Lo que las madres no pueden decir

tampoco tienen que estar los hijos agradeciendo a los padres, por alimentarles, darles un confort, un bienestar, una educación, los hijos no tienen que agradecer nada a los padres

No estoy de acuerdo. Aunque ellos jamás lo han exigido ni en broma, estoy muy agradecida a mis padres por el amor que nos han dado, por las enseñanzas, por su desvelo cuando estábamos enfermos, por darnos una infancia feliz, que no es poco. Por la educación que cada cual ha elegido, por la ayuda económica cuando nos casamos, por el amor a los nietos. No se me olvida dar gracias a Dios por haberme dado ese privilegio. Les echo de menos mogollón, que diría el sexto. Todo lo que aprendí de ellos he intentado ponerlo en práctica con mis hijos.
 
Jo, qué post más bueno.

Mi hermana desde pequeña no andaba bien, aunque nunca fue ni tratada profesionalmente ni diagnosticada ni nada. En la calle es carismática, cariñosa, "compra" a la gente, por lo que si te atreves a hablar mal de ella, la mala eres tú.
A mi madre la tiene totalmente comprada, por eso es intocable de cara a ella. Mi padre y ella han tenido broncas descomunales, pues la favorita del padre, es aquí la menda.
Y como mi relación con papi ha sido siempre muy buena, a mami le daba envidia. Mi padre es la persona cuerda, el que pone orden y respeto en la familia, muy cabal. Mi madre todo lo contrario: desordenada, no controla en ningún aspecto, y demasiado dramática.
Como me parezco a mi padre hasta en el caminar, ahí viene la historia.
Mis padres, a raíz de las tonterías de mi hermana, pues casi se van a la separación, menos mal, que la edad calma las cosas.
Mi padre, y sabio como él solo, al igual que abuelos, otros miembros de la familia y yo misma, sabemos que el problema de mi hermana no es enfermedad como tal, son la falta de dos hostias bien dadas. Sin más. Mi hermana no ha tenido orden en su vida porque mi madre así lo quiso. Así salió: hacer lo que le da la gana, es quedarse muuuy corta.
Por otra parte, mi padre y yo uña y carne, somos fuertes de personalidad, no nos tocan la moral y hemos tenido pocos reparos a lo largo de nuestras vidas en mandar a más de uno y dos a la mierda en toda su cara.
Mi madre vive, contrariamente, obsesionada enfermizamente por las apariencias.
Al ser iguales y vernos fuertes es como tener dos rivales en contra de ella, su solución, sin más, fue poner a media familia en contra de nosotros. Los malos malísimos. Mi padre tuvo una movida de salud muy gorda que finalmente con mucho sudor, superó el pobre. Eso reforzó su relación, que estaba, sinceramente, para el arrastre, culpa de mi madre y su fanatismo con mi hermana.
Así que entre las dos hacen, deshacen, manipulan que dan gusto. Un horror.

Luego el caso es que al menos mi madre sabe que está más sola que la una, porque aunque mi madre la compre, para el refuerzo emocional, la fuerte en ese aspecto, soy yo. Y sabe como se ha portado conmigo y sabe qué reacción tengo yo a sus tonterías, por eso, si necesita ayuda seria me la pide a mi, para todo lo demás, su hijita del alma.
Eso sí: las loas públicas se las lleva la otra, inmerecidamente.

Mi hermana se casó, y casi me como con patatas un divorcio porque su marido un día casi la manda a hacer puñetas. También, ojo, decir, que muchos caprichos se los ha consentido el marido. Tan culpable como mi madre. La mantiene, ella no necesita trabajar (o eso dice) porque todo se lo da el marido.
Su vida laboral tendrá dos años de su vida, no tiene amigos, ni estudios, tiene muchísimo tiempo libre. ¿Qué hacía? Ir a casa de mi madre tooooodos los días. Todos. Sin descanso. Tardé en independizarme porque yo estaba muy a gusto en casa de mis padres, y aunque no lo necesitaba, me tuve que ir de casa de mis padres porque mi hermana, con sus taras, a las 9 de la mañana ya estaba en casa de mis padres dando la tabarra hasta lo menos las 17:00 horas de la tarde.
Como una jornada laboral cuyo único objetivo era sin más, destruirme. Y disfrutar con ello. Mi madre la toleraba, era insufrible ver cómo no la decía ni pío, y si algo pasaba, la mala era yo, por supuesto.
Como mi padre estaba currando vía libre. Mi independencia comenzó cuando el tiempo que empleaba en estudiar lo hacía en una biblioteca pública, luego iba a clase o al trabajo.
Empecé a irme de mi casa progresivamente mucho antes de irme de la misma: largándome desde por las mañanas hasta que llegaba por la noche. Ahí comenzó mi independencia.

Sí, cuando mi hermana veía que yo ya no estaba en casa, dejó de ir todos los días a casa de mis padres. El motor de su vida ha sido siempre, torturarme.
Y ha acabado muy mal, os lo aseguro. Pero mal mal mal. ¿Y mi madre? Tan mal como ella, pues todo se pega, ahora es demasiado tarde.
¿Cómo de mal ha acabado tu hermana? Me interesa ver hasta qué punto influye hacer distinciones llevadas al paroxismo entre hermanos.
 
Mi madre ha sido probablemente, la persona más injusta que conozco. Jamás me ha defendido en público, jamás. Y ya viendo eso, por mi como si me como a la madre Teresa.
Hay cosas que yo no perdono.
Me siento bastante identificada contigo. Que seamos las fuertes no quiere decir que no necesitemos de vez en cuando una palmadita de enhorabuena. Pero mi reflexión es que como todo en esta vida es aprendizaje, que la adversidad por lo menos nos haga imbatibles.
 
No estoy de acuerdo. Aunque ellos jamás lo han exigido ni en broma, estoy muy agradecida a mis padres por el amor que nos han dado, por las enseñanzas, por su desvelo cuando estábamos enfermos, por darnos una infancia feliz, que no es poco. Por la educación que cada cual ha elegido, por la ayuda económica cuando nos casamos, por el amor a los nietos. No se me olvida dar gracias a Dios por haberme dado ese privilegio. Les echo de menos mogollón, que diría el sexto. Todo lo que aprendí de ellos he intentado ponerlo en práctica con mis hijos.

Que yo esté agradecida a mis padres, no es que tenga que estarlo, porque yo no pedí venir al mundo.
Fíjate en mi caso, que soy hija única, ni hermanos, ni primos(solo 2) ni tios me quedan, y con mis padres no me separé jamás, no ecepté muchos puestos de trabajo por no separarme, me casé, y los llevé a vivir conmigo, y cerraron su piso en otro provincia cercana, he atendido siempre a mi madre que tenia un síndrome de Paget, desde los 50 años,(siendo yo una niña aún) y vivió hasta los 83 años , dos antes de morir la dio un ictus, y se que´do paralizada, y sin ver.Y murió en mi casa, yo la amortajé, no quería llevarla a ningún sitio, si parecía un pajarillo, si pesaria 30kg.
Con mi padre, que murió también a los 83 años, dos años después que mi madre, fue un cáncer de próstata con metástasis, fue fulminante, y
lo tuve que meter en una residencia al hombre los 20 días que duró después de sacarlo del hospital, porque allí lo levantaban con una grua, porque como fue tan repentino el cáncer, es que ni peso perdió, con casi 90kg, yo no podía, y, estaba tan.. tan agotada, y no tenia medios.

Mi hija ha vivido todo eso, a ella la ha tocado también ayudarme, es lo más buena que hay, y también es hija única y se desvive por nosotros,y con todo y eso.... yo jamás jamás le pediría a mi hija que hiciera lo que yo hice por mis padres.
No quiero...
 
¿Cómo de mal ha acabado tu hermana? Me interesa ver hasta qué punto influye hacer distinciones llevadas al paroxismo entre hermanos.

Pues eso acaba siempre muuuuuuuy mal. En mi familia mi madre la vapuleada por sus padres, mientras que su hermana (mi tía) subida en un altar. Qué decir! que mi madre por suerte ha sabido llevar su vida, pero mi tía es una arpía de libro. Creo que es la persona más mala que he conocido y conoceré en mi vida.

Si a unos hermanos se les trata de forma diferente, de forma exagerada quiero decir, NADIE acaba bien. El menospreciado lo pasa fatal y arrastra el trauma. El sobrevalorado acaba endiosado pensando que puede hacer lo que le de la gana y se convierte en un hijop*ta de libro. Los padres...ahhhh!!! esos al final recogen lo sembrado: cuando llega una edad en la que necesitan ser "cuidados" el hijo menospreciado está ahí, pero no se desvive por ellos. Y el endiosado....ese pasa porque aunque los deje tirados en mitad de un campo va a ser siempre "el/la mejor".
 
Que yo esté agradecida a mis padres, no es que tenga que estarlo, porque yo no pedí venir al mundo.
Fíjate en mi caso, que soy hija única, ni hermanos, ni primos(solo 2) ni tios me quedan, y con mis padres no me separé jamás, no ecepté muchos puestos de trabajo por no separarme, me casé, y los llevé a vivir conmigo, y cerraron su piso en otro provincia cercana, he atendido siempre a mi madre que tenia un síndrome de Paget, desde los 50 años,(siendo yo una niña aún) y vivió hasta los 83 años , dos antes de morir la dio un ictus, y se que´do paralizada, y sin ver.Y murió en mi casa, yo la amortajé, no quería llevarla a ningún sitio, si parecía un pajarillo, si pesaria 30kg.
Con mi padre, que murió también a los 83 años, dos años después que mi madre, fue un cáncer de próstata con metástasis, fue fulminante, y
lo tuve que meter en una residencia al hombre los 20 días que duró después de sacarlo del hospital, porque allí lo levantaban con una grua, porque como fue tan repentino el cáncer, es que ni peso perdió, con casi 90kg, yo no podía, y, estaba tan.. tan agotada, y no tenia medios.

Mi hija ha vivido todo eso, a ella la ha tocado también ayudarme, es lo más buena que hay, y también es hija única y se desvive por nosotros,y con todo y eso.... yo jamás jamás le pediría a mi hija que hiciera lo que yo hice por mis padres.
No quiero...

Tu comentario muestra un gran amor por tus padres. Me has emocionado.
Tu hija hará lo que te ha visto hacer a ti. Es como una cadena.
 
¿Cómo de mal ha acabado tu hermana? Me interesa ver hasta qué punto influye hacer distinciones llevadas al paroxismo entre hermanos.


Lo ha explicado muy bien @gg_ mi hermana se ha convertido en una endiosada que se cree que puede hacer lo que le da la gana. A mi me ha dado hasta miedo. Hace años que no la hablo, y la evito en cuanto puedo.
Es lo que no le perdonaré a mi madre jamás. Que por no mediar, la otra se pensara, con todo su retraso mental, que mi madre estaba de su parte porque ella tenía la razón.
La manera que he tenido de responder hacia mi madre por este motivo, ha sido pasando de ella hasta en momentos en los que me necesitaba y mucho. Tiene que ser duro saber que tu hija no te tiene digamos, "aprecio". Yo se lo hice saber a mi madre.
Como no cambiaba su actitud ni con esas, ahí sigue, y ahí sigo yo.
Conmigo no han podido. Y eso es lo que les jode.
 
Lo ha explicado muy bien @gg_ mi hermana se ha convertido en una endiosada que se cree que puede hacer lo que le da la gana. A mi me ha dado hasta miedo. Hace años que no la hablo, y la evito en cuanto puedo.
Es lo que no le perdonaré a mi madre jamás. Que por no mediar, la otra se pensara, con todo su retraso mental, que mi madre estaba de su parte porque ella tenía la razón.
La manera que he tenido de responder hacia mi madre por este motivo, ha sido pasando de ella hasta en momentos en los que me necesitaba y mucho. Tiene que ser duro saber que tu hija no te tiene digamos, "aprecio". Yo se lo hice saber a mi madre.
Como no cambiaba su actitud ni con esas, ahí sigue, y ahí sigo yo.
Conmigo no han podido. Y eso es lo que les jode.
Todos estos problemas no hubieran surgido deseando a los hijos que se quiere tener. Que a todos los hijos se los quiere por igual es un mito, porque a cada hijo se le quiere de una manera, en mi caso, a mí por ser mayor tenía la etiqueta de responsable, y mi hermano por ser pequeño, el frágil. Y mi madre perpetúa esta visión en las nietas: la mía es la responsable y la fuerte, y las de mi hermano las frágiles. La responsable como parece fuerte pues no se cuida lo de la palmadita en contraste con el refuerzo positivo constante de los "frágiles". Esto es algo que no puedo cambiar, así que me centro en mi hija y darle el mejor ejemplo posible.
 
Todos estos problemas no hubieran surgido deseando a los hijos que se quiere tener. Que a todos los hijos se los quiere por igual es un mito, porque a cada hijo se le quiere de una manera, en mi caso, a mí por ser mayor tenía la etiqueta de responsable, y mi hermano por ser pequeño, el frágil. Y mi madre perpetúa esta visión en las nietas: la mía es la responsable y la fuerte, y las de mi hermano las frágiles. La responsable como parece fuerte pues no se cuida lo de la palmadita en contraste con el refuerzo positivo constante de los "frágiles". Esto es algo que no puedo cambiar, así que me centro en mi hija y darle el mejor ejemplo posible.


Sí, mi madre siempre ha sido de etiquetar a sus hijos por el orden que ocupamos en la familia. Y me descojono toda, porque cuanto más mayores, más mal de la cabeza están. Ya te lo digo yo.
 
Sí, mi madre siempre ha sido de etiquetar a sus hijos por el orden que ocupamos en la familia. Y me descojono toda, porque cuanto más mayores, más mal de la cabeza están. Ya te lo digo yo.
Yo soy la mayor, pero en el caso de mi marido, él es el segundo y pequeño. Según mi suegra yo tengo que agradecerle al mayor que mi marido esté en este mundo, así que le dije que me parecía tremendo que dos adultos se hubieran dejado idiotizar por el capricho de mi cuñado. Mi suegra me tuvo que reconocer que en realidad ella quería otro más. El caso de mi marido y su hermano mayor es el inverso que el mío. El mayor por serlo ha hecho lo que le ha dado la gana, y como quien mucho corre , pronto para, así le ha ido (mal). Mi marido, el pequeño, era el responsable y el que tenía que estar a disposición de sus padres. Suerte que aparecí yo y todo cambió. Costó, pero cambió. En palabras de mi suegra yo lo enganché. Tuvo un síndrome de nido vació por el que mi suegro me culpa, porque mi suegra estuvo tomando pastillas.
El caso es que cuando hay más de un hijo es un follón. Como la observación es mi fuerte , eso que he aprendido, y como lo políticamente incorrecto es lo mío, me atreva a decir que mejor ser madre de calidad que de cantidad.
 
Todos estos problemas no hubieran surgido deseando a los hijos que se quiere tener. Que a todos los hijos se los quiere por igual es un mito, porque a cada hijo se le quiere de una manera, en mi caso, a mí por ser mayor tenía la etiqueta de responsable, y mi hermano por ser pequeño, el frágil. Y mi madre perpetúa esta visión en las nietas: la mía es la responsable y la fuerte, y las de mi hermano las frágiles. La responsable como parece fuerte pues no se cuida lo de la palmadita en contraste con el refuerzo positivo constante de los "frágiles". Esto es algo que no puedo cambiar, así que me centro en mi hija y darle el mejor ejemplo posible.

Por ahí dicen: "Dios protega a los fuertes, porque los débiles ya tienen a quien lo hace".
 

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