Lugares abandonados.

Varias, EEUU
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Sensación de silencio
no de abandono,
resistiéndose al olvido

están recibiendo soles
que por perdidos los daban

la maleza en esplendor viviente
se adentra en el porche,
los balancines se paran,
los columpios hacen círculos.

edificios abandonados
luces apagadas,
sólo las luciérnagas nocturnas
adornan los farolillos
que cual arco iris de colores
desfilan en nuestra imaginación
imaginadas por estancias vacías
de muebles caídos
y descoloridos armarios
de par en par abiertos

voces silenciadas
silencios vociferados
siete vidas vividas
dieciséis por vivir
al fin y al cabo
todo es resistir......

Serendi,
 
Al atardecer a no tardar

Casa abandonada
palpitando todavía
en ausencias dividida

los que vivían
salieron de estampida,
quedó todo como en descosido
por tiempo indefinido

mesas, sillas y sillones
en impensado batiburrillo
se hablan al oído
de oídas

el tiempo del silencio
se adueñó sin esfuerzo
de espacios...
vitrinas...
y hasta descansillos

Serendi,
 
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Vehículo de la Segunda Guerra Mundial
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Mansión de un jefe de la policía de Mexico cuyo sueldo eran 1.300 dólares.
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Noruega
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