Libros, libros, libros

Viaje a la soledad
Las protagonistas de ‘Boulder’, segunda entrega de la trilogía que inició Eva Baltasar con ‘Permafrost’, son mujeres que no están programadas para la felicidad de manual


J. ERNESTO AYALA-DIP
13 MAY 2020



Viaje a la soledad



La cita del pórtico de Permafrost, la primera novela de la escritora catalana Eva Baltasar, da una pista de hacia dónde apunta su narrativa. Pertenece a Thomas Bernhard y dice: “Nacer es una desgracia, decía, y mientras vivimos perpetuamos esa desgracia”. No tiene aquella novela, ni tampoco Boulder,segundo volumen de una trilogía, esa carga de punzante y negativo trascendentalismo que caracteriza la literatura del austriaco. Pero algo de ello hay.

En Boulder hay dos viajes hechos por la misma protagonista. Uno externo, primero al sur de Chile y después a Islandia. El interior es hacia la búsqueda del estado perfecto de la soledad. La protagonista ha aceptado que la conozcamos con el nombre de Boulder, que es como la bautiza su pareja sentimental, Samsa. Después de 10 años de convivencia, Samsa quiere tener un hijo. Deciden ambas, más Samsa que Boulder, recurrir a la concepción de laboratorio. De allí nacerá una niña. Un tiempo más tarde, Boulder se embarca como pinche de cocina. Verá a su hija según lo acordado legalmente. En medio habrá alguna transgresión a la difícil fidelidad, sin mayores costes que la sensación de vacío posterior.

En ambas novelas, Eva Baltasar crea un espacio físico a imagen y semejanza de sus protagonistas. Mujeres que defienden no tanto la libertad de su cuerpo como la libertad, con todos los riesgos morales, del cuerpo femenino. En Boulder hay una referencia a Kierkegaard. El filósofo estuvo a punto de casarse, pero desistió porque descubrió que esa mujer hubiera hecho de él el hombre más feliz del mundo. Y parece que no estaba preparado para semejante futuro. Las mujeres de Baltasar tampoco están programadas para la felicidad de manual. Su lucidez les hace ser conscientes de que lo único real del s*x* son los cuerpos. El resto es espejismo. La mente discierne, el cuerpo desea.

Antes de ser novelista, Baltasar es poeta. Y esto se nota. En Boulder la escritura es una operación antes lírica que narrativa. Pero la historia está. Duele y nos hace sonreír. En medio de la seda, cada tanto un vulgarismo exacto e irremplazable. Uno de los nombres importantes de la narrativa catalana de hoy.



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Autora: Eva Baltasar
Traducción: Nicole D’Amonville Alegría.
Editorial en español: Literatura Random House, 2020. Tapa blanda (128 páginas, 16,90 euros) y ebook (6,99 euros).
Editorial en catalán: Club Editor 1959, 2020. Tapa blanda (160 páginas, 16,95 euros).

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Flann O'Brien: una impostura evidente
Un volumen reúne las dos novelas más importantes del autor irlandés, 'El tercer policía & En Nadar-dos-pájaros'. Avanzamos el prólogo en el que Patricio Pron repasa su legado


PATRICIO PRON

1 JUL 2020

El escritor Flann O'Brian.


El escritor Flann O'Brian.


"No se me proporcionaron calzoncillos y como mi actividad se prolongó hasta las profundidades del invierno no disponía de la menor protección contra el frío", se queja Willard Slug, un "vaquero" del Oeste trasplantado a Dublín, a pedido del tribunal; naturalmente, ha contraído "asma, catarro y diversos trastornos pulmonares" a raíz de lo exiguo de vestimenta y paga, pero no hay nada natural ni corriente en la oportunidad que se le ofrece de contar sus penurias, en un juicio al autor por parte de sus personajes.

En Nadar-dos-pájaros fue definido, incluso por sus editores españoles, como un libro "incomprensible"; en realidad, no lo es, aunque tal vez sí sea un poco enrevesado. Un joven vive con su tío ("colorado, ojos como bolitas, barriga de balón", lo describe) mientras finge sin mucho entusiasmo que prosigue sus estudios; sus aficiones principales consisten, sin embargo, en beber, dormir y escribir una novela que tiene como personaje principal a Dermot Trellis, un "escritor excéntrico [que] concibe el proyecto de escribir un libro edificante sobre las consecuencias que acarrean las malas acciones", para lo cual crea un elenco de personajes especializados en estas últimas: una especie de diablo irlandés, un personaje "que tiene por misión asaltar a las mujeres y comportarse en toda ocasión de un modo indecente", un recadero, una joven del servicio doméstico, un hermano de la joven deseoso de proteger su honra, Willard Slug, un personaje legendario (quien a su vez narra la historia de Sweeny, el rey loco que recorre el país saltando de árbol en árbol, en lo que, como recordó Eamon Butterfield en una edición anterior de este libro, es una traducción «un tanto peculiar» de un texto irlandés antiguo), etc. Quizás Trellis piense que existe alguna recompensa a la virtud, por alguna razón; pero sus personajes no lo hacen, y, cuando descubren que pueden escapar de su voluntad cuando duerme, empiezan a narcotizarlo para llevar una vida "disoluta aunque pintoresca". (Pero van a acabar rompiéndole las piernas y llevándolo a juicio, cosa que excede lo que podríamos llamar pintoresco, claro).

"Una novela satisfactoria —propone O’Brien al comienzo del libro— habría de ser una impostura evidente en sí, respecto a la cual pudiese regular a su gusto el lector su grado de credulidad. […] Todo el caudal de la literatura existente debería considerarse un limbo del que escritores perspicaces pudiesen sacar sus personajes de acuerdo con sus necesidades, creando solo cuando no lograsen hallar un títere adecuado ya existente. La novela moderna debería ser predominantemente obra de referencia". En Nadar-dos-pájaros es esa novela de la impostura y el archivo, pero también lo son La boca pobre (1941), su extraordinaria sátira de la literatura memorialística en gaélico, La vida dura(1960), Crónica de Dalkey (1964) y, especialmente, su segunda novela, El tercer policía (1939, publicada en 1967), y, en realidad, la obra que, como cuenta en En Nadar-dos-pájaros, O’Brien estaba escribiendo en sus años de estudiante, viviese en la casa de su tío o no. En El tercer policía hay al menos un crimen, hay dos, incluso tres policías, hay una sentencia improvisada y un patíbulo, todas cosas habituales en las novelas policiacas con las que, sin embargo, no puede ser confundida, ya que en ella, también, hay fantasmas, regiones en las que el tiempo se detiene, cojos que se atan entre sí para poder desplazarse como una persona corriente, cajas tan minúsculas que escapan a la vista y un interés quizás excesivo de los personajes en el robo de bicicletas. Una vez más, el narrador carece de nombre, una práctica de O’Brien al menos singular, si se considera que el autor (nacido Brian O’Nolan u Ó Nualláin) no escatimó en seudónimos: Myles na gCopaleen, Myles na Gopaleen, Brother Barnabas, George Knowall, Stephen Blaskeley, Flann O’Brien; pero el resto de los personajes de la novela sí lo tiene, incluyendo el alma del narrador, llamada Joe, John Divney, el amigo-enemigo causante de su infortunio, el asesinado y, por supuesto, De Selby, el filósofo, cuya obra (excéntrica, inquietante, contradictoria) es el principal objeto de la codicia del narrador.


"Muchas opiniones mantenidas por gran parte de la crítica sobre De Selby y sus teorías eran interpretaciones erróneas basadas en lecturas inadecuadas de su obra", afirma el narrador. Pero la obra de O’Brien está presidida por la certeza de que no hay nada parecido a una lectura errónea, puesto que esta solo podría ser sancionada como tal por el autor si este tuviese alguna autoridad y/o si estuviese allí cuando la lectura descarrila, cuando se aparta de lo previsto. Sus personajes tienen lo que Laurence Sterne llamó "hobby-horses", las manías y fijaciones de los célibes a las que estos se montan como a caballitos de madera para observar el mundo desde la seguridad de una cabalgadura, como hace el policía Fox, el tercero, quien "cierto 23 de junio […] estuvo a solas con MacCruiskeen en una habitación durante una hora, y […] desde entonces [MacCruiskeen] está loco como una chota y más loco que una cabra loca", pero también De Selby, quien estuvo durante un tiempo "obsesionado con los espejos", a los que recurría con tanta frecuencia que «acabó por afirmar tener dos manos izquierdas y vivir en un mundo arbitrariamente limitado por un marco de madera».


Una observación errónea genera inevitablemente un hobby-horse que da pie invariablemente a un mundo que no es erróneo ni correcto, sino tan solo una variante del que conocemos. "De Selby mantiene la costumbre de señalar falacias en conceptos ya existentes, para después establecer tranquilamente su propio modelo en lugar del que afirma haber demolido", se nos dice. O’Brien opera igual. Uno de los problemas centrales de su obra es el del narrador. ¿Quién narra? ¿Y por qué? ¿Qué nos lleva a creer que conoce lo que cuenta? ¿Y qué nos dice que su control sobre su narrativa es absoluto? Al narrador de En Nadar-dos-pájaros le parece singularísimo que un escritor, en este caso Dermot Trellis, pueda concebir un personaje ya adulto desde su nacimiento; pero el asunto solo puede resultar llamativo en el mundo de Trellis: en contrapartida, a los personajes de El tercer policía no les llama en absoluto la atención que el tiempo sea circular, que haya un ascensor que comunique con La Eternidad ("La barba no crece y si uno ha comido, no tiene hambre, y si uno tiene hambre, no tiene más hambre. Una pipa humeará todo el día sin consumirse, y un vaso de whiskysiempre estará́ lleno sin que importe cuánto beba"), que los muertos tomen el té de manera mecánica; quizás el libro haya sido escrito por De Selby, acerca de cuyo juicio existen fundadas dudas, incluso entre sus exégetas. Como afirmó alguien, En Nadar-dos-pájaros es «una novela acerca de novelas que se escriben a sí mismas»; pero lo mismo puede decirse de El tercer policía y de la totalidad de los libros de Flann O’Brien, casi todos ellos rechazados por las editoriales de su tiempo, apenas tomados en consideración por la crítica literaria de la época o, directamente, víctimas del infortunio, como le sucedió a En Nadar-dos-pájaros, una buena parte de cuya tirada fue destruida cuando el depósito de la editorial que la había publicado fue alcanzado por una bomba durante la Segunda Guerra Mundial.


Pero la bomba es la literatura misma de O’Brien, todavía excéntrica y desafiante. Al igual que el J. G. Farrell de Disturbios (1970), O’Brien asistió al final de una época, a la que la Primera Guerra Mundial y su promesa no cumplida de que sería la última puso fin de manera cruenta, pero también al derrumbe del Imperio británico, la independencia de Irlanda tras la guerra mantenida entre el Reino Unido y el Ejército Republicano Irlandés entre 1919 y 1921 y otra guerra mundial; un tiempo, en palabras de Farrell, "de cambio, inseguridad y deterioro" en el que el problema de la autoridad se vio puesto de manifiesto con especial dureza: la asfixia que constituye el fondo de sus novelas, el hartazgo de las convenciones sociales, del estancamiento y la pobreza fueron su respuesta a esos tiempos.


O’Brien forma parte de la primera plana de los escritores irlandeses del siglo xx junto a James Joyce (O’Brien inauguró con un puñado de amigos la práctica de celebrar el Bloomsday, en 1954) y a Samuel Beckett, pero su sombra es más alargada, y se proyecta hacia atrás (existe un vínculo evidente entre sus libros y los de Jonathan Swift, así como con el Tristram Shandy, de Sterne, y la ruidosa perplejidad de Buster Keaton) al igual que hacia delante: sin él, es posible que no hubiesen existido Spike Milligan, el humor de los Beatles, los Monty Python, la novela posmoderna. De manera más general, no existiría el género de las obras que se fagocitan a sí mismas tras haber devorado todo lo que está a su alcance, que en el caso de O’Brien eran la prensa de sucesos, las novelas piadosas, las baladas tradicionales, las novelas de vaqueros, la literatura tradicionalista gaélica. Quién ejerce la autoridad, incluso en las novelas, es un tema central de su literatura, pero también de las obras de los autores mencionados. "No habrá nadie como ellos", dice el Bonaparte Ó Cúnasa de La boca pobre, y, aunque esto tal vez no sea especialmente lamentable, dada su (muy gaélica) miseria y desesperación, sí constituye una pérdida evidente para la literatura. Pero están sus libros, que abren una puerta a una rebelión hilarante, el tipo de respuesta al poder que proviene del humor y de la anarquía. Dylan Thomas, James Joyce, Samuel Beckett, Graham Greene, Jorge Luis Borges, William Saroyan, Anthony Cronin y Guillermo Cabrera Infante están entre sus ilustres lectores, y ahora usted. Bienvenida/o a esta sucesión de explosiones.


'El tercer policía & En Nadar-dos-pájaros'. Flan O'Brian. Traducción de Héctor Arnáu y José Manuel Álvarez. 504 páginas. 23,95 euros.





El tercer policía & En Nadar-dos-pájaros - Libro - nordicalibros.com
 
Las cinco novelas españolas recién publicadas que hay que leer
La ronda editorial final de literatura en español antes de las vacaciones sirve un puñado de estupendas novelas


Foto: Detalle de portada de 'Amor intempestivo', obra de Ouka Lele. (Tusquets)


Detalle de portada de 'Amor intempestivo', obra de Ouka Lele. (Tusquets)



AUTOR
DANIEL ARJONA
Contacta al autor
@elarjonauta
22/06/2020


"Debíamos ser los tontos de la clase, el pelotón de los torpes, porque el resto de los jóvenes de nuestra edad no querían ser escritores, sino cantantes, directores de cine, arquitectos o simplemente ricos. (...) No somos más que un hatajo de acreedores, se nos debe la gloria y vamos reclamándola por los rincones. Nuestras novelas pertenecen todas al mismo género literario que los cartones que ponen los mendigos al lado de su manta: pedimos una limosna de gloria contando nuestra triste vida y lo llamamos autoficción".

Con esta sombría percepción de la tarea de escribir en tiempos en tiempos "en los que la literatura ya había perdido toda relevancia social" comienza 'Amor intempestivo' una del selecto puñado de estupendas novelas recomendadas a continuación, todas ellas novedades recién publicadas de novelistas de las generaciones perdidas -ni muy jóvenes ni muy mayores- que escriben en español.


1. 'Basilisco' - Jon Bilbao (Impedimenta)


'Basilisco'.


'Basilisco'.

Escribió Alberto Olmos que Jon Bilbao es "un escritor de verdad porque lleva años escribiendo y seguirá haciéndolo aunque tú no sepas nunca quién es, aunque un ministro cerril no le otorgue nunca el premio Nacional, aunque no lo reseñen ni en 'Babelia', ni en 'El Cultural' ni en el blog del tonto de moda". Con 'Basilisco', el asturiano logra otra gran novela en una carrera metódica e implacable que no necesita de fuegos de artificio para seguir encandilando a sus lectores. Un cóctel de géneros que prende mecha en el presente para sumergirse en la California del Lejano Oeste a la busca del misterioso John Dunbar, trampero, buscador de plata, veterano de la Guerra de Secesión y pistolero ocasional.

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2. 'Amor intempestivo' - Rafael Reig (Tusquets)


'Amor intempestivo'.


'Amor intempestivo'.

Cuánta alegría, cuánta tristeza. La pequeña maravilla en forma de confesión autobiográfica con que Rafael Reig nos ha sorprendido a las puertas de este extraño verano de interludio coronavírico es, según anuncia la faja del libro, su "libro más sincero y más expuesto". Pero es algo más. Un canto a la literatura cuando ya a nadie le importa, una prosa que se bebe, un humor fresco y radiante, una enumeración alborozada de innumerables whiskis y polvos, una emotiva acuarela familiar y un drama, claro, el drama de la inevitable derrota que es vivir. Es bastante probable que 'Amor intempestivo' sea una de las mejores novelas españolas de lo que va de año.

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3. 'Luz del fuego' - Javier Montes (Anagrama)


'Luz del fuego'.


'Luz del fuego'.

Se llamaba Dora Vivacqua, brasileña rebelde, naturista, guerrillera urbana y bailarina, una de esas vidas opimas para un novelista, un tesoro de historias que luego, claro está, hay que reinventar y contar a lo largo de casi 300 páginas. Y eso es lo que logra Javier Montes, con buena nota, es este novelón estrafalario y adictivo que resucita toda una época fascinante, la del nocturno Río de Janeiro de mediados del pasado siglo XX, cuando "hasta los más serenos han perdido la cabeza y han bailado y bebido y besado y vomitado y vuelto a empezar".

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4. 'Un cambio de verdad' - Gabi Martínez (Seix Barral)


'Un cambio de verdad'.


Un cambio de verdad'.

Periodista, viajero, escritor, autor de una obra tan peculiar como deliciosa, también Gabi Martínez se echó al monte para dar sentido a su vida, como tantos últimamente, y se instaló en una cabaña sin calefacción de la Siberia extremeña para pastorear un rebaño de 400 ovejas. La narración de aquella peripecia en la línea del cada vez más pujante género del 'nature writing' es este 'Un cambio de verdad: una vuelta al origen en tierra de pastores'. Porque el empoderamiento del campo, si no es posible, bien merece una buena historia como esta.

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5. 'Cadáver exquisito' - Agustina Bazterrica (Alfaguara)


'Cadáver exquisito'.


'Cadáver exquisito'.


Recupera Alfaguara con buen tino esta estupenda novela de Agustina Bazterrica que no puede estar más de actualidad. Así reza su sinopsis: "La súbita aparición de un virus letal que ataca a los animales modifica de manera irreversible el mundo: desde las fieras hasta las mascotas deben ser sistemáticamente sacrificadas, y su carne ya no puede ser consumida. Los gobiernos enfrentan la situación con una decisión drástica: legalizando la cría, reproducción, matanza y procesamiento de carne humana. El canibalismo es ley y la sociedad ha quedado dividida en dos grupos: los que comen y los que son comidos". Poco más debiéramos añadir para no fastidiarles una segura y gozosa sorpresa. Solo léanla.

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La Feria del Libro de Madrid sigue adelante... de momento
La Comisión Organizadora de la cita pide apoyo económico a las administraciones públicas para poder celebrarla en otoño


Imagen de la edición de 2019 de la Feria del Libro de Madrid


Imagen de la edición de 2019 de la Feria del Libro de Madrid - ISABEL PERMUY


Inés Martín Rodrigo
Inés Martín RodrigoSEGUIRActualizado:02/07/2020



Había bastante nerviosismo en el sector del libro ante lo que pudiera suceder en la reunión de la comisión intergremial de la Feria del Libro de Madrid, que se ha celebrado hoy con la presencia de editores, libreros y distribuidores. Pero, finalmente, en ella se ha decidido posponer al 9 de julio la nueva reunión en la que se decidirá si la Feria se celebra, o no, entre el 2 y el 18 de octubre en el madrileño Parque del Retiro.

"Se seguirá trabajando a contrarreloj para tener una manera de asegurar una posible suspensión y para cubrir una parte de los gastos de los expositores de Madrid. En todo caso, hoy no se ha decidido suspender la Feria del Libro de Madrid y seguimos trabajando por conseguir celebrarla con seguridad y responsabilidad", ha expresado a ABC una fuente del Gremio de Librerías de Madrid. "Vamos juntos por hacer la Feria si se dan las condiciones y cubren las instituciones. En Cataluña ha pasado y creo que pasará, esto es muy importante culturalmente y el problema es que vamos contrarreloj", ha precisado la mencionada fuente.

En una nota de prensa hecha pública por la Asociación de Editores de Madrid al acabar la reunión de la comisión intergremial, la Comisión Organizadora de la Feria ha pedido apoyo a las administraciones públicas para que se pueda celebrar en otoño. Tanto editores como libreros y distribuidores han coincidido en "la importancia, necesidad y valor" de celebrar la cita librera por excelencia de nuestro país. Pero todos ellos reclaman a las administraciones "la cobertura del 100% de los costes de una eventual cancelación de la Feria por causa de la Covid-19" y "el apoyo económico necesario para sufragar los gastos extraordinarios que suponen las medidas de sanitarias para garantizar las condiciones de salud".

El portavoz de la Asociación de Editores de Madrid en la comisión organizadora de la Feria, Paulo Cosín, ha valorado muy positivamente la unidad de editores, libreros y distribuidores que se ha reflejado durante la reunión de hoy. "Las diferencias nunca han existido. El sector del libro nos hemos mantenido especialmente unidos durante toda la crisis derivada del estado de alarma y lo seguiremos estando". En cuanto a las peticiones que trasladan, “estamos seguros de que la Administración nos va a apoyar y no nos va a dejar solos ante esta situación”, ha afirmado Cosín.


Diferente percepción
Ante las últimas informaciones publicadas, en las que algunos libreros se manifiestan contrarios a la celebración de la Feria, el gremio de editores la considera "necesaria". "A los editores -sostiene Miguel Barrero, presidente de la Federación de Gremios de Editores de España- sí nos gustaría que hubiese Feria. Primero, por no perder el contacto con los vecinos de Madrid. Y, segundo, porque el objetivo de la Feria no es sólo comercial, es también una ocasión espléndida de enseñar el fondo, no sólo las novedades".

Los editores son conscientes de que "que este año la Feria del libro tenga que llevar unas indicaciones, con todas las limitaciones sanitarias previstas, desde la limitación del aforo al control de la asistencia", pero creen que "es necesario que se celebre, ya no sólo por el simple hecho de que es un evento cultural que está interiorizado en la cultura madrileña, sino porque ayuda a que la gente conozca a los libreros y sus catálogos, y más después del duro varapalo que se han llevado con el coronavirus”.

No obstante, Barrero insiste en que "hay que dejar que cada uno decida si quiere tener presencia o no" y destaca que "hay libreros que sí quieren ir". "Apostamos por que siga existiendo la Feria", remata Barrero. Fuentes del sector aseguran que el problema de base es que existe un desacuerdo entre la percepción que los libreros tienen de la Feria (punto de venta) y la de los editores (escaparate).

A finales del pasado mes de abril, el director de la Feria del Libro, Manuel Gil, se dirigió por carta a los participantes para explicarles el escenario que se contemplaba para la celebración en octubre de una "Feria segura" con medidas como desinfección de casetas y pabellones dos veces al día, arcos de medición de temperatura, control de acceso y limitación de aforo, y medidas extremas de distanciamiento social. En concreto, los protocolos de seguridad contemplados precisan un rediseño de la Feria para poder acotar espacios en los que poder implementar las medidas, un planteamiento que fue discutido con empresas de infraestructuras y tecnologías. En ese documento remitido por Gil se contemplaba otro escenario, como era la celebración en las mismas fechas de una feria virtual. La Feria, que ha sido declarada por el Ayuntamiento de Madrid "Bien de interés general de la ciudad de Madrid", tiene como lema para la edición de este año "La Cultura en pie".

 
GALARDÓN
Marcelo Luján gana el premio Ribera del Duero con seis cuentos apocalípticos
El escritor argentino, afincado en España desde hace veinte años, propone en 'La claridad' el viaje de varios personajes femeninos corrientes en un mundo luminoso pero con oscuridades



Foto: El escritor Marcelo Luján


El escritor Marcelo Luján



AUTOR
PAULA CORROTO
Contacta al autor
07/07/2020



“Pensé que este día no iba a llegar nunca”, ha dicho hoy Marcelo Luján(Buenos Aires, 1973) nada más confirmarse que era el ganador del VI Premio Internacional Ribera del Duero por el libro de cuentos ‘La claridad’ que publica Páginas de Espuma y que está dotado con 50.000 euros. Porque han sido cuatro meses en silencio desde que recibió la llamada del presidente del jurado Fernando Aramburu informándole de que era el flamante ganador de esta edición bianual. Era el martes 10 de marzo y su móvil saltó por los aires (de alegría). A los pocos días ocurrió lo que ya sabemos todos y todo se paró. “De alguna manera mi cerebro desconectó y me dediqué a trabajar en el libro. Es muy curioso cómo funciona el cerebro”, ha reconocido el escritor. Tanto desconectó que incluyó un nuevo cuento -al principio eran cinco- que hoy ha presentado en una rueda de prensa muy diferente a la que hubiera sido hace varios meses: mascarilla, geles, tomas de temperatura. Menos mal que había vasos de vino para darle algo de normalidad.



'La claridad'


'La claridad'


El autor, afincado en España desde hace casi veinte años, ha señalado que le es muy difícil escribir cuentos y que ha tardado casi tres años en darle forma a los seis que conforman 'La claridad'. Su última novela, ‘Subsuelo’, que data ya de 2015 había ido muy bien consiguiendo el premio Dashiell Hammett de la Semana Negra de Gijón en 2016. Pero el cuerpo le pedía el formato breve. “Para mí era un desafío y una necesidad”, ha indicado insistiendo en que “es un género mucho más difícil de ejecutar que la novela”, sobre todo cuando se pretende “contar muchas historias de forma independiente pero con una forma indivisible”. No obstante, ahí están escritores cuentistas de la literatura en español como Jorge Luis Borges o Juan Carlos Onetti para ratificar la grandeza del género.
El título desvela también algo de la unidad que hay en estos relatos. “Me gusta abordar la ficción desde la oscuridad y jugar con el contrapunto, esa contradicción de mostrar lo oscuro rodeado de luz. Es decir, que las cosas malas ocurran en situaciones blancas, iluminadas”, ha explicado. Lo que busca Luján a fin de cuentas es que el libro se lea y con cierto placer, además: “Es que leer un buen cuento es como el amor de tu vida, que no es tu vida entera, pero no nos importa porque se queda ahí para siempre a salvo de la muerte”.


Personajes femeninos
Los “cuentos apocalípticos” de 'La claridad' fueron elegidos por unanimidad por los miembros del jurado, compuesto por Aramburu, los escritores Clara Obligado y Óscar Esquivias, el editor Juan Casamayor, el presidente de la Denominación de Origen Ribera del Duero, Enrique Pascual y el secretario de la D.O, Alfonso Sánchez, que contaba con voz pero sin voto.

Aramburu ha contado que le faltó solo leer algunas páginas para reconocer la calidad del libro. “Es un autor que domina el género”, ha señalado. Y ha manifestado que, aunque son independientes, todos giran “en torno a personajes femeninos corrientes: una chica gorda que comete un acto de crueldad, una inadaptada con relaciones tóxicas, un camionero que fallece en un acto de bondad, una empleada de una clínica veterinaria que enloquece por la mordedura de una gata infectada y una muerta viviente”.

Me gusta abordar la ficción desde la oscuridad y jugar con el contrapunto, esa contradicción de mostrar lo oscuro rodeado de luz

Para Esquivias, quien ha recordado que ganar el Ribera del Duero “es como un Oscar en nuestra carrera”, ha manifestado que leer el libro de Luján es “meterse en la corriente de un río dominado por la idea del destino. Los personajes van hacia un destino inexorable sin que ellos lo sepan”. Por su parte, Clara Obligado ha recordado “las dos orillas de nuestra literatura” con este premiado, puesto que Luján “representa a una generación de escritores, que aunque no hayan nacido en España han hecho de este país su lugar de residencia. No es argentino ni español”.

Por último, Juan Casamayor ha recordado a los premiados en ediciones anteriores como Javier Sáez de Ibarra, Marcos Giralt Torrente, Guadalupe Nettel, Samantha Schweblin y Antonio Ortuño. “Y es un premio que da suerte”, ha recalcado. Después de meses en barbecho forzoso, La claridad comenzará su andadura el próximo 15 de julio.

 
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Foto: Una joven disfruta de la lectura de un libro en la playa de la Barceloneta. (EFE)


Una joven disfruta de la lectura de un libro en la playa de la Barceloneta. (EFE)



AUTOR
DANIEL ARJONA
Contacta al autor
@elarjonauta
PAULA CORROTO
Contacta al autor
09/07/2020



El primer escritor europeo que rentabilizó su pluma fue Walter Scott. El británico hizo una fortuna despachando cientos de miles de copias de sus romances históricos por todo el continente en los albores del XIX... para perderla por completo en la crisis bursátil de 1825. De hecho, no fue hasta ese siglo que se profesionalizó la carrera de escritor, hasta entonces vetada a quien no contara con palacios y rentas que le permitieran el lujo de echar la tarde emborronando cuartillas. También nacieron entonces los derechos de autor —y la piratería, su gemelo maligno—, las traducciones masivas, la uniformización internacional de temáticas y estilos y, sobre todo, emergió una masa crítica de lectores entre una población cada vez más alfabetizaba que demandaba libros con voracidad hasta el punto de que en Francia llegó a haber dos editores por autor publicable.
Hoy, cuando la situación parece invertirse, cuando los autores y los títulos desbordan las mesas de novedades mientras la atención de los posibles lectores se la disputan mil sibilinas seducciones digitales, hay que elegir. Dejen el móvil en el cajón este verano y elijan entre los libros que recomendamos aquí abajo, de todo tipo, género y condición. Leer es la mejor manera de no perder el tiempo.


Ficción internacional



1. 'Las tres de la mañana' - Gianfranco Carofligio (Anagrama)



'Las tres de la mañana' (Anagrama)


'Las tres de la mañana' (Anagrama)


Un relato alegre y a la vez melancólico con leves apariciones de una patología neurológica. Es la historia de un fin de semana feliz, pero que jamás se volverá a repetir. Es eso que se puede asir de la vida, se puede disfrutar, pero a la vez se va a colar entre los dedos como el puñado de la arena de la playa. Y no te esfuerces porque no va a volver a ser nunca más la misma tierra. Y es también una historia que el lector ha leído mil veces: la iniciación a la vida. El descubrimiento del s*x*, de la necesidad de proteger más que de la de ser protegido, la responsabilidad de los actos y las consecuencias, la aparición del amor. Lo que los alemanes denominaron 'Bildungsroman' y que ha tenido éxito desde los inicios de los tiempos. Así que no pasa nada. Vuelva usted a leerla porque 'Las tres de la mañana' es de lo mejor que se va a encontrar en esta locura de 'reentrée' en el posconfinamiento.

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Tráfico de libros en el territorio de la Camorra
La Scugnizzeria, que acoge dos editoriales, talleres, escuela de teatro y mucho más, ofrece a los niños alejarse del crimen en el barrio napolitano de Sciampia


ALESSANDRO LEONE
Melito Di Napoli (Italia) -
12 JUL 2020


Rosario Esposito La Rossa, con dos 'guarattelle' utilizados en los teatros de títeres.


Rosario Esposito La Rossa, con dos 'guarattelle' utilizados en los teatros de títeres.PAOLO MANZO




Una niña camina por la calle con su madre y, de repente, se detiene. Le intriga un tablón de anuncios del que cuelgan varios libros. Y una frase: “Cógelo. Es gratis”. Tras un rápido vistazo, elige uno. Rosario Esposito La Rossa, editor de 31 años y propietario de la librería, la mira desde lejos y susurra: “Esta es magia”. Un rato después, llegan otras dos pequeñas, visitantes habituales de la tienda. Como cualquier cliente, pueden elegir entre dos opciones. Y ninguna necesita la cartera: las obras que el librero rescató antes de que fueran destruidas se ofrecen gratuitamente; para todas las demás, la cuenta ya está pagada. Los llaman libros suspendidos.

La idea se inspira en la tradición napolitana del caffè sospeso. Desde hace más de un siglo, en los bares de la ciudad se suele consumir un espresso y pagar otro más; tarde o temprano, algún desconocido se acercará a la barra a preguntar y podrá disfrutarlo. En La Scugnizzeria —la palabra dialectal scugnizzo se podría traducir como “mocoso”— ocurre lo mismo con la literatura: quien quiera dona 10 euros y compra un libro que, algún día, se llevará un muchacho del barrio.



Hasta hace poco, todo esto resultaba imposible, porque esas niñas viven en la periferia norte de Nápoles, territorio de la Camorra y de sus guerras. La búsqueda de una librería obligaba a viajar hasta el centro, a unos 10 kilómetros y ocho paradas de metro. En esta área en la que viven 200.000 personas olvidadas, solo había espacio para la violencia. Hoy, en cambio, La Scugnizzeria no trafica con droga sino con libros y además acoge una escuela de teatro, un laboratorio para construir juguetes, una radio, dos editoriales, talleres y muchas otras actividades. Un trabajo que pretende mostrar el camino hacia otro tipo de futuro, lejos de la criminalidad.

El centro cultural surgió hace casi dos años y medio en una calle en la frontera entre Scampia, el barrio que Roberto Saviano contó en Gomorra, y Melito. Separa por un lado el clan de los Di Lauro y por el otro el de los Scissionisti(separatistas), que en 2004 libraron una batalla por el control de la zona, conocida como primera guerra de Scampia. Dejó alrededor de 70 muertos, incluido el primo discapacitado de Rosario Esposito, asesinado por error durante un acto de intimidación.



El tablón de los libros suspendidos.


El tablón de los libros suspendidos.



Dedicarse a difundir la cultura en la tierra peligrosa donde ha crecido es el reto que este librero se ha impuesto desde el asesinato que afectó a su familia. El crecimiento y el éxito de sus iniciativas han sido tan asombrosos que sus colaboradores tienen grandes aspiraciones para el futuro:

“Aquí antes no había nada. Ahora nosotros somos el centro y tenemos la ambición de convertirnos en la editorial más grande del sur de Italia”, dice Fabio Marino, redactor.

“Espera, con calma. De momento, nos conformamos con conquistar la Campania [región de Nápoles]”, le responde Maurizio Vicedomini, editor jefe.


La lucha por la inocencia
De pequeño, Rosario jugaba en las categorías juveniles del Nápoles. El fútbol le salvó la vida, dice, porque lo mantenía ocupado y alejado de lo que sucedía en su barrio: “Crecimos en un lugar criminal sin darnos cuenta, en el sentido de que estábamos acostumbrados a vivir en un área militarizada donde se traficaba con cualquier tipo de droga. Habitaba en un edificio de drogadictos, por lo que tenía que pedir permiso para entrar en mi casa y me avergonzaba decir a mis amigos que procedía de Scampia”.

Cuando explotó la primera guerra (faida) de Scampia en 2004 fue como un baldazo de realidad. Hasta ese momento, Paolo Di Lauro gobernaba la criminalidad incuestionablemente. Sin embargo, cometió un error: abrir el control de la organización a sus hijos. Raffaele Amato, otrora fiel aliado que acababa de volver de España, se rebeló junto a otros miembros del clan insatisfechos con el nuevo tipo de gestión. Los “separatistas”, al final, acabaron derrocando al viejo régimen.

Muchas de las víctimas que causó ese conflicto eran inocentes, como Antonio Landieri, primo de Rosario Esposito La Rossa. En la noche del 6 de noviembre, una bala le alcanzó la espalda tras rebotar sobre el asfalto. Otras cinco personas quedaron heridas, pero él falleció. No pudo escapar como los demás: tenía parte del cuerpo paralizada y se movía en silla de ruedas. Al día siguiente, algunos medios lo presentaron como narcotraficante. Hasta le negaron un funeral público, como se hace con un boss mafioso.



Palloncini colorati, ragazzi in completino da calcio e sorrisi. E' stato inaugurato a Scampia lo stadio Antonio Landieri, dedicato al 25enne disabile vittima innocente di camorra. La struttura di via Hugo Pratt è stata riqualificata grazie alla sinergia tra Comune, Stato e società Ecopneus. Il campo di erba sintetica di 500 metri quadri è stato realizzato con 10 mila pneumatici recuperati dalla terra dei fuochi. I ragazzi del quartiere hanno cominciato subito a giocare a pallone: tiri in porta e palleggi al taglio del nastro. Alla cerimonia hanno partecipato il sindaco Luigi de Magistris, il vicesindaco Raffaele De Giudice e l'assessore Alessandra Clemente.

La Clemente non ha nascosto l'emozione: "Tre anni fa mi hanno consegnato mille firme per intitolare lo stadio ad Antonio. La sua famiglia fu isolata dopo l'omicidio: ora è qui a festeggiare con noi e tutti sanno che era un bravo ragazzo. Dopo questo risarcimento aspettiamo il corso della Giustizia". Emozionati i familiari delle altre vittime innocenti della regione: durante l'inaugurazione si sono stretti la mano Carmela Sermino (moglie di Giuseppe Veropalumbo), Antonio Cesarano (padre di genny Cesarano) e Davide Scherillo (fratello di Dario Scherillo). di Anna Laura de Rosa e Riccardo Siano







“Mi familia se desintegró, muchos se fueron y vi a mi padre llorar. Se avergonzaba de hacerme vivir en un contexto como este”, cuenta Esposito La Rossa. El editor abandonó el fútbol y emprendió una larga lucha por la inocencia de su primo. En 14 años ha logrado que el Estado italiano le reconociera como tal, que los ejecutores materiales fueran condenados a 123 años de cárcel y que el estadio de Scampia, construido con 77 toneladas de neumáticos reciclados, se consagrara a la memoria de Antonio Landieri.

La pasión cultural de Esposito La Rossa surgió precisamente tras escribir un libro dedicado a su primo, que el editor entendió como un instrumento de lucha. Al di là della neve (Más allá de la nieve, 2007) recogía una serie de relatos sobre el día a día en Scampia y llegó a vender más de 12.000 ejemplares.

La editorial de la obra, Marotta&Cafiero, tenía su sede en Posillipo, uno de los barrios más ricos de Nápoles. En 2010, sus dueños se mudaron a Francia y se les ocurrió intentar reconectar el centro con la periferia dejando la actividad en manos de Esposito La Rossa. Gratis. Él aceptó, pese a las reticencias de sus padres (“Algo malo habrá, si te la quieren regalar”). Recaudó fondos para publicar el primer libro impreso en Scampia, Mostri (Monstruos, 2010), y junto a su pareja, la actriz Maddalena Stornaiuolo, fundó la compañía de teatro VoDiSca (Voces de Scampia).



Los alumnos de la escuela de teatro.


Los alumnos de la escuela de teatro.



Mientras, la actividad editorial seguía en el centro histórico de la ciudad. Esposito La Rossa obtuvo la gestión de la librería y del café literario del Teatro Bellini, que le sirvió de escuela para aprender el oficio. Pero faltaba seguir con su compromiso: “Cedimos la librería porque nuestro deseo era estar en Scampia, en el centro era demasiado fácil”. Entonces, con las ganancias de esos años, adquirió un espacio que antes era un centro estético de “dudosa procedencia” llamado Manos de hada y hoy es La Scugnizzeria.

“Cada ladrillo de este sitio es un libro. Lo hemos comprado vendiendo libros en las escuelas, por lo tanto vale más”, afirma el empresario mirando su creación.


Educar a “los hijos de los enemigos”
La presencia de un centro cultural tan exitoso en territorio camorrista no le asusta: “Nunca me amenazaron. Primero, porque yo también vivo aquí, no me ven como el héroe que viene a salvar a la gente desde fuera. Y, segundo, porque tú no puedes decirles a los chavales que la mafia es ‘una montaña de mierda’ [cita Peppino Impastato, víctima de la Cosa Nostra siciliana en los setenta]. No vendría nadie. Nosotros intentamos no juzgar, decimos que no nos importa quién es el padre del chaval, nos interesa lo que podemos construir juntos. Nuestro objetivo es intentar transformar ‘una guerra contra’, porque siempre te la ponen en términos de buenos contra malos, en una ‘batalla por’”, sostiene.




Dos niñas eligen un libro gratis.


Dos niñas eligen un libro gratis.PAOLO MANZO



La historia de La Scugnizzeria y el trabajo del equipo de Esposito La Rossa han atraído el interés de la política. Ahí han llegado de visita la expresidenta de la Cámara de Diputados, Laura Boldrini; la presidenta del Senado, Maria Elisabetta Casellati, y el ministro de Cultura, Dario Franceschini. Un día, el librero recibió la llamada de la secretaria del presidente de la República, Sergio Mattarella, que le anunciaba la decisión de concederle el título honorífico de cavaliere. “Fue un rescate para la adolescencia que no he vivido, que vale aún más porque entregado fue por el hermano de una víctima de mafia”, relata el librero.

La escuela de teatro de Esposito La Rossa y Stornaiuolo ha enseñado a más de 80 niños y llegado a dar trabajo a algunos de ellos. A menudo acuden actores de Gomorra o de otras series para impartir talleres gratuitos. Incluso llegaron a presentar un cortometraje, Sufficiente, en el Festival de Cine de Venecia. Cada miércoles prestan su voz para un programa radiofónico, Radio Traficantes de Libros, nacido como proyecto para ayudar a los disléxicos a expresarse. Quien pueda aportar algo económicamente lo hace, para quien no pueda han ideado una estratagema: “Decimos al chaval que ha ganado una beca, que es muy diferente que decir ‘ven gratis porque no tienes dinero’. La familia siente que alguien cuida de él”.



Rosario Esposito La Rossa, scrittore, editore, libraio e operatore sociale, è il fondatore della Scugnizzeria di Scampia a Napoli dedicato agli abitanti della periferia Nord di Napoli, in particolare ai più giovani. Uno spazio dove "i sogni impossibili possono realizzarsi". Dove si creano libri, si commercializzano, si leggono, si regalano a chi non può permetterseli. Con una palestra artistica e un'intensa attività sociale. In un quartiere che è molto di più, e molto diverso, da ciò che di solito ci viene raccontato.







Detrás de sus dos editoriales, Marotta&Cafiero y Coppola —un sello siciliano que su fundador y anterior dueño, Salvatore Coppola, dedicó a la lucha por la legalidad—, hay una identidad definida. Con el crecimiento de las ventas, ahora se dedican a la publicación de autores del “sur del mundo”, con una atención particular hacia escritores locales. Todo el material utilizado es sostenible y Esposito La Rossa se planea empezar a imprimir libros con un sobre que contiene semillas de abedul, para que pueda enterrarse y florecer.

La Scugnizzeria será en breve también una de las primeras librerías en Italia que permitirá a los clientes imprimir su propio libro. Esposito La Rossa lo define como “el hospital de los libros”, porque serán capaces de crearlo desde el principio hasta el final, permitiendo la elección del tipo de letra, de la carta y de una dedicatoria especial.

Pero lo que más cuenta para el librero es intentar ofrecer a los niños de Scampia y alrededores una rutina que no están acostumbrados a vivir. A La Scugnizzeria acuden hijos de criminales que pueden finalmente mirar el mundo desde otra perspectiva: “Durante años ha venido el hijo del asesino de mi primo. Pero cuando su padre mataba, él tenía un año. ¿Por qué tiene que pagar por las culpas de su padre? Se puede hacer la diferencia cuando te ocupas de los hijos de tus enemigos, cuando te das cuenta de que nadie es inocente”.


 
INDUSTRIA EDITORIAL
El libro respira: "Hemos perdido mil millones pero el sector resiste"
Todo era mucho peor en el sector hace un par de meses cuando se estimaban pérdidas de 1600 millones de euros. Hoy se respira con más alivio aunque se lamenta la bajada de las ventas


Foto:  El librero Eric del Arco (i), de la histórica librería Documenta de Barcelona (EFE)


El librero Eric del Arco (i), de la histórica librería Documenta de Barcelona (EFE)



AUTOR
PAULA CORROTO
Contacta al autor
11/07/2020



La situación pintaba bastante negra hace un par de meses en el sector del libro. La cámara del libro, que aúna a editores, libreros y distribuidores, llegó incluso a dar una cifra: se habían perdido 1.600 millones de euros durante el confinamiento y el cierre de negocios. Esto es, 1.200 millones en el comercio interior y 400 en el exterior. Eran cifras estimadas (y un tanto al albur), pero afortunadamente, hoy se respira con más alivio. “En el comercio exterior lo clavamos, pero en el interior por suerte ha sido algo menos y habremos perdido unos 600 millones”, afirma a Antonio María Ávila, director de la Federación del Gremio de Editores a El Confidencial. En total, unos 1.000 millones. No obstante, es una cifra importante. Como también dice Álvaro Manso, portavoz de CEGAL, el gremio de los libreros, a este periódico, “hemos perdido dos meses que no son recuperables”. Si se hacen las cuentas hay cerca de un 40% de los 2.700 millones de facturación del mercado interior que no van a regresar aunque se hayan puesto en marcha el día del Libro del 23 de julio y la próxima Feria del Libro de Madrid (que todavía está por ver su celebración).

Por tanto la alegría en el sector está, pero con cierta contención. Ávila, desde los editores, es de los que se muestra optimista. “Las editoriales están resistiendo, y entre los distribuidores hay gente tiene problemas, pero no tenemos avisos de que estén cerrando. Está funcionando la cadena, cosa que no ocurrió en 2008. Hemos recibido los créditos ICO y hay liquidez. El año no será bueno, eso ya lo sabemos, pero no tiene que ser tan malo como se pensó. Hace dos meses todo era mucho peor”, sostiene.


Arreón posconfinamiento
Es cierto que nada más abrir las librerías a comienzos de mayo, los lectores regresaron. Y con cierta avidez. “Sí, hubo un arreón. La vuelta ha sido razonablemente buena y ha estado por encima de las expectativas. Tanto la sensación como los números son interesantes. Estamos contentos porque empezamos con la cita previa, luego con el aforo reducido…, pero la gente respondió muy bien. Quizá es que tenemos unos clientes distintos a los de otros negocios. Había mucha campaña de apoyo en redes. Y después hemos tenido una oferta espectacular por lo que el arreón no ha acabado”, comenta Manso. Es verdad que en estas semanas las editoriales han sacado casi toda su artillería con algunos de los autores que más venden en nuestro país, desde Joel Dicker a Lorenzo Silva y eso siempre se nota, aunque muchos sellos se hayan dejado algunas novedades para el curso que viene.


Hemos recibido los créditos ICO y hay liquidez. El año no será bueno, eso ya lo sabemos, pero no tiene que ser tan malo como se pensó. Hace dos meses todo era mucho peor



Por otro lado, en el sector se destaca que quienes han echado mano estos meses del comercio online les ha ido mejor que a quienes no lo han hecho. “Está claro que en la exportación el negocio ha sido cero porque las aduanas están cerradas, pero en el interior se ha salvado un poco porque ha funcionando razonablemente el comercio electrónico, la venta online. Por ejemplo, en La Casa del Libro, Amazon y en las librerías que lo han puesto en marcha luego también ha ido más gente a estas librerías. Pero claro, también es verdad que todo eso no compensa la pérdida”, admite Ávila.



Sant Jordi en Barcelona en 2019 (EFE)


Sant Jordi en Barcelona en 2019 (EFE)



Porque los meses de cierre también pesan. Así lo ve Pablo Bonet, que durante 18 años estuvo al frente de la librería Muga de Madrid y hoy es secretario del Gremio de Libreros de Madrid. Los números que ellos barajan indican que con la bajada de ventas en marzo y abril, “cualquier subida de junio o mayo jamás va a cubrir el descenso de ventas de esto meses. Y ahora viene el momento complicado de julio, agosto y septiembre. Entre el 45 -50% se ha perdido en estos meses. Son meses en los que no hemos tenido ni Día del Libro ni Feria del Libro. Y ahora tenemos el 23 el día del libro, pero dada la situación no se va a poner la carne en el asador y, al menos en Madrid, no creo que salve nada”.


Día del Libro y una Feria en el aire
Precisamente, la Cámara del Libro junto a la Cambra de Cataluña sí pretenden que el Día del Libro del 23 de julio -se cambió la fecha debido al confinamiento que había el 23 de abril- sea una cifra que sirva para calentar un poco las cifras, aunque Ávila insiste en que la celebración “no es solo por motivo económicos, también por institucionales y culturales”. La idea es que en Barcelona, “que es donde mejor se celebra”, dice Ávila, “haya las paradas de libros correspondientes, aunque menos que otros años. Pero ese día es importante porque se autoriza el descuento del 10%”. El día fue elegido por la Cambra del Llibre con bastante entusiasmo sobre todo por los editores.

Cualquier subida de junio o mayo jamás va a cubrir el descenso de ventas de esto meses. Hemos perdido entre el 40-50% de ventas

Estos son también los que más ganas tenían de que la Feria del Libro de Madrid fuera hacia adelante. No fue una negociación fácil. De hecho, el jueves la reunión en la que participó la comisión organizadora más los editores, libreros y distribuidores de Madrid duró más de cinco horas y había posturas enconadas. Los libreros no querían celebrarla porque temían las pérdidas ante una posible cancelación. Finalmente contaron con una subvención especial de la Consejería de Cultura de la Comunidad de Madrid de 300.000 euros que servirá, como dice Pablo Bonet, para “cubrir el gasto de montaje de las casetas de todo el mundo, desde editores a libreros y distribuidores por si cancela; y también si se celebra para cubrir parte de las ventas porque sabemos que no se va a vender como en otros años”. Es decir, el Gobierno de Isabel Ayuso pusoel seguro para que se celebra la Feria del Libro de Madrid y gracias a ello convenció a los libreros. En los últimos días el Gobierno de la Comunidad también ha echado un capote a las librerías con la compra de libros para bibliotecas por un valor de tres millones de euros, según informan desde el Gremio de Libreros de Madrid.

La Comunidad de Madrid ha puesto 300.000 euros que son una especie de seguro por si la Feria del Libro de Madrid finalmente se cancela


No obstante, en estos días de julio la celebración de la Feria todavía no se da por hecha. Se ha votado que sí, pero habrá una nueva reunión a finales de agosto, ya que el montaje tiene que empezar en septiembre. “No tenemos la seguridad de que la feria se pueda celebrar. Y vamos a esperar a la vuelta de las vacaciones. Tenemos que ver qué pasa a finales de agosto. La sanidad es lo primero primero. Todavía no tenemos ninguna orden del Ministerio, y es complicada porque estamos ante un escenario desconocido. Tenemos un timeline… en marzo empezamos a ver que había mucha gente infectada y si esto empieza así en septiembre pues se decidirá”, sostiene Bonet. De momento, con la partida de la Comunidad las cuentas en Madrid están más o menos salvadas. De hecho, los libreros se plantean celebrar la Feria en las librerías en el caso de que no pudiera hacerse en el Retiro.

Mientras tanto, el sector quiere que se mantenga el buen feeling que hay ahora antes de que todo pueda volver a sufrir un parón. Desean que se siga yendo a las librerías y que se compren libros. Que, como dice Ávila, se mantengan las ganas de leer que ha habido durante el confinamiento. “Hemos estado vendiendo bien y tenemos esa buena sensación”, insiste Manso, que cree que, además, algunas cosas se van a mantener como el comercio online y la consulta en las webs de las librerías. “Sí, eso ha cambiado, mucha más gente consulta lo que tienes, fija envíos, reserva libros… Eso antes no era habitual y ahora el cliente ya te llega con los libros buscados”, afirma el librero. No han sido meses buenos, pero el sector sí ha sufrido un cambio. El covid-19 ha hecho lo que las grandes tiendas online no consiguieron hace diez años y es que el sector haya entrado definitivamente en el mundo 2.0.

 
España será el país invitado de honor en la Feria del Libro de Frankfurt en 2022
El Ministerio de Cultura acepta aplazar la invitación del certamen un año



Preparativos para una edición pasada de la Feria del Libro de Frankfurt


Preparativos para una edición pasada de la Feria del Libro de Frankfurt - REUTERS





07/07/2020
El Ministerio de Cultura, de acuerdo con Acción Cultural Española, ha aceptado la petición de la Feria del Libro de Frankfurt de trasladar la celebración de ser el país invitado de honor de 2021 a 2022. Esta decisión se ha adoptado tras consultar a la Federación del Gremio de Editores de España (FGEE) y de manera consensuada con Eslovenia e Italia, países que recogerán el testigo de ser países invitados de honor tras España en 2023 y 2024, respectivamente. España será el País Invitado de Honor del 19 al 23 de octubre de 2022.

«En estos tiempos extraordinarios, estamos seguros de que el acuerdo al que hemos llegado de posponer la presencia en Frankfurt como país invitado de honor hasta 2022, va a generar una mejor oportunidad para el sector del libro español, aumentando la cooperación y la solidaridad internacional (especialmente con Eslovenia e Italia) que garantizará que la industria editorial se mantenga más fuerte después de la pandemia», ha explicado el ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes sobre la decisión acordada.

«Ha sido una decisión de consenso internacional con la que pretendemos ser solidarios también con Canadá, que en 2020 debía ser el Invitado de Honor y que además va a ser beneficiosa para el sector editorial español», ha señalado Rodríguez Uribes. Canadá solicitó a la Feria del Libro de Frankfurt posponer a 2021 su invitación ya que por las restricciones de movilidad derivadas por la pandemia del Covid-19, iba a ver mermada su participación y desarrollo de actividades.

La Feria del Libro de Frankfurt es la cita más importante del mundo editorial de habla no española, puesto que en ella se firman el80 % de los contratos anuales de derechos de autor de este ámbito a nivel internacional.


Venta de derechos editoriales
El Ministerio de Cultura y Deporte y Acción Cultural Española (AC/E) va a mantener la programación prevista y va potencia la venta de derechos de autor de ámbito editorial desde este año.

En ese sentido, en colaboración con la Federación de Gremios de Editores de España, el Ministerio y AC/E han llegado a un acuerdocon la plataforma de venta de derechos IPR, propiedad de la Feria del Libro de Frankfurt, para facilitar la venta de estos derechos editoriales.
En la plataforma podrán subirse hasta 500 títulos y se hará promoción de las editoriales y agencias literarias participantes. El proyecto está abierto a todas las editoriales y agentes españoles. La sección de títulos estará agrupada bajo el paraguas de España Invitado en Frankfurt, para dar así una mayor visibilidad al conjunto..

«Ya se han inscrito más de 80 editoriales y agentes», ha indicado Elvira Marco, comisaria del proyecto de España en la Feria del Libro de Frankfurt, quien ha destacado que «en las circunstancias actuales la difusión online de nuestras editoriales y títulos es fundamentalpara favorecer la venta de derechos y agrupados en un único portal de España tendrán mayor visibilidad».

Esta iniciativa online permitirá a los editores españoles recibir consultas, hacer negocios las 24 horas, los 7 días a la semana, durante un año. Los compradores, por su parte, podrán usar la plataforma de manera gratuita, navegar por más de 300.000 títulos con derechos disponibles y contactar con los vendedores de derechos internacionales.

Esta herramienta digital se reforzará con las ayudas a la traducción del Ministerio de Cultura y Deporte y de AC/E para impulsar la venta de derechos de títulos españoles. Además de las editoriales extranjeras, los editores y agentes literarios españoles podrán optar a estas ayudas para la traducción de sus dossieres de venta de derechos.

Ayudas a la traducción
La venta de derechos de títulos españoles se promoverá además con la convocatoria de ayudas a la traducción a lenguas extranjeras del Ministerio de Cultura y Deporte, a través de la Dirección General del Libro y Fomento de la Lectura, y del programa AC/E de Ayudas a la traducción, creado específicamente para el proyecto España Invitado de Honor en la Feria del Libro de Frankfurt que se mantiene vigente hasta 2022.
Ambas convocatorias se lanzarán próximamente, ascendiendo este año a un importe de 400.000 por parte de la Dirección General del Libro y otros 400.000 euros, por parte de AC/E.

 
«Problema en Pollensa», el misterio literario que surgió tras la visita de Agatha Christie a Mallorca
La escritora estuvo en la isla balear durante unos quince días a principios de los años 30



La escritora británica Agatha Christie


La escritora británica Agatha Christie




Actualizado:09/07/2020
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El 12 de enero de 1976 Agatha Christie fallecía a los 85 años en su residencia de Wallingford, en el condado de Oxford. La novelista británica, que desafió enochenta puzzles policíacos a las mentes de millones de lectores, murió pacíficamente un año después de su célebre personaje Hércules Poirot tras una «buena vida», según ella misma dejó escrito en su autobiografía.

No hubo crimen ni veneno en su muerte, pero se llevó a la tumba un misterio que mantuvo en vilo al mundo en diciembre de 1926. Aún hoy se especula qué pudo ocurrir aquellos once días en los que la entonces joven escritora con una prometedora carrera como novelista desapareció de su casa sin dar explicaciones.

La autora alegó amnesia y hasta se habló de un posible asesinato a manos de su marido, pero lo cierto es que, 130 años después de su nacimiento, el enigma sigue rodeando partes de la biografía de esta prolífica escritora británica.

Del rastreo de sus viajes, sí que sabemos que pasó un verano en Mallorca. Agatha Christie estuvo en Pollensa durante unos quince días a principios de los años 30, probablemente en 1932 o 1933, aunque hay quien asegura que visitó la isla en más ocasiones.

Dos hoteles que se disputan el honor de haber albergado a la escritora británica. Sin embargo, en un giro de la historia propio de sus relatos, el cambio de propiedad del primero y una explosión en el segundo impidieron que ninguno de los registros llegara hasta nuestros días.

«Parker Payne desembarca en Pollensa, en la soleada isla de Mallorca, para iniciar unas merecidas vacaciones en un hotel con gran encanto. Pero pronto su relax se ve interrumpido por Lady Charlett, una madre angustiada por el bienestar de su hijo, quien, convencida de que éste está a punto de echar a perder su futuro por culpa de una terrible mujer, pide ayuda a un sagaz investigador para que logre hacer entrar en razón a su vástago antes de que sea demasiado tarde». Así reza la sinopsis de «Problema en Pollensa».

La novela fue escrita por Christie tras la visita a la isla. Descatalogada desde hace años, la editorial Espasa la recupera ahora de nuevo y en ella inicia una serie de aventuras con su inimitable sello y presencia de Hércules Poirot y Miss Marple.



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CONTRA LA POLARIZACIÓN
Vargas Llosa y otras 100 firmas apoyan el manifiesto Harper's por la democracia
La reacción ha empujado a un grupo diverso de científicos, académicos, escritores y periodistas españoles a lanzar una carta de apoyo


Foto: Harper's Magazine


Harper's Magazine



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CULTURA
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19/07/2020



Un manifiesto que llama a fortalecer la democracia y el Estado de derecho, publicado en la revista Harper's por intelectuales de diversas procedencias e ideología, ha sido recibido entre gritos y piedras por la misma intransigencia a la que criticaba. La reacción ha empujado a un grupo diverso de científicos, académicos, escritores y periodistas españoles a lanzar una carta de apoyo.

Escrita desde un punto de vista progresista, pero invitando a personas de sensibilidades y posturas diferentes, la carta española ha reunido un grupo heterogéneo y transversal. Se critican las derivas reaccionarias y polarizadas que proponen la cancelación y el linchamiento como medio para conseguir cualquier fin, independientemente de lo valioso o compartido que éste sea.

Se han producido adhesiones inesperadas: progresistas, conservadores y liberales han aportado su firma. Algunos han manifestado que hay puntos de la carta que no comparten, e incluso recelos hacia otros firmantes, pero en un ejercicio de transigencia en sintonía con el espíritu del texto han decidido adherirse. No se ha aceptado ningún veto, y muchas ausencias se deben a la impericia de los promotores y sus limitaciones de agenda. De manera que no están todos los que podrían figurar, y entre los firmantes no hay una opinión monolítica.
Algunos han manifestado que no comparten pero en un ejercicio de transigencia en sintonía con el espíritu del texto han decidido adherirse

Firman representantes de la cultura como el Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, Milena Busquets, Sergi Pàmies, César Antonio Molina, Mercedes Monmany, Ignacio Martínez de Pisón, Loola Pérez, Oscar Tusquets, Jimina Sabadú, Nicole d'Amonville, Alberto Olmos, Nuria Azancot, José Luis López Linares, Karina Sainz Borgo, Eduardo Moga, Carmen Posadas, Carlos Granés, Alexis Ravelo, Eva Serrano, Luis Alberto de Cuenca, José María Merino, María Zaragoza, Pedro Insua, Juan Soto Ivars, Daniel Gascón, María Borrás, Elvira Roca Barea, Fernando Savater, Félix Ovejero, Verónica Puertollano y Amelia Pérez de Villar, entre otros.

Del ámbito de la ciencia y la universidad, personas como Jaume Casals (rector de la UPF), Adela Cortina (catedrática emérita de Ética y Filosofía Política de la Universidad de Valencia), Pablo de Lora (profesor de Filosofía del Derecho de la UAM), José Manuel Blecua (RAE), Pablo Malo (psiquiatra), Antonio Sitges-Serra (cirujano y escritor), Anna Estany, (catedrática de filosofía de la ciencia, UAB), José Lázaro (profesor de Humanidades Médicas en la UAM), Joan Josep Moreso, (catedrático de Filosofía del Derecho, UPF), Olga Valverde(catedrática de Psicobiología de la UPF), Manuel Hernández Iglesias(Catedrático de Lógica y Filosofía de la Ciencia, UM), Eduardo Sánchez Iglesias, (profesor de Ciencias Políticas y Sociología de la UCM), Pere Mestres, (Saarland University, Alemania), Eduardo Spagnolo (epidemiólogo); y médicos como Juan Gérvas, Mercedes Pérez-Fernández, Luis Palomo, Cayetano Rodríguez, Marc Antoni Broggi o Alberto Planes.

Del ámbito del periodismo, figuras como Nacho Cardero (El Confidencial), Guillem Martínez (ctxt), Patricia López (Público), Diego A. Manrique (El País), Anna Grau (La Sexta), David Torres (Público), Joaquim Coll (El Periódico), Ricardo Dudda (Letras Libres), Ignacio Varela (El Confidencial), Leyre Iglesias(El Mundo), Cristina Casabón (The Objective), Arcadi Espada (El Mundo), Víctor Lenore (VozPópuli), Teodoro León Gross (El País), Rafael Latorre (Onda Cero), Jorge Bustos (El Mundo), Juan Cruz (El País) Juan Luis Cebrián (El País), Rebeca Argudo (El Español), Javier Benegas (Disidentia), Daniel Arjona(El Confidencial), Julio Valdeón (La Razón), Pablo Blázquez (Ethics), Ramón de España (Crónica Global), o Víctor Amela (La Vanguardia), entre otros.
Y personas de otros ámbitos que van desde el derecho (como los abogados Guadalupe Sánchez, Carlos Sánchez Almeida, Cristina Moreno o Borja Adsuara), a la empresa (Borja Sémper) y la politología (Aurora Nacarino-Brabo, Xabel Vegas, César Calderón o Verónica Fumanal), llegando hasta la comedia, con Goyo Jiménez.


La carta
Somos de la opinión que la carta remitida a HARPER’S por escritores e intelectuales de diversas procedencias y tendencias políticas, dentro de una corriente liberal, progresista y democrática, contiene un mensaje importante.
Queremos dejar claro que nos sumamos a los movimientos que luchan no solo en Estados Unidos sino globalmente contra lacras de la sociedad como son el sexismo, el racismo o el menosprecio al inmigrante, pero manifestamos asimismo nuestra preocupación por el uso perverso de causas justas para estigmatizar a personas que no son sexistas o xenófobas o, más en general, para introducir la censura, la cancelación y el rechazo del pensamiento libre, independiente, y ajeno a una corrección política intransigente. Desafortunadamente, en la última década hemos asistido a la irrupción de unas corrientes ideológicas, supuestamente progresistas, que se caracterizan por una radicalidad, y que apela a tales causas para justificar actitudes y comportamientos que consideramos inaceptables.

Apoyamos los movimientos que luchan contra lacras de la sociedad, pero manifestamos asimismo nuestra preocupación por su uso perverso
Así, lamentamos que se hayan producido represalias en los medios de comunicación contra intelectuales y periodistas que han criticado los abusos oportunistas del #MeToo o del antiesclavismo new age; represalias que se han hecho también patentes en nuestro país mediante maniobras discretas o ruidosas de ostracismo y olvido contra pensadores libres tildados injustamente de machistas o racistas y maltratados en los medios, cuando no linchados en las redes. De todo ello (despidos, cancelación de congresos, boicot a profesionales) tienen especial responsabilidad líderes empresariales, representantes institucionales, editores y responsables de redacción, temerosos de la repercusión negativa que para ellos pudieran tener las opiniones discrepantes con los planteamientos hegemónicos en ciertos sectores.

La conformidad ideológica que trata de imponer la nueva radicalidad –que tanto parecido tiene con la censura supersticiosa o de la extrema derecha- tiene un fundamento antidemocrático e implica una actitud de supremacismo moral que creemos inapropiada y contraria a los postulados de cualquier ideología que se reclame “de la justicia y del progreso”.

La intransigencia que se ha ido abriendo paso entre cierta izquierda, no hará más que reforzar las posiciones políticas conservadoras
Por si fuera poco, la intransigencia y el dogmatismo que se han ido abriendo paso entre cierta izquierda, no harán más que reforzar las posiciones políticas conservadoras y nacionalpopulistas y, como un bumerán, se volverán contra los cambios que muchos juzgamos inaplazables para lograr una convivencia más justa y amable.

Desde estas líneas recabamos el apoyo de quienes comparten la preocupación por la censura que se ejerce sobre el debate acerca de determinadas cuestiones que quedan convertidas en nuevos tabúes ideológicos, que se suponen intocables e indiscutibles.
La cultura libre no es perjudicial para los grupos sociales desfavorecidos: al contrario, creemos que la cultura es emancipadora y la censura, por bienintencionada que quiera presentarse, contraproducente. Tal como opinan los firmantes del manifiesto Harper's, “la superación de las malas ideas se consigue mediante el debate abierto, la argumentación y la persuasión y no silenciándolas o repudiándolas”.


Firmantes, en orden alfabético:

Juan Abreu, escritor
Rafael Alarcón, ingeniero industrial
José María Albert de Paco, periodista
Víctor Amela, periodista y escritor
Nicole d'Amonville Alegría, poeta, traductora y editora
Rebeca Argudo, periodista
Daniel Arjona, periodista
Javier Arias, decano de la Facultad de Medicina, U. Complutense
Francesc Arroyo, periodista
Mikel Arteta, doctor en Filosofía Moral y Política
Javier Asensio, profesor de economía, UAB
Nuria Azancot, crítica cultural
Beatriz Becerra, eurodiputada experta en DDHH
Javier Benegas, editor en Disidentia
María Blanco, columnista
Pablo Blázquez, editor de Ethics
José Manuel Blecua, filólogo (RAE)
Marc Antoni Broggi, cirujano
María Borrás Blancaflor, directora de Qué Leer
Milena Busquets, escritora
Jorge Bustos, periodista
César Calderón, consultor político
Cristian Campos, periodista
Nacho Cardero, director de El Confidencial
Cristina Casabón, columnista
Jaume Casals, Rector Universitat Pompeu Fabra
David Castillo, escritor
Juan Luis Cebrián, periodista
Joaquim Coll, historiador y articulista
Álvaro Colomer, escritor
Jesús Conill Sancho, Catedrático de Filosofía Moral de la Universidad de Valencia
Adela Cortina, catedrática emérita de Ética y Filosofía Política de la Universidad de Valencia
Juan Cruz, periodista
Luis Alberto de Cuenca, poeta
Antonio Diéguez Lucena, profesor de filosofía de la ciencia
Ricardo Dudda, periodista
Arcadi Espada, periodista
Ramón de España, columnista
Anna Estany, catedrática de filosofía de la ciencia, UAB
Manuel Felices, cirujano
Jorge Ferrer, traductor y escritor.
Verónica Fumanal, consultora política
Luis García Gil, escritor
Javier García-Gibert, filólogo y ensayista
Daniel Gascón, periodista y escritor
Juan Gérvas, médico y escritor
Meritxell Girvent, Profesora de Nutrición Humana. UPF
Santiago González, periodista
Teresa Giménez Barbat, escritora y ex eurodiputada
Carlos Granés, escritor
Mariano Hernández, psiquiatra
Manuel Hernández Iglesias, Catedrático de Lógica y Filosofía de la Ciencia
Juanjo de la Iglesia, periodista
Leyre Iglesias, periodista en El Mundo
Pedro Insua, profesor de filosofía
Juan Irigoyen. profesor de sociología, U. De Granada
Diego Isabel, Director Foro de Nueva Economía e Innovación Social
Juanjo Jambrina, escritor y psiquiatra
Tomás Jiménez, profesor U. Oberta Catalunya
Leopoldo Kulesz, editor
Rafa Latorre, periodista
José Lázaro, profesor de Humanidades Médicas en la UAM
Gloria de la Llave Cuevas, profesora de filosofía y escritora
Víctor Lenore, periodista cultural
Teodoro León Gross, periodista
Patricia López, periodista
José Luis López Linares, director de documentales
Pablo de Lora, profesor titular de Filosofía del Derecho de la UAM.
Ignacio Martínez de Pisón, escritor
David Mejía, profesor y columnista
Sabino Méndez, escritor y músico
Pablo Malo, psiquiatra
Diego A. Manrique, periodista
Guillem Martínez, periodista
José María Merino, escritor y miembro de la RAE
Pere Mestres, Saarland University (Alemania)
Eduardo Moga, poeta.
Alejandro Molina, abogado
César Antonio Molina, poeta
Mercedes Monmany, escritora
JA Montano, columnista
Cristina Moreno, abogada, Política & Prosa
Joan Josep Moreso, catedrático de filosofía del derecho, UPF
Enrique Murillo, editor
Aurora Nacarino-Brabo, politóloga
Miquel Nadal Tárrega, historiador y abogado
Pedro Narváez, periodista
Jesús Nieto Jurado. Escritor, columnista y actor de doblaje
Alberto Olmos, escritor
Félix Ovejero, filósofo
Luis Palomo, médico, director “Salud 2000”
Sergi Pàmies, escritor
Amelia Pérez de Villar, traductora
Loola Pérez, escritora y sexóloga feminista
Lluís Pascual, economista
Mercedes Pérez-Fernández, médica y escritora
Ariel Petrucelli, profesor de historia, Universidad de Comahue, Argentina
Alberto Planes, médico de familia
Carmen Posadas, escritora
Ponç Puigdevall, escritor
Jaime Prat, catedrático emérito de patología, UAB
Verónica Puertollano, traductora
Alexis Ravelo, escritor
Maite Rico, periodista
Javier Rioyo, escritor y cineasta
Elvira Roca Barea, escritora
Cayetano Rodríguez, médico
Jimina Sabadú, escritora
Karina Sainz Borgo, escritora
Josep Sampera, gestor cultural
Guadalupe Sánchez, abogada
Galo Sánchez, Evalmed
Carlos Sánchez Almeida, abogado
Eduardo Sánchez Iglesias, profesor de Ciencias Políticas y Sociología de la UCM
Ferran Sanz, catedrático de informática biomédica, UPF
Fernando Savater, filósofo
Borja Sémper, expolítico
Montse Serrano, librera
Eva Serrano, editora
Antonio Sitges-Serra, escritor y cirujano
Juan Soto Ivars, escritor y columnista
Eduardo Spagnolo, epidemiólogo
Manuel Toscano, filósofo
David Torres, escritor y periodista en Público
Ferran Toutain, escritor
Oscar Tusquets, artista disperso
Jesús Fernández Úbeda, periodista
Julio Valdeón, periodista
Zoe Valdés, escritora
Olga Valverde (catedrática de Psicobiología de la UPF)
Ignacio Varela, periodista
Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura
Xabel Vegas, columnista
Ramiro Villapaderna, periodista y gestor cultural
María Zaragoza, escritora

 
A LOS 98 AÑOS
Muere Francisco Rodríguez Adrados, filólogo y académico de la RAE
Doctor en Filología Clásica por la Universidad de Salamanca, Francisco Rodríguez Adrados ocupaba la silla D en la RAE


Foto: Muere el académico Francisco Rodríguez Adrados (EFE)


Muere el académico Francisco Rodríguez Adrados (EFE)



AUTOR
EFE
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RAE
21/07/2020


El filólogo clásico y Premio Nacional de las Letras en 2012, Francisco Rodríguez Adrados, ha fallecido este martes, 21 de julio, en Madrid a los 98 años, según ha confirmado a Efe la Real Academia Española (RAE), institución en la que ingresó en 1991 con el discurso titulado 'Alabanza y vituperio de la lengua'. Francisco Rodríguez Adrados (Salamanca, 1922) ha muerto en la madrugada de este martes en la capital española, donde desarrolló su carrera como doctor en Filología Clásica por la Universidad Complutense y como catedrático de Griego del Instituto Cardenal Cisneros de Madrid, de la Universidad de Barcelona y de la Universidad Complutense, de acuerdo con lo que informa la RAE, donde ocupó la silla D.

Según ha declarado el director de la Real Academia, Santiago Muñoz Machado, en nombre de la corporación, la muerte de Rodríguez Adrados supone una "gran pérdida", ya que se trata de un "intelectual y humanista con proyección universal, autor de referencia en todo el mundo en las disciplinas que ha cultivado y académico admirable que ha participado muy activamente en los trabajos de la RAE durante treinta años".

Doctor honoris causa por las universidades de Salamanca, San Pablo CEU (Madrid) y Panamá, y académico de número de la Real Academia de la Historia, Francisco Rodríguez Adrados fue también miembro de la Academia Argentina de Letras y de la Academia de Atenas, presidente de honor de la Sociedad Española de Estudios Clásicos, director de la revista 'Emerita' y director de honor de la Revista Española de Lingüística. También estuvo al frente del Diccionario griego-español y de la colección Alma Mater de clásicos griegos y latinos.

Rodríguez Adrados, a quien el doctor de Filosofía Clásica y ex disputado del PP Emilio del Río ha calificado como "el último de una generación de titanes", fue galardonado con el Premio de la Fundación Aristóteles Onassis en 1989 por su labor en la elaboración de un diccionario de griego clásico y medieval, y recibió posteriormente el Premio Castilla y León de Humanidades en 1997 y la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio un año después. Asimismo, se le otorgaron otros galardones como el Premio Menéndez Pidal de Investigación en Humanidades (1988), el Premio González-Ruano de Periodismo (2004), el Premio Nacional de Traducción (2005), el Premio de Investigación de la Comunidad de Madrid (2007) y el Premio Nacional de las Letras (2012).

Rodríguez Adrados también ha sido editor y traductor al castellano de la obra de numerosos clásicos griegos y sánscritos, así como de numerosas publicaciones sobre lingüística indoeuropea, griega e india, sobre literatura griega antigua y sobre teoría general de la Historia ('Homo sapiens, Grecia antigua y mundo moderno', 2006) y de la Literatura ('El río de la literatura').


 
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