Leonor de Borbón: La princesa cautiva

No estaría mal que especificases esa división de críticas negativas o que alguien critique etc..., estaría bien nos dieses idea de esa distinción entre dos o más tipos de críticas.
Gracias adelantadas.
Yo no tengo que aleccionar a nadie, allá cada uno con su propia moral y con los valores que le hayan enseñado.
Pero si tú te lanzas, soy todo oídos. Seguro que se te da mejor que a mí.
 
Princesas y princesas
Las niñas son todas iguales; pero algunas son aún más iguales que otras

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RAFAEL Campos
27/08/2018

A una niña de 11 años le están diseñando la vida como un programa escolar a gran escala, que abarque su modo de ser, de estar, de conocer, de opinar, de reír, de divertirse, de pensar, por supuesto de pensar. El programa contiene todas estas materias. El programa contiene, en suma, la respuesta a todas las preguntas que un ser humano moderadamente libre ha de ir descubriendo en el orden que le vayan surgiendo en su vida. Sólo que para esta niña, estas respuestas están ya configuradas, determinadas y no son, no pueden ser otras que las que convienen a su futuro desempeño como reina de España. Ni más ni menos. Y a casi nadie parece parecerle raro, ni poco saludable, ni contraindicado para educar a un ser libre, capaz de decidir su destino, de realizar sus elecciones en el momento adecuado, con derecho a cultivar sus dudas y sus certezas, su contradicciones, sus errores y sus puntos de vista sobre cualquier cuestión. Y su posibilidad de cambiar el rumbo si aquello que le pareció eterno deja de serlo. Aquí, todos estos asuntos estarán sometidos a un plan mayor: fabricar una reina. Todo esto en el siglo XXI.

A esa niña le han venido diciendo, casi con toda seguridad, que ella es como las demás, que tiene que ser y aprender a ser como las demás. Seguro que se lo repiten constantemente, que se lo enfatizan más incluso que a las niñas de su edad. A las otras niñas no les repiten constantemente que son como los demás; porque no hace falta. Las otras niñas no tienen ninguna duda de que son como las demás; y si alguna vez piensan que son más importantes, porque son más ricas, o menos importantes, porque son más pobres, esa desigualdad es también - lo aprenden enseguida - una desigualdad que no las hace distintas a las demás; aprenden que esa desigualdad justamente es lo que las hace más iguales; y les viene la primera perplejidad educativa cuando ven de frente o les viene encima la paradoja. Son todas iguales; pero algunas son aún más iguales que otras.

Y la niña, seguramente, nota enseguida que se lo dicen tanto porque lo que ve le está indicando precisamente todo lo contrario: que NO es igual que las demás niñas. Las demás niñas, si acaso sueñan con ser princesas, lo hacen en contextos fantásticos y en horario extraescolar, entre el cole y la cena, o en su cumpleaños, o algún sábado por la tarde; y el sueño es casi siempre como quién abre un helado, o sea, con su principio y su final. Las otras niñas saben que su princesa es un personaje, un disfraz, un juego; fugaz, irreal, fantástico, y que tiene su final cuando la llaman a la cena, al baño o a dormir.

Pero el cuento de nuestra niña no acaba nunca. Se va a dormir y no deja de ser princesa, se duerme sabiendo que sigue siendo una princesa, y que a la mañana siguiente se levantará y desayunará como una princesa, irá al cole como una princesa que no se viste de princesa precisamente porque es una princesa, y no quiere pregonarlo demasiado porque todos lo saben, porque la han visto en la tele donde sale con su madre, que es una reina, y con su padre, que es un rey, y con su abuela, que es también una reina y con su abuelo, que es también un rey; conque es imposible que esa niña de 11 años pueda ignorar ya nunca que es una princesa.

  1. Y si acaso alguna niña del cole le cuenta algún cuento de princesas, nuestra niña la mirará con ojos sin sorpresa, porque se conocerá ya el cuento mejor que nadie, pero la escuchará con amable condescendencia, porque ya habrá aprendido a los 11 años que hay que saber ser condescendiente como si se fuera amable, porque eso formará ya parte de su vida futura, aprender a no parecer princesa justamente por serlo demasiado. Es cosa de verlos, a los vástagos de las monarquías y a sus madres reinas y padres reyes, esforzándose por parecer familias de clase media -media alta, eso sí, que tampoco es cosa de exagerar – y posando para los ojos del pueblo sin pompa y sin aparato, como dando idea de normalidad. Con lo fácil que lo tendrían si quisieran, declarando la corona desierta por incomparecencia de recambio.

Entre tanto, nuestra niña se prepara para dar su primer discurso, el primer acto de un teatro que le espera y que lleva precisamente su nombre, el de su cargo de princesa para el que no necesita oposiciones ni presentarse a cásting. La plaza está dada desde la cuna




Si no fuera porque está la foto y dicen que la niña de la nota será algún día (Dios no lo quiera) reina de España, diría que el periodista está hablando hoy de otra princesa.
 
Yo no tengo que aleccionar a nadie, allá cada uno con su propia moral y con los valores que le hayan enseñado.
Pero si tú te lanzas, soy todo oídos. Seguro que se te da mejor que a mí.

Hablaste varios tipos de críticas y como parece que el debate sobre si son oportunas o no lo son por eso te pregunté ya que si lo tenías claro podrías compartirlo.
Pero veo que hay personas dispuestas a saltar por nada.
Otra vez será.
 
Hablaste varios tipos de críticas y como parece que el debate sobre si son oportunas o no lo son por eso te pregunté ya que si lo tenías claro podrías compartirlo.
Pero veo que hay personas dispuestas a saltar por nada.
Otra vez será.


Se está formando un embrollo de mucho cuidado en este hilo, el tema no son las críticas o no críticas, a mi me parece que no se deberían llamar críticas sino opiniones, que pueden ser favorables o desfavorables. El tema es que algunos foreros han entrado repentia y agresivamente "a cuchillo" diciendo cada cual lo más fuerte que se les pasa por la mente, hasta el punto de que quede caricaturizado todo lo que se quiera comentar sensatamente.

No me gusta nada, me parece una batalla siniestra para que no hablemos con criterio y sensatez de ciertas cosas que son importantes para los españoles que sufrimos y pagamos las facturas de la Flia, Real. Dicho brevemente, la técnica de la tinta del calamar, que todo lo oscurece. Me duele que ocurra eso y apelo a las moderadoras para que se manifiesten de alguna manera ante esta locura in crescendo de cosas raras.
 
Se está formando un embrollo de mucho cuidado en este hilo, el tema no son las críticas o no críticas, a mi me parece que no se deberían llamar críticas sino opiniones, que pueden ser favorables o desfavorables. El tema es que algunos foreros han entrado repentia y agresivamente "a cuchillo" diciendo cada cual lo más fuerte que se les pasa por la mente, hasta el punto de que quede caricaturizado todo lo que se quiera comentar sensatamente.

No me gusta nada, me parece una batalla siniestra para que no hablemos con criterio y sensatez de ciertas cosas que son importantes para los españoles que sufrimos y pagamos las facturas de la Flia, Real. Dicho brevemente, la técnica de la tinta del calamar, que todo lo oscurece. Me duele que ocurra eso y apelo a las moderadoras para que se manifiesten de alguna manera ante esta locura in crescendo de cosas raras.
Me parece muy atinada tu conclusión, pero lo primero a averiguar es la entrada de esas personas que casi no pasan de ahí, de entrar y echar escupitajos y, como dices, es la moderación la que ha de tomar cartas en el asunto, pero, lo siento, no como lo hace, borrando todo lo habido y por haber y dejándonos a los foreros con tres palmos de narices, inopinadamente, así, de golpe. Porque lo que tengo claro es que nada me obliga a callarme cuando leo auténticos disparates, ofensivos en general y con el único motivo de frenar las entradas del tipo que sean, pero nunca insultantes. Nuestro silencio ahí es "el que calla otorga", y no soy de esa onda, querida pirula, máxime si, como bien dices, se trata de cosas importantes, trascendentales para nuestro presente y porvenir.
Ponemos nuestra confianza, nuestro pensar, nuestras ideas en el foro, le entregamos nuestra franqueza, tenemos derecho a una protección ética.
Que se contrata a gente para estos fines, estoy segura, (ahora toca al asunto Leonor), y eso lo aprendí en el foro de Política, el que insulta, chilla, ofende se lleva la palma en cuanto a desprestigiar un hilo y evitar participaciones realmente admisibles, del tipo que sean.
Lo dicho, MODERACION, con avisos contundentes, sin soluciones a priori.
Y que no paguen justos por pecadores. Tus escritos, mis escritos, los de tantos y tantos participantes, son parte de nuestras creencias, expuestas con todo el rigor y entusiasmo de los que somos dueños. Ejercemos nuestra libertad de la forma más honesta.
 
Pues acabo de dar con este artículo de opinión y me picó la curiosidad eso de que «las niñas son todas iguales pero algunas lo son más». Está bien.

Lo cuelgo aquí porque hace referencia a la princesa Leonor.


Princesas y princesas
Las niñas son todas iguales; pero algunas son aún más iguales que otras

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RAFAEL Campos
27/08/2018

A una niña de 11 años le están diseñando la vida como un programa escolar a gran escala, que abarque su modo de ser, de estar, de conocer, de opinar, de reír, de divertirse, de pensar, por supuesto de pensar. El programa contiene todas estas materias. El programa contiene, en suma, la respuesta a todas las preguntas que un ser humano moderadamente libre ha de ir descubriendo en el orden que le vayan surgiendo en su vida. Sólo que para esta niña, estas respuestas están ya configuradas, determinadas y no son, no pueden ser otras que las que convienen a su futuro desempeño como reina de España. Ni más ni menos. Y a casi nadie parece parecerle raro, ni poco saludable, ni contraindicado para educar a un ser libre, capaz de decidir su destino, de realizar sus elecciones en el momento adecuado, con derecho a cultivar sus dudas y sus certezas, su contradicciones, sus errores y sus puntos de vista sobre cualquier cuestión. Y su posibilidad de cambiar el rumbo si aquello que le pareció eterno deja de serlo. Aquí, todos estos asuntos estarán sometidos a un plan mayor: fabricar una reina. Todo esto en el siglo XXI.

A esa niña le han venido diciendo, casi con toda seguridad, que ella es como las demás, que tiene que ser y aprender a ser como las demás. Seguro que se lo repiten constantemente, que se lo enfatizan más incluso que a las niñas de su edad. A las otras niñas no les repiten constantemente que son como los demás; porque no hace falta. Las otras niñas no tienen ninguna duda de que son como las demás; y si alguna vez piensan que son más importantes, porque son más ricas, o menos importantes, porque son más pobres, esa desigualdad es también - lo aprenden enseguida - una desigualdad que no las hace distintas a las demás; aprenden que esa desigualdad justamente es lo que las hace más iguales; y les viene la primera perplejidad educativa cuando ven de frente o les viene encima la paradoja. Son todas iguales; pero algunas son aún más iguales que otras.

Y la niña, seguramente, nota enseguida que se lo dicen tanto porque lo que ve le está indicando precisamente todo lo contrario: que NO es igual que las demás niñas. Las demás niñas, si acaso sueñan con ser princesas, lo hacen en contextos fantásticos y en horario extraescolar, entre el cole y la cena, o en su cumpleaños, o algún sábado por la tarde; y el sueño es casi siempre como quién abre un helado, o sea, con su principio y su final. Las otras niñas saben que su princesa es un personaje, un disfraz, un juego; fugaz, irreal, fantástico, y que tiene su final cuando la llaman a la cena, al baño o a dormir.

Pero el cuento de nuestra niña no acaba nunca. Se va a dormir y no deja de ser princesa, se duerme sabiendo que sigue siendo una princesa, y que a la mañana siguiente se levantará y desayunará como una princesa, irá al cole como una princesa que no se viste de princesa precisamente porque es una princesa, y no quiere pregonarlo demasiado porque todos lo saben, porque la han visto en la tele donde sale con su madre, que es una reina, y con su padre, que es un rey, y con su abuela, que es también una reina y con su abuelo, que es también un rey; conque es imposible que esa niña de 11 años pueda ignorar ya nunca que es una princesa.

Y si acaso alguna niña del cole le cuenta algún cuento de princesas, nuestra niña la mirará con ojos sin sorpresa, porque se conocerá ya el cuento mejor que nadie, pero la escuchará con amable condescendencia, porque ya habrá aprendido a los 11 años que hay que saber ser condescendiente como si se fuera amable, porque eso formará ya parte de su vida futura, aprender a no parecer princesa justamente por serlo demasiado. Es cosa de verlos, a los vástagos de las monarquías y a sus madres reinas y padres reyes, esforzándose por parecer familias de clase media -media alta, eso sí, que tampoco es cosa de exagerar – y posando para los ojos del pueblo sin pompa y sin aparato, como dando idea de normalidad. Con lo fácil que lo tendrían si quisieran, declarando la corona desierta por incomparecencia de recambio.

Entre tanto, nuestra niña se prepara para dar su primer discurso, el primer acto de un teatro que le espera y que lleva precisamente su nombre, el de su cargo de princesa para el que no necesita oposiciones ni presentarse a cásting. La plaza está dada desde la cuna.

http://www.elperiodicodearagon.com/noticias/opinion/princesas-princesas_1305436.html
El artículo es ridículamente esnob.
Leonor 'nuestra niña' es princesa, 'con su madre, que es una reina, y con su padre, que es un rey, y con su abuela, que es también una reina y con su abuelo, que es también un rey...' uyyy, pero también la chica debe recordar que es bisnieta de taxista y pescadera de un lado y de no se sabe quién del otro y nieta de antenista y enfermera. Leonor es para mitad del pueblo.
Además, puedes estar seguro de que a esta chica todos los días en casa le están diciendo que es una princesa (no una niña normal) y que, como tal, podrá hacer lo que mas le gusta sin dar explicaciones a nadie, siguendo el impagable ejemplo de la madre que solo entiende esto de ser reina.
Ah, y una verdadera princesa nunca es 'condescendiente como si se fuera amable', esto es tan...pobre, pero creo que va a ser así para Leonor que ya se nota que no puede empatizar con nadie.
 


¡Menuda foto han elegido como imagen principal del artículo!

No me extraña que a la niña la tengan oculta.

Da la impresión de que necesita estar siempre en contacto físico con alguien. Malamente va a poder representar a España si ni siquiera puede despegarse físicamente de las personas.
 
A mi me está pareciendo que nos están troleando últimamente con una lluvia de posts extrañísimos y exagerados que menoscaban el tono habitual de nuestro foro. Una especie de censura al revés, cuanto peor, mejor, no sé si me explico. No es lógico ni natural lo que se está leyendo últimamente en este hilo y en otros, son elucubraciones exageradas y fuera de tono que nunca habia yo visto antes con el tiempo que llevo participando en Cotilleando. No me gusta, se sale de lo normal y me pregunto por qué este nuevo estilo.
 
También lo habia notado. No llevo mucho tiempo en el foro, como un montón de vosotros, pero he leído muuucos hilos antiguos en los que todos los comentarios iban en el mismo tono, ahora hay un montón de comentarios que parece que se hubiese colado la KK por aquí (cosa q no me sorprendería)
 
También lo habia notado. No llevo mucho tiempo en el foro, como un montón de vosotros, pero he leído muuucos hilos antiguos en los que todos los comentarios iban en el mismo tono, ahora hay un montón de comentarios que parece que se hubiese colado la KK por aquí (cosa q no me sorprendería)
Es muy probable. Han aparecido foreras que comienzan muy suaves sus defensas a las ortizias, para ir subiendo de tono con el desarrollo de los temas. Pero que parecen hienas en sus opiniones sobre otras consortes y herederos, especialmente sobre Máxima y Mary. Y que no dejan de alabar el estilo, el saber hacer y estar de la kuin y la gracia e inteligencia de toisonita. No deja de ser llamativo porqué aún para los monárquicos (y para ellos más que nadie, quiza) la actual familia real es un dardo envenenado en pleno cuore.
Siempre ha habido trolls en el foro pero desde el Palmagate pareciera que se han incrementado y habida cuenta que letrinizia nos lee, es probable que tenga algo que ver.
De todos modos no tenemos mucha suerte, letuza nos lee pero no aprende.:(:(:(
 
La edad de Leonor lo dice todo. Es una niña, menor de edad, va a cumplir 13 años, no es responsable de sus actos.
Los responsables son sus padres, la sobreproteccion y autoritarismo de Letizia la dañado, y todavia estan a punto de corregirla.
En el video de Palma se va claramente el manotazo a su abuela, he visto el video varias veces, pero yo veo dos manos, la de letizia apartandola y hablandole, no sabemos que dice, pero la niña reacciona. Reacciona a posibles represalias de su madre porque antes de eso tiene una clara y buena intension de fotografiarse con su abuela, hasta estaba posando. Quien no se molesta di le jalan la oreja en publico? Letizia propicio todo lo que paso con su mal comportamiento.

Y la otra culpa la tiene Felipe por no sabersele imponer y la otra sus padres, porque don Juan Carlos no tiene base moral para pedirle a don Felipe, ni doña Sofia, por haber dejado que su marido trapeara con ella

Pues que le hubiera dado el manotazo a la madre que según tu es la que le tira de la oreja. A ver, no cabe en cabeza alguna el comportamiento de esa chica, faltarle el respeto físicamente a una Abuela, en público, dandole un manotazo, es inconcebible. Una reacción sospechosa de la chica que no deja de preocupar. Qué clase de formaciòn etica y humana tiene para maltratar a una abuela, o es que la niña no es consciente de lo que hace a los 13 años? La hermana, en la misma situaciòn, misma foto, no dió el cante. Y no he querido incidir en que la abuela es la reina emérita para no añadir demasiada pimienta al caso. Fué un comportamiento arrabalero de Letizia y de su hija mayor.
 
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