Los Kennedy

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Jean Kennedy Smith, única hija superviviente de los hijos de Joseph y Rose Kennedy.

Viuda de Stephen Smith, madre de dos hijos varones y de dos hijas adoptadas vietnamitas, fue embajadora de EEUU en Irlanda, la patria de sus antepasados. Fué compañera de colegio de Ethel Skakel y quien propició asi el noviazgo y boda con su hermano Robert.

Pero la verdadera matriarca es Ethel, la viuda de Bobby, aunque solo sea por ser la madre, abuela y bisabuela de casi todos los Kennedy actuales exceptuando los hijos y nietos de Ted. Y los que descienden de los varones siguen considerandose más Kennedy que sus primos Smith, Lawford o Shiver....


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Cuando, tras el asesinato de su marido, dió a luz a su última hija, la úndecima - y porque ya no pudo haber más por razones obvias, que sino...-, nada más salir del hospital en vez de llevar a la criatura a casa la llevo directamente al cementerio donde descansaba su marido... ¡Como si la criatura tuviese que ser bautizada con la tragedia nada más nacer! Ethel ha vivido más para la memoria de su marido que para sus hijos... asi le pasó lo que le pasó con los mayores, con David... fué una madre dura y poco cariñosa con los chicos, que la sacaban de quicio echando de menos la presencia de su marido para meterlos en cintura, sin disntinguir realmente la diferencia de caracter entre unos y otros, como la sensibilidad mortalmente herida de David, a quien no se sabe si no ayudo porque no pudo o no quiso, pero más indulgente con las chicas...

Siempre ha presumido de ser más Kennedy que los propios Kennedy... Fué la nuera favorita de Rose, con su misma mentalidad tradicional de esposa consentidora y engendradora de todos los hijos que enviase Dios (aunque la suegra decidió robarle la voluntad a Dios echando a su marido de la alcoba para siempre tras parir a Teddy, cosa que no hicieron sus nueras, ni siquiera las niñas bien Jacqueline y Joan a las que ella ponia a Ethel de ejemplo como esposa y madre Kennedy ejemplar).

Ufff, vaya suegra la Rose, Jackie la llamaba "belle mère" para no llamarla bruja... Rose fue una mujer muy egocentrica y también poco cariñosa con sus hijos, al menos Jack Kennedy no ocultó nunca a Jackie sus carencias afectivas maternas durante su infancia, cuando debia guardar cama durante semanas mientras su madre se iba de compras o a hacer vida social lejos de casa... Muy beata pero para ir a misa y ser esposa oficial ejemplar, en el resto si habia que lobotomizar a una hija por capricho del marido, pues a hacer la vista gorda, voluntad de Dios... y se vengó bien del que habia sido un marido infiel cuando mataron a Jack... simplemente lo olvidó en casa, paralizado por el derrame en manos de sus enfermeras, dejando que viese el funeral por TV. Con más razón en el caso de Bobby, en que el anciano ya no se enteraba de nada...

 
me encantaba esta pareja, làstima que ya se sabe que no eran todas rosas entre ellos y que llevaban una vida marital bastante conflictiva, por no decir desastrosa...a saber si seguirian aun casados, lo dudo, ella era una mujer muy atormentada...como sea, una pena la muerte de los tes, tan jovenes y bellos y con tanto futuro, juntos o separados...ella tenia un estilazo impresionante a pesar de su aire gèlido, todo le quedaba bien, muy elegante...
 
DOCUMENTAL

John John Kennedy, el hombre que pudo ser rey

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John John Kennedy y Caroline Bessette, en una cena de la Casa Blanca para la prensa el 1 de mayo de 1999, meses antes de su muerte. TYLER MALLORYGETTY
6 Comentarios
Una película indaga en los últimos días del hijo de JFK y en su instinto político, que quizá hubiese cambiado Estados Unidos

  • PABLO SCARPELLINI
  • @pscarpe
05/08/2016 20:53
Verano de 2016: parece un momento propicio para hablar de figuras políticas que podrían cambiar la sensación del desaliento reinante. Hillary Clinton y Donald Trump representan, a ojos de una amplia mayoría, un callejón sin salida entre dos contendientes con un paupérrimo coeficiente de popularidad. A la fuerza, hay que votar por alguno de los dos aunque ninguno convenza demasiado a millones de americanos. Se echa de menos el carisma de personajes forjados en la arena política, estadistas profesionales, personas ilusionantes con un expediente inmaculado.

John Kennedy Jr. podría haber sido uno de ellos, el elegante, distinguido e interesante hijo del presidente asesinado en Dallas, un hombre que hace 17 años decidió emprender vuelo en su avioneta privada con destino a la isla de Martha's Vineyard y que no pudo sobrevivir al viaje por causas que todavía hoy no están del todo claras.

Y aunque la vida no le dio tiempo de anunciar sus intenciones de forma explícita y oficial, las tenía y pasaban por emular a su padre, pese a que pasó la vida tratando de ser él mismo y no la réplica de John Fitzgerald Kennedy. I am JFK Jr., el nuevo documental que lleva unos días en salas de cine en Estados Unidos y que se estrenará en el canal Spike el próximo 1 de agosto, va en esa dirección: recuperar la figura de un hombre adorado por los estadounidenses y considerado como el príncipe de una monarquía que nunca se dio en la forja del imperio americano.

La película ahonda en la figura del hombre de familia de 38 años, en los momentos claves de su vida y en su etapa como empresario al frente de la publicación George, entre 1995 a 2001. Además están los apuntes de los que fueron sus amigos más cercanos que han querido recordar a John John al calor del estreno del documental. Sasha Chermayeff, artista e historiadora de la Universidad de Vermont, asegura que el hijo de Jacqueline Kennedy "estaba bien colocado para hacer mucho bien".

Chermayeff le contó a la revista People que "estaba segura de que [John John] iba a hacer grandes cosas y que no estaba perdiendo mucho tiempo. Transmitía la sensación de que había mucha esperanza con él, no sólo para sus amigos sino para el mundo entero".

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Esas esperanzas pasaban por alcanzar un puesto político de responsabilidad, una trayectoria que al parecer tenía clara y que compartió, de forma sutil, con su secretaria en George, RoseMarie Terenzio. Al parecer, John John tuvo una conversación con un republicano, el senador por Nueva York, Al D'Amato, que le sugirió que se presentase a alcalde de la Gran Manzana.

El apuesto Kennedy concluyó la conversación con una carcajada de humildad, aunque en el fondo albergaba planes más contundentes para su futuro. Se le contó a su secretaria, a la que le explicó sin rodeos que no conocía un solo presidente de Estados Unidos que antes hubiese sido alcalde.

"Estaba tan en shock que no dije nada", recordaba Terenzio. "Ese no es el camino que hay que seguir. Bueno, ya veremos qué pasa", sentenció entonces su jefe.

La hoja de ruta en realidad contemplaba la opción de Albany, la capital del estado de Nueva York. Su ambición era convertirse en la máxima autoridad estatal para después dar el salto hacia la Casa Blanca. Al menos esa era la especulación.

Su última noche de vida antes de coger la avioneta hacia Massachusets, su amigo Gary Ginsberg aseguró que John Kennedy Jr. sólo tenía dos cosas en su mente: "Encontrar un distribuidor para su revista y su futuro político".

Explica que ambas cuestiones estaban vinculadas por tratarse de una revista política que había logrado tratar los asuntos políticos de forma desenfadada, acercando a la publicación a miles de personas que nunca antes había tenido interés por un producto así.

Todo ello mientras mascaba la idea de presentarse al Senado de Nueva York, como años más tarde haría Hillary Clinton antes de optar a la Casa Blanca por el partido demócrata. "Estuvo pensando en presentarse a senador por Nueva York, incluso tuvo reuniones durante la primavera. Pero, hacia julio, había llegado a la conclusión que debía concentrar su atención en llegar a gobernador de Nueva York en 2003".

Su idea, cuentan, era dar ejemplo desde un cargo que le encajaba mejor que el de legislador. "El plan se había convertido en algo muy tentador para él en algún momento del verano".

Era un asunto que se veía venir y que el documental va reconstruyendo según va narrando su vida, con puntos álgidos como el saludo al paso del ataúd de su padre tras su asesinato en 1963, o sus momentos como asistente del fiscal del distrito en Nueva York.

"John Kennedy Jr. estaba destinado a la grandeza, era el heredero del legado de su padre, y lo sabía", explicó el responsable del documental, Derik Murray, quien cree que su misión tenía más que ver con la bondad que con la grandeza. "Después de leer sobre los hérores de la Historia y quiénes eran en casa, cómo trataban a sus familias, pensó que era más importante comprometerse con ser un buen hombre".

Al más puro estilo documental, la cinta está salpicada de entrevistas de nombres conocidos como Robert De Niro, la periodista Christiane Amanpour, la supermodelo Cindy Crawford o el boxeador Mike Tyson, con quien, por cierto, mantuvo una relación de mucha cercanía pese a la diferencia de personalidades.

Kennedy llegó incluso a visitarle en la cárcel tras estar interesado en publicar su perfil en la revista. "Me sorprendió que fuera una persona con los pies en la tierra", recuerda el púgil. "Fue honesto y sincero sobre mi situación. Hizo énfasis en el hecho de que todos los miembros de su familia le sugirieron que no viniera a visitarme". Le advirtieron que esa visita podría dañar su imagen y que la gente dejaría de respetarle, pero siguió adelante, ganándose el respeto y el cariño para siempre de Tyson.

Como señaló el periodista de CNN Chris Coumo, había grandeza en el príncipe americano. "Y me importa un carajo si eso tenía o no que ver con la política".

El último vuelo
Sucedió la noche del 16 de julio de 1999. John John salió del aeropuerto de Fairfield, en Nueva Jersey, junto a su mujer, Caroline Bessette, y la hermana de ésta, Lauren, con destino a la boda de su primo Rory Kennedy en Martha's Vineyard, Massachusetts, el lugar de veraneo de los Kennedy desde tiempos inmemoriales. Se trataba de una avioneta ligera, una Piper Saratoga que había adquirido pocos meses antes. ¿Qué ocurrió durante el vuelo? Las condiciones del tiempo y la visibilidad durante el trayecto eran aceptables. Cuando se supo de la desaparición de la nave, comenzó la búsqueda, aunque nunca hubo optimismo. Una maleta negra que pertenecía a Bessette apareció en aguas del Atlántico junto a los restos del aparato. Cinco días más tarde, el 21 de julio, buzos de la Armada de EEUU encontraron los tres cuerpos en el fondo del océano. Las dos mujeres, que iban en asientos traseros, aparecieron junto al fuselaje retorcido de la avioneta. El cuerpo de Kennedy a unos metros, todavía estaba amarrado al asiento del piloto. Fue un final dramático para una familia marcada por la tragedia a lo largo de los años.
 
La familia más conocida en Estados Unidos ha pasado por pruebas difíciles frente al mundo entero, pero también ha tenido momentos muy felices, como las bodas de sus miembros. Éste es un recuento de las más especiales


Caroline y Edwin 1986
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Ted y Joan 1958
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Bobby y Ethel 19581f0866e33c4cb5593b78fee5aad6af24.jpg b517e25c9783f7c1c908177066f4f6fb.jpg
 

Adjuntos

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