Letizia Ortiz y Jaime del Burgo: hilo compilación. Del Burgo destapa supuesta relación amorosa con Letizia durante el matrimonio con Felipe.

Tienes la letra AMADÌS? Saludos.

Hasta un pueblo d'Alemania ha llegao el Salustiano
con más de cuarenta años
y de profesión el campo,
pa buscarse l´habichuela
y ahorrar algunos marcos
y que pueda la parienta
comprar algunos marranos.
Yo no creo que el sombrero les toque en la tómbola
a esos gachós trajeados que viven de na.
Que lo roban, lo roban,
con cuatro palabritas finas lo roban.

En principio se hace dura sobre to la soleá,
esa gente chamullando no se le entiende ni atá.
Menos mal que algunas veces la embajada cultura]
les manda al Julio iglesias y a un tal Manolo Escobar.
Yo no creo que el sombrero les toque en la tómbola
a esos gachós trajeados que viven de na.
Que lo roban, lo roban,
con cuatro palabritas finas lo roban.

Y así s'acaba la historia del güeno del Salustiano
de tanto apencar los güesos otro gallo l'ha cantao.
Gallo dice que l'obrero de cachondeo está jarto,
si no hubiera ido a Alemania,
no hubiera aprendido tanto.
Yo no creo que el sombrero
les toque en la tómbola
a esos gachós trajeados que viven de na.
Que lo roban, lo roban,
con cuatro palabritas finas lo roban.
 
Sí, claro. Las revistas hablan de escapadas de Leticia en Lisboa y Porto, siendo que Porto es cerca de galicia, donde del Burgo tenía la empresa Hispano Lusa. Hay conexiones que hay que ver. Vilalonga es partner de BES, banco Espírito Santo para USA. donde tiene um sócio Grafstein. Hay en Portugal ese apelido, una señora muy rica, casada con un hombre gay português mucho más nuevo. La senõra es dona de una empresa de diamantes en New York, que pertencera a su marido, un hombre americano. Hoy es su hijo que maneja la empresa. Su apellido es Grafstein, Betty.
Es esta?(n)(n)(n)
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(n)(n)(n)
 
Arriba queda la empresa actual de Jaime, con sede en Genebra, Abril 2013, Money House, Es el único sócio. Es un Banco online, me parece, con sucursales en Austria, etc. Una es en Lugano -SHotel. Cada uno que piense lo que quiera........

Monceau, la empresa que Del Burgo tiene en Suiza es Welhome. Titanic habló de ella por primera vez aquí, del post 259 en adelante. Allí se tocó el tema de donde tenía su domicilio esa empresa.
http://www.cotilleando.com/foro/thr...aime-del-burgo-hilo-compilación.86744/page-13

Money House no es una empresa suya. Es uno de los muchos portales de internet que ofrece información de empresas y gente de negocios.
 
Monceau, la empresa que Del Burgo tiene en Suiza es Welhome. Titanic habló de ella por primera vez aquí, del post 259 en adelante. Allí se tocó el tema de donde tenía su domicilio esa empresa.
http://www.cotilleando.com/foro/threads/letizia-ortiz-y-jaime-del-burgo-hilo-compilación.86744/page-13

Money House no es una empresa suya. Es uno de los muchos portales de internet que ofrece información de empresas y gente de negocios.

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Pero esa no es Carmen Lomana?


Sí. Esta mujer, "Lady", es inglesa, se casó con este hombre.mucho más joven y bueno......Es inglesa y fue casada con el señor Grafstein. Tenía casa en Sintra, pero no sé si la tiene aún. Heredó una empresa de diamantes y joyas que lleva su hijo en NY.
 
Monceau, la empresa que Del Burgo tiene en Suiza es Welhome. Titanic habló de ella por primera vez aquí, del post 259 en adelante. Allí se tocó el tema de donde tenía su domicilio esa empresa.
http://www.cotilleando.com/foro/threads/letizia-ortiz-y-jaime-del-burgo-hilo-compilación.86744/page-13

Money House no es una empresa suya. Es uno de los muchos portales de internet que ofrece información de empresas y gente de negocios.
Gracias LAS NAVAS. Yo no soy de economia y tampoco entiendo. Pero por lo que pudo ver es una financiera, pienso que más que un portale. "Share social 100.000 en actions". Tiene como clientes bancos y personas, pienso que es la empresa que hace de todo, donde todo cabe. Puedes ahorrar, puedes pedir credito, puedes comprar casa, puedes vender, puedes construir. Este tipo de empresas parecendo que no hacen nada, si vas fundo, lo hacen todo. Pienso que es una forma elegante y bien hecha de mostrar y camuflada de trabajar. Pienso aún alos famosos swaps. Yo compré un coche. Y lo pagué todo, en la hora. El vendedor me preguntó porque pagaba, pues no iba a tener descuento. Yo me quedé de cuatro y le dice que quién paga pronto tiene descuento. El me dice que no, que hoy daban descuento a quién iba por los bancos, pues tenían contractos con los bancos, osea: un coche vendido por lo banco es un cliente más para lo banco y un percentaje del dinero del coche para su empresa, dada pelo banco. Por eso, esto que yo llamo empresa de del Burgo, pienso que andará por allá, algo que vive de comisiones. Saludos y muchas gracias LAS NAVAS.
 
Me he acordado del cometario de DRC, el bar que Andrés tenía creo recordar que en Concha Espina-El nombre puede ser Estudio 54?

Del 2004:(y)

http://www.abc.es/informacion/principes-asturias/index/letizia02.asp

Biografía
(Publicado en ABC con motivo del enlace de los Príncipes de Asturias). Por Blanca Torquemada


Aficionada a los disfraces

Tanto la Princesa de Asturias como sus hermanas ganaron en varias ocasiones el premio de disfraces con motivo de las fiestas del colegio, pues ponían especial empeño y dedicación en la tarea. Sus compañeras recuerdan que en cierta ocasión Letizia dio la campanada con uno de Casimiro, personaje de Televisión Española que mandaba a los niños a dormir, años después de los «Telerín».

Cuando acababan las clases, la niña pasaba algunas tardes en la sede de la emisora de Radio Oviedo en la que trabajaba su abuela, Menchu Álvarez del Valle, quien dio vida a programas muy recordados, como «Coser y cantar» (junto a José Rivalla «Ceceda»), «Rumbo a la gloria» y «Puente a su problema». Auténtica fuerza viva del Principado durante décadas, Menchu fue también una reconocida actriz de radioteatro y guionista de miles de programas, además de columnista en Prensa. El estudio donde trabajaba ocupaba la cuarta planta del mismo inmueble que, en el primer piso, era sede del diario «La Nueva España», por lo que años antes Menchu había establecido una fluida relación de amistad con Graciano García, quien fue redactor de esa publicación ovetense y después artífice de la Fundación Príncipe de Asturias.

Las clases de ballet las recibían las hermanas Ortiz en el estudio de Marisa Fanjul, situado entonces en el número 17 de la calle Melquíades Álvarez, de Oviedo. La profesora rememora cómo Letizia sacaba de la cartera sus libros y su bocadillo de Nocilla para hacer los deberes mientras su madre asistía, también como alumna, a las sesiones para adultos. Letizia reunía condiciones más que aceptables para la danza, pero el ballet fue para ella más un ejercicio de educación corporal que un objetivo de alcance, mientras que su hermana Telma sí destacaba en esta disciplina, a la que entregó años de férrea dedicación. Durante esos años Letizia tuvo ocasión de subirse en varias ocasiones a las tablas del Teatro Campoamor de Oviedo, donde el Joven Ballet de Asturias (entonces denominado Petit Ballet) realizaba sus exhibiciones.

En el número 51 de la calle de Pérez de Sala (el edificio donde residían los abuelos de Letizia hasta que, hace unos seis años, Menchu Álvarez del Valle y José Luis Ortiz se retiraron a una vida más tranquila en una casona de Sardeu, en Ribadesella) apenas queda memoria de la que, vagamente, hoy se recuerda como una pequeña inquieta y vivaracha. Carmen Álvarez Jiménez, la hija de «Conchita, la del primero», vecina pared con pared de los abuelos de Letizia, sí alcanza a rescatar entre sus imágenes de hace más de veinte años que, como todos los niños, dio quebraderos de cabeza: un año, por San Mateo, la gran fiesta patronal de Oviedo, la familia fue a ver las carrozas desde una peluquería de la céntrica calle Uría y la cría metió la cabeza entre los barrotes, con el sobresalto consiguiente.

Oviedo era entonces una ciudad pequeña. A los Ortiz Rocasolano les encantaba, en los fines de semana y días de fiesta, dar un tranquilo paseo desde la calle de Pérez de la Sala, donde vivían los abuelos, hasta la capilla del Cristo de las Cadenas en la que fueron bautizadas las dos niñas mayores. La zona no estaba entonces urbanizada como ahora y sí pespunteada de «praus» y merenderos, muy agradables cuando el sol se dejaba ver. Algunos días, optaban por las excursiones a las grutas del Naranco.

Otra opción era la playa. Un año, los Ortiz tuvieron alquilado un apartamento en Ribadesella, junto al mar, y más adelante eligieron una casita en Argüero, que pertenece al Concejo de Villaviciosa. Los veranos eran intensos, para las tres hermanas. A las dos abuelas les encantaba disfrutar de sus nietas y se organizaban para pasar con ellas largas temporadas durante las vacaciones escolares. Así, con los padres de Jesús Ortiz las niñas se marchaban a Aldea de San Miguel, un pueblecito a pocos kilómetros de Valladolid en el que había nacido la madre de Menchu y donde podían hacer uso de la casa familiar. Cumplían de este modo el rito de ir «a secar» a la Meseta, como dicen los asturianos, nada proclives a utilizar la forma reflexiva de los verbos. Con Francisco Rocasolano, taxista, y Enriqueta Rodríguez, las pequeñas se marchaban a Torrevieja, a un apartamento que los abuelos maternos vendieron después de la jubilación para comprarse otro en Alicante.
Pero, en contrapartida, la vida cotidiana de las hermanas Ortiz mantenía un régimen disciplinado, en época escolar, muy vinculado a la ayuda que prestaban, por proximidad, los abuelos paternos. La tele sólo la veían los fines de semana y su programa favorito era el «Un, dos, tres». A Menchu Álvarez del Valle le gustaba preparar artículos y guiones por la noche (la futura Princesa de Asturias dice de ella que «escribe como los ángeles») y sus vecinos tienen grabada la imagen de su despacho, siempre atestado de papeles. Su esposo, José Luis Ortiz, trabajaba como comercial en Olivetti, la empresa de máquinas de escribir, en la que además impartía cursos de aprovechamiento de los equipos.

El padre de Letizia tenía una pequeña productora a principios de los ochenta y la niña se interesó muy pronto por todo lo referido a la comunicación. A los diez años empezó a tomar parte en el programa «El Columpio», en Antena 3 de Radio. No fue una experiencia tan liviana como puede parecer, a la vista de su edad de entonces. Jesús Ortiz encomendó la tarea de preparar y realizar este espacio a sus dos hijas mayores y a otros niños hijos de amigos y conocidos. Los críos decidían en una reunión semanal los contenidos y luego escribían los guiones y diseñaban la escaleta.

«El columpio» se emitía los sábados por la mañana y nadie interfería en la labor de los chavales en cabina. Ellos mismos tenían que componérselas para salir airosos si sufrían un lapsus. Ya con un cierto rodaje, Letizia fue «nombrada» redactora-jefe de aquel equipo.
Cuando la prometida del Heredero tenía catorce años, en los primeros meses de 1987, su padre se trasladó a Madrid, requerido para trabajar con su paisano Lalo Azcona, quien unos años antes había creado su empresa de comunicación en la capital. Jesús Ortiz, avanzadilla de la familia, se instaló solo en un apartamento de la calle Canillas para evitar partir el curso escolar de sus hijas. Letizia estudió su primer año de BUP en el instituto Alfonso XII de Oviedo y ya en septiembre se marcha a la capital con su hermana Telma, para vivir ambas con su padre en el Parque de las Avenidas. Quedaron adscritas al instituto Ramiro de Maeztu, el que les correspondía por zona de acuerdo con el primer domicilio madrileño de su padre en el barrio de Prosperidad. A su madre no le habían concecido aún el traslado a Madrid y por eso Paloma Rocasolano y su hija menor, Érica, tuvieron que permanecer un año más en Asturias.

Después de ya reunidos el matrimonio y las tres hijas, la familia pasó una corta temporada en el Parque de las Avenidas, mientras estaba en construcción la casa que los Ortiz adquirieron, sobre plano, en la urbanización Montesport de Rivas Vaciamadrid, un pueblo en expansión del Este de Madrid situado junto a la carretera de Valencia, que ya entonces se esbozaba como la ciudad-dormitorio de clase media que hoy es. Su madre ocupó plaza en el ambulatorio de Moratalaz, antes de pasar a desempeñar su actual labor como «liberada» del Satse, un sindicato profesional de enfermería en el que desempeña la función de delegada del área sanitaria 1 de Madrid.

Boda civil y periodismo

Como Letizia y Telma hicieron los dos últimos cursos del BUP y el COU en horario nocturno (debido a que no quedaban plazas de mañana ni de tarde), su padre las recogía cuando terminaban las clases, a las diez y media de la noche. En el instituto conoció a Alonso Guerrero, profesor de Lengua y Literatura diez años mayor que ella con quien entabló un largo noviazgo que acabó en boda civil en agosto de 1998, ceremonia que tuvo lugar en el pueblo del contrayente, Almendralejo, y que fue oficiada por el alcalde de la localidad pacense, Jesús Morán. La pareja se divorció un año más tarde. El primer matrimonio de Letizia coincidió en el tiempo con la separación de sus padres.

Pero en esos momentos Letizia ya era una acreditada profesional de los medios de comunicación. Tras concluir los estudios secundarios y alentada por su infancia radiofónica en Oviedo, su vocación estaba muy clara: en 1990 se matriculó en Ciencias de la Información en la Universidad Complutense de Madrid, y se licenció en Periodismo en 1995 con calificación media de notable. Según los testimonios de sus compañeros, no pertenecía al amplio grupo de estudiantes universitarios asiduos al bar de la Facultad. Por el contrario, prefería sentarse en las primeras filas de clase y se tomaba interés en las disertaciones de los profesores, dispuesta siempre a levantar la mano e intervenir. En el viaje de Paso del Ecuador, en 1993, tuvo ocasión de recorrer Marruecos, y no precisamente en «jet» privado. Con sus compañeros viajó hasta Algeciras en tren, desde donde tomó el ferry a Tánger, para hacer después un recorrido en autobús por Fez, Casablanca y Marraquech. Posteriormente, avalada por su buen expediente académico, tuvo ocasión de participar en VIII Encuentro Iberoamericano de Facultades de Comunicación Social que se celebró en la ciudad colombiana de Cali entre el 24 y el 28 de octubre de 1994.

biografía
(Publicado en ABC con motivo del enlace de los Príncipes de Asturias). Por Blanca Torquemada


Colaboradora de ABC

La oportunidad de colaborar con ABC le salió al paso a Letizia en tercero de carrera, en 1992, gracias a la mediación de Sergio González, entonces corresponsal de nuestro periódico en Rivas Vaciamadrid, con quien coincidía en el autobús, en la rutina del camino diario a la facultad. Sergio, dos años por delante de Letizia en Periodismo, iba a dejar la corresponsalía y le ofreció tomar el relevo. Así, durante un año, la Princesa de Asturias dio cuenta en el periódico más veterano de Madrid de los avatares de esa localidad de la periferia, incluidos los bandos del alcalde inspirados en el lenguaje del Siglo de Oro.

En paralelo, en los veranos de 1992 y 1993, aprovechó para hacer prácticas en «La Nueva España», cometido en el que se desenvolvió con notable soltura e iniciativa, a decir de quienes coincidieron con ella en la Redacción. Y en quinto de carrera, gracias a las cuatro matrículas de honor que había cosechado el curso anterior, fue becaria de la agencia Efe, en la sede central de la calle Espronceda de Madrid, donde trabajó en la sección de Internacional. De aquel momento data el corto «La mirada del ángel», producido por Efe y dirigido por Norberto López Amado para promocionar la alta definición. En él, Letizia prestó su intensa mirada al personaje de un querubín alado.

Terminada su carrera de Periodismo y con un apreciable bagaje de prácticas profesionales, se marchó a México a cursar una maestría en Comunicación Social. En Guadalajara pasó una breve temporada en un piso compartido con tres canadienses y se instaló después con la familia Nájera. En esa etapa colabora con «Tentaciones», el suplemento de ocio del diario Siglo XXI. A su vuelta se matriculó en el Máster de Periodismo Audiovisual en el que un par de años más tarde también impartió alguna clase. El curso constaba de nueve meses de clases prácticas y tres de beca en un medio audiovisual. Letizia se incorporó entonces al canal financiero Bloomberg Televisión (de la cadena perteneciente a quien actualmente es alcalde de Nueva York), supervisado por Efe en su versión en español. Allí se estrenó en el mundo de la imagen.

De Bloomberg a CNN+

A raíz de sus intervenciones en Bloomberg, los responsables del nuevo canal CNN + se fijaron en ella y le pidieron que participara en unas pruebas de selección en las que tomaron parte un centenar de profesionales y en las que resultó elegida. Eso sí, le pusieron el peor horario. Letizia se levantaba a las dos de la madrugada y además impartía clases en el máster del Instituto de Estudios de Periodismo Audiovisual. Entre risas (y entre bostezos), solía comentar que le imponían más sus alumnos que el piloto rojo de la cámara. En su escaso tiempo libre menudeaban las escapadas a su Asturias natal, donde se reencontraba con sus abuelos y con su tía Henar. Cristina Ortiz, su madrina, falleció hace dos años.
Cuando en el pasado puente de Todos los Santos salió a la luz pública el compromiso matrimonial de Don Felipe con Letizia Ortiz, la Princesa de Asturias llevaba ya más de tres años en Televisión Española, donde fue contratada para hacer el Telediario Matinal. Después pasó a formar parte del equipo de reporteros a cargo de la dirección de Informativos, etapa en la que, dada su experiencia ante la cámara, hizo frecuentes sustituciones en plató y algún programa especial. La cadena pública le ofreció la posibilidad que no le brindaron sus anteriores trabajos: el reporterismo, su auténtica pasión.

En 2000, compartió con Javier Mayoral el Premio Larra para jóvenes periodistas que concede la Asociación de la Prensa de Madrid, como en un tributo casual a la pasión de Letizia, empedernida lectora, por el autor de la «joya literaria» que forma ya parte de las crónicas del día de la petición de mano: «El doncel Don Enrique el doliente». Después ha trabajado en la cobertura del primer aniversario del 11-S en Nueva York, en el desastre del Prestige y en la posguerra iraquí. Hasta que el pasado mes de septiembre se le encargó compartir con Alfredo Urdaci la presentación de la segunda edición del Telediario. Fue una última etapa tensa en la que tuvo que practicar el discreto funambulismo para proteger su relación con el Heredero.

Se ha especulado hasta la extenuación sobre las circunstancias en las que se conocieron, y ha hecho fortuna la versión según la cual fue invitada por el veterano director de Informe Semanal Pedro Erquicia a una cena en su ático de Madrid, donde habría tenido ocasión de conversar por primera vez largo y tendido con Don Felipe. Su presencia en aquella velada obedeció a que un gran amigo de Letizia, Ignacio Salas, presidente de la Academia de Televisión, le pidió que le acompañara.

A partir de ese instante es una incógnita íntima cómo Don Felipe y la periodista estrecharon su relación. En verano se les pudo ver, distendidos, en locales de moda de la noche madrileña como «Calle 54», en el Paseo de la Habana. Pero ningún parlanchín televisivo ni reportero de los de «canutazo» detectó una historia de amor con Historia y de periodismo dentro del periodismo. A partir del 22 de mayo no habrá para Letizia otro titular que el de su propia vida.

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Solo por recordar lo que se decía en 2004.:)

 
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