Letizia en la Entrega de los Premios "El Barco de Vapor" y "Gran Angular". Abril 19, 2016

No te preocupes, Kasi, con la técnica estas cosas pasan a pesar de oprimir el botón correcto.
Tan sólo quería aclarar que el texto no es mío sino de @crisis. :)

cuando vi que me citaba Kasi pero no aparecia mi nick pense que lo habia citado de un mensaje tuyo no tengo gran dominio del tema pero veo que tu lo has aclarado de todas formas no te preocupes Eleonora son cosas del directo no siempre todo sale perfecto si no que se lo digan a lety que la tecnica le juega malas pasadas ella la pobre no tiene culpa de nada :)
 
Cierto, pero recuerda que ella al principio (durante el compromiso) fue de mujer modernasindicalistaquieroseguirtrabajandoentveaunqueseaprinzeza y no iba a dar importancia a un anillo que fuera caro porque uno del huevo kinder le habría ilusionado igual, pero en cuanto vio todo lo que tenía al alcance tras el almudenazo tonto el último…

Lo del anillo de compromiso es muy sencillo: no tenía idea de qué estaba hecho el anillo. De ahí que dijera "y eso".
 
Ay, ya podría ser lo breve y bueno su particularidad. Probablemente sería más en la línea perdida-en-el-espacio que sigue: “Pues ssssí, Llegué así divina de la muerrrte y…claro, era agnóssstica, ¿eh? pero ya no, ahora lo de ‘divina’ lo rrrrespeto mucho…y lo Ví, y fue verrr la luz misssmamente, pero no cualquier luz, no un flexo o bombilla telarañossssa, si me permitísss utilizarrr una palabra que no está en el diccionario de la RRRAE que yo co-sponsor, si me permitísss un anglicisssmo todavía no incorrrporado a nuestrrrro diccccionario oficialll…. (pausa: ¿de qué hablaba? ¿mi silla T mayúscula en la RAE? ¡Ah, sí, de los famosos palabros de Marco Antonio, que tío tan buenorro, si yo hubiera eztado ahí ríete de Cleopatra y su nariz, aún más grande que la mía, la pobre, pueblucho cutre el suyo, con trenapaciones o como se diga y sin botox, uy, me he quedado in albis, como el atún ¿de qué hablaba?)…y Vencí porque el amor todo lo puede, no hay barrrrera socialll, rrreligiosa, moralll, económica, educacionalll, culturalll, idiomática, etzétera que se interrrponnnga (sobre todo si soy yo la que se queda corrrta en todas las comparaciones)”…

Vini, vidi, vici indeed.
:cry::joyful::ROFLMAO:
 
tampoco se trataba de dar detalles sobre calidades pero decir que era de oro y brillantes no es mas que eso a nadie le iba a sorprender mas tratandose de la prometida del principe pero ella diria mejor asi que parezca que eso es lo de menos cuando a partir de ahi su vida ha sido lujo u ostentacion aun por mucho que quiera parecer austera sin demasiadas joyas o vistiendo ropa no exclusiva en algunas ocasiones.

me cite para corregir
 
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Vanity Fair
http://m.revistavanityfair.es/reale...ipster-discurso-barco-vapor-intenciones/22225


Todo lo que quiso decir Doña Letizia diciendo la palabra Millennial
Porque a un monarca no se le conoce por sus entrevistas exclusivas, sino por el estudiado subtexto de sus palabras.


Por CLAUDIO M. DE PRADO

21 de abril de 2016 / 16:09

Etiquetas:
Letizia Ortiz
Casa Real

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© Gtresonline

Doña Letizia, en la entrega del premio de Literatura infantil y juvenil 'Barco de vapor'.

No ha sido nunca muy amiga de hablar más de la cuenta. Por eso de haber sido periodista antes que reina, Doña Letizia sabe cómo nos las podemos llegar a gastar los plumillas cuando el verso se nos suelta. Pero que no diga lo que queremos escuchar no significa que no nos cuente nada nuevo en cada una de sus apariciones públicax. Solo hay que estar atentos a los gestos y guiños que pueblan sus discursos. Porque a un monarca no se le conoce por sus entrevistas exclusivas, sino por el estudiado subtexto que esconden cada una de sus palabras.

“León Kamikaze es un libro, como ha dicho Joaquín Reyes, escrito en forma muy 'millennial', si es que me permitís usar esa palabra que no está en el diccionario”.

Nunca se crea cuando alguien le diga que un miembro de una Casa Real ha hecho algo de manera totalmente espontánea. Ese concepto, en una institución que se mueve bajo estrictas leyes protocolaria, simplemente no tiene cabida. Y mucho menos cuando la cabeza de la casa es alguien como Letizia, que antes de convertirse en Doña ya manejaba a la perfección los truquillos de las relaciones públicas.

¿Acaso piensa que fue casualidad que su regalo de compromiso al Príncipe Felipe fuese una edición antigua de El doncel de don Enrique el doliente, novela caballeresca firmada por José Manuel de Larra? Su intención estaba clara: ella iba a ser una reina culta. ¿Y por qué mandó callar a su futuro marido mientras anunciaban su compromiso aquel soleado noviembre de 2003? Porque podía. La mejor manera de callar a los críticos que dudaban de la legitimidad del matrimonio del heredero de la Corona con alguien como ella.

Desde entonces muchos han sido los mensajes velados que Doña Letizia ha lanzado al pueblo para ganarse el cariño y frenar el desplome de la institución en las encuestas de popularidad. La mayoría, de hecho, fuera de los grandes actos en los que sabe de antemano que se van a estudiar a fondo sus palabras. Por eso a la verdadera Letizia no hay que buscarla en la entrega del Cervantes. Tampoco en Oviedo durante la entrega de los premios Princesa de Asturias.

A Letizia, sin Doña, se la encuentra en los actos íntimos donde se siente realmente cómoda. Actos como el anuncio de los premios SM de Literatura infantil y juvenil 'El barco de vapor'. Una ceremonia a la que acudió el pasado martes en Madrid en la que la reina, como puede ver en el vídeo a continuación, hizo algo mucho más trascendente que animar a la lectura y presentar a los ganadores del galardón en un discurso de poco más de tres minutos: certificó la legitimidad de los millennials.




"¿Y qué?", pensará usted harto de ver 'Millenial' escritor en las noticias varias veces al día. Con razón. Pero una cosa es que los medios nos hayamos empeñado en poner ese adjetivo a todo lo que huela a gente menor de 30 años; y otra que una reina lo pronuncie en voz alta haciéndolo verdad desde ese momento exacto. Ese es el poder de las palabras, que convierten lo abstracto en concreto.

Eso sí, Letizia dijo "Millennial" no sin antes pedir perdón por usar un término “que no está en el diccionario”, no se le fueran a enfadar los ya de por sí siempre enfurruñados miembros de la Real Academia de la Lengua, que últimamente andan un poco díscolos. ¿Qué buscaba entonces la reina nombrando a estos chicos y chicas en público cuando nunca ha hecho referencia a otros grupos más afines a ella como los hipster? Muy sencillo: asegurarse el favor de la masa plebeya venidera.

Total, esos modernos adictos a las barbas y a los tatuajes –más burgueses y clasistas de lo que se creen y más cuarentones de lo que su síndrome de Peter Pan les permite reconocer– ya los tiene metidos en el bolsillo. Algunos aseguran que preferirían otro modelo de estado, vale, aunque dejarse caer por festivales indies y pasear por Malasaña ha sido suficiente para seducir al grueso de una generación que creció en un país donde la adoración a la Corona ni se cuestionaba.

Pero para ganarse el cariño de los millennial, más pendientes de su móvil que de las aventuras de la realeza, requiere nuevas estrategias. El orgullo de la experiencia con ellos no funciona y a ego nadie les gana.

Por eso Letizia en su discurso no se conformó con pronunciar la palabra maldita, sino que mostró respeto y humildad a esa generación tan preparada como egoista soltando de manera muy velada que ella, una mujer mayor “ya camino de los 44 años, casi 50”, conoce su existencia. Que ella es la reina de los que “en esa etapa de EGB nos creímos agentes secretos de alguna organización con alguna misión peligrosísima e imposible que cumplir”, pero también quiere serlo de los que, por edad, jugaban a ser hackers “en Primaria”.

En resumen, invitarles a aceptar, como aceptó ella, que todo tiene que cambiar para que todo permanezca.


Gracias por el artículo.
Muy Nuria.
Lo que falta, es que a las masas les venga a legitimar una palabra, la Reina ConZorte Doña Letizia de Todos las Legitimaciones Culturales.
No creo que tenga ese lugar de referente legitimador ni que se esté apropiando de las masas plebeyas venideras.
Vaya artículo monárquico, si los hay!
A los millenials, les molesta bastante que se los refiera así. Es como que si alguien te dice millenial, y lo eres, lo consideras automáticamente un no-millenial. O sea, para tí, un viejo.
No veo ninguna experticia en Letuza en cuanto a lingüística, semántica, semiótica, ni nada de eso. Creo simplemente que le hablaron de ese libro, le dijeron "en las redes se escribe mucho lo de millenial" -como en alguna época estuvo de moda mencionar mucho a los yuppies, antes a los hippies, luego a las Generaciones X e Y, también a los hipsters, etc-. Usó una etiqueta, y ya está. Se sintió que con eso daba el pego intelectual, creo. No la veo verdadera experta en nada. Ni está cambiando algo para que todo permanezca igual. Ella no ha cambiado nada, ha sido una desubicada desde el principio, no se adaptó a ni siquiera una de las reglas que manejaba en público la monarquía española. Y están con bajísima popularidad.
Nada, habría que darles las gracias por todo a Letiz, y mandarla de regreso a su piso de soltera.
Rogándole que cuando venga la república, no se vaya a meter a política.
 
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Todo lo que quiso decir Doña Letizia diciendo la palabra Millennial
Porque a un monarca no se le conoce por sus entrevistas exclusivas, sino por el estudiado subtexto de sus palabras.


Por CLAUDIO M. DE PRADO

21 de abril de 2016 / 16:09

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Casa Real

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Doña Letizia, en la entrega del premio de Literatura infantil y juvenil 'Barco de vapor'.

No ha sido nunca muy amiga de hablar más de la cuenta. Por eso de haber sido periodista antes que reina, Doña Letizia sabe cómo nos las podemos llegar a gastar los plumillas cuando el verso se nos suelta. Pero que no diga lo que queremos escuchar no significa que no nos cuente nada nuevo en cada una de sus apariciones públicax. Solo hay que estar atentos a los gestos y guiños que pueblan sus discursos. Porque a un monarca no se le conoce por sus entrevistas exclusivas, sino por el estudiado subtexto que esconden cada una de sus palabras.

“León Kamikaze es un libro, como ha dicho Joaquín Reyes, escrito en forma muy 'millennial', si es que me permitís usar esa palabra que no está en el diccionario”.

Nunca se crea cuando alguien le diga que un miembro de una Casa Real ha hecho algo de manera totalmente espontánea. Ese concepto, en una institución que se mueve bajo estrictas leyes protocolaria, simplemente no tiene cabida. Y mucho menos cuando la cabeza de la casa es alguien como Letizia, que antes de convertirse en Doña ya manejaba a la perfección los truquillos de las relaciones públicas.

¿Acaso piensa que fue casualidad que su regalo de compromiso al Príncipe Felipe fuese una edición antigua de El doncel de don Enrique el doliente, novela caballeresca firmada por José Manuel de Larra? Su intención estaba clara: ella iba a ser una reina culta. ¿Y por qué mandó callar a su futuro marido mientras anunciaban su compromiso aquel soleado noviembre de 2003? Porque podía. La mejor manera de callar a los críticos que dudaban de la legitimidad del matrimonio del heredero de la Corona con alguien como ella.

Desde entonces muchos han sido los mensajes velados que Doña Letizia ha lanzado al pueblo para ganarse el cariño y frenar el desplome de la institución en las encuestas de popularidad. La mayoría, de hecho, fuera de los grandes actos en los que sabe de antemano que se van a estudiar a fondo sus palabras. Por eso a la verdadera Letizia no hay que buscarla en la entrega del Cervantes. Tampoco en Oviedo durante la entrega de los premios Princesa de Asturias.

A Letizia, sin Doña, se la encuentra en los actos íntimos donde se siente realmente cómoda. Actos como el anuncio de los premios SM de Literatura infantil y juvenil 'El barco de vapor'. Una ceremonia a la que acudió el pasado martes en Madrid en la que la reina, como puede ver en el vídeo a continuación, hizo algo mucho más trascendente que animar a la lectura y presentar a los ganadores del galardón en un discurso de poco más de tres minutos: certificó la legitimidad de los millennials.




"¿Y qué?", pensará usted harto de ver 'Millenial' escritor en las noticias varias veces al día. Con razón. Pero una cosa es que los medios nos hayamos empeñado en poner ese adjetivo a todo lo que huela a gente menor de 30 años; y otra que una reina lo pronuncie en voz alta haciéndolo verdad desde ese momento exacto. Ese es el poder de las palabras, que convierten lo abstracto en concreto.

Eso sí, Letizia dijo "Millennial" no sin antes pedir perdón por usar un término “que no está en el diccionario”, no se le fueran a enfadar los ya de por sí siempre enfurruñados miembros de la Real Academia de la Lengua, que últimamente andan un poco díscolos. ¿Qué buscaba entonces la reina nombrando a estos chicos y chicas en público cuando nunca ha hecho referencia a otros grupos más afines a ella como los hipster? Muy sencillo: asegurarse el favor de la masa plebeya venidera.

Total, esos modernos adictos a las barbas y a los tatuajes –más burgueses y clasistas de lo que se creen y más cuarentones de lo que su síndrome de Peter Pan les permite reconocer– ya los tiene metidos en el bolsillo. Algunos aseguran que preferirían otro modelo de estado, vale, aunque dejarse caer por festivales indies y pasear por Malasaña ha sido suficiente para seducir al grueso de una generación que creció en un país donde la adoración a la Corona ni se cuestionaba.

Pero para ganarse el cariño de los millennial, más pendientes de su móvil que de las aventuras de la realeza, requiere nuevas estrategias. El orgullo de la experiencia con ellos no funciona y a ego nadie les gana.

Por eso Letizia en su discurso no se conformó con pronunciar la palabra maldita, sino que mostró respeto y humildad a esa generación tan preparada como egoista soltando de manera muy velada que ella, una mujer mayor “ya camino de los 44 años, casi 50”, conoce su existencia. Que ella es la reina de los que “en esa etapa de EGB nos creímos agentes secretos de alguna organización con alguna misión peligrosísima e imposible que cumplir”, pero también quiere serlo de los que, por edad, jugaban a ser hackers “en Primaria”.

En resumen, invitarles a aceptar, como aceptó ella, que todo tiene que cambiar para que todo permanezca.

Este artículo no me gusta. Es pura propaganda para vender lo invendible.
 
Gracias por el artículo.
Muy Nuria.
Lo que falta, es que a las masas les venga a legitimar una palabra, la Reina ConZorte Doña Letizia de Todos las Legitimaciones Culturales.
No creo que tenga ese lugar de referente legitimador ni que se esté apropiando de las masas plebeyas venideras.
Vaya artículo monárquico, si los hay!
A los millenials, les molesta bastante que se los refiera así. Es como que si alguien te dice millenial, y lo eres, lo consideras automáticamente un no-millenial. O sea, para tí, un viejo.
No veo ninguna experticia en Letuza en cuanto a lingüística, semántica, semiótica, ni nada de eso. Creo simplemente que le hablaron de ese libro, le dijeron "en las redes se escribe mucho lo de millenial" -como en alguna época estuvo de moda mencionar mucho a los yuppies, antes a los hippies, luego a las Generaciones X e Y, también a los hipsters, etc-. Usó una etiqueta, y ya está. Se sintió que con eso daba el pego intelectual, creo. No la veo verdadera experta en nada. Ni está cambiando algo para que todo permanezca igual. Ella no ha cambiado nada, ha sido una desubicada desde el principio, no se adaptó a ni siquiera una de las reglas que manejaba en público la monarquía española. Y están con bajísima popularidad.
Nada, habría que darles las gracias por todo a Letiz, y mandarla de regreso a su piso de soltera.
Rogándole que cuando venga la república, no se vaya a meter a política.

El artículo no es de Nurita, ella escribe peor.
 
Es que ella el día del compromiso solo estaba preocupada en parecer la persona más culta del mundo. Llevaba las frases preparadas para demostrarnos que era lo más de lo más y ese tipo de preguntas no le interesaban. Las respondía lo más rápido posible y seguía con sus joyas literarias, con su gran lector y un largo etcétera de chorradas pretenciosas.

Tanta tontería para luego desinflarse como un globo.
 
También tenemos que considerar que la búsqueda del placer absoluto va más allá de la cama, mucha gente lo busca obsesivamente ya sea acumulando dinero, o conquistas, o belleza física, incluso conocimiento aunque ésto último es más inusual. La choni va a ser eterna frustrada, “casi lo tengo pero no”, porque nunca va a tener el físico perfecto que busca, que por mucha cirugía, botox y demás cosas que se haga sus arrugas no van a dejar de asomar ni su altura va a aumentar. Es una lucha, primero contra lo que la naturaleza le dio y ahora hay que añadir además contra las marcas del tiempo, que nunca va a poder ganar.

esa es la impresion que da aun por mucho que la vida le de no parece estar satisfecha o se sienta bien consigo misma cuando no es capaz de aceptar ni una critica o consejo y esto afecta a uno mismo y a los demas en su proxima actuacion puede que haya mas revelaciones como le sigan poniendo un microfono delante un dia de estos canta y eso que sus expresiones o movimientos estan controlados al maximo es una bomba de relojeria.
 
cuando vi que me citaba Kasi pero no aparecia mi nick pense que lo habia citado de un mensaje tuyo no tengo gran dominio del tema pero veo que tu lo has aclarado de todas formas no te preocupes Eleonora son cosas del directo no siempre todo sale perfecto si no que se lo digan a lety que la tecnica le juega malas pasadas ella la pobre no tiene culpa de nada :)

Quería que se supiese que el texto era tú creación, yo carezco de ese talento. ;)
 
cuando vi que me citaba Kasi pero no aparecia mi nick pense que lo habia citado de un mensaje tuyo no tengo gran dominio del tema pero veo que tu lo has aclarado de todas formas no te preocupes Eleonora son cosas del directo no siempre todo sale perfecto si no que se lo digan a lety que la tecnica le juega malas pasadas ella la pobre no tiene culpa de nada :)
Jaa
Que lio...
Yo cite lo que leí, me he enterado luego. Cite la respuesta, simplemente, como se cita una respuesta. No pude imaginar que el texto que figuraba alli, fuera de otra respuesta.

Saludos.
 
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