Letizia: ¿amada o rechazada?

Mari Rodriguez Ichaso. Lleva escribiendo en Vanidades desde ufff!!! Corresponsal de lujo en varias ocasiones. Yo era un niña-jovencita y recuerdo leerla porque era una de las revistas que compraba mi mamá siempre, como el Hola ( cuando valía la pena, era edición española y no local. Ahora salen Gloria Trevi o Paty Manterola y a mí me da!!!)

Bueno, a lo que iba. Escribía bien, parecía seria y bien informada. Profesional. Me cuesta creer que ella firmó este artículo.

Vanidades es una revista de Editorial Televisa, de Emilio Azcarraga, y supongo que estará bien relacionado como para que le hagan llegar una atenta invitación por parte del equipo de imagen de Zarzuela para que se prodiguen en elogios y leyendas urbanas ( " que listas, que perfectas, que bellas, les cuenta cuentos todas las noches y luego de dormirlas, atiende a su marido y blablabla).

Sólo así me explico esta melcocha editorial.
De seguro que estuvo bueno el moche$$$$$$$$$$$$$$.
 
Es rechazada porque tiene un tipo estupendo, porque el perfil más elegante y delicado pertenece a su rostro de proporciones perfectas, cuida su cuerpo como ninguna, que alimenta con acelgas y espinacas de su propio huerto e hidrata su bella anatomía como dictan todas las top models (del mundo mundial) con más de 2.5 litros de agua de manantial del Reino. Provoca rechazo porque posee las prendas y joyas que harían palidecer a Elizabeth Taylor o Marlene Dietrich, nunca nadie había calzado mejor unos zapatos de plataforma que ella, permite contemplar la perfección anatómica del pie humano aunque no seamos escultor del Renacimiento o podólogo. ¿Qué decir de sus preciosas manos? La mayor parte de las mujeres la envidiamos porque es dueña de las manos más hermosas y finas, envidiamos que a través de las fotografías se percibe hasta la suavidad y calidez de unas manos bien cuidadas, siempre en armonía con tan hermoso ser. No es amada por ninguna porque su cabellera es simplemente per-fec-ta, siempre con cada mecha y hebra en su lugar, radiante de luz, de matices castaños, rubios, caramelo que nos hace recordar que ella sí nació rubia y no castaña clara ni brunette. Imponiendo moda donde vaya, se han agotado en todos los almacenes de España y en las zonas de la Francia fronteriza, los pantalones amarillos que ha lucido y ahora heredado a su hija, los jeans rotos que lució con tanto acierto, las camisetas con mensaje como las que vende Bershka o Primark, no importa que fueran de otras marcas, lo importante era conseguir las prendas que emulen a S.A.R. Doña Letizia Ortíz.
Es tendencia y por eso la odiamos (mea culpa) porque las modistas y costureras de toda la vida están hartas que todas las que no podemos comprar en sus tiendas fetiche (Inditex, Mango, Boss, Varela) llevemos un recorte de la foto donde ella majestuosa porta y luce sus modelos de ensueño, quedaron atrás los días en que las fotos de Chanel, Lacroix, Valentino, Lanvin, entre otros, eran nuestros referentes en el buen vestir.
Que la despreciamos por que tiene un marido divino ultra guapo, alto, de buena cadera y ojos sin ambigüedad, de un azul aguamarina fantástico, al que se nota que ama, venera y respeta y que aparte ¡es Rey! ¡Y tiene un Palacio, donde si la envidia y odio nos permitiera un respiro, también jugaríamos en triciclo haciendo muecas graciosas...Como las que la despreciamos somos poco disciplinadas y poco instruidas, la detestamos porque sus hijitas rubias doradas, han heredado de la fabulosa madre que las parió, la enorme facilidad para dominar idiomas como el chino mandarín, el catalán, el inglés británico, el francés republicano, el italiano cristiano, el alemán protestante y no sólo, también entienden las rubitas herederas el lenguaje a señas con el que se comunica la heroína de la prensa rosa pastel con ellas en los actos públicos.
Pero sobretodo la rechazamos porque ella sí (SÍ) se ha realizado como mujer y profesional a la vez, porque cumple con sus obligaciones más allá de las expectativas, ella supera el labor de consorte y no hay día en que no la veamos en un hospital, una escuela, un museo, en la ONU y la UNICEF, inaugurando centros de artes, clínicas, haciendo campañas contra la violencia a la mujer, participando en actos de caridad. Todo esto con una elegancia y dominio del protocolo aunado a la natural simpatía que posee, tan es así que su personalidad se estudia en las mejores universidades del mundo debido a que es una influencer.

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Que injuztizia...una reina azí no nos la merecemos.
 
ATENCIÓN: Alerta máxima de prensa lamebota :sick: Al parecer es un artículo antiguo, pero no lo encontré por acá y el Facebook de Vanidades parece que se esmera por re-publicar artículos sosos de Felipe y Letizia en épocas donde más están siendo criticados.

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Jóvenes, guapos, enamorados y con dos hijas amadas por el pueblo, Felipe VI y Letizia tienen en sus manos la esperanza de la monarquía española... ¿Superará la reina las críticas a las que ha sido sometida?

Por: Mari Rodríguez Ichaso

En España, muchos han criticado a la reina Letizia y quienes están en contra de ella no la consideran realmente “la reina”. Comprobé esto en un reciente viaje a España y me quedé impactada, ya que se venden muy poco los llaveros, pastilleros, etc., que se hicieron de souvenirs con su imagen, cuando ella y el rey Felipe VI ascendieron al trono.

Algunas personas, sin embargo, opinan que la gente exagera en su hostilidad hacia Letizia, y aunque ciertos medios de comunicación la acribillan cada vez que pueden, y le critican desde su delgadez hasta su actitud —y también a toda su familia—, el pueblo está enamorado de sus dos hijas y celebran lo bien educadas que están, lo que suaviza la situación.

Poco a poco, algunos españoles han empezado a sentir admiración y hasta cariño por la periodista divorciada y de familia no aristócrata que cautivó el corazón del querido Felipe de Borbón... el hombre alto, guapo y buena persona que vieron crecer desde pequeñito, como un querubín rubio, de ojos azules, que refleja en su rostro la misma bondad de su madre, la reina Sofía.

Querer a Felipe y que Felipe ame y admire a Letizia es muy agradable para muchos españoles, y que la pareja real sea joven y guapa, esté muy enamorada y tenga dos princesitas de libro de cuentos de hadas es algo muy positivo para el país.

Todo eso ha ayudado a que últimamente Letizia se sienta más relajada y segura de sí misma, lo que se le nota enseguida. Ahora se ve más sonriente y cercana, porque ya no es simplemente la esposa delpríncipe de Asturias, sino la reina de España. ¡Qué lejos queda la época en que el rey Juan Carlos “no tragaba” a Letizia, lo mismo que sus estiradas cuñadas! Sin embargo, la reina Sofía siempre la aceptó y ha sido muy cariñosa con ella. Es que Letizia ahora es la reina y tiene el apoyo incondicional y el amor de su marido. ¡No puede pedirse nada mejor!

La infanta Leonor, de 9 años, heredera del trono y princesa de Asturias, y la infanta Sofía, de
7, son dos niñas lindas y muy educadas, que Letizia atiende personalmente la mayor parte del tiempo, y se ocupa de supervisar sus estudios. Los reyes las llevan con ellos siempre que es posible y no las dejan en manos de sirvientes o institutrices como hacían los royals del pasado. La vida de esas niñas está llena de amor, pues tienen la suerte de que sus padres están muy enamorados y tratan de que ellas se desarrollen de la manera más normal posible.

Letizia conversa mucho con sus hijas y les enseña sobre su herencia, su familia, y el mundo en el que un día Leonor reinará. Como buena periodista que fue, las educa infundiéndoles curiosidad por las cosas y siempre hay buena comunicación entre ellas. Físicamente es muy cariñosa con sus hijas, lo mismo que Felipe. Besos y abrazos son muy comunes entre ellos.

¿Algo curioso? Que ni ella ni Felipe quieren que las llamen “Alteza”, sino que usen sus nombres. Es una manera de mantener más normalidad en sus vidas y de evitar que se sientan distintas a los demás, algo que el rey sufrió mucho de niño, cuando sus compañeros de colegio “no me invitaban a sus fiestas de cumpleaños porque era de la realeza”, según comentó una vez.

Si es cierto o no, que en el colegio de las niñas, Santa María de los Rosales, Letizia provocó que jubilaran y no se portaran bien con Pura Sotillos, la exdirectora, y que muchos padres se han quejado del exceso de protección que la reina exige, al menos Leonor y Sofía parecen muy equilibradas y felices, y tienen sus amiguitas, como cualquier niña que no sea royal.

Eso sí, las infantas siguen una disciplina férrea que su madre les ha impuesto, porque así creció ella.Leonor y Sofía estudian chino y catalán. Letizia les ha enseñado a no aceptar regalos (¡cuando van a tiendas o mercadillos siempre les quieren obsequiar algo!) y nunca se les ha visto llorar o patalear como ocurre con la mayoría de los niños del mundo.

Cuando se casó con Felipe, Letizia estuvo muy alejada de sus amigas, pero socializa con las que tienen hijos y las invita a reuniones realizadas en el palacio de la Zarzuela.

En cuestión de caracteres, Leonor es muy lista y dice lo que piensa, aunque a veces avergüenza a sus padres con preguntas espontáneas e indiscretas en público. Sofía, por su parte, es más callada, muy inteligente y es la cibernética de la familia, pues es aficionada a Internet. Entre ellas se llevan bien, aunque ya sabemos que su madre nunca permitiría discusiones entre hermanas, tal como hizo en público en una ocasión en que vio que dos niñas —Lola y Olivia— se estaban peleando. La actual reina no solo las regañó y paró la discusión, sino que hizo que una le pidiera perdón a la otra. ¡La paz ante todo!

Lo diré en dos palabras "im prezionante"
 
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