Os cuento. Hasta hace pocos años siempre he sido la típica persona que un día te dice adiós y desaparece. Normalmente coincidía con un cambio de ciudad y eso ha provocado que haya ido dejando amigos en dos o tres lados. El rollo de limitar mi presencia en Internet a foros y correo electrónico tampoco ha facilitado mantener el contacto y al final pues ya sabéis, pasa el tiempo y ese amigo se transforma en un buen recuerdo que te hace siempre sonreir.
El tema es que hay un amigo en concreto por el que siempre he sentido una gran admiración por que es un genio de la música. Tuve la suerte de poder ver de cerca como poco a poco logró sus sueños hasta ser muy reconocido, pero lo que admiro más de él es que eso no le cambió nada y siguió siendo el chico introvertido y humilde que había sido siempre. Hoy Youtube me recomendó una entrevista suya y al ver el vídeo me he dado cuenta que ya han pasado cinco años del día que me despedí de él avisándole que esta vez íbamos a pasar mucho tiempo sin vernos. Le he enviado un correo diciéndole que guardo un bonito recuerdo de los momentos que compartimos. Me haría ilusión que lo leyera y me contestara, pero algo de mí rechaza llamar a un amigo del pasado ¿por qué creéis?
El tema es que hay un amigo en concreto por el que siempre he sentido una gran admiración por que es un genio de la música. Tuve la suerte de poder ver de cerca como poco a poco logró sus sueños hasta ser muy reconocido, pero lo que admiro más de él es que eso no le cambió nada y siguió siendo el chico introvertido y humilde que había sido siempre. Hoy Youtube me recomendó una entrevista suya y al ver el vídeo me he dado cuenta que ya han pasado cinco años del día que me despedí de él avisándole que esta vez íbamos a pasar mucho tiempo sin vernos. Le he enviado un correo diciéndole que guardo un bonito recuerdo de los momentos que compartimos. Me haría ilusión que lo leyera y me contestara, pero algo de mí rechaza llamar a un amigo del pasado ¿por qué creéis?