Política de México

López Obrador contra sí mismo.

La combinación de una personalidad absolutista y pragmática ha marcado la carrera política del nuevo presidente de México y ha aflorado en los cinco meses de transición

8
Conéctate
1543679799_392924_1543689014_noticia_normal.jpg

López Obrador durante la toma de posesión de la presidencia de México, este sábado. HENRY ROMERO REUTERS
JAVIER LAFUENTE
México 1 DIC 2018 - 19:49 CET
Perfil | López Obrador contra sí mismo
Andrés Manuel López Obrador, AMLO, ya es presidente de México. Y el ya no es poco. Ningún político en la historia reciente del país se ha obstinado tanto por la banda presidencial. Lo logró a los 65 años, en el tercer intento. México le entregó el 1 de julio un poder omnímodo harto de un Enrique Peña Nieto criticado hasta el último gesto: otorgar al yerno de Trump la mayor condecoración del país; hastiado del sexenio donde desaparecieron 43 estudiantes de los que aún no se sabe nada. Han pasado cinco meses desde la histórica elección. Con el Gobierno en funciones desacreditado y humillado, López Obrador ha tomado decisiones que aventuran el próximo sexenio y recalcan la controvertida figura del político que más presente ha estado en la memoria de sus compatriotas. Que ha logrado lo que parecía imposible: sembrar aún más dudas sobre quién es y cómo gobernará.

Nacido en Tepetitán, una pequeña localidad de Tabasco que considera el pueblo más bonito de México, a López Obrador, el mayor de siete hermanos de una familia humilde, se le ha conocido de múltiples formas a lo largo de una vida dedicada a la política. Fue El Molido, en Primaria; El Americano, porque vestía distinto de sus compañeros, en Secundaria y Piedra, en la universidad, por la tozudez que comenzaba a mostrar mientras estudiaba Ciencias Políticas en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); Lesho, como los chontales (pueblo indígena del estado de Tabasco) se refieren a los Andrés y El Comandante para los compañeros del PRI de Tabasco; El Peje para todo México, AMLO para el resto del mundo. A partir de este sábado quiere que se le recuerde como el cuarto padre de la patria, después de Hidalgo, Juárez y Madero.

Las dudas que proyecta la figura de López Obrador caminan a la par del entusiasmo casi mesiánico que genera en parte de la población. Obtuvo más de 30 millones de votos, un 53% de la población le respaldó. Distorsionado por el apabullante ruido que generan sus detractores, en el mundo económico, mediático, de la sociedad civil, que cuestionan un autoritarismo que no esconde y ponen en duda su capacidad de gobernar, es innegable el halo de esperanza que ha logrado en México este líder social, el político que mejor conoce el país que gobernará, porque ha recorrido hasta el último pueblo en más de una ocasión; el que maneja como pocos las emociones, tanto para abrazar a la población como para provocar la ira.

López Obrador sigue fiel a sí mismo, abrazado a los símbolos: no quiere llevar escolta y asegura que vivirá en la misma casa que hasta ahora hasta que su hijo pequeño no termine los estudios. Introvertido, los que lo han tratado aseguran que él mismo admite que es alguien obcecado, como cuando tras perder la elección de 2006 se declaró “presidente legítimo” y se colocó una banda presidencial con la que incluso daba entrevistas.

Han sido años de navegar contracorriente, a la defensiva, en la oposición, quitándose de en medio enemigos, pero también aliados si consideraba que aspiraban a sobrepasarle o pretendían hacerle sombra. No titubeó a la hora de abandonar el PRD después de las elecciones de 2012 para crear un partido, Morena, plegado ante él, abrumado por su liderazgo, que ha logrado un crecimiento histórico en el continente en cuatro años. También de enarbolar, por convicción o por necesidad, la bandera del pragmatismo, como cuando gobernó la capital de México (2000-2005) o sin ir más lejos, la última campaña presidencial, en la que logró trasladar una sensación de confianza que en sus dos previos intentos le fue esquiva.

Estos cinco meses de gobierno de facto, sin embargo, no han servido para despejar la incógnita de quién es el nuevo presidente de México, de cómo gobernará; lejos de eso, ha proyectado esa especie de bipolaridad política, la evidencia constante de que el Doctor AMLO y Mr. López Obrador está presente. Un Dr. Jekyll que hace consultas, paraliza el nuevo aeropuerto de Ciudad de México y un Mr. Hyde que dobla la pensión a los ancianos, asegura que someterá su cargo a consideración de los ciudadanos u opta por legalizar la marihuana. Un Jekyll que ahonda en la militarización del país y un Hyde que viaja en un coche utilitario y se mueve sin escolta.

El pulso a las élites ha marcado la vida política del nuevo presidente de México. Obstinado por los grandes símbolos, siempre pone como ejemplo a Benito Juárez. Si este logró la separación de Iglesia y Estado, él tiene como fin poner límites a la élite empresarial, a la que ha calificado de “mafia del poder” y que siempre ha sido contraria a sus avances. En cierta manera, como recuerda el periodista y escritor Jorge Zepeda en su perfil en el libro Los suspirantes, para López Obrador “la noción del complot no es una táctica, sino una convicción destilada por un pasado activista y opositores que muchas veces lo ha hecho sentirse víctima de las maquinaciones del poder”. Desde que con 15 años la policía le trató de inculpar de la muerte de su hermano por un disparo o a la elección de 2006, que perdió por medio punto ante Felipe Calderón y que propició una larga protesta que paralizó una de las arterias de la capital.

La cancelación del aeropuerto de Ciudad de México, el proyecto más ambicioso de la era Peña Nieto, ha supuesto la gran sacudida de este periodo de transición. Partidario de revocarlo, durante la campaña parecía haber cedido a los intereses de los empresarios. Convocó una consulta ciudadana, como si fuese a tratarse un brindis al sol, un mero gesto. Su jefe de Gabinete, el empresario Alfonso Romo, había garantizado en privado a los empresarios que la obra no corría peligro. Lo mismo hizo con los inversores el próximo ministro de Economía, Carlos Urzúa. Ninguno pensó, como ocurrió, que la consulta arrojaría un resultado demoledor para sus promesas. A López Obrador, como en otros momentos de su carrera, no le importó dejar en evidencia a sus asesores. Su idea de proyecto político está por encima de cualquier cosa. Ante la marabunta de críticas, López Obrador salió a dar un mensaje de tranquilidad. En el vídeo se podía ver al político junto a una pila de libros. El más visible: ¿Quién manda aquí? La crisis de la democracia representativa.

López Obrador se ha comprometido incluso a poner a consideración de los mexicanos si quieren revisar la responsabilidad en posibles delitos de los últimos presidentes de México, lo que, dentro de su círculo más cercano, admiten que podría suponer un punto de inflexión en el primer año de Gobierno. Para el analista Jesús Silva-Herzog es la muestra de que “si el deseo presidencial lo puede todo, no tiene por qué perder el tiempo con cálculos de presupuestos, fastidios administrativos, restricciones legales. La mecánica es sencilla: proclámese el deseo y hágase ratificar por el Pueblo bueno. El único esmero es escénico”. Hasta dónde llegará con las consultas a la ciudadanía es otra gran incógnita, aunque no pocos quieren ver en ello el síntoma más claro de que buscará, en un futuro, perpetuarse en el poder.

En estos cinco meses, el nuevo presidente de México ha dado señales de que puede contemporizar. Lo hizo también durante los seis años que gobernó la capital del país, en los que cambió el rostro de la megalópolis, la ciudad de habla hispana más grande del mundo, con unos 20 millones de habitantes. Lo hizo a base de una política hiperactiva, repleta también de símbolos, como las ruedas de prensa diarias a primera hora de la mañana, como las que promete celebrar a partir de este lunes.

Después de tumbar la construcción del nuevo aeropuerto, con un 30% de las obras avanzadas, una muestra más de esa bipolaridad política que lo mueve, para tratar de calmar a los empresarios no le importó adherir a su equipo a un consejo de directivos entre los que se encuentran representantes de esa “mafia del poder” a la que tanto ha criticado. Solo él pudo calmar a los mercados cuando su partido trató de introducir una norma en el Senado para limitar las comisiones de los bancos, que produjo una sacudida en la Bolsa. No obstante, el gesto más significativo ha sido su plan de seguridad. “Abrazos, no balazos”, repitió durante toda la campaña. Si con su llegada al poder parecería que se iba a acabar la corrupción, también la violencia que asola todo el país. Sin embargo, ha optado por militarizar aún más México, en un gesto por tratar de contemporizar a los militares, quien de puertas para adentro se muestran recelosos de alguien que pretende dar un golpe encima del tablero político mexicano.

Introvertido pese a que no evita un selfie allá donde vaya, quienes conocen a López Obrador cuentan que se apoya en muchas personas, pero confía en muy pocos. Sus hijos juegan un papel crucial. El segundo, Andrés Manuel, Andy, es uno de sus operadores políticos. La madre, Rocío Beltrán, fallecida, fue su consejera durante años. Al igual que lo es ahora su segunda esposa, la escritora Beatriz Gutiérrez Müller. Tras las elecciones, el hijo de ambos –el cuarto de López Obrador-, Jesús Ernesto, fue víctima de un acoso en redes sociales después de sufrir una lesión y ser criticada la familia por tratarlo en un hospital privado. Ha sido el peor momento personal en este tiempo. Durante unos días, Gutiérrez decidió salir de México y refugiarse con un amigo reciente de la familia, el presidente cántabro Miguel Ángel Revilla, con quien ha forjado una gran relación después de que el año pasado el presidente de México visitó la tierra de su abuelo.

Revilla ha sido uno de los tres invitados personales de López Obrador a la ceremonia de este sábado, junto al cantante cubano Silvio Rodríguez y el líder de los laboristas británicos Jeremy Corbyn. Pasaron unos días en La Chingada, el rancho de Palenque donde este político amante del béisbol se ha mostrado ajeno, entre partidas de dominó, al reto himalayesco que se le viene desde este sábado.

A Corbyn le dedicó este viernes una de sus últimas intervenciones antes de la toma de posesión, que esconde buena parte de la personalidad de López Obrador. “Espero que los ingleses tengan la oportunidad, lo deseo, de tener a un primer ministro como Corbyn. Yo no sé cómo estén las leyes, pero todavía no soy formalmente presidente de México, por eso me atrevo a decir estas cosas a partir de mañana tengo que autolimitarme”. No pocos piensan que el principal enemigo de López Obrador, contra el que tendrá que batallar, seguirá siendo él mismo.
https://elpais.com/internacional/2018/12/01/mexico/1543679799_392924.html



Tela marinera, me alegra no equivocarme, amigo íntimo del loco Corbyn. Pobres mejicanos lo que se les viene encima.
 
Este tipo leerá los periódicos a diario, verá que estamos tos los días con el tema desentierro momia.
Pos na, habrá pensao: estos españoles son jilipollas, yo soy azteca-axterix y este es el momento de que yo saque la cantinela del puto facha que era colón, catalán pa más señas. Si es que me lo ponen a webo!!!

Ayns señor, llévame pronto :notworthy::notworthy::notworthy:

ESTE pájaro Obrador lo que sabe es que POTEMOS va a suscribir cualquier panfleto o idea contra España y ahí está sacando tajada...

Primero que se pidan perdón las tribus indigenas que luchaban entre si, en la américa precolombina, esos que incluso eran antropófagos, practicaban torturas o rituales bárbaros,,, hay fosas de enterramientos masivos de tribus completas para probarlo, enterramientos muy anteriores al descubrimiento... bueno hoy en dia se siguen exterminando 500 años después con salvajadas impensables como el tráfico de organos, drogas, tráfico de personas en Rio Grande y sus zonas fronterizas... mafias, bandas sádicas brutales ... pues no tiene cosas que solucionar este paleto manipulador e ignorante de Obrador---
 
Cuando se tienen algo asi como un centenar de muertes violentas al dia, cosa que desgraciadamente sucede en Mexico, supongo que hay que distraer la atención de los ciudadanos. Con la primera chorrada que se tenga a mano.
 
Última edición:
Cuando se tienen algo asi como un centenar de muertes violentas al dia, cosa que desgraciadamente sucede en Mexico, supongo que hay que distraer la atención de los ciudadanos.
Y las fosas llenas de cadáveres sin identificar...Amén que él desciende de españoles, cántabros para más señas...¿Ha tenido un lapsus de memoria?...
 
Los historiadores desmontan la ofensiva populista del presidente de México contra Hernán Cortés
Académicos e investigadores critican la tergiversación y el uso de la historia con fines políticos

SeguirCésar Cervera@C_Cervera_M
SeguirManuel P. Villatoro@ABC_Historia
Actualizado:27/03/2019 09:55h
70 López Obrador propone a España un grupo conjunto que haga el relato de la conquista

Rara empieza a ser la semana en la que algún político no invoca términos de la Leyenda Negra para distraer al electorado de asuntos más acuciantes. Pueden ser españoles pidiendo que no se celebre la Reconquista de Granada, o internacionales como el filipino Rodrigo Duterte reclamando un cambio de nombre para su país. El último en subirse a esta ola de demagogia ha sido el presidente México, con una carta al Rey de España para que pida perdón por la conquista de la que este año se conmemoran 500 años.

Si López Obrador pensaba, como en otros tiempos, que su misil propagandístico iba a quedarse sin respuesta es porque, tal vez, ha calculado mal el clima que se vive hoy en la historiografía española, que desde muchos sectores trata de sacudirse algunos de los tópicos que carga el país desde hace siglos. «Me parece absurdo juzgar con la mentalidad actual hechos ocurridos hace 500 años. Si nosotros pedimos perdón por el daño que pudimos ocasionar, ellos nos deberían dar las gracias por las cosas positivas que llevamos. Entre ellas, una lengua que permitió que todas las tribus se entendieran entre ellas. Gracias al Imperio español, México se introdujo en la cultura occidental», apunta Enriqueta Vila Vilar, académica e historiadora.

En la misma línea, el catedrático Fernando García de Cortázar considera la idea de López Obrador «completamente absurda»: «El México de hoy -nos guste o no- es fruto de la conquista, que dejó una nueva sociedad en América, una sociedad mestiza cuyas raíces hay que buscarlas en el estrecho contacto establecido entre conquistador y conquistado».

la Conquista de América. «La pulsión hispanófobo-victimista presente de una u otra manera siempre en el discurso de la izquierda latinoamericana, lleva a ver en España, lo español y los españoles el origen de todos los males que han asolado al continente durante los últimos cinco siglos. En este sentido el Presidente López Obrador está simplemente satisfaciendo la hispanofobia presente en muchos de sus electores, en la línea de otros muchos líderes de la izquierda del continente», explica Pérez Vejo sobre el trasfondo político.

Elvira Roca Barea, autora de la obra «Imperiofobia y Leyenda Negra», considera que López Obrador emplea la historia como distracción: «Se ha colgado una medalla de patriotismo a costa de los mismos, de España, la cabeza de turco de siempre, en vez de sacarle el colmillo a EE.UU., que está haciendo un muro vergonzoso y no deja de agredir a sus intereses». Asimismo, Roca Barea se pregunta «¿por qué no exige, por ejemplo, al presidente de los EE.UU. que se disculpe por arrebatar a México el 52% de su territorio en 1848?».

Flor Trejo (del Instituto Nacional de Antropología e Historiamexicano) es de la misma opinión. En sus palabras, el presidente López Obrador busca, «apoyándose en una historia -mal contada y peor enseñada desde hace décadas-, recuperar el prestigio de los dirigentes del país». La estudiosa considera además que el político ha recurrido a un «recurso pobre y barato» para mantener su popularidad. Sus afirmaciones -explica- se basan además en un «anacronismo que hace mucho daño» y que asocia el Imperio azteca con México. «Cuando Cortés y su ejército desembarcaron en la costa de lo que ahora conocemos como Veracruz, estaban ingresando a un territorio que no era un país», completa.

Reportaje original y al completo en:
https://www.abc.es/historia/abci-hi...ontra-hernan-cortes-201903262124_noticia.html
 
El olvidado tratado de paz que terminó con el maltrato de México a los españoles
Aunque al presidente López Obrador se le haya olvidado, ambos países acabaron hace más de siglo y medio con sus diferencias en el «Tratado definitivo de paz y amistad entre la República Mexicana y S.M.C. la Reina Gobernadora de España»
abrazo-acatempan-ksrD--620x349@abc.JPG

SeguirManuel P. Villatoro@ABC_Historia
Actualizado:28/03/2019 01:44h
2 Canibalismo, sacrificios y totalitarismo: la verdad sobre el Imperio azteca que se encontró Hernán Cortés

«La república Méxicana [...] y S. M. C.Doña Isabel II […]; deseando vivamente poner término al estado de incomunicación y desavenencia que ha existido entre los dos gobiernos […] han resuelto [...] restablecer y asegurar […] sus relaciones por medio de un tratado definitivo de paz y amistad sincera». Con estas palabras comenzaba el pacto que puso fin, hace ahora más de siglo y medio, a la hostilidad que reinaba entre España y México. Dos pueblos que, como señalaba el mismo documento, siempre habían gozado de «relaciones de amistad y buena armonía» y que solo se habían separado tras el comienzo de las revueltas independentistas que derivaron en la creación del país latinoamericano. Con la firma de aquel escrito, ambos países se propusieron «olvidar» todos los agravios pasados. Algunos, tales como la expulsión y opresión a partir de los años veinte de los peninsulares que residían al otro lado del Atlántico.

resizer.php

López Obrador
El nombre del pacto, firmado el 28 de diciembre de 1836, no dejaba lugar a equívoco: «Tratado definitivo de paz y amistad entre la República Mexicana y S.M.C. la Reina Gobernadora de España». Aunque, por si no quedaba lo suficientemente claro, en el artículo dos se especificaba que «habrá total olvido de lo pasado» y una «amnistía general para todos los mexicanos y españoles». Sin embargo, parece que este documento no fue suficiente para el actual presidente de México Andrés Manuel López Obrador. El mismo político que, el pasado lunes, solicitó al rey Felipe VI que pidiera disculpas por una conquista española en la que, según señaló, «hubo matanzas e imposiciones» perpetradas por personajes como Hernán Cortés. «La llamada conquista se hizo con la espada y con la cruz. Se edificaron iglesias encima de los templos», añadió. A pesar de quehistoriadores de ambos países ya han desarticulado sus argumentos, no hay mejor día que hoy para recordar los pormenores del tratado de hermanamiento que el político ha olvidado.

Guerras y expulsiones
Los mimbres que conformaron este tratado comenzaron a entrelazarse a comienzos del siglo XIX. La mayor parte de los autores coinciden en que fue en 1810 cuando, tras la llegada de Napoleón a España, el nacionalismo mexicano floreció de la mano del sacerdote Miguel Hidalgo. A partir de ese momento, y durante una década de altibajos políticos y militares, realistas e insurgentes se enfrentaron en una contienda sin cuartel que finalizó en 1821. Según explica el embajador de México en el Vaticano Jaime del Arenal Fenochio en su obra «Cronología de la Independencia», el 27 de septiembre de ese mismo año el Ejército Trigarante entró «triunfalmente en la Ciudad de México» al mando del general Agustín de Iturbide y «consumó felizmente la independencia mexicana». Poco después los últimos reductos del Imperio capitularon y se consumó lo que ya era un secreto a voces: el nacimiento efectivo de un nuevo país.

«La expulsión de los españoles de México y su destino incierto, 1821-1836». Como ejemplo de la represión que existió contra los peninsulares, el autor hace referencia a las partidas armadas que organizó el cabecilla local Loreto Castaño y que, siempre en sus palabras, «provocaron el pánico entre los españoles asentados en Oaxaca». En febrero de ese mismo año se relegó a nuestros compatriotas de cualquier cargo público que pudiesen ocupar. Poco después se organizó una comisión encargada de «controlar la situación» que, aunque reconoció los derechos de los maltratados, también apostó por prohibirles cualquier «extracción de capitales».

«En Tabasco se colocaron libelos anónimos en lugares públicos en donde se mostraba a algunos españoles allí residentes decapitados»
El odio hacia lo español se generalizó. Los líderes más radicales llamaron a «desterrar a los coyotes» al grito de «Si vienen los godos, nos colgarán a todos». «En Tabasco se colocaron libelos anónimos en lugares públicos en donde se mostraba a algunos españoles allí residentes decapitados, con la clara intención de amedrentarlos y obligarles a abandonar México», añade el experto. A pesar de todo, los más afortunados pudieron marcharse del país con todos sus caudales gracias a unos tratados previos. Esos fueron los más afortunados ya que, como bien explica Ruiz de Gordejuela, a partir de 1827 se dictaron multitud de leyes locales que acabaron con los derechos de nuestros compatriotas. El estado de Jalisco fue el primero en cargar contra ellos con un decreto que comenzaba de la siguiente guisa: «Los españoles deberán abandonar el país en un plazo de 20 días». Otros profieren poner límite a su derecho de reunión. Todo era poco para acabar con ellos.

Tal y como señala el investigador Harold Sims en su dossier«Exiliados españoles de México en 1829» los sucesivos gobiernos procuraron, leyes mediante, que los españoles abandonaran el país. En dos años más de siete mil personas fueron obligadas a marcharse a regiones como Nueva Orleans. La mayoría eran ciudadanos de a pie que llegaron a su destino en la más extrema pobreza. Y eso, los que no fallecieron durante el viaje debido a las enfermedades. Muchos fueron presas del vómito negro cuando fueron trasladados hasta Veracruz o Tampico (destinos donde se les juntaba para deportarles). El escritor Francisco de Paula recordaba «la miseria espantosa de infinidad de pobres expulsos y de sus familias, reducidas muchas por el vómito negro» e insistía en que «al menos novecientas personas expulsadas» fallecieron al arribar a su destino por culpa de la fiebre amarilla.

Perdon mutuo
La situación se tensó en los siguientes meses. Un tiempo en el que España se negó a reconocer la independencia de la región. El doctor en historia Isidro Sepúlveda Muñoz recuerda en «El sueño de la madre patria: hispanoamericanismo y nacionalismo» que, por entonces, parecía imposible «llegar a un entendimiento entre ambas orillas atlánticas». En sus palabras, el «resentimiento y el odio» imperaban y parecían imposibles de superar. No obstante, a partir de 1834 nuestro viejo imperio empezó a asumir la pérdida de las colonias continentales y la situación, poco a poco, se relajó. México, por su parte, se acercó también a la monarquía que encabezaba Isabel II después de que su guerra contra Texas vaciara sus arcas. Por entonces cualquier relación comercial que pudiesen mantener era bien recibida. Así pues, ambas partes acordaron perdonar los agravios perpetrados por su contrario y acabar, de una vez por todas, con aquel malestar diplomático.

El resultado fue la firma, el 28 de diciembre de 1836, del «Tratado definitivo de paz y amistad entre la República Mexicana y S.M.C. la Reina Gobernadora de España». Pacto en el que la monarquía reconocía la independencia de México como nación libre y renunciaba a sus posibles pretensiones sobre la región. Tal y como se puede leer en el documento, los firmantes fueron «el presidente de la república mexicana, el excelentísimo señor don Miguel Santa María, ministro plenipotenciario de la misma en la corte de Londres» y «el excelentísimo señor don José María Calatrava», secretario «de despacho» de la reina y «presidente del consejo de ministros».

independencia-ksrD--510x349@abc.jpg

Recreación de la llegada de las tropas de Iturbide a México
Basta leer la introducción del texto para darse cuenta de que el objetivo era pasar página de una vez por todas:

«La república Méxicana de una parte, y de la otra S. M. C. Doña Isabel II, por la gracia de Dios y por la constitución de la monarquía española reina de las Españas, y durante su menor edad la reina viuda Doña Maria Cristina de Borbon, su augusta madre, gobernadora del reino; deseando vivamente poner término al estado de incomunicación y desavenencia que ha existido entre los dos gobiernos, y entre los ciudadanos y súbditos de uno y otro país, y olvidar para siempre las pasadas diferencias y disensiones, por las cuales desgraciadamente han estado tanto tiempo interrumpidas las relaciones de amistad y buena armonía entre ambos pueblos, aunque llamados naturalmente á mirarse como hermanos por sus antiguos vínculos de unión de identidad de origen, y de recíprocos intereses, han resuelto en beneficio mutuo, restablecer y asegurar permanentemente dichas relaciones, por medio de un tratado definitivo de paz y amistad sincera».

Los artículos incidían también en la necesidad de acabar con la tensión. En el primero se especificaba que España aceptaba la independencia de México: «S. M. la reina gobernadora de las Españas, á nombre de su augusta hija Doña Isabel II, reconoce como nación libre, soberana é independiente la república mexicana, compuesta de los estados y países especificados en su ley constitucional». El segundo explicaba que «habrá total olvido de lo pasado, y una amnistía general y completa para todos los mexicanos y españoles, sin excepción alguna, que puedan hallarse expulsados, ausentes, desterrados, ocultos, ó que por acaso estuvieren presos ó confinados sin conocimiento de los gobiernos respectivos». El resto se dedicaban a temas fiscales. Por ejemplo, reseñaban que ambos países se comprometían a respetar los derechos financieros de los ciudadanos de la nación contraria o que el estado mexicano asumía como suya la deuda del renqueante imperio en la zona.
https://www.abc.es/historia/abci-ol...to-mexico-espanoles-201903280144_noticia.html
 
El Premio Nobel Vargas Llosa responde al chavista López Obrador: "Esa carta debió mandársela él mismo y responderse o respondernos por qué México que hace 5 siglos se incorporó al mundo occidental gracias a España y que desde hace 200 años ya es independiente y soberano, tiene millones de indios hacinados, pobres, ignorantes y explotados".

https://www.eluniversal.com.mx/cult...onde-amlo-esa-carta-debio-mandarsela-el-mismo
 
0C4C48D0-93E4-4353-BDE6-C4132C644B14.jpeg
9EE3EAB8-7BA0-4F5E-895F-E2B59868083B.jpeg
En este libro se encuentran fotografías históricas. Entre ellas, una de los últimos descendientes de los aztecas, descendientes de verdad. No me parece que ni Lopez Obrador, ni su mujer, ni nadie de todos aquellos que tanto enarbolan el indigenismo, se parezcan a estas personas de la foto. Y supongo ( es una suposición mia.. ;)) que estaran bien contentos de parecerse mas a los feroces conquistadores españoles .
 
Estos cinco meses de gobierno de facto, sin embargo, no han servido para despejar la incógnita de quién es el nuevo presidente de México, de cómo gobernará; lejos de eso, ha proyectado esa especie de bipolaridad política, la evidencia constante de que el Doctor AMLO y Mr. López Obrador está presente. Un Dr. Jekyll que hace consultas, paraliza el nuevo aeropuerto de Ciudad de México y un Mr. Hyde que dobla la pensión a los ancianos, asegura que someterá su cargo a consideración de los ciudadanos u opta por legalizar la marihuana. Un Jekyll que ahonda en la militarización del país y un Hyde que viaja en un coche utilitario y se mueve sin escolta.


¡Madre mía, ya se nota por donde cojea el articulista! Resulta que si el Obrador dobla las pensiones a los ancianos, o utiliza su coche utilitario sin escolta o aboga por la legalización de la marihuana, como en Holanda, es comparado con el miserable asesino de Mr. Hyde. Mientras que si hace consultas o ahonda en la militarización del país es el Dr. Jekyll, el "normal".

¡Me troncho!
 
Back