- Registrado
- 22 Oct 2017
- Mensajes
- 6.043
- Calificaciones
- 12.279
Lo barato no sale caro, sale trol: así es la experiencia con un smartphone de 24 euros
A medida que se han extendido y con el auge del bajo coste, en la actualidad no es nada difícil encontrar smartphones asequibles que incluso ya montan doble cámara. Pero, ¿qué ocurre si decidimos ir a por el móvil Android más económico que encontramos? Que las sorpresas empiezan ya en cuanto se enciende el teléfono.
Buscamos un móvil Android lo más barato posible y finalmente encontramos uno por tan sólo 24 euros, el cual (según aclaraba el vendedor) disponía de Android KitKat 4.4. Tras la compra y la espera (que en estos casos suele prolongarse bastante, entre 15 días y un mes), finalmente recibimos la sencillísima (y generiquísima) caja con el móvil "Vibe Shot Quad Band Phone". Y la tormenta empezó al momento.
Vibe Shot (DKStorm), especificaciones técnicas
VIBE SHOT (DKSTORM)
DIMENSIONES FÍSICAS 132 x 65 x 10 milímetros (97 gramos)
PANTALLA 4 pulgadas
PROCESADOR ¿?
RAM 64 MB
MEMORIA 64 MB ampliables vía tarjeta TF (hasta 8 GB)
SOFTWARE "Android KitKat 4.4"
CONECTIVIDAD Bluetooth 2.0
2G: GSM 850/900/1800/1900 MHz
CÁMARA 0,08 megapíxeles con flash
BATERÍA 500 mAh (extraíble)
OTROS Dual SIM
PRECIO 23,99 euros (sin stock)
En la ficha del terminal no se especifica el procesador ni la versión del sistema operativo. Ésta se detalla por parte del vendedor en las respuestas de los clientes que lo habían adquirido y preguntaban al respecto, pero en la ficha se incluyen unas notas a este respecto que indican lo siguiente:
Bienvenidos a los 90
La sencilla caja incluye el pequeño terminal (de 4 pulgadas) en blanco, un cargador, el cable y un regalo: una estupenda funda "tipo libro" pero que no sujeta el móvil de ningún modo. Y ojo: se incluye un manual de uso que en este caso sí conviene leer si queremos evitar contratiempos a la hora de usarlo, sobre todo si tienen relación con el almacenamiento, dado que de lo primero que nos encontramos es que sólo acepta los formatos "Udisk, T-Card One o T-Card Two" para ampliar el almacenamiento, lo que en la práctica (y en la actualidad) se traduce a una micro-SD de 8 GB máximo.
Móvil, funda, cargador y la caja, que contiene un pequeño folleto desplegable con instrucciones (en inglés).
Una vez con el móvil en mano lo primero es insertar nuestra tarjeta SIM, porque éste es el tamaño que tienen las dos ranuras. Para ello nos toca recurrir a un adaptador para poder encajar nuestra nano SIM, cosa que no es del todo recomendable (a veces la nano SIM no queda sujeta y el adaptador puede quedar atrapado por los pines, pudiéndolos romper).
En nuestro caso disponíamos de nano SIMs, por lo que nos tocó recurrir a un adaptador para poder insertarla en una de las bandejas SIM.
A continuación volvemos a ajustar la batería (extraíble, lo cual es necesario para insertar la SIM) y encendemos el terminal. Y entonces es cuando nos invade la primera ola de nostalgia a la era pre-smartphone, cuando los móviles emitían un tono de encendido que en muchos casos no podías desactivar (y éste no es precisamente discreto).
Había que quitar la batería para insertar las SIMs.
En mano resulta muy, muy ligero (cualquier otro móvil nos va a parecer mucho más pesado, incluso un iPhone 7 (siendo casi igual de alto y ancho pero algo más delgado). Eso sí, los bordes en ángulo recto y los 10 centímetros de grosor lo hacen bastante incómodo, y los materiales son de muy baja calidad.
Primer contacto: pero... ¿Android, dices?
Parece una pregunta de fácil respuesta, teniendo en cuenta ese apartado que siempre encontramos en el que se indica el software y la versión de sistema operativo así como algunos datos más (kernel, IMEI, etc.). En este caso eso es bastante utópico porque no encontramos la información del sistema por ningún sitio.
La interfaz no recuerda precisamente a la que nos encontrábamos en aquella versión de Android, sino que más bien** parece la que presentaban los primeros Symbian a color** o incluso el nuevo Nokia 3310, salvo por el hecho de que tenemos un escritorio (personalizable con widgets y los iconos de las apps) y un cajón de aplicaciones.
Otra ola de nostalgia con los perfiles de sonido, muy a lo Symbian.
Sin saber a ciencia cierta de qué sistema operativo o versión se trata, lo que nos encontramos en el teléfono ni es KitKat ni es Android
De ahí que, sin saber a ciencia cierta qué sistema operativo mueve el terminal, estemos seguros de que no, por mucho que lo indicase en comentarios e insinuase en la ficha lo que nos encontramos en el teléfono ni es KitKat ni es Android, al menos no una versión funcional. Una decepción bastante importante que condicionará considerablemente la experiencia de uso, más allá de la baja calidad de los materiales o la bajísima resolución de la pantalla.
¿Qué nos dicen los Ajustes. Poco o nada. A continuación los desglosamos, viendo que no se parecen en nada a los que presentaría un móvil Android con Kit Kat (o incluso anteriores), ni siquiera tenemos cortinilla de notificaciones, de hecho. Ni en los subapartados encontramos la ficha técnica de software que disiparía nuestras dudas, y tampoco recibimos ninguna respuesta por parte del vendedor.
El menú de ajustes (arriba) y cada una de las secciones del mismo abiertas. Ni siquiera en los sub-apartados pudimos encontrar la versión del sistema operativo.
En cuanto a la interfaz y la navegación, el escritorio se compone de siete páginas (queramos o no), cuya página central (la cuarta) será siempre la de inicio, independientemente de que (satisfagamos nuestras manías y) pongamos los iconos y widgets en otras. Si pulsamos el botón "Home" iremos a la cuarta sin posibilidad de ajustar esto.
Tras no poder eliminar escritorios, quisimos poner todas las apps en el primero. Pero aún así el botón de inicio lleva siempre a la página 4 (la central).
Los iconos y widgets pueden arrastrarse a la posición que queramos o eliminarse, pero no podremos llevar nada a la pantalla de bloqueo. Para desbloquearlo sólo tenemos opción de deslizar, dado que no puede establecerse un patrón y los apartados de contraseña que encontramos en los ajustes de seguridad no sirven para establecer un código (en realidad, no hemos llegado a determinar su utilidad a falta de una contraseña que no tenemos ni está en el manual).
La interacción y el uso: ¿podemos hacer algo con él?
El terminal tiene tres botones táctiles que guardan la apariencia estándar de los terminales Android que se ha mantenido desde hace años (con la variabilidad de las capas de los fabricantes), pero su uso es algo distinto en esta ocasión. "Atrás" e "Inicio" si responden como lo hacen de manera habitual, pero el que parece ser multitarea es en realidad un menú de opciones.
Entre éstas encontramos la multitarea (concretamente en el curioso apartado de "Aaplicación", así, con dos "A"), pero lo que muestra es una lista o bien vacía o con sólo ciertas tareas. Es decir, no siempre mostrará las que hemos abierto (o la última), aparecen según el caso, sin que hayamos podido determinar el criterio para que se muestren aquí o no.
Botón "multitarea", o mejor dicho de accesos directos. La multitarea como tal (y la función de limpiado de memoria cuando la ofrece activa) está en el apartado "Aaplicación".
Así aparece una tarea en ejecución (y la función de limpieza de memoria activa, aunque no hace absolutamente nada).
A medida que se han extendido y con el auge del bajo coste, en la actualidad no es nada difícil encontrar smartphones asequibles que incluso ya montan doble cámara. Pero, ¿qué ocurre si decidimos ir a por el móvil Android más económico que encontramos? Que las sorpresas empiezan ya en cuanto se enciende el teléfono.
Buscamos un móvil Android lo más barato posible y finalmente encontramos uno por tan sólo 24 euros, el cual (según aclaraba el vendedor) disponía de Android KitKat 4.4. Tras la compra y la espera (que en estos casos suele prolongarse bastante, entre 15 días y un mes), finalmente recibimos la sencillísima (y generiquísima) caja con el móvil "Vibe Shot Quad Band Phone". Y la tormenta empezó al momento.
Vibe Shot (DKStorm), especificaciones técnicas
VIBE SHOT (DKSTORM)
DIMENSIONES FÍSICAS 132 x 65 x 10 milímetros (97 gramos)
PANTALLA 4 pulgadas
PROCESADOR ¿?
RAM 64 MB
MEMORIA 64 MB ampliables vía tarjeta TF (hasta 8 GB)
SOFTWARE "Android KitKat 4.4"
CONECTIVIDAD Bluetooth 2.0
2G: GSM 850/900/1800/1900 MHz
CÁMARA 0,08 megapíxeles con flash
BATERÍA 500 mAh (extraíble)
OTROS Dual SIM
PRECIO 23,99 euros (sin stock)
En la ficha del terminal no se especifica el procesador ni la versión del sistema operativo. Ésta se detalla por parte del vendedor en las respuestas de los clientes que lo habían adquirido y preguntaban al respecto, pero en la ficha se incluyen unas notas a este respecto que indican lo siguiente:
- Descargue sus apps favoritas a través de la Google Play Store o Market instalados.
- Nota: Este teléfono inteligente está diseñado exclusivamente para funcionar con el actual sistema operativo Android/Windows instalado en él. Cualquier alteración como actualizaciones o "flashear" una nueva versión anulará la garantía.
- El almacenamiento indicado indica el máximo disponible sin nada instalado. Sin embargo, el sistema operativo Android/Windows instalado y el software pre-instalado por parte del fabricante ocupará parte de este espacio. El espacio disponible en el dispositivo será entonces ligeramente menor que el indicado.
Bienvenidos a los 90
La sencilla caja incluye el pequeño terminal (de 4 pulgadas) en blanco, un cargador, el cable y un regalo: una estupenda funda "tipo libro" pero que no sujeta el móvil de ningún modo. Y ojo: se incluye un manual de uso que en este caso sí conviene leer si queremos evitar contratiempos a la hora de usarlo, sobre todo si tienen relación con el almacenamiento, dado que de lo primero que nos encontramos es que sólo acepta los formatos "Udisk, T-Card One o T-Card Two" para ampliar el almacenamiento, lo que en la práctica (y en la actualidad) se traduce a una micro-SD de 8 GB máximo.
Móvil, funda, cargador y la caja, que contiene un pequeño folleto desplegable con instrucciones (en inglés).
Una vez con el móvil en mano lo primero es insertar nuestra tarjeta SIM, porque éste es el tamaño que tienen las dos ranuras. Para ello nos toca recurrir a un adaptador para poder encajar nuestra nano SIM, cosa que no es del todo recomendable (a veces la nano SIM no queda sujeta y el adaptador puede quedar atrapado por los pines, pudiéndolos romper).
En nuestro caso disponíamos de nano SIMs, por lo que nos tocó recurrir a un adaptador para poder insertarla en una de las bandejas SIM.
A continuación volvemos a ajustar la batería (extraíble, lo cual es necesario para insertar la SIM) y encendemos el terminal. Y entonces es cuando nos invade la primera ola de nostalgia a la era pre-smartphone, cuando los móviles emitían un tono de encendido que en muchos casos no podías desactivar (y éste no es precisamente discreto).
Había que quitar la batería para insertar las SIMs.
En mano resulta muy, muy ligero (cualquier otro móvil nos va a parecer mucho más pesado, incluso un iPhone 7 (siendo casi igual de alto y ancho pero algo más delgado). Eso sí, los bordes en ángulo recto y los 10 centímetros de grosor lo hacen bastante incómodo, y los materiales son de muy baja calidad.
Primer contacto: pero... ¿Android, dices?
Parece una pregunta de fácil respuesta, teniendo en cuenta ese apartado que siempre encontramos en el que se indica el software y la versión de sistema operativo así como algunos datos más (kernel, IMEI, etc.). En este caso eso es bastante utópico porque no encontramos la información del sistema por ningún sitio.
La interfaz no recuerda precisamente a la que nos encontrábamos en aquella versión de Android, sino que más bien** parece la que presentaban los primeros Symbian a color** o incluso el nuevo Nokia 3310, salvo por el hecho de que tenemos un escritorio (personalizable con widgets y los iconos de las apps) y un cajón de aplicaciones.
Otra ola de nostalgia con los perfiles de sonido, muy a lo Symbian.
Sin saber a ciencia cierta de qué sistema operativo o versión se trata, lo que nos encontramos en el teléfono ni es KitKat ni es Android
De ahí que, sin saber a ciencia cierta qué sistema operativo mueve el terminal, estemos seguros de que no, por mucho que lo indicase en comentarios e insinuase en la ficha lo que nos encontramos en el teléfono ni es KitKat ni es Android, al menos no una versión funcional. Una decepción bastante importante que condicionará considerablemente la experiencia de uso, más allá de la baja calidad de los materiales o la bajísima resolución de la pantalla.
¿Qué nos dicen los Ajustes. Poco o nada. A continuación los desglosamos, viendo que no se parecen en nada a los que presentaría un móvil Android con Kit Kat (o incluso anteriores), ni siquiera tenemos cortinilla de notificaciones, de hecho. Ni en los subapartados encontramos la ficha técnica de software que disiparía nuestras dudas, y tampoco recibimos ninguna respuesta por parte del vendedor.
El menú de ajustes (arriba) y cada una de las secciones del mismo abiertas. Ni siquiera en los sub-apartados pudimos encontrar la versión del sistema operativo.
En cuanto a la interfaz y la navegación, el escritorio se compone de siete páginas (queramos o no), cuya página central (la cuarta) será siempre la de inicio, independientemente de que (satisfagamos nuestras manías y) pongamos los iconos y widgets en otras. Si pulsamos el botón "Home" iremos a la cuarta sin posibilidad de ajustar esto.
Tras no poder eliminar escritorios, quisimos poner todas las apps en el primero. Pero aún así el botón de inicio lleva siempre a la página 4 (la central).
Los iconos y widgets pueden arrastrarse a la posición que queramos o eliminarse, pero no podremos llevar nada a la pantalla de bloqueo. Para desbloquearlo sólo tenemos opción de deslizar, dado que no puede establecerse un patrón y los apartados de contraseña que encontramos en los ajustes de seguridad no sirven para establecer un código (en realidad, no hemos llegado a determinar su utilidad a falta de una contraseña que no tenemos ni está en el manual).
La interacción y el uso: ¿podemos hacer algo con él?
El terminal tiene tres botones táctiles que guardan la apariencia estándar de los terminales Android que se ha mantenido desde hace años (con la variabilidad de las capas de los fabricantes), pero su uso es algo distinto en esta ocasión. "Atrás" e "Inicio" si responden como lo hacen de manera habitual, pero el que parece ser multitarea es en realidad un menú de opciones.
Entre éstas encontramos la multitarea (concretamente en el curioso apartado de "Aaplicación", así, con dos "A"), pero lo que muestra es una lista o bien vacía o con sólo ciertas tareas. Es decir, no siempre mostrará las que hemos abierto (o la última), aparecen según el caso, sin que hayamos podido determinar el criterio para que se muestren aquí o no.
Botón "multitarea", o mejor dicho de accesos directos. La multitarea como tal (y la función de limpiado de memoria cuando la ofrece activa) está en el apartado "Aaplicación".
Así aparece una tarea en ejecución (y la función de limpieza de memoria activa, aunque no hace absolutamente nada).