Los Reyes: Almuerzo ofrecido en honor de Sus Excelencias el Presidente de la República del Ecuador

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Puede que el discurso de tu marido te aburra a rabiar, puede que no te guste estar ahí pero ¿no puedes cambiar la cara de "apúrale con el discurso que se enfría la sopa" o "¿falta mucho?" ya me quiero ir" por un gesto más amable, como el de la señora a la izquierda de Rajoy? ¿Tan mala es la educación que te dieron en casa? ¡Qué tipa, por Dios!
Peor la del Sr al lado de letizia, un tal M.Rajoy?
 
Ese vestido no me gustó la otra vez que lo lució. La botonadura que de repente se interrumpe a mitad de la falda queda fatal. Y ella que no sé de que talla lo lleva. El pecho apretadísimo y aplastado y la cintura tampoco la veo bien.
Tampoco me parece buena idea que el cinturón esté sobre la botonadura. Me parecen dos elementos incompatibles.
No está mal el vestido pero no termina de estar logrado.
Quién es el diseñador?
 
Palabras de Su Majestad el Rey en el almuerzo ofrecido a Su Excelencia el Presidente de Ecuador
Palacio Real de Madrid, 18.12.2017

Con los sentimientos de afecto que nos inspira la fraternal relación existente entre Ecuador y España, queremos daros hoy a Vuestra Excelencia y a vuestra esposa la Sra. Dª Rocío González de Moreno, la más cordial bienvenida en esta vuestra primera visita oficial a nuestro país como Presidente de la República de Ecuador.

Estamos seguros de que durante su estancia, junto a la distinguida delegación que le acompaña, sentirán la hospitalidad y el afecto del pueblo español al igual que la Reina y yo percibimos el cariño del pueblo ecuatoriano cuando viajamos en 2012 a su país como Príncipes de Asturias. Recordamos con profunda gratitud aquellos días en Ecuador.

Entre los muchos recuerdos imborrables que atesoramos, el del acto de entrega de las llaves de la ciudad de Quito en la Iglesia de la Compañía. Como dijimos en aquella ocasión, las llaves que recibimos abrieron aún más nuestros corazones a los quiteños y, también, por extensión a todos los ecuatorianos.

Señor Presidente,

Seguimos con el mayor interés las prioridades que fijasteis en vuestro discurso de transmisión de mando para vuestra acción de gobierno. Saludamos vuestra concepción profundamente humanista, centrada en el ciudadano, en valores como la honestidad, el respeto a los demás, la solidaridad, la corresponsabilidad y la lealtad a la patria. Destacamos la importancia que habéis atribuido al diálogo y a la búsqueda del consenso como elementos centrales de vuestra gestión política. Quiero transmitiros la seguridad de que en vuestro empeño por trabajar para que nadie quede atrás, podrá Vuestra Excelencia contar siempre con el apoyo de España.

Señor Presidente,

En 2012, se exhibió en Quito una exposición de fotografías de la Agencia EFE que llevaba por título, muy acertado, “Ecuador y España, 9.000 kilómetros de cercanía”. Una manera de expresar que la relación de hermandad que une a nuestros países se cimienta en estrechos lazos; que también son antiguos, pero que encuentran en el presente una formidable pujanza y vitalidad que con toda seguridad nos permite augurar su mantenimiento e incluso su proyección en el futuro.

La argamasa más poderosa de ese puente de 9.000 kilómetros de cercanía que nos une son nuestros ciudadanos. Se estima que residen en España más de 400.000 ecuatorianos. Esta conexión se hace aún más patente si atendemos al hecho de que entre 2006 y 2015, en aplicación de nuestra legislación en materia de nacionalidad, más de 250.000 ecuatorianos adquirieron la nacionalidad española, ocupando la primera posición entre los países iberoamericanos. Compartir este elevado número de dobles nacionales forja entre nuestros países un nexo indestructible y que se proyecta hacia el futuro.

Los ecuatorianos que residen en España contribuyen de manera sustancial a la prosperidad de nuestra sociedad con su esfuerzo y con el sacrificio personal que supone dejar atrás el propio país, aun cuando, como en este caso, se llegue a un país amigo y hermano. Ellos no olvidan a quienes se quedaron en tierras ecuatorianas y por eso, una parte importante del fruto de su esfuerzo revierte en el desarrollo de Ecuador a través de las remesas enviadas. Y en esta ocasión, en la celebración hoy del “Día Internacional del Migrante”, deseamos rendirles un merecido homenaje.

Por otro lado, como símbolo de su aportación al progreso de nuestra sociedad, no querría dejar de recordar en esta oportunidad a un ilustre quiteño que también dejó atrás su ciudad natal, a la que ya no regresaría, para poner su inteligencia y su sentido de la justicia al servicio de la redacción de la primera Constitución española, la de Cádiz de 1812: me refiero al gran José Mejía Lequerica.

Como rezaba el epitafio que le dedicó su amigo el guayaquileño José Joaquín de Olmedo: “Poseyó todos los talentos/amó y cultivó todas las ciencias/pero sobre todo amó a su patria y/defendió los derechos del pueblo español/con la firmeza y la virtud/con las armas del ingenio y de la elocuencia/ y con toda la libertad/ de un representante del pueblo”.

Señor Presidente,

En el plano institucional, España y Ecuador viven un excelente momento en sus relaciones bilaterales. De ello da testimonio el que vuestro primer viaje internacional como Presidente fuera de tierras americanas, tras visitar la Santa Sede, os haya traído a España, gesto que valoramos y agradecemos.

También son buenas nuestras relaciones en el ámbito económico, relaciones que confiamos continúen fortaleciéndose para alcanzar su pleno potencial. España apoyó de manera decidida que la adhesión de Ecuador al Acuerdo Comercial Multipartes con la UE se comenzara a aplicar provisionalmente a partir del 1 de enero de este año. Confiamos en que este nuevo marco permita impulsar nuestros vínculos comerciales. El número de empresas españolas presentes en Ecuador ha aumentado de forma sostenida en los últimos años y se han diversificado los sectores en los que operan. Nuestras empresas están comprometidas con el progreso económico, tecnológico y social de Ecuador, al que desean seguir aportando su prestigio y experiencia.

Como he señalado, Ecuador siempre podrá contar con el apoyo de España en su camino hacia una sociedad más próspera y justa. Y sabe bien, Sr Presidente, que los españoles sintieron como propio el dolor del pueblo ecuatoriano con motivo del gravísimo terremoto que golpeó a su país el 16 de abril de 2016. Esta tragedia puso de manifiesto la estrecha relación que nos une y el tesón del pueblo ecuatoriano para recobrar la normalidad de su vida cotidiana, así como sus esperanzas de futuro.

Compartimos también una misma cultura y referentes comunes en este ámbito, como reflejasteis en vuestro discurso de transmisión de mando. Y en 2007, durante vuestro primer mandato como Vicepresidente de la República, tuvisteis ocasión de visitar Madrid para inaugurar una muestra de arte ecuatoriano coorganizada por la Sociedad Estatal de Acción Cultural en el Exterior que daba cuenta de la fabulosa riqueza y diversidad de la cultura de vuestro país, que sin duda es resultado de la interacción de herencias múltiples. Celebramos que esta tarde vaya a inaugurarse en Madrid un Centro Cultural ecuatoriano que permitirá a los españoles un mejor conocimiento de vuestra cultura.

Nuestra relación no se agota en la interacción bilateral, sino que se forma parte y nutre nuestra relación con el resto de la Comunidad Internacional. Somos miembros de la Comunidad Iberoamericana, mantenemos una alta afinidad de valores y de percepciones que nos permiten abordar conjuntamente muchos de los desafíos que presenta el mundo actual.

Señor Presidente,

España y Ecuador somos países hermanos y, en consonancia, nos comportamos con especial afecto y lealtad, muy particularmente en los momentos adversos que podamos llegar a atravesar. Hemos conseguido recorrer un largo y exitoso camino juntos y debemos continuar avanzando hacia una mayor prosperidad compartida.

Hago votos para que sigamos trabajando por el bienestar de nuestros ciudadanos. Y con ese deseo, levanto mi copa para brindar por Vuestra Excelencia, por vuestra esposa y por la profunda y permanente amistad entre nuestras dos Naciones.

¡Uf! larguisimooooo,no lo puedo leer.
 
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