Los Romanov

Del Facebook de este chico:

10171766_459683744134111_1853096172324872774_n.jpg


La gente le dice en los comentarios que sí, que son iguales, y él dice que el juez ha dicho que no.

13220518_723025904466559_4541841883020651838_o.jpg


Lo del 99,9% no lo entiendo... si es tan concluyente, ¿un juez no lo tendría que dar por válido?

Conste que yo no les veo parecido alguno y, aunque se parecieran, no significa nada: conozco a un chico idéntico a un personaje muy famoso de la historia contemporánea y no tiene nada que ver con esa familia. Y ya os digo que parece él más hijo que los hijos que tuvo esta persona. Pero lo del 99,9%...
Lo que me pregunto es: ¿cómo consiguió este señor ADN romanov para cotejar?
 
¿Carme Martí o Carme Románova?
16 de septiembre de 2012 MAITE MONTROI, RUSIA HOY

David Duaigües está seguro de que su segundo apellido, Martí, no es el auténtico y que, en su lugar, debería constar Romanov. Cree que su abuela, Maria Martí, era en realidad la gran duquesa María Románova, quien no habría muerto en Ekaterimburgo en 1918, sino en un geriátrico de Girona en 1990, y que habría tenido una hija, Carme, la madre de David. Tan convencida está toda la familia, que han llevado el caso hasta el juzgado.


Una de las pruebas que han presentado ante el juez es un análisis realizado por un laboratorio privado en el que se compara el ADN de los últimos Románov (publicado por las autoridades rusas) con el de Carme Martí. Coinciden 15 de los 17 marcadores genéticos analizados. En opinión de los demandantes, esto es una prueba concluyente. “Mi madre es nieta de Nicolás II”, asegura Duaigües. Lo que pretenden ahora es que el juzgado dé oficialidad a estos análisis y ello les permita cambiar su actual apellido por el de Románov.

carme%20marti%20jove.jpg
carme%20mart_.jpg


Para seguir el hilo de la historia hay que situarse en 1942 en la maternidad de Elna, en el sur de Francia. Es allí donde Maria Martí da a luz a su hija, Carme, en plena Segunda Guerra Mundial. La niña es enviada a un lugar más seguro, a un hospicio de Girona, donde se cría hasta la mayoría de edad. Allí recibe unas pocas visitas de su madre y alguna carta, pero pierde el contacto más o menos a los 14 años de edad.

Marie_Romanov_by_sparticus42.jpg


María Románova


“Mi madre tiene muy pocos recuerdos de mi abuela porque apenas si se vieron y fue hace mucho tiempo”, explica Duaigües. Sí que se acuerda de que la veía como “alguien muy mayor” y que hablaban entre ellas en catalán, mientas que las cartas –que las monjas del orfanato le requisaron- estaban escritas en castellano.

No volvieron a tener noticias de Maria Martí (o Románova) hasta 1996, cuando se enteran de que había muerto seis años antes, sin que nadie les informara, y en un geriátrico de Girona que la familia visitaba a menudo porque tenían una tía ingresada precisamente allí. Extrañeza, estupor, indignación, son los sentimientos que despertó esta noticia.

Fueron a la residencia de ancianos a pedir información y las responsables del centro –monjas, de nuevo-, que conocían perfectamente la relación entre Maria y Carme Martí, “nos dijeron que no nos podían explicar que mi abuela estaba allí porque era un secreto”, asegura Duaigües.

Es a partir de este hecho cuando empiezan a investigar y -según la versión del demandante- averiguan que Maria Martí tenía una enfermedad en la sangre, que es hereditaria, y que comparte con su hija, nietos y bisnietos y que podría ser la misma o muy parecida a la del zarevich Alexei.

La documentación no cuadra. Según el Documento Nacional de Identidad, Maria Martí nació en Olot en 1928, pero según su certificado bautismal, fue en 1918. La familia cree que ambas fechas son erróneas y que sería bastante mayor. Además, su abogado se desplazó a Olot para investigar y pudo comprobar que no existe en el registro ninguna Maria Martí Juanola, ni tampoco en Besalú ni en otras poblaciones cercanas.

Hay que aclarar que no sería extraño que la documentación fuera falsa, teniendo en cuenta que esta mujer pasó por la maternidad de Elna. Este centro hospitalario, que ha sido distinguido por su enorme labor humanitaria, dependía de la Cruz Roja suiza. En él se atendieron a numerosas mujeres, muchas republicanas españolas y judías de toda Europa, que huían del franquismo y del nazismo. La falsificación de sus identidades era una práctica habitual que servía para proteger a estas víctimas tan frágiles.


El mito Romanov

El último zar de Rusia, Nicolás II, junto a su familia fueron ejecutados por el Ejército Rojo en 1918 en Ekaterimburgo, pero el lugar donde se hallaban sus restos no transcendió hasta 1989. Estos 70 años de silencio dieron alas a todo tipo de mitos y leyendas y alumbraron novelas y películas. La más célebre de todas, seguramente, “Anastasia”, con Ingrid Bergman y Yul Brynner.

En este clima de incertidumbre y de misterio, empezaron a aparecer supuestos miembros de la familia imperial rusa que aducían que se habían podido escapar de las garras de los bolcheviques. La que llegó más lejos fue Anna Anderson, quien hizo creer a media Europa que era en realidad Anastasia Románova, incluso su supuesta abuela la reconoció como nieta.

Tras su muerte y, gracias a unos análisis de ADN, se pudo comprobar que su historia no era cierta y que en realidad era una mujer polaca que había estado casada con un soldado que había presenciado la muerte de los zares y por eso conocía tantos detalles de su vida. Franziska Schanzkowska, así se llamaba, había perdido la memoria y realmente creía ser la hija de Nicolás II.

Cuando en 1991 se localizan los cadáveres de la familia imperial, se acaba definitivamente con el mito Anastasia, pues los científicos aseguran que su cuerpo es uno de los nueve que se han encontrado. Sin embargo, no hallaron restos ni de María ni de Alexei. Nada extraño, en realidad, pues se dieron órdenes en su día para destruir los restos con fuego y ácido. En 2007 las autoridades rusas anunciaron que también habían encontrado estos dos cuerpos y los enterraron, junto a los otros, en la catedral de Pedro y Pablo, de Sant Petersburgo. Y este es, al menos por ahora, el fin de la historia.
 
¿Carme Martí o Carme Románova?
16 de septiembre de 2012 MAITE MONTROI, RUSIA HOY



“Mi madre tiene muy pocos recuerdos de mi abuela porque apenas si se vieron y fue hace mucho tiempo”, explica Duaigües. Sí que se acuerda de que la veía como “alguien muy mayor” y que hablaban entre ellas en catalán, mientas que las cartas –que las monjas del orfanato le requisaron- estaban escritas en castellano.

Mmmm... a ver, Maria Romanov nació en 1899, con lo cual en 1942 hubiera tenido 43 años. Maternidad muy tardía, y más para la época. Dice David que ella y su madre hablaban en catalán... me parece raro, puesto que María (de haber sobrevivido) habría aprendido catalán de mayor, no como lengua materna, y por muy bien que lo hubiera llegado a hablar, lo natural en estos casos es hablar con los hijos en el idioma nativo de uno. Una compañera de mi antiguo trabajo es rusa y, aunque habla catalán y castellano perfectamente, a su hijo le habla en ruso. ¿La tal María Martí hablaba ruso?


Es a partir de este hecho cuando empiezan a investigar y -según la versión del demandante- averiguan que Maria Martí tenía una enfermedad en la sangre, que es hereditaria, y que comparte con su hija, nietos y bisnietos y que podría ser la misma o muy parecida a la del zarevich Alexei.

La familia Romanov no es la única en el mundo que ha tenido hemofilia.

La documentación no cuadra. Según el Documento Nacional de Identidad, Maria Martí nació en Olot en 1928, pero según su certificado bautismal, fue en 1918. La familia cree que ambas fechas son erróneas y que sería bastante mayor. Además, su abogado se desplazó a Olot para investigar y pudo comprobar que no existe en el registro ninguna Maria Martí Juanola, ni tampoco en Besalú ni en otras poblaciones cercanas.

Vale, de acuerdo: cuadra con lo que he comentado antes de la edad. Pero que no esté en el registro no significa nada. En esa época, anda que no había nacimientos que no se registraban. Muchas mujeres parían en casa. Y que a esta señora le hubieran falsificado el documento de identidad... pues en esa época muchas mujeres tuvieron que huir.

Hay que aclarar que no sería extraño que la documentación fuera falsa, teniendo en cuenta que esta mujer pasó por la maternidad de Elna. Este centro hospitalario, que ha sido distinguido por su enorme labor humanitaria, dependía de la Cruz Roja suiza. En él se atendieron a numerosas mujeres, muchas republicanas españolas y judías de toda Europa, que huían del franquismo y del nazismo. La falsificación de sus identidades era una práctica habitual que servía para proteger a estas víctimas tan frágiles.

Mira, a esto mismo me refería.


Cuando en 1991 se localizan los cadáveres de la familia imperial, se acaba definitivamente con el mito Anastasia, pues los científicos aseguran que su cuerpo es uno de los nueve que se han encontrado. Sin embargo, no hallaron restos ni de María ni de Alexei. Nada extraño, en realidad, pues se dieron órdenes en su día para destruir los restos con fuego y ácido. En 2007 las autoridades rusas anunciaron que también habían encontrado estos dos cuerpos y los enterraron, junto a los otros, en la catedral de Pedro y Pablo, de Sant Petersburgo. Y este es, al menos por ahora, el fin de la historia.

La iglesia ortodoxa rusa NO lo acepta, pero la realidad es que el ADN se examinó a conciencia, incluso participaron equipos de Inglaterra y Estados Unidos con tecnología más avanzad que la que tenía Rusia en ese momento.

Por cierto, tiene guasa que la iglesia pida pruebas científicas 100% fiables en este caso y no tengan problema en creer en la existencia de un señor del cual no existe una sola prueba tangible.
 
Ésta es Olga, hermana de Nicolás II. David usa a menudo fotos de esta mujer para compararlas con las suyas propias y de su familia y demostrar que existe un (según él) evidente parecido físico:

grand-duchess-olga-alexandrovna-romanova-of-russia-in-denmark-with-one-of-her-sons-guri-nikolaevich-kulikovsky-1348457504_org.png


Dijo en una entrevista en Antena 3 que todos los miembros de su familia se parecen a algún Romanov...

Vuelvo a decir que hay mucha gente que se parece y no es familia. Felipe de Borbón y Bashar Al-Assad, sin ir más lejos. Y Felipe de Borbón sí que es familia de los Romanov y no se parece a ninguno de ellos, como tampoco se le parecen sus hijas.

Dice también que ha usado programas de Internet de comparación de imágenes, muy fiables. He visto cuáles son, y no son programas fiables. Son webs a las que tú puedes subir dos fotos y te hace una comparativa.

http://www.pictriev.com/fc.php

Aquí incluso te busca parecido con otro que haya subido su foto a la web:

http://www.ilooklikeyou.com/
 
Por que mando a hacer el supuesto estudio de ADN a un laboratorio de buenos aires??????? como consiguio el " adn romanov" ??? por que no lo hizo hacer en europa? no entiendo a este hombre.
 
Por que mando a hacer el supuesto estudio de ADN a un laboratorio de buenos aires??????? como consiguio el " adn romanov" ??? por que no lo hizo hacer en europa? no entiendo a este hombre.

Eso me pregunto yo. ¿Cómo se consigue ADN Romanov? En los reportajes dice que en Internet... pero no sé, ¿lo pones en google? ¿En ebay? "ADN Romanov".
 
EN FB !!!!!
David Duaigues Romanov
18 de mayo a las 19:50 ·
SU MAGISTRADO JUEZ : ANGEL SORANDO PINILLA
SI ESTE JUEZ NOS PROBOCA "UNA MUERTE CIVIL" (DERECHOS HUMANOS).... NO SE QUE ES LO PEOR QUE SE LE PUEDE LLAMAR .....
PEOR QUE "Y"
"PREVARICA" Y COMETE "GENOCIDIO" CONTRA TODO UN GRUPO FAMILIAR,,,,,

angel sorando pinilla.jpg
 
Última edición por un moderador:
Back