No encuentra su sitio ni lo va a encontrar jamás. Una persona republicana, que no cree en la monarquía, ni está dispuesta a desempeñar su papel.
Y la edad no tiene nada que ver. Diana de Gales se casó jovencísima con Carlos de Inglaterra, y como princesa de Gales desempeñó su papel a la perfección.
Letizia jamás lo hará bien, y aquí seguiremos cumpliendo aniversarios con ella, año tras año viendo como no mejora un ápice. Y lo peor es que si al principio hizo algún intento, ahora que sabe que puede hacer lo que le de la gana, no lo va a hacer.
Vamos a acumular desplantes tras desplantes.
Sobre la cumbre iberomaericana, si no soporta codearse con el resto de la realeza europea, como lo va a hacer con las primeras damas de los países iberoamericanos.
Pierde ocasión tras ocasión de relacionarse con otras personas, de vender la imagen España a donde quiera que vaya. Nunca lo hace.
Se pierde en privilegios y exigencias absurdas, viajando en aviones distintos, alojándose en sitios diferentes del resto(como en el cumpleaños de Guillermo de Holanda) y cada vez que aparece lo hace de mala gana, con ganas de terminar cuanto antes, y con constantes faltas de educación, o bien porque está más pendiente del teléfono móvil que de otra cosa, o con poner mala cara ya se nota a la legua su disconformidad.
Y la edad no tiene nada que ver. Diana de Gales se casó jovencísima con Carlos de Inglaterra, y como princesa de Gales desempeñó su papel a la perfección.
Letizia jamás lo hará bien, y aquí seguiremos cumpliendo aniversarios con ella, año tras año viendo como no mejora un ápice. Y lo peor es que si al principio hizo algún intento, ahora que sabe que puede hacer lo que le de la gana, no lo va a hacer.
Vamos a acumular desplantes tras desplantes.
Sobre la cumbre iberomaericana, si no soporta codearse con el resto de la realeza europea, como lo va a hacer con las primeras damas de los países iberoamericanos.
Pierde ocasión tras ocasión de relacionarse con otras personas, de vender la imagen España a donde quiera que vaya. Nunca lo hace.
Se pierde en privilegios y exigencias absurdas, viajando en aviones distintos, alojándose en sitios diferentes del resto(como en el cumpleaños de Guillermo de Holanda) y cada vez que aparece lo hace de mala gana, con ganas de terminar cuanto antes, y con constantes faltas de educación, o bien porque está más pendiente del teléfono móvil que de otra cosa, o con poner mala cara ya se nota a la legua su disconformidad.