Los mil días de Felipe

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Los mil días de Felipe
Jaime Peñafiel | 20/03/2017

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Escribe mi compañero Isaac Rosa, a propósito de los mil días de Felipe VI: “Habrá que hinchar mucho la prosa cortesana para resumir esta etapa de su reinado. Porque, a pesar de tanto tiempo transcurrido, hay poco que contar: “normalidad institucional”, “transparencia” y “ejemplaridad”. Poco más de lo que ya se contó después de los cien días de obligado balance.

Tampoco es eso. En la historia de las monarquías europeas, ningún heredero se ha encontrado jamás con tantos problemas como el pobre Felipe tras la abdicación de su padre.

Para empezar, con una Monarquía sin monárquicos y, además, desprestigiada por la conducta de algunos de sus miembros. Y no solo del titular de la Corona cuyo nombre, guste o no, siempre figurará con letras de oro en el frontispicio de la historia de España. Aunque solo sea por la transición de una dictadura de cuarenta años a una democracia plena con el partido comunista incluido.

Negar los méritos del “campechano” es tan ridículo como creer que el “preparao” lo estaba cuando el 19 de junio fue proclamado Rey, tras la abdicación, el 18 de junio, de su padre, una abdicación nunca explicada suficientemente. Sobre esta, hasta la reina Sofía se había pronunciado, mucho antes de que se produjera: “A un rey solo debe jubilarle la muerte. Que muera en su cama y se pueda decir: “El rey ha muerto, viva el rey”.

¿Qué precipitó la abdicación? No me hablen de la salud. Siempre ha tenido una mala salud de hierro. Y que, a pesar de los excesos de todo tipo, parece tan fuerte como un roble.

Pienso que tras el escándalo de Corinna y lo de Botswana, la esposa, el hijo y la nuera decidieron que hasta aquí llegó la riada. Y cada uno con sus motivos: doña Sofía, por sufridora esposa, deseaba convertirse en reina madre o madre de Rey; Felipe, por ambición; Letizia, por el lógico deseo de ver a su marido convertido en Rey y ella en Reina aunque fuera consorte.

Qué lejos estaban los tres y los que propiciaron la renuncia de lo que le esperaba al nuevo soberano: un bloqueo político y un largo proceso de designación de candidatos, con interminables rondas de consulta para la que no estaba preparado.

Pena daba verle recibiendo en Zarzuela a los líderes de todos los partidos para escuchar sus milongas, intentando vender lo que no tenían.

Algunos llegaron sin el menor respeto protocolario, en mangas de camisa, vaqueros y zapatillas deportivas con un “hola, Felipe”. Fue este individuo vestido de tal guisa, quien le provocó, regalándole, el 15 de abril de 2015, y durante la visita real al Europarlamento de Bruselas, la colección completa de los DVD de “Juego de Tronos”.

El muchacho posiblemente ignoraba que esta serie no podía ser visualizada en el salón familiar de la casa de Felipe, en cumplimiento de la normativa que impide el uso de los regalos recibidos. Como todo, pasó directamente a Patrimonio.

Lo de los regalos ha sido una de las cosas positivas de estos mil días, dentro de la política de transparencia, con la publicación de la lista de los 326 obsequios recibidos a lo largo del 2015 y su valor en euros.

Felipe, el que más con 151, seguido de Letizia con 80. Para los dos, conjuntamente, 57; las niñas, 16; Juan Carlos, 9; Sofía, 12 y un regalo para los dos.

Esto, repito, ha sido muy positivo y se aleja de los que el rey Juan Carlos recibía. Como aquellos dos Ferrari que el jeque Mohamed bin Rashid, de Dubai, le hizo llegar en noviembre de 2011, valorados en 700.000 euros.

También hay que destacar como positivo de estos mil días, la actitud que ha mantenido, en todo momento, en el caso Nóos. No era fácil ni para él ni para la Institución ver a su hermana, la infanta Cristina, sentada en el banquillo para responder de presuntos delitos. Supo mantener la línea roja para que no le salpicara a él y a lo que representa. De todas formar, el tema no ha terminado todavía.

Obligado destacar, la Ley de Retribución, el Código de Conducta y los recortes de sueldos.

Todo esto, sorprendentemente, parece normal, que lo es en una Monarquía democrática. La de Juan Carlos también lo era. Pero, por su manera de comportarse, él y su familia, no lo parecía.

A pesar de todo esto, la actual Monarquía ya no es una preocupación para los españoles, tampoco es querida, solo aceptada dentro de un orden. Lo que no puede evitarse es que el personal critique a la consorte, a la que parece solo interesarle su aspecto físico, aunque para ello tenga que recurrir permanentemente a retoques, y el modelo que tiene que lucir cada día para sorprender a la “canalla”.

http://www.republica.com/reino-de-corazones/2017/03/20/los-mil-dias-de-felipe/
 
Señor Peñafiel "al pobre muchacho" lo están sosteniendo la oligarquía de este país,junto con la prensa oficial cortesana,en la cual le incluyo a usted.
El "muchacho"cerca de 50 añazos,por si mismo no convence a nadie y es muy fácil hacerle caer si ya no sirviera a los intereses de los empresarios y financieras,por que los ciudadanos no iban a salir a defenderlo,todo lo contrario.
Para asistir a un acto ridículo y publicitario no es preciso vestirse de pingüino.
El regalo del DVD de juego de tronos era muy personal,con una indirecta muy directa,lo que haga después no importa,pero sería muy recomendable que lo viera,quizás lo necesite.
 
"A pesar de todo esto, la actual Monarquía ya no es una preocupación para los españoles, tampoco es querida, solo aceptada dentro de un orden. Lo que no puede evitarse es que el personal critique a la consorte, a la que parece solo interesarle su aspecto físico, aunque para ello tenga que recurrir permanentemente a retoques, y el modelo que tiene que lucir cada día para sorprender a la “canalla”.

Una monarquía que según Peña no es querida solo aceptada, es un fracaso de la misma.
Se puede prescindir de ella y nadie se daría cuenta. Es meramente decorativa que a los españoles nos sale muy cara, en su momento se tendrá que debatir si es lo que los españoles quieren en la Jefatura del Estado.
Se critica a la consorte porque los plumillas no se atreven o presuntamente lo tienen prohibido hablar de él, ella no es nada, una acompañante de él.
 
"A pesar de todo esto, la actual Monarquía ya no es una preocupación para los españoles, tampoco es querida, solo aceptada dentro de un orden. Lo que no puede evitarse es que el personal critique a la consorte, a la que parece solo interesarle su aspecto físico, aunque para ello tenga que recurrir permanentemente a retoques, y el modelo que tiene que lucir cada día para sorprender a la “canalla”.

Una monarquía que según Peña no es querida solo aceptada, es un fracaso de la misma.
Se puede prescindir de ella y nadie se daría cuenta. Es meramente decorativa que a los españoles nos sale muy cara, en su momento se tendrá que debatir si es lo que los españoles quieren en la Jefatura del Estado.
Se critica a la consorte porque los plumillas no se atreven o presuntamente lo tienen prohibido hablar de él, ella no es nada, una acompañante de él.
La palabra aceptada,no la veo apropiada.Yo diría soportada a conciencia por aquellos que la defienden por intereses partidistas y no dejan entrar otras alternativas más democráticas.Está claro que la monarquía de los Borbones no convencen,pero los que tienen el poder la sostiene eliminando de raíz otras posibilidades.Es pura impotencia pero sin desfallecer en el intento.Cualquier cambió contra el bunker nunca va a ser fácil.
 
Resumen 1000 días: a pesar de su buena voluntad y el perfil bajo, al Sexto le crecen los enanos (Emérito, Cristina, la kkuin...) Apagando fuegos y dando palos de ciego es lo único que su capacidad le permite hacer con la situación. Lo único que tiene no contaminado que son las hijas, la mujer ni siquiera le permite enseñarlas...
 
"A pesar de todo esto, la actual Monarquía ya no es una preocupación para los españoles, tampoco es querida, solo aceptada dentro de un orden. Lo que no puede evitarse es que el personal critique a la consorte, a la que parece solo interesarle su aspecto físico, aunque para ello tenga que recurrir permanentemente a retoques, y el modelo que tiene que lucir cada día para sorprender a la “canalla”.

Una monarquía que según Peña no es querida solo aceptada, es un fracaso de la misma.
Se puede prescindir de ella y nadie se daría cuenta. Es meramente decorativa que a los españoles nos sale muy cara, en su momento se tendrá que debatir si es lo que los españoles quieren en la Jefatura del Estado.
Se critica a la consorte porque los plumillas no se atreven o presuntamente lo tienen prohibido hablar de él, ella no es nada, una acompañante de él.

Ya ni decorativa es, más bien vulgar y barata.
 
como el tango..............veinte años no es nada....................
como el refrán.............no hay mal que dure cien años............
como en el foro............tiene en su mujer, su mejor FLOTADOR.



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Cuando ponen tanto empeño en vendernos un producto,lagarto,lagarto jajajajaja es que el producto está averiado y no tiene salida.Un producto de calidad no necesita tanto marketing,se ve a simple vista con sus actos y, una personalidad que suele destacar.Cuando a cualquier ser humano se le blinda para hacer lo que quiera sin consecuencias, se le regala una vida llena de privilegios y le rodeas de una corte de pelotas integrales,sin que sientan vergüenza alguna,entonces se está creando un verdadero déspota,capaz de cualquier felonía y convencido de que está en todo su derecho hacer y tener los caprichos que se le ocurra,como lo más natural del mundo.Es todo tan ridículo...
 
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