Libros, libros, libros

Me gusta mucho Pearl S. Buck. Es una gran escritora, y es muy evocadora su visiòn de un mundo que ya no existe. El que màs me gustò es "La buena tierra", que es el libro por el que obtuvo el Nobel. Maravilloso.
Ah!! no me acordaba si era por ese o por su obra en general.
Con tiempo les busco los títulos que ahora no me acuerdo:a17::a17::a17:
Cariños
 
Acabo de terminar de leer, "comer, rezar y amar" de Elizabeth Gilbert y me encantó, pero no pude ver la película con Julia Roberts, quisiera que una generosa forera si vió la peli y leyó el libro me comente si la peli es tan buena como el libro.
Me pasa que temo ver la pelicula y a lo mejor me desencanto.
Ahora en un ratito me leeré o empezaré a leer COMPROMETIDA, no me parecen en lo absoluto libros de autoayuda.
Gracias sois muy amables.
Qué les pareció La Cabaña?
La terminé de leer, me perdió un poco, pero en conjunto ameno.
El libro que me hizo reir fué Tieta do Agreste de Jorge Amado, este escritor bahiano, muy bueno realmente.
 
Y la serie de Tieta que debe tener ya muchos años estuvo buenisima, te la recomiendo por si la encuentras en dvd. (Es brasileña me parece)
 
Tengo n iPad, ¿sabeis de alguna página donde haya libros para descargar?

He buscado alguna y la guardo en favoritos, pero si sabeis de alguna aqui estoy;)
 
Y la serie de Tieta que debe tener ya muchos años estuvo buenisima, te la recomiendo por si la encuentras en dvd. (Es brasileña me parece)

Hola Rabish, mira que con Tieta me pasó.
La ví como telenovela, buenísima. El libro es bueno, pero la serie o telenovela lo supera.
Muchas gracias, :a14: volvió el osito..........ya lo extrañaba!!!!
 
Os recomiendo a todos y especialmente a todas "Ancho mar de los Sargazos" de Jean Rhys.
 
Acabo de leer "23F, el secreto del Rey". Me ha gustado. Es un libro corto, que va al grano y me ha parecido muy valiente.
Dice a las claras, sin tapujos, que el Rey y los servicios secretos estaban detrás de todo. Cuenta que Tejero entro en el Parlamento gritando "En nombre de Rey, todo el mundo al suelo" y ese primer segundo de "En nombre del Rey..." lo han cortado o eliminado el sonido.
El Rey debe estar muy pachucho. Estando sano y en plena forma creo que no se atreverían a publicar algo así.
Quizás este mensaje lo tendría que haber puesto en el foro de Monarquía.
 
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Richard Evelyn Byrd - Wikipedia, la enciclopedia libre
Richard Evelyn Byrd (Winchester , Virginia, 25 de octubre de 1888Boston, Massachusetts, 11 de marzo de 1957), fue un gran explorador y aviador estadounidense.

Decir Byrd es sinónimo del hombre de la Antártida. Sus [FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif][/FONT]audaces vuelos sobre la Antártida que permitieron conocer mejor la configuración geográfica del continente helado.Dando pruebas de gran valor, pasó el invierno de 1934 solo en una cabaña a casi 200 km de la base Little America, con objeto de obtener datos científicos.

Divulgaci?n - Desesperaci?n - La segunda expedici?n de Byrd

Es tarde, pero acabo de tener una experiencia que deseo anotar. A medianoche salí a la superficie para dar una última mirada a la aurora, pero sólo encontré un difuso resplandor en el horizonte, extendido de norte a noreste. Había estado escuchando la victrola mientras esperaba la medianoche. Tocaba la Quinta Sinfonía de Beethoven. La noche estaba tranquila y clara. Dejé abiertas la puerta de la cabaña y la trampa. Allí me quedé, de pie en la oscuridad, para dar una mirada a algunas de mis constelaciones favoritas, que se veían más brillantes que nunca.
Pronto comencé a sufrir una ilusión: lo que veía se fundía con lo que estaba oyendo. La impresión era tan perfecta que la música se mezclaba armoniosamente con lo que estaba ocurriendo allá arriba, en el cielo. A medida que la música subía en intensidad, la vaga aurora del horizonte comenzó a pulsar y palpitar, haciéndose más brillante, para extenderse después en rayos y arcos en forma de abanico a través del cielo, hasta que en mi cénit el espectáculo alcanzó su máximo esplendor. La música y la luz de la aurora eran ahora una sola, y comprendí que toda la belleza era semejante y emanaba de una única fuente.
La vida a solas hace desaparecer la necesidad de la manifestación externa; ha eliminado mi necesidad de maldecir, aún cuando yo siempre fui propenso a jurar contra todo lo que me hiciese perder la paciencia. Ahora, cuando subo al poste del anemómetro para limpiar los contactos eléctricos sufro en el frío, y las molestias no son menores que antes; pero ahora sufro en silencio, en callado tormento, plenamente consciente de que la Barrera es algo enorme, que yo estoy solo en ella, y que yo sería el único capaz de escandalizarse por una maldición.
Hace meses que no me corto el cabello, porque cae alrededor de mi cuello y lo mantiene abrigado. Sigo afeitándome una vez por semana, pero solamente porque la barba tiene una molesta tendencia a escarcharse de inmediato cuando estoy en el exterior, y me congela el rostro. Un hombre que no tiene mujeres a su alrededor no tiene motivos para conducirse con vanidad, y comprobé esto al mirarme al espejo esta mañana: mis mejillas están llenas de cicatrices; mi nariz está roja, bulbosa e hinchada por el efecto de cientos y cientos de quemaduras de frío. No presto atención a mi aspecto, pero me he mantenido limpio, algo que no tiene nada que ver con la etiqueta ni la coquetería. La limpieza es confort.
 
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Vuelta al mundo en bicicleta.

Entre los enormes abetos de la Selva Negra alemana surgió de la madeja de mis pensamientos una idea que ha marcado la senda de mi destino para mucho tiempo. De pronto, como cuando vemos una estrella fugaz, me vino a la mente un deseo: ¿y si en vez de seguir pedaleando hacia Madrid lo hiciese hacia Oriente?. Llegaría en el mismo tiempo cerca de Moscú o Estambul, y en poco más, a Persia, y después India, China... Estaba claro; habia decidido dar la vuelta al mundo con mi compañera de dos ruedas.
En agosto de 1990 salía de Madrid rumbo hacia Asia y en septiembre de 1992 regresaba a España por Cadiz, con 70.000 Kilómetros sentado en una bicicleta, habiendo recorrido 35 países de los cinco continentes, las tres grandes zonas tropicales del planeta (Sudeste Asiático, Centroamérica y Amazonia, Africa Negra), los mayores desiertos (Persia, Australia, Sonora, Atacama, Patagonia, Sáhara...), las cordilleras más impresionantes (Alpes, Himalaya, Rocosas, Andes, Atlas...), culturas de todos los tiempos (islámicas, budistas, taoístas, indios americanos, yorubas, bereberes...), un viaje repleto de sensaciones, paisajes, pueblos y gentes vividos desde una bicicleta.
Todo ello quedó reflejado en este libro.
 
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