LOS ANIMALES

Este incidente ocurrió en Punjab, India.

Dos cachorros cayeron en un pozo, la mamá corrió cerca del pozo y comenzó a ladrar y atrajo la atención de su dueño, que vio al fondo y notó que había una Cobra Rey, que no mostraba ser amenaza alguna para los cachorros. Horas después, la serpiente cuidó a los cachorros, impidiéndoles el paso al otro lado, donde posiblemente podrían haberse ahogado cuando el pozo se llenara de agua.

Estuvieron alrededor de 48 horas en el fondo del pozo y las 48 horas la Cobra se mantuvo a su lado. Finalmente, cuando llegó la ayuda, la cobra fue hacia el otro lado del pozo, los cachorros no presentaban ningún tipo de lesión por parte del reptil, que también fue capturado para ser liberado en una zona salvaje.

Una de las más mortíferas y peligrosas criaturas del mundo, que así se supone que es la Cobra Rey, supo bien la importancia de la co-existencia y asistencia mutua. La raza humana, en este sentido está muy por detrás y es una de sus mayores desventajas y debilidades.

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Este incidente ocurrió en Punjab, India.

Dos cachorros cayeron en un pozo, la mamá corrió cerca del pozo y comenzó a ladrar y atrajo la atención de su dueño, que vio al fondo y notó que había una Cobra Rey, que no mostraba ser amenaza alguna para los cachorros. Horas después, la serpiente cuidó a los cachorros, impidiéndoles el paso al otro lado, donde posiblemente podrían haberse ahogado cuando el pozo se llenara de agua.

Estuvieron alrededor de 48 horas en el fondo del pozo y las 48 horas la Cobra se mantuvo a su lado. Finalmente, cuando llegó la ayuda, la cobra fue hacia el otro lado del pozo, los cachorros no presentaban ningún tipo de lesión por parte del reptil, que también fue capturado para ser liberado en una zona salvaje.

Una de las más mortíferas y peligrosas criaturas del mundo, que así se supone que es la Cobra Rey, supo bien la importancia de la co-existencia y asistencia mutua. La raza humana, en este sentido está muy por detrás y es una de sus mayores desventajas y debilidades.

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Que raro Anda,una Cobra protegiendo a los cachorros!Cada vez admiro más a los animales.
 
[video=youtube_share;_6479QAJuz8]http://youtu.be/_6479QAJuz8[/video]Si que es raro, si... En fin, como lo contaron lo cuento.

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Tu perro es superdotado (y no porque lo digas tú )

Por: Ana Alfageme | 07 de mayo de 2013


Pienso que mi cachorra de schnauzer, Matilda, no es normal. El día que llegó a casa, al ver su cuna en forma de caseta, entró a dormir sin dudar. Aprendió a sentarse en aproximadamente cinco minutos. Tras un par de meses y un par de reprimendas, no he vuelto a recoger excrementos. Si le hablo deTrufo, el teckel al que somete a diario a una estricta dieta de revolcones, carreras y mordiscos en las orejas, gime y se lanza a la terraza a ver si le ve. Si lloro, me lame las manos. Podría contaros más, pero noto cierta humedad resbalando por el cuello e imagino vuestros gestos de vomitar.
Vale, el cariño transforma la percepción. Supongo que resultamos estomagantes porque realmente sentimos que nuestro perro no solo es irresistible, guapo y adorable. También que es el más listo de su especie y de todas las demás.
Resulta que un antropólogo evolucionista viene a darnos la razón. Brian Hare, científico de la Universidad de Duke (Carolina del Norte, Estados Unidos) y doctorado en Harvard, acaba de publicar The genius of dogs, (El genio de los perros, que Ateles Editores lanzará en español en septiembre). Se trata de una amena puesta al día de cuantas investigaciones se han realizado sobre la conducta perruna, incluidas las suyas. Supone también un repaso a una fascinante historia, la de la relación única entre la especie humana y la canina. Desmonta la sobada afirmación de que el perro es un animal tonto, dependiente y desnudo de soberania por estar domesticado. Le da la vuelta a nuestra trayectoria común. Ha sido un asunto colaborativo, altamente social, una epopeya de acercamiento y comunicación en la que más bien somos nosotros los domesticados. "Aunque hay muchos amantes de los perros, la mayoría de la gente no sabe cuan importantes han sido en nuestra propia evolución y en como llegamos a convertirnos en humanos. Queríamos que la gente supiera que sus mejores amigos no solo son bonitas mascotas, forman parte de un cuadro mucho más amplio", relata Hare por correo electrónico. Ha escrito el libro junto a su esposa, la periodista y científica Vanessa Woods, "los perros pueden ayudarnos a entendernos a nosotros mismos. Y sobre todo, deseábamos darles reconocimiento. Han desarrollado un talento único como ningún otro animal del planeta".
Solo recientemente se han multiplicado los experimentos de conocimiento, en el que también participa su propio Centro de Cognición Canina de Duke."Nunca ha habido una época más emocionante para los amantes de los perros", sostiene. "La investigación realizada en la última década ha sido tan importante que queríamos compartirlo. Hasta ahora no existían referencias donde se pudiera encontrar lo último en investigaciones sobre perros. La gente solo podía confiar en artículos periodísticos o leer los publicados en revistas científicas. Queríamos sintetizar los hallazgos y organizarlos de manera útil"
Uno de los descubrimientos básicos destacados por Hare y Woods es que los canes se relacionan como niños de 9 meses. Son capaces de entender nuestros gestos e indicaciones, algo que no está al alcance ni siquiera de nuestros primos hermanos, los grandes simios. Y en eso tuvo mucho que ver un labrador llamado Oreo.
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Brian Hare retratado por Gretchen Mathison.
“Dog guy” ("tipo con o de perro” se define Hare. Su inseparable cachorro bautizado por la galleta favorita de la infancia lanzó el eureka. Él lo cuenta así: “Empecé a trabajar con perros por casualidad. Era un estudiante de 19 años en la Universidad de Emory (Atlanta, Georgia) y colaboraba con un impresionante profesor de Psicología, Mike Tomasello. Fue uno de los primeros en comprobar que los bebés desarrollan poderosas capacidades sociales ya a los 9 meses. Es cuando empiezan a entender que es lo que los adultos tratan de comunicarles cuando señalan algo. Los bebés también comienzan a mostrar cosas a los demás. Siempre que te ven apuntar un pájaro o cuando indican su juguete favorito, se inician en construir capacidades cruciales de comunicación. Al prestar atención a las reacciones y gestos de otros así como al fijarse en lo que los otros se fijan, los bebés empiezan a leer las intenciones de los demás. Mike sabía que nuestros parientes màs próximos, los grandes simios, no pueden entender los gestos humanos, así que pensó que quizá esa capacidad era exclusiva de nuestra especie. Pero como tantos dueños de perros, yo había pasado incontables horas lanzando pelotas a Oreo. Si perdía una, le ayudaba a encontrarla señalando el lugar. Cuando Mike me dijo que un chimpancé no podía seguir las indicaciones de un hombre para conseguir comida, yo exclamé: “¡Mi perro puede hacerlo!”, y así empezó todo”.
El libro recalca el paralelismo entre bebés y perros. Sabemos lo irresistibles que son ambos y por eso pregunté al investigador por qué queremos tanto a nuestros canes. "Nuestra relación con los perros se ha hecho tan cercana que ha cambiado nuestra psicología. Interactuar con un perro puede bajar tu tensión arterial y elevar los niveles deoxitocina, beta endorfinas y dopamina, que están asociadas con el placer y los sentimientos amorosos. A los perros también les afecta nuestra relación con ellos y pueden experimentar subidas de oxitocina. Incluso prefieren pasar más tiempo con nosotros que con otros perros".

Chaser, la border collie que sabe latín.
Hare destaca los más importantes hallazgos: que sí, lo perros entienden lo que les decimos con palabras, "algunos han aprendido más de mil términos. Y no solo eso, lo hacen de manera similar a los niños, incluso organizándolos en categorías". También confirma que no estoy loca si pienso que sé lo que me dice Matilda cuando gruñe bajito ("Venga, que es hora de jugar") o emite un ladrido corto mientras retrocede ("Ya me he cansado. Dame el calcetín de una puñetera vez"): "Entendemos lo que nos dicen los perros de cierta manera", escribe, "podemos distinguir ciertos tipos de ladridos, por ejemplo, los que alertan sobre los intrusos"
Cuando abro la puerta de la terraza por un sitio distinto, Matilda se detiene frente al habitual y no lo entiende, algo que, dado que la tildo de superdotada desde el primer día, me desconcierta. El libro también tiene respuesta para eso: el mundo físico no es su fuerte. "Los lobos son mucho mejores cuando afrontan obstáculos y las ratas lo son tambien para buscar la salida de un laberinto. La conectividad deja a los perros perplejos y aunque poseen un conocimiento básico del estado sólido, se muestran confusos cuando entra en juego la gravedad". ¿Y pueden encontrar los perros perdidos el camino a casa? Bueno, mi perra giró en la dirección correcta hacia la puerta de la casa de mis padres la segunda vez que la llevé. "Pese a las noticias de canes con habilidades similares a los de un GPS y aunque puedan utilizar señales o marcas, usualmente no lo hacen. Cuando se trata de orientación, los perros usan una aproximación egocéntrica". Vamos, que, como dice el libro, si pierdes a tu mascota, ya puedes salir a buscarla o confiar en el chip.
¿Hay muchos o pocos perros geniales? "No existe el concepto de perros 'inteligentes' y 'tontos'. Es una vuelta atrás a una versión lineal de la inteligencia, como si esta fuera una taza de café más o menos llena. Distintos perros son buenos en distintas cosas. El chucho babeando en tu zapato puede no parecer el más brillante, pero desciende de una larga estirpe de perros exitosos y es miembro de la más exitosa especie de mamíferos del planeta, excepción hecha de una, la nuestra. Ten la plena seguridad de que es un genio".
"Debido a que los perros son criaturas sociales, pueden resolver un amplio abanico de problemas que no podrían por si mismos, observando a otros, un humano u otro perro, solucionándolos antes", mantiene Hare. ¿Una respuesta a la incansable curiosidad que veo en casi todos los canes que me cruzo, incluida la mía?

Matilda fotografiada a los dos meses por Uly Martín

Solo me queda saber si Matilda es más lista que un pastor alemán o viceversa. "Se rumorea que la raza más avanzada es el border collie, pero no hay un solo estudio científico que lo haya probado", responde el investigador, "para hacerlo, se necesitarían al menos 30 perros de cada raza. Deberían ser cachorros criados y sometidos a controles de manera similar. Si tomas en cuenta todas las razas incluidas en el American Kennel Club o todas las del mundo, necesitarías entre 6.000 y 12.000 cachorros, décadas de trabajo, millones de dólares y un millar de estudiantes graduados. Evidentemente, nadie lo ha hecho".
Finalmente, algo sobre nosotros, insospechado para mi. Sabíamos que los perros pueden ser terapéutico, y The genius of dogs también lo aborda. Atención a lo que dice Hare que nos hacen nuestros amigos peludos: "Tener un perro puede convertirte en más inteligente (en ciertos tests), más atractivo y más seguro emocionalmente".
Así que ya sabéis. Y por cierto, bienvenidos a este blog, que nace el mismo día en queMatilda cumple seis meses.

 
[video=youtube_share;ac-Ei73hzv4]http://youtu.be/ac-Ei73hzv4[/video]
 
Vitoria veta los circos con animales salvajes

PNV y PSE respaldan la propuesta de Bildu y los colectivos animalistas, mientras decae otra iniciativa para vetar los toros.

Los domadores de fieras al estilo Ángel Cristo ya no son bienvenidos en la ciudad. El Ayuntamiento de Vitoria no expedirá ni una sola licencia más a las empresas circenses que utilicen para sus números a «animales domesticados o salvajes en cautividad», como ya sucede en cerca de 140 localidades españolas. Adiós a los leones pasando por el aro, a los elefantes haciendo el pino o a los monos andando en triciclo sobre la pista de Mendizabala.

Al igual que el pasado febrero Vigo se convertía en la primera ciudad gallega en cerrar sus puertas a estos espectáculos, Vitoria hizo lo propio ayer. Ocurrió durante la comisión de Medio Ambiente, en la que se debatieron y votaron parte de las veintiocho enmiendas presentadas por Bildu al borrador de la nueva ordenanza que regulará la protección y tenencia de animales en el municipio. El texto definitivo, que reemplazará al anterior, de 1994, se aprobará en pleno en las próximas semanas.

Contra el criterio del PP, socialistas y peneuvistas unieron sus votos a los de la formación abertzale para forzar el veto, del que sólo se libran las 'fieras' «domésticas». Éstas son las de granja, como caballos, burros, perros, gatos o... toros, con lo que la conocida como fiesta nacional quedará salvaguardada en la norma.

El espinoso asunto se trató en una enmienda 'ad hoc', si bien su enunciado omitía cualquier terminología relativa a la tauromaquia. Así, lo que se ponía sobre la mesa era la convenciencia o no de que «en ningún local municipal se podrá realizar tortura, trato vejatorio y/o muerte violenta de ningún animal». La propuesta de Bildu chocó contra el rechazo de los populares y la abstención del PSE y del PNV.

La encendida intervención, al inicio de la comisión, en el turno popular, de representantes de la Asociación para un Trato Ético de los Animales (Atea) y de la Asociación Grupo Alavés para la Defensa y Estudio de la Naturaleza (Gaden) no logró mover un ápice la postura de los concejales en ese asunto.

«Hay una ley superior que regula el tema -la de protección de animales del Gobierno vasco- y por tanto, no tenemos competencia para ello», afirmó la responsable de Medio Ambiente, Idoia Garmendia. «Si quieren llévenlo al Parlamento, pero antes póngase de acuerdo en su partido sobre si quieren o no prohibir los toros», agregó.

Canes a su aire

Tras los leones y los toros, llegó el turno a los perros. Si en un principio la ordenanza contemplaba que sólo pudieran ser paseados sin correa, de noche y en áreas acotadas, finalmente se permitirá también su esparcimiento libre en zonas verdes residuales veinticuatro horas. Estos puntos, que no contienen juegos infantiles ni son usados por los ciudadanos, son: la mediana de Portal de Foronda; la intersección de la avenida del Cantábrico con Zaramaga; las raquetas de los nudos de Sansomendi y de Arana (en la avenida de Valladolid con Santiago); la calle Madrid con Aragón; el parque del Alas, en Zaramaga; Jacinto Benavente, entre el puente del ferrocarril y la rotonda Venta de la Estrella; el exterior de la rotonda de la Antonia, la carretera del puerto de Vitoria y campo de los Palacios; y Teodoro Dublang con la vía del tren.

Por contra, únicamente podrán estar sin correa en los parques de Judizmendi, Aranbizkarra y del Norte, y en los jardines de la catedral nueva, en horario nocturno.

http://www.elcorreo.com/alava/v/20130508/alava/vitoria-veta-circos-animales-20130508.html#opina


Otra estupidez de los políticos. Se censura la actuación de animales salvajes en los circos pero la fiesta de los toros declarada de bien de interes cultura con resultado de muerte del animal sigue en vigor...

Y por supuesto se puede seguir utilizando perros, caballos, y hasta la famosa cabra sobre dos patas en el taburete. ¡Pobres animales domésticos y que salvajes políticos españoles!!!


Provocar el sufrimiento de un animal con el resultado de muerte del animal, y para la diversión de los ciudadanos españoles... ¡LO CONSIDERO SADISMO!!!


 
Me parece muy bien que lo hagan.Llevar animales a los cercos me da una pena tremenda.

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elpais.com
La perra que le cambió la vida a El Comidista




Hola. Qué tal. Soy Mikel López Iturriaga, y normalmente escribo sobre gastronomía y alimentación en El Comidista. Pero no he venido aquí a hablar ni de alcachofas ni de pimientos. Ni siquiera de mi libro, aunque aprovecho para recordaros cuánto me duele que no lo hayáis comprado todavía. Este blog va de perros y gatos, así que esta entrada estará dedicada a Chispa, la schnauzer miniatura con la que comparto mi vida. Aclaro: no TODA mi vida, que la zoofilia no ha entrado por ahora en mi catálogo de desviaciones. Dejémoslo en un 90% de ella.


Os preguntaréis, no sin razón, qué demonios os importa a vosotros mi perra. No creáis que a mí no me cuesta perfumarme, ponerme el pañuelo en el cuello y coger el bastón para imitar a Antonio Gala y contar intimidades sobre mi Troylo particular, así que la incomodidad es mutua. Quizá algunos tengáis perro y os sintáis identificados con lo que cuente, y a otros os puede divertir la descripción de su peculiar personalidad. Sed positivos por un día, hombre.


Aunque tiene 10 años, Chispa sólo lleva con nosotros un año y medio. La adoptamos después de que su dueña falleciera, y desde entonces nuestra existencia ha sido mucho mejor. Bueno, mejor en algunas cosas. En otras un poco peor. En fin, dejémoslo en diferente. No estoy deslizando dudas sobre su carácter, ojo: es la bondad personificada, dócil, obediente e incapaz de hacer daño ni a una hormiga. Además tiene la ventaja de ser muy cobarde, con lo que huye de los otros perros y jamás te mete en el tinglado de una pelea canina. Pero tiene sus cositas.


Rascar las alfombras o la moqueta de casa, por ejemplo. No sé muy bien por qué, pero todas mis amenazas de amputación de patas delanteras han caído en saco roto. Supongo que Chispa es suficientemente inteligente como para saber que nunca sería capaz de llevarlas a cabo: pasada la furia, me come el remordimiento por haber gritado semejante barbaridad a un ser angelical como ella. Y entonces es cuando Chispa vuelve a afilar sus uñas en el alfombrón heredado de mi madre.


Otro asunto que desequilibra ligeramente mi estabilidad emocional es su obsesión por olisquear todos, y cuando digo todos quiero decir TODOS, los pises de otros perros del barrio. Ya sé que no hay can que no lo haga, pero ella es como Sherlock Holmes en la escena del crimen: tiene que comprobar hasta el último aroma, no se vaya a perder un matiz de orina de macho labrador de siete años envejecida tres días al sol en esquina de cemento. Sólo existe en el mundo un olor que atraiga más su atención: el destilado de contenedor de basura, auténtico Chanel nº5 para su negra naricilla.




No sin mi Chispa. / AINHOA GOMÀ





Contando estos detalles morbosos, quizá esté ofreciendo una imagen distorsionada de Chispa, que en realidad es una perra megapija. Se nota que ha vivido toda la vida en Pedralbes, uno de los mejores barrios de Barcelona, y de hecho no sé si lleva muy bien lo de haber bajado de estatus en nuestro piso del Eixample. Desde luego no oculta su desdén por la gente pobre, mal vestida, bajita u oscura, y desconfía de la inmigración más que el abominable Anglada. Yo hago esfuerzos por que cambie, pero me temo que ya es demasiado mayor para dejar a un lado sus prejuicios de animal ultraconservador.


Como buena señorita fina, Chispa está llena de manías, y esa es precisamente la parte que más me gusta de su carácter. Con la que más me identifico. No pisa nada metálico y evita cualquier forma circular de color diferente en el suelo de la calle. Entra en el portal pisando primero una zona de color oscuro y luego sube a una un poco más elevada de mármol blanco, ritual que sólo celebra cuando llega a casa, pero nunca cuando sale. Espera a que te vayas de la cocina para empezar a comer, coge un montón de bolitas de pienso de su cuenco, las lleva al pasillo y se las zampa allí. ¿Por qué? Sólo lo sabe ella. Esto lo hacía ya antes de que su mayor enemigo, la Encarnación del Mal, Satán-Sauron-y-Freddy Krueger juntos, es decir, la Thermomix, llegara a casa. Así que no se puede culpar de esta práctica al trasto, al que no puedo ni acercarme sin que Chispa salga disparada a refugiarse en el rincón más remoto del piso.


Al principio de este texto he dicho que mi vida era diferente desde que tengo a Chispa. Recordando todos estos detalles, y olvidándome de la cruel bajada a la calle de la noche cuando lo que necesito es estar tumbado en el sofá, debo corregirme: es muchísimo mejor. Me río mucho con ella, me lo paso bien paseándola y, sobre todo, me quiere sin ningún tipo de condición, manifestando su cariño en explosivos recibimientos cada vez que llego a casa. Chispa es amor. Y por si no ha quedado suficientemente claro, es la perra más bonita del universo.




Mirando al frente y sin volver la espalda. / AINHOA GOMÀ
 
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Subo un par de fotos del reportaje de la perra de El Comidista, Ambers.
 
Afuera, en una de las ventanas de mi cocina...tengo una plantita colgada...una pareja de pajaritos andan muy afanados construyendo su nido en la plantita...pero cada vez que friego algún plato...se asustan y salen volando...he tomado la decisión de cerrar las ventanas de la cocina...para que ellos puedan estar tranquilos...aún cuando me sofoque de calor en la cocina...solo será hasta que saquen cría y dejen el nido...pero los vigilaré a escondidas para ver cómo va todo el asunto...
 
cuanto aprendemos de los animales .gracias por las historias

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CUANTO APRENDEMOS DE LOS ANIMALES .GRACIAS POR LAS HISTORIAS
 
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[h=2]Mascotas que cuidan el corazón[/h]
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Los perros son el animal de compañía más común. | B. Cordón

Cristina G. Lucio | Madrid
Actualizado viernes 10/05/2013 05:14 horas

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Comentarios27

Si hay alguien capaz de combatir la pereza de María, ése es, sin duda, 'Golfo'. El perro mestizo sabe que el paseo viene después de la siesta, así que, en cuanto su dueña abre los ojos en el sofá, corre a buscar la correa y la anima a levantarse desde la puerta.
Sin posibilidad de remolonear, esta funcionaria jubilada 'obedece' día tras día a la mascota que adoptó hace unos meses. Y, según dice, su cuerpo ya ha empezado a notar los efectos de seguirle en sus andanzas por el parque. Está más animada, se cansa menos y ha comenzado a perder alguno de los kilos que le sobraban, asegura.
En buena medida, la Asociación Americana del Corazón (AHA) acaba de respaldar su percepción. Según uno de sus últimos comunicados, los animales de compañía -sobre todo si se trata de perros- podrían ser buenos aliados para mantener alejadas las enfermedades cardiovasculares.
"Hay datos sustanciales que sugieren que tener una mascota se asocia con una reducción de los factores de riesgo cardiovascular y una mayor supervivencia en individuos que ya padecen un problema de corazón", señalan los cardiólogos en una declaración publicada en la revista 'Circulation'.
Después de repasar la evidencia científica al respecto -que aún es escasa, reconocen- los especialistas americanos sugieren que la clave de este beneficio podría estar en la mayor actividad física que, habitualmente, realizan las personas que poseen animales domésticos como los perros.
Dado que la epidemia de obesidad y problemas cardiovasculares no dejan de aumentar, "hay una necesidad crítica de encontrar nuevas estrategias e intervenciones que de forma potencial puedan reducir este riesgo". Y la ayuda de una mascota podría ser importante, señala el texto.
Con todo, antes de sacar una conclusión definitiva sobre el tema, la AHA reclama más estudios que clarifiquen las claves de esta asociación y evalúen de qué forma puede utilizarse como parte de un plan de prevención.
"Aunque la adopción, rescate o compra de una mascota pueda asociarse con una reducción del riesgo cardiovascular futuro, el objetivo principal de tener un animal de compañía no debe ser conseguir una reducción del riesgo cardiovascular", remarcan los cardiólogos.
"Es más, la mera adopción, rescate o compra de un animal doméstico, si no va acompañada de un plan regular de actividad aeróbica (como la que se obtiene paseando un perro) y de la puesta en marcha de otras medidas de prevención primaria y secundaria, no es una estrategia recomendable de reducción del riesgo", concluyen.
 
Este fue el bonito momento en el que Julian Lewis Jones, un conocido actor británico, rescata a un canguro con la ayuda de su equipo de rodaje.
El grupo de personas se encontraba rodando en el puerto de Darwin. Cuando se percataron de la presencia del animal, consiguieron meterlo en el bote y lo llevaron hasta la orilla. Le dieron de beber, lo tranquilizaron y lo soltaron. El canguro se adentró en la selva saltando.


Impresionante ver el rescate, como los hombre ayudan con su buena fé al animal y finalmente el animal sale corriendo de nuevo a su hábitat.
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