá conseguir transformar el país y detener el camino de la extrema derecha".

 
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