Artículo soso y de poca monta. Pretende que los otros escriben y los españoles no. Los otros aprovechan todas las oportunidades como para mostrarse interesados en algo más que el paripé real.
Si sólo fuera por escribir un folletín, como los suecos o las duquesa británicas, no estarían tan atrás. Estarían, simplemente, en otro casillero. Pero, creo yo, la diferencia con los otros Reyes está en la falta de preparación que tienen los bartolos en todo.
Si vamos a lo superficial, a lo exterior, los demás les llevan millas de ventaja. Nórdicos, los de Holanda, Bélgica, Luxemburgo, G. Bretaña y hasta los sin corona, hacen mejor papel. Sabemos donde esquian, donde practican deportes, donde compran su ropa y hasta las veces que coinciden socialmente como cualquier familia. Vemos hijos reales en escuelas públicas, haciendo deporte o acompañando a sus abuelos reales en actividades culturales o deportivas privadas pero que son parte del trainnig para cuando sean mayores. Vemos consortes bien vestidas, royals por nacimiento o por matrimonio, bien vestidas, elegantes, sonrientes y ubicadas. Vemos matrimonios educados que saben que hacer en público. Y que asumen que sus vidas son públicas, sin privacidad porque viven de la gente.
Si profundizamos y salimos de la cáscara, todos los otros saben al dedillo el protocolo y manejan la exposición pública con soltura y saber estar.
Las consortes tienen estudios universitarios, lo que les permite un aire más libre y personal, sobretodo cuando viajan al exterior. Manejan otros idiomas, se mueven con soltura y seguridad. Son educados. Y, este es el punto más débil de la monarquía española. Carecen, fundamentalmente, de educacion pero también de seguridad. Son bastos, vulgares y catetos. Letizia podría haberse refinado y pegar un estilo que opacarĺa a las danesas y a las duquesa británicas. Pero no supo hacerlo y no se dejó guiar. Felipe, que tuvo las mismas oportunidades que los otros, era el más guapo y el más "preparao" ¿ recuerdan?. Y ahí lo tenéis. Avejentado, desprolijo, soso, falto total de glamour. Convertido en un pelele, calzonazos.
El trabajo real es sólo de representación, pero, aún así hay que saberlo hacer. Porque se está representando un País y un Pueblo que los mantiene " a cuerpo de rey" ( nunca mejor empleado un termino).
Recuerdo la visita a Roma de los Herederos daneses y el gesto, agradable y con enorme sonrisa, de Mary al llegar a un hospital e intentan saludarle a ella antes que a Fred. Destilando simpatía indica quien es el futuro rey. Y Mary no bebió el protocolo real de niña. Su mérito, el de todo/as está en respetar el País, familia e institución de la que, ahora, forma parte.
Cuando en un acto oficial estás en una Iglesia, ante las Fuerzas Armadas o en un acto de larga tradición no puedes ni debes no saber santiguarte ( si entras a una Iglesia) ni estar con cara de oler m....no se puede hacer comentarios ofensivos al entorno que te recibe ( "si te paras con cualquiera...")
La ventaja de los otros no es por su exceso de excelencia sino por la falta total de méritos de los locales. Ellos dan la ventaja.y los otros los ignoran.
Si sólo fuera por escribir un folletín, como los suecos o las duquesa británicas, no estarían tan atrás. Estarían, simplemente, en otro casillero. Pero, creo yo, la diferencia con los otros Reyes está en la falta de preparación que tienen los bartolos en todo.
Si vamos a lo superficial, a lo exterior, los demás les llevan millas de ventaja. Nórdicos, los de Holanda, Bélgica, Luxemburgo, G. Bretaña y hasta los sin corona, hacen mejor papel. Sabemos donde esquian, donde practican deportes, donde compran su ropa y hasta las veces que coinciden socialmente como cualquier familia. Vemos hijos reales en escuelas públicas, haciendo deporte o acompañando a sus abuelos reales en actividades culturales o deportivas privadas pero que son parte del trainnig para cuando sean mayores. Vemos consortes bien vestidas, royals por nacimiento o por matrimonio, bien vestidas, elegantes, sonrientes y ubicadas. Vemos matrimonios educados que saben que hacer en público. Y que asumen que sus vidas son públicas, sin privacidad porque viven de la gente.
Si profundizamos y salimos de la cáscara, todos los otros saben al dedillo el protocolo y manejan la exposición pública con soltura y saber estar.
Las consortes tienen estudios universitarios, lo que les permite un aire más libre y personal, sobretodo cuando viajan al exterior. Manejan otros idiomas, se mueven con soltura y seguridad. Son educados. Y, este es el punto más débil de la monarquía española. Carecen, fundamentalmente, de educacion pero también de seguridad. Son bastos, vulgares y catetos. Letizia podría haberse refinado y pegar un estilo que opacarĺa a las danesas y a las duquesa británicas. Pero no supo hacerlo y no se dejó guiar. Felipe, que tuvo las mismas oportunidades que los otros, era el más guapo y el más "preparao" ¿ recuerdan?. Y ahí lo tenéis. Avejentado, desprolijo, soso, falto total de glamour. Convertido en un pelele, calzonazos.
El trabajo real es sólo de representación, pero, aún así hay que saberlo hacer. Porque se está representando un País y un Pueblo que los mantiene " a cuerpo de rey" ( nunca mejor empleado un termino).
Recuerdo la visita a Roma de los Herederos daneses y el gesto, agradable y con enorme sonrisa, de Mary al llegar a un hospital e intentan saludarle a ella antes que a Fred. Destilando simpatía indica quien es el futuro rey. Y Mary no bebió el protocolo real de niña. Su mérito, el de todo/as está en respetar el País, familia e institución de la que, ahora, forma parte.
Cuando en un acto oficial estás en una Iglesia, ante las Fuerzas Armadas o en un acto de larga tradición no puedes ni debes no saber santiguarte ( si entras a una Iglesia) ni estar con cara de oler m....no se puede hacer comentarios ofensivos al entorno que te recibe ( "si te paras con cualquiera...")
La ventaja de los otros no es por su exceso de excelencia sino por la falta total de méritos de los locales. Ellos dan la ventaja.y los otros los ignoran.