CENA PARA AMIGAS EN UNA CROQUETERÍA
Letizia no necesita un menú detox tras la Navidad: de tapas por Malasaña con amigas
JOSÉ MARTÍN
De sobra son conocidos los excesos que todos hacemos en cuanto a comida en época navideña. Una vez pasado el día de Reyes y terminados los turrones y el roscón, comienza el nuevo año gastronómico y con firme propósito de enmienda en lo que al menú se refiere, para compensar los excesos de estas fechas. Este no parece ser el caso de Letizia, que al parecer no necesita echar mano de ninguna 'dieta detox'. Este martes por la noche, la Reina quedó con otras cuatro amigas en un restaurante en el corazón de Madrid para compartir mantel y confidencias.
La cita tuvo lugar en el restaurante La Gastro, una gastrocroquetería regentada por el chef Chema Soler, conocido por revolucionar el mundo de la cocina con sus croquetas y ubicado en la madrileña calle del Barco, a escasos diez metros de la Gran Vía madrileña. A las 21:40 horas, diez minutos después de abrir, la Reina entró acompañada de cuatro amigas para cenar en una de las mesas reservadas al fondo del local. Solo una discreta escolta de un par de personas sentadas en una de las mesas altas situadas frente a la barra delataban la presencia de la Reina. Abrigo oscuro y pañuelo, muy típico en sus salidas públicas cuando busca anonimato, doña Letizia llegó hasta la mesa al fondo del local sin apenas llamar la atención entre el escaso público que se encontraba cenando en el local a esas horas un martes.
Menú gourmet a 45 euros por persona
La Reina y sus acompañantes se decantaron por las tapas del 'menú gourmet' de 45 euros por persona a base turrón de foie, tartar de mejillón y langostinos gratinados con kimuchi y croquetas de carabineros y kimchi; de foie con rabo de toro sobre cebolla caramelizada; de curry rojo de bogavante; una gyoza (empanadillas japonesas) de gambas con guisito de carabineros, jengibre y chili chipotle; y de bao de cochinillo laqueado al estilo pekinés. De postre, la Reina pudo degustar la famosa croqueta dulce, el arroz con leche de coco a la plancha con tamarindo y helado de mango. Todo acompañado de un sorbete de mojito, un surtido de turrones y una copa de cava que el local ofrece para brindar. Además el menú incluía una botella de vino tinto D.O. Rioja o blanco de Rueda, o cerveza y refrescos, a elegir.
Abandona el local parapetada tras un escolta
Durante las casi dos horas que duró la velada, la Reina se mostró cercana y desinhibida y charló amigablemente. No es difícil imaginar que la conversación derivase en cómo han pasado las vacaciones y muy probablemente también en la celebración del 80 cumpleaños del rey Juan Carlos el pasado fin de semana. Solo rompió la tranquilidad un miembro de su equipo de seguridad al acercarse a la mesa para alertar a la Reina de la presencia de fotógrafos fuera del local.
Son las 23:15 horas (el local cierra en 15 minutos), pero la Reina se despide de sus amigas abandonando el mismo. Parapetada tras un escolta que la rodea tapándole el rostro con la mano, Letizia abandonó el local, mientras el resto de escoltas se emplea a fondo en la acera de enfrente para impedir a toda costa que sea captada una sola imagen de la regia comensal a su salida del restaurante. Al parecer, la reina Letizia comienza el año con la misma firme determinación de seguir disfrutando de la noche con sus amistades, en este caso sin el Rey, y al margen también de los flashes.
Letizia no necesita un menú detox tras la Navidad: de tapas por Malasaña con amigas
JOSÉ MARTÍN
De sobra son conocidos los excesos que todos hacemos en cuanto a comida en época navideña. Una vez pasado el día de Reyes y terminados los turrones y el roscón, comienza el nuevo año gastronómico y con firme propósito de enmienda en lo que al menú se refiere, para compensar los excesos de estas fechas. Este no parece ser el caso de Letizia, que al parecer no necesita echar mano de ninguna 'dieta detox'. Este martes por la noche, la Reina quedó con otras cuatro amigas en un restaurante en el corazón de Madrid para compartir mantel y confidencias.
La cita tuvo lugar en el restaurante La Gastro, una gastrocroquetería regentada por el chef Chema Soler, conocido por revolucionar el mundo de la cocina con sus croquetas y ubicado en la madrileña calle del Barco, a escasos diez metros de la Gran Vía madrileña. A las 21:40 horas, diez minutos después de abrir, la Reina entró acompañada de cuatro amigas para cenar en una de las mesas reservadas al fondo del local. Solo una discreta escolta de un par de personas sentadas en una de las mesas altas situadas frente a la barra delataban la presencia de la Reina. Abrigo oscuro y pañuelo, muy típico en sus salidas públicas cuando busca anonimato, doña Letizia llegó hasta la mesa al fondo del local sin apenas llamar la atención entre el escaso público que se encontraba cenando en el local a esas horas un martes.
Menú gourmet a 45 euros por persona
La Reina y sus acompañantes se decantaron por las tapas del 'menú gourmet' de 45 euros por persona a base turrón de foie, tartar de mejillón y langostinos gratinados con kimuchi y croquetas de carabineros y kimchi; de foie con rabo de toro sobre cebolla caramelizada; de curry rojo de bogavante; una gyoza (empanadillas japonesas) de gambas con guisito de carabineros, jengibre y chili chipotle; y de bao de cochinillo laqueado al estilo pekinés. De postre, la Reina pudo degustar la famosa croqueta dulce, el arroz con leche de coco a la plancha con tamarindo y helado de mango. Todo acompañado de un sorbete de mojito, un surtido de turrones y una copa de cava que el local ofrece para brindar. Además el menú incluía una botella de vino tinto D.O. Rioja o blanco de Rueda, o cerveza y refrescos, a elegir.
Abandona el local parapetada tras un escolta
Durante las casi dos horas que duró la velada, la Reina se mostró cercana y desinhibida y charló amigablemente. No es difícil imaginar que la conversación derivase en cómo han pasado las vacaciones y muy probablemente también en la celebración del 80 cumpleaños del rey Juan Carlos el pasado fin de semana. Solo rompió la tranquilidad un miembro de su equipo de seguridad al acercarse a la mesa para alertar a la Reina de la presencia de fotógrafos fuera del local.
Son las 23:15 horas (el local cierra en 15 minutos), pero la Reina se despide de sus amigas abandonando el mismo. Parapetada tras un escolta que la rodea tapándole el rostro con la mano, Letizia abandonó el local, mientras el resto de escoltas se emplea a fondo en la acera de enfrente para impedir a toda costa que sea captada una sola imagen de la regia comensal a su salida del restaurante. Al parecer, la reina Letizia comienza el año con la misma firme determinación de seguir disfrutando de la noche con sus amistades, en este caso sin el Rey, y al margen también de los flashes.
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