LENCERIA , ROPA DE CAMA Y BAÑO , FEMENINA.

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Del ‘hola, chicos’ al ‘ey, chicas’: la evolución de la publicidad de lencería
Nuevas campañas, como la de Yamamay cambiando a femenino el mítico reclamo de Wonderbra, apuntan la consolidación de un marketing 'de ellas para ellas' que responde al momento actual.

MARÍA LÓPEZ VILLODRES | 10 NOV 2018


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Jactarse de que un anuncio de lencería femenina con una modelo marcando pecho a base de push up consigue parar el tráfico y remover los instintos más básicos del público masculino no sería concebible en 2018. Wonderbra lo hizo en los 90 con la imagen de Eva Herzigová saludando desde marquesinas y vallas publicitarias con sus sujetadores y eslóganes como el mítico “Hola, chicos” (elegido como el anuncio más icónico en su categoría), “plan para volver con tu ex” o “mírame a los ojos”, dejando claro a quienes iban dirigido tanto el mensaje como el uso de la prenda. Casi tres décadas después, la modelo checa vuelve a posar en ropa interior de manera similar y haciendo gala de su sensualidad, pero esta vez no le habla a ellos. Bajo el reclamo “Ey, chicas”, protagoniza la nueva campaña de la firma lencera Yamamay que, con el hashtag ‘#MyConfidentbeauty’, se recicla y llama a las mujeres a ser ellas mismas. Una vuelta de tuerca con un mensaje positivo que reivindica comodidad y sensualidad como parte del disfrute propio femenino, pero ¿hasta qué punto ha conseguido la publicidad de este tipo de prendas deshacerse del discurso machista?

“El mensaje se ha ido modificando, no solo en las marcas de lencería sino en la manera de anunciarse de la moda en general. Historias de mujeres más autónomas, no dependientes del hombre, activas y que toman la iniciativa van apareciendo poco a poco”, explica a S Moda Paloma Díaz-Soloaga, profesora titular de Intangibles y Moda en la Universidad Complutense de Madrid, autora del libro Comunicación y gestión de marcas de moda (Ed. Gustavo Gili) y, junto a Doris Treviños, de la recién publicada investigación Estereotipos femeninos en anuncios gráficos de marcas de lujo de moda, perfumería y cosmética (Ed. Complutense). Donde en los 80 y 90 la publicidad de estas marcas, como Wonderbra, Ce Soir o DIM usaban reclamos del tipo “dilo sin palabras” o “deja que DIM lo diga por ti”, con los que buscaban llamar la atención masculina con las prendas en torno a un posible encuentro sexual, hoy el enfoque se va poniendo paulatinamente en disfrutar y sentirse bien, en primer lugar, con una misma.

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“Dilo sin palabras” (Ce Soir) o “deja que DIM lo diga por ti”, mensajes de los anuncios de lencería ochenteros.


Una evolución que ha personificado muy bien Serena Rees, cofundadora en los 90 de la firma lencera de lujo Agent Provocateur, en la que ligueros, encaje y tejidos brillante sobre cuerpos canónicos siguen siendo la norma. Tras una década fuera del proyecto, Rees ha dado vida a Les Girls Les Boys, una firma de ropa interior sin género dirigida al público joven. Así explicaba el cambio de relato a The New York Times: “Lo que hicimos en los 90, la idea de empoderar a las mujeres, celebrar su sexualidad de una manera más abierta de lo que se había visto antes, era justo lo que necesitaba esa década (…) Ahora siento que se ha ido demasiado lejos. Lo sexy se ha cosificado. Quiero que Les Girls Les Boys sea una celebración. La idea es que todos los cuerpos y tipos de identidad de género sean bienvenidos”.

Abrazar la feminidad y la sensualidad por amor propio, celebrar y reclamar cuerpos y pieles de todo tipo, aplicar los avances tecnológicos a estas prendaspara ponérselo fácil a las personas menstruantes o, como Serena, disolver las etiquetas de género para que cada cual encuentre su fórmula entre braga, calzoncillo o sujetador son algunos de los mensajes y logros a celebrar de la industria de la ropa interior en la era millennial. Cambios que las marcas, por conciencia o por necesidad de supervivencia van adoptando (el marketing tiene que mojarse y rebelarse si quiere triunfar hoy día, como demostraba Nike hace unos meses con el caso de Colin Kaepernick).

Lección aprendidísima por parte de Rihanna. La moda y las feministas de medio mundo se rindieron a los pies de la artista y empresaria con el lanzamiento este año de su línea de lencería Savage x Fenty, que cuenta con un amplio abanico de tallas para todos los tipos de cuerpo. Cuando tocó hacer la presentación oficial, Rihanna se mantuvo e hizo historia subiendo a la pasarela de la NYFW a modelos de todas las alturas, tipos de piel o condición (embarazadas a punto de dar a luz incluidas). Mujeres que estaban ahí para hacer sentir bien a otras mujeres.

Siguiendo esa misma estela de mujeres ‘reales’ (no modelos profesionales) que Dove introdujo como concepto, la marca española de pijamas y ropa interior Women’s Secret ha presentado su última campaña, #muynosotras, con la que celebran sus 25 años junto a nueve mujeres anónimas, seleccionadas por castingy bajo la premisa de “celebrar la belleza de la mujer en pro de la diversidad, la inclusión y la autoestima”. Aunque, como explica Díaz-Soloaga, en otras ocasiones WS ha realizado campañas más al estilo convencionales que beben del modelo de la publicidad de los 90, como con Amaia Salamanca los dos últimos veranos, sí que está en sus genes el concepto que va ganando terreno: ‘de ellas para ellas’. “Nació con la voluntad de hacer de mujer para mujer, para verse guapa a sí misma, independientemente de quién la vea, (algo que a la mujer española le gusta especialmente ya que nos arreglamos más que a las anglosajonas y francesas), han reforzado esa imagen desde su origen”, explica.

Misma premisa que han tomado muchas pequeñas marcas nacidas precisamente de la necesidad de las mujeres de sentirse representadas bajo una mirada femenina y de comprometerse también con el uso y consumo de la ropa interior. Pansy, Neon Moon, Hara o las españolas The Nude Label y Maripuri Tijeritas son algunas de esas firmas que mezclan procesos de producción sostenibles con materiales orgánicos y la liberación de costuras, permitiendo que la prenda se adapte al cuerpo y no al revés, como ha ocurrido tradicionalmente. No llenan marquesinas pero su estética, a base de muchos colores pastel, aspecto deportivo, bragas tipo ‘abuela’ o las que en los 90 causaron furor asomando por encima de los vaqueros con el referente ineludible de Calvin Klein, han sido consideradas en su regreso “una victoria feminista” sobre el ya desterrado tanga que protagonizó los 2000 junto al pantalón de tiro bajo, como señala Zoe Williams en The Guardian. Son estas imágenes las que realmente invaden el imaginario de Instagram. Como explica Lola Gavarrón, periodista y autora de Piel de ángel: Historia de la ropa interior femenina (Ed. Tusquet) a S Moda, “durante siglos, la feminidad de la mujer se medía con el corsé, se la ‘sujetaba’, ahora, gracias a la incorporación a la vida laboral que se dio tras la Segunda Guerra Mundial y la práctica de deporte, la mujer ya de por sí tiene un cuerpo más erguido, bello, natural y en movimiento. Por eso no necesita costuras. Una feminidad plena, saludable y ya imparable que hay que celebrar como alcance”.

Incluso las nuevas firmas de lujo se reajustan a estos cánones, tanto en la producción como a la hora de presentarse al cliente a través de la publicidad. El privilegio ahora es usar tejidos y materiales de calidad y manufacturados de la forma más justa y local posible. Ya lo contaba WSGN, la agencia encargada de predecir tendencias, a S Moda: el mayor reclamo por parte de los clientes, sobre todo de los centennials, es la sostenibilidad. Bajo esta premisa acaba de nacer la firma de lencería de lujo londinense Sister to Sister (de hermana a hermana). Alessia y Elle diseñan sus prendas pensando en que estas sean “una inversión en la propia comodidad, bienestar y confianza de las mujeres”, cuentan a S Moda. Y ese es el mensaje que han intentado hacer llegar con su primera campaña:“Queríamos transmitir una imagen natural relajada y nada sexualizada para promover una imagen corporal positiva. Sin excesos, fondo simple y maquillaje natural. La mayoría de las imágenes, tomadas por la fotógrafa Milly Tillson, son de cuando las chicas se estaban moviendo, sintiéndose relajadas. Esto también nos ayudó a mostrar mejor nuestra gama de telas, como terciopelo, brillo y encaje”.

Un discurso que choca de frente con el de Victoria’s Secret: todo artificio, brillo, mujeres 60-90-60 y una mirada masculina intrínseca a sus inicios de la que no se quieren despojar -la firma fue creada en 1977 por Roy Ramond con la intención de hacer tiendas agradables a las que el hombre pudiera acompañar a comprar a su esposa sin agobios-. Ahora se enfrentan a la edición del mítico desfile de sus ángeles que menos expectativas suscita y coincidiendo con los peores datos de su historia: ha desaparecido del ranking de las 10 firmas de lencería más estimadas por los consumidores, como señalaba la consultora Piper Jaffray. Y lo que más debería preocuparles, no le cae nada bien a los adolescentes, que la señalan como una de esas firmas que no volverían a comprar.

Una desconexión que puede estar ligada al estereotipo de mujer que aún perpetúan, anclada en una concepción pasada. Como apunta Paloma Díaz-Soloaga a raíz de su investigación sobre la representación de la mujer en imágenes de publicidad de moda (y a pesar de que el mensaje sí se haya modificado), “esta apenas ha variado en 15 años. Ellas aparecen como objetos hermosos, con una belleza parecida a la de las estatuas, estáticas”. Estereotipos femeninos que como explicaba la artista visual Yolanda Domínguez en una columna en The Huffington Post, se repiten una y otra vez y “nada tienen que ver con lo escandaloso, sino con lo aburrido y lo cansino. Lo innovador hoy en día no es ver a Dulceida en bragas [en referencia a la campaña que la influencer hizo para Tezenis y que empapeló ciudades] sino encontrarse a una señora de rasgos no caucásicos, mayor de 40 años y vestida iluminando las marquesinas”. Ambas hablan de la importancia del impacto y de la necesidad de hacerse responsable. Para Díaz-Soleaga “el problema se da cuando este tipo de anuncios se topan con mujeres que no tienen su opinión formada, chicas jóvenes que ven que la mujer triunfa cuando usa su cuerpo como elemento de ascenso en la vida social” y Yolanda subrayaba que “la función de las imágenes hoy ya no debería responder sólo a un interés individual, sino tener en cuenta el resto del imaginario y posicionarse favoreciendo la diversidad y la igualdad”.

GALERÍA: La evolución de la publicidad de lencería en imágenes

https://smoda.elpais.com/moda/adios...-de-ser-el-objetivo-en-la-publicidad-lencera/
 
SEIS MARCAS DE LENCERÍA QUE DEBES CONOCER

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Adictas a la ropa interior cómoda y bonita… ¡que levanten la mano! ¿Lo veis? Cada vez somos más y el mercado lo sabe, por eso cada día aparecen más marcas que buscan una lencería diferente a la que estamos acostumbradas a ver en los escaparates. Algunas de estas marcas han nacido y producen aquí en España, otras en Francia o Usa, pero todas se inclinan hacia una producción más responsable y un diseño que piense más en la mujer. Hoy toca hablar de ellas porque sí, amigas, hay vida más allá de Victorias Secret, eso ya lo sabé

Le Bratelier.
Se definen como “Lencería para el mundo real” y prometen empezar por ayudarte a descubrir tu verdadera talla de sujetador en su probador (sí, muchas la hemos descubierto a los 30). Su ropa interior es creativa, cómoda, práctica y natural y además… es preciosa. Confeccionan en talleres españoles y sus colecciones son limitadas y de gran calidad. No podemos pedir más, ¡ah sí! Que además su tienda está en Madrid, yuju.

GALERIA : https://www.girlygirlmagazine.com/blog/2018/2/5/cinco-marcas-de-lencera-que-debes-
 
Cómo elegir el sujetador ideal para cada ocasión

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por Sandra Gonzalez Publicado en 1 de octubre de 2018



No es lo mismo ir a la oficina que ir de fiesta o quedar con tus amigas. ¿Sabías que existe el sujetador perfecto para cada momento? ¡Toma nota de cuál es cuál!

El sujetador es el mejor compañero de cualquier mujer. Va con nosotras allá donde vamos, en cada momento. Sin embargo, debemos saber que no todas las ocasiones son iguales, es decir, cada momento requiere un tipo de ropa diferente y, por tanto, ocurre lo mismo con nuestra lencería. Por ejemplo, para ir a la oficina lo que más nos gusta ir cómodas, ¿verdad? Mientras que para irnos de fiesta buscamos ir elegantes y acorde con nuestro look. Por ello, en este artículo queremos enseñarte qué sujetador debes elegir dependiendo de la ocasión.

Sujetadores para el día a día

En el día a día nuestro ritmo no para. Salimos de casa por la mañana temprano y llegamos para cenar y dormir. Por ello, es importantísimo ir cómoda a lo largo del día, tanto por fuera, como por dentro. Un sujetador con el que nos sintamos ligeras y cómodas es clave para aguantar nuestro día a día o, incluso, otras ocasiones como excursiones o viajes. ¡Te contamos cuáles son nuestros preferidos!


1. Estilo bralette

¿A quién no le encanta este tipo de sujetadores? Es una mezcla perfecta de elegancia con sensualidad. Combina fenomenal con blusas anchas o con alguna blazer. Nuestros sujetadores preferidos de este estilo sin aro y banda bajo pecho son los Triumph. Los puedes encontrar en diferentes colores y tallas. Todos ellos son comodísimos y cuentan con todos los detalles delicados de encaje y la máxima sujeción para conseguir un fantástico contraste en tu look. ¿Qué te parecen?

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GALERIA : https://www.enfemenino.com/lenceria/como-elegir-sujetador-para-cada-momento-s2902463.html




 
La nueva ropa interior
Las 'anti' Victoria's Secret, las marcas de lencería que apuestan por el feminismo
Ante el auge del movimiento feminista, numerosas firmas han saltado a la palestra para desterrar la ropa interior sexy de los armarios.


VERÓNICA LECHUGA
Martes, 13 Noviembre 2018


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El desfile de Victoria's Secret del pasado 8 de noviembre ha levantado mucha polémica / EFE


La pasada semana, el desfile anual de la marca de lencería Victoria's Secret volvió a paralizar el mundo. Los 'ángeles' que desfilaron en Nueva York enfundados en sus imponentes alas y la lencería considerada más sexy del mundo inundaron los medios de comunicación el día posterior al evento, celebrado el 8 de noviembre, y abrieron informativos de televisión mundiales. Sobre todo, por el adiós del 'ángel' más veterano, la brasileña Adriana Lima, que ha 'colgado las alas' a sus 37 años.

Si bien este desfile también estuvo rodeado de polémica y muchos son los que piensan que tiene los días contados. La nueva oleada feminista que recorre el mundo es imparable, y ha impactado en una de las marcas de lencería más prósperas debido a la imagen "alejada de la realidad" que proyectan de la mujer. Cuerpos esculturales y perfectos luciendo ropa interior que para muchas no es del todo cómoda generan rechazo en los que defienden una nueva feminidad en la que la mujer no se viste para gustar al hombre, sino para sí misma. Y siendo tal y como es. Una nueva concepción que ha hecho que la retransmisión televisiva del desfile pierda interés -será el 2 de diciembre- y que los números de la marca se vean lastrados, con una caída del beneficio del 15% el pasado año.

En España, la lencería mueve al año unos 1.000 millones de euros, según datos del Centro de Información Textil y Confección, con un ascenso de las ventas del 8% en 2017. Un mercado al alza en medio del frenazo que ha dado este año el sector textil, que acumula una bajada de las ventas del 4% en los nueve primeros meses del año. Y en este pujante mercado, la lencería concebida desde un punto de vista feminista se abre paso a empujones con nuevas propuestas que tienen un objetivo muy claro: hacer que la mujer se sienta cómoda.

Las firmas que vienen pisando fuerte
El concepto de lencería sexy y atrevida está pasando a mejor vida y lo que se estila ahora son prendas cómodas, sencillas y confeccionadas con materiales de calidad, algo básico en este tipo de ropa. Y en España tenemos ejemplos de ello. Uno de los más llamativos es el de la firma vasca Maripuri Tijeritas. Un curioso nombre que esconde una marca de lencería realizada con materiales sostenibles y reciclables, muy en línea con la tendencia sostenible que recorre la moda. Propone 'mimos sostenibles' con ropa íntima "cómoda, diferente y comprometida con el planeta", como asegura la propia firma.

Sus prendas son para llevar a diario, en medio del frenético ritmo de vida actual, realizadas con materiales escogidos con mucho cuidado, ya que la marca elige con detalle a sus proveedores y conoce a la perfección la procedencia de sus fibras para que sean lo más respetuosas con el medio ambiente posible. Apuestan por algodón orgánico o lana merino y huyen de lo sintético. Además, buscan que todos estos materiales tengan certificado medioambiental. Sus precios se mueven en una media de 40 euros los sujetadores y de 20 euros las braguitas. Y no solo tienen ropa íntima femenina, también disponen de prendas para hombre y niños, con unos precios similares.


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Sujetador 'Monique' de Maripuri Tijeritas por 43 euros


Otra firma nacional que lucha por romper el esquema impuesto por los 'ángeles' es The Nude Label, en este caso nacida en Valencia que vende a todo el mundo bajo una perspectiva "ética". Su objetivo es hacer ropa interior cómoda que siente bien y que sirva a las mujeres para afrontar su día a día sin que nada les perturbe. Además, apuesta por la belleza natural, sin artificios, con prendas para todo tipo de cuerpos, como puede verse en su página web. En este caso, los precios están en una media de 40 euros por los sujetadores y de 10 euros para las braguitas.


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Triangle Bra realizado con algodón orgánico por 42 euros / The Nude Label


En el ámbito internacional, una firma que está dando mucho de qué hablar y que ha saltado desde Australia al resto del mundo es JBC Lingerie, creada con el propósito de empoderar a la mujer más allá de su talla. Porque sus directivas, Jarrah Benwell – Clarke y Bianca Cornale, decidieron que ya estaba bien de que las firmas convencionales no diseñaran sujetadores más allá de la copa de talla D y empezaron a crear los suyos propios. Esta marca quiere que todas las mujeres se sientan sexys, bellas y confortables sean de la raza que sean y tengan la talla que tengan, con prendas hechas a mano de calidad. Sus sujetadores cuestan una media de 20 dólares (algo más de 17 euros).


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Juicy Choker bralette de JBC Lingerie por 19,75 dólares (17,4 euros


En la vecina Nueva Zelanda nación Lonely, una marca que diseña lencería y ropa de baño que celebra "la individualidad y la fuerza" de todas las mujeres a través de sus diseños, los cuales quieren fomentar el 'body positive' -la concepción positiva del cuerpo femenino sea como sea- y la libertad de expresión. Además, ha concebido una fórmula de marketing diferente para darse a conocer, pues no emplea campañas tradicionales con modelos posando, sino que va creando una especie de diario en el que se fotografía a mujeres vistiendo ropa interior de Lonely por todo el mundo. Actualmente tiene tiendas físicas en las ciudades de Auckland y Wellington y distribuidores en todo el mundo, desde Tokio a Los Angeles. Sus sujetadores cuestan una media de 50 euros y las braguitas, 35 euros. Por su parte, los bañadores y bikinis están por encima de los 100 euros.


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Bobbi Underwire Bra Olive de Lonely por 49,21 euros


Negative Underwear quiere negarse, como su propio nombre dice, a todos los elementos que han acompañado a la ropa interior desde siempre. Rellenos, cordones, aros o cualquier tipo de decoración no tienen cabida en sus prendas, que están hechas única y exclusivamente para ser lo más cómodas posible, casi como parte de la propia piel. Una concepción de la lencería que le ha valido reconocimientos de medios tan prestigiosos como la revista New York -revista semanal dedicada al estilo de vida en la Gran Manzana- o Who What Wear, un medio online que se ha convertido en la nueva biblia de la moda. Sus sujetadores cuestan 80 dólares (algo más de 70 euros) y las braguitas, alrededor de 40 dólares (35 euros).

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Silky Non-Wire Bra en negro por 80 dólares de Negative Underwear


De este modo, numerosas firmas de nuevo cuño están plantando cara a Victoria's Secret y aprovechando el movimiento feminista para coger velocidad de crucero y colarse cada vez en más armarios. La nueva lencería renuncia a todo aquello que promulga la firma americana y apuesta por prendas que, ante todo, se adapten al cuerpo de la mujer y no a la inversa.

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Las 11 prendas íntimas que te harán sentir especial

EC BRANDS


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08/11/2018

La lencería no solo es el broche perfecto de cualquier ‘look’ sino también esas prendas que te acompañan en todo momento y que debe hacerte sentir cómoda sin renunciar a las tendencias del momento.

De la mano de El Corte Inglés te traemos las últimas novedades, tanto de sport como de diario, pero también para un evento o una ocasión especial. La sofisticación se instala en sujetadores, corpiños, picardías o en la prenda del momento, el body, mediante brocados, encajes y transparencias. Pero también con tendencias como el terciopelo, el color granate o las medias de fantasía.


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Jactarse de que un anuncio de lencería femenina con una modelo marcando pecho a base de push up consigue parar el tráfico y remover los instintos más básicos del público masculino no sería concebible en 2018. Wonderbra lo hizo en los 90 con la imagen de Eva Herzigová saludando desde marquesinas y vallas publicitarias con sus sujetadores y eslóganes como el mítico “Hola, chicos” (elegido como el anuncio más icónico en su categoría), “plan para volver con tu ex” o “mírame a los ojos”, dejando claro a quienes iban dirigido tanto el mensaje como el uso de la prenda. Casi tres décadas después, la modelo checa vuelve a posar en ropa interior de manera similar y haciendo gala de su sensualidad, pero esta vez no le habla a ellos. Bajo el reclamo “Ey, chicas”, protagoniza la nueva campaña de la firma lencera Yamamay que, con el hashtag ‘#MyConfidentbeauty’, se recicla y llama a las mujeres a ser ellas mismas. Una vuelta de tuerca con un mensaje positivo que reivindica comodidad y sensualidad como parte del disfrute propio femenino, pero ¿hasta qué punto ha conseguido la publicidad de este tipo de prendas deshacerse del discurso machista?

“El mensaje se ha ido modificando, no solo en las marcas de lencería sino en la manera de anunciarse de la moda en general. Historias de mujeres más autónomas, no dependientes del hombre, activas y que toman la iniciativa van apareciendo poco a poco”, explica a S Moda Paloma Díaz-Soloaga, profesora titular de Intangibles y Moda en la Universidad Complutense de Madrid, autora del libro Comunicación y gestión de marcas de moda (Ed. Gustavo Gili) y, junto a Doris Treviños, de la recién publicada investigación Estereotipos femeninos en anuncios gráficos de marcas de lujo de moda, perfumería y cosmética (Ed. Complutense). Donde en los 80 y 90 la publicidad de estas marcas, como Wonderbra, Ce Soir o DIM usaban reclamos del tipo “dilo sin palabras” o “deja que DIM lo diga por ti”, con los que buscaban llamar la atención masculina con las prendas en torno a un posible encuentro sexual, hoy el enfoque se va poniendo paulatinamente en disfrutar y sentirse bien, en primer lugar, con una misma.

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Una evolución que ha personificado muy bien Serena Rees, cofundadora en los 90 de la firma lencera de lujo Agent Provocateur, en la que ligueros, encaje y tejidos brillante sobre cuerpos canónicos siguen siendo la norma. Tras una década fuera del proyecto, Rees ha dado vida a Les Girls Les Boys, una firma de ropa interior sin género dirigida al público joven. Así explicaba el cambio de relato a The New York Times: “Lo que hicimos en los 90, la idea de empoderar a las mujeres, celebrar su sexualidad de una manera más abierta de lo que se había visto antes, era justo lo que necesitaba esa década (…) Ahora siento que se ha ido demasiado lejos. Lo sexy se ha cosificado. Quiero que Les Girls Les Boys sea una celebración. La idea es que todos los cuerpos y tipos de identidad de género sean bienvenidos”.

Abrazar la feminidad y la sensualidad por amor propio, celebrar y reclamar cuerpos y pieles de todo tipo, aplicar los avances tecnológicos a estas prendaspara ponérselo fácil a las personas menstruantes o, como Serena, disolver las etiquetas de género para que cada cual encuentre su fórmula entre braga, calzoncillo o sujetador son algunos de los mensajes y logros a celebrar de la industria de la ropa interior en la era millennial. Cambios que las marcas, por conciencia o por necesidad de supervivencia van adoptando (el marketing tiene que mojarse y rebelarse si quiere triunfar hoy día, como demostraba Nike hace unos meses con el caso de Colin Kaepernick).

Lección aprendidísima por parte de Rihanna. La moda y las feministas de medio mundo se rindieron a los pies de la artista y empresaria con el lanzamiento este año de su línea de lencería Savage x Fenty, que cuenta con un amplio abanico de tallas para todos los tipos de cuerpo. Cuando tocó hacer la presentación oficial, Rihanna se mantuvo e hizo historia subiendo a la pasarela de la NYFW a modelos de todas las alturas, tipos de piel o condición (embarazadas a punto de dar a luz incluidas). Mujeres que estaban ahí para hacer sentir bien a otras mujeres.

Siguiendo esa misma estela de mujeres ‘reales’ (no modelos profesionales) que Dove introdujo como concepto, la marca española de pijamas y ropa interior Women’s Secret ha presentado su última campaña, #muynosotras, con la que celebran sus 25 años junto a nueve mujeres anónimas, seleccionadas por castingy bajo la premisa de “celebrar la belleza de la mujer en pro de la diversidad, la inclusión y la autoestima”. Aunque, como explica Díaz-Soloaga, en otras ocasiones WS ha realizado campañas más al estilo convencionales que beben del modelo de la publicidad de los 90, como con Amaia Salamanca los dos últimos veranos, sí que está en sus genes el concepto que va ganando terreno: ‘de ellas para ellas’. “Nació con la voluntad de hacer de mujer para mujer, para verse guapa a sí misma, independientemente de quién la vea, (algo que a la mujer española le gusta especialmente ya que nos arreglamos más que a las anglosajonas y francesas), han reforzado esa imagen desde su origen”, explica.

Misma premisa que han tomado muchas pequeñas marcas nacidas precisamente de la necesidad de las mujeres de sentirse representadas bajo una mirada femenina y de comprometerse también con el uso y consumo de la ropa interior. Pansy, Neon Moon, Hara o las españolas The Nude Label y Maripuri Tijeritas son algunas de esas firmas que mezclan procesos de producción sostenibles con materiales orgánicos y la liberación de costuras, permitiendo que la prenda se adapte al cuerpo y no al revés, como ha ocurrido tradicionalmente. No llenan marquesinas pero su estética, a base de muchos colores pastel, aspecto deportivo, bragas tipo ‘abuela’ o las que en los 90 causaron furor asomando por encima de los vaqueros con el referente ineludible de Calvin Klein, han sido consideradas en su regreso “una victoria feminista” sobre el ya desterrado tanga que protagonizó los 2000 junto al pantalón de tiro bajo, como señala Zoe Williams en The Guardian. Son estas imágenes las que realmente invaden el imaginario de Instagram. Como explica Lola Gavarrón, periodista y autora de Piel de ángel: Historia de la ropa interior femenina (Ed. Tusquet) a S Moda, “durante siglos, la feminidad de la mujer se medía con el corsé, se la ‘sujetaba’, ahora, gracias a la incorporación a la vida laboral que se dio tras la Segunda Guerra Mundial y la práctica de deporte, la mujer ya de por sí tiene un cuerpo más erguido, bello, natural y en movimiento. Por eso no necesita costuras. Una feminidad plena, saludable y ya imparable que hay que celebrar como alcance”.

Incluso las nuevas firmas de lujo se reajustan a estos cánones, tanto en la producción como a la hora de presentarse al cliente a través de la publicidad. El privilegio ahora es usar tejidos y materiales de calidad y manufacturados de la forma más justa y local posible. Ya lo contaba WSGN, la agencia encargada de predecir tendencias, a S Moda: el mayor reclamo por parte de los clientes, sobre todo de los centennials, es la sostenibilidad. Bajo esta premisa acaba de nacer la firma de lencería de lujo londinense Sister to Sister (de hermana a hermana). Alessia y Elle diseñan sus prendas pensando en que estas sean “una inversión en la propia comodidad, bienestar y confianza de las mujeres”, cuentan a S Moda. Y ese es el mensaje que han intentado hacer llegar con su primera campaña:“Queríamos transmitir una imagen natural relajada y nada sexualizada para promover una imagen corporal positiva. Sin excesos, fondo simple y maquillaje natural. La mayoría de las imágenes, tomadas por la fotógrafa Milly Tillson, son de cuando las chicas se estaban moviendo, sintiéndose relajadas. Esto también nos ayudó a mostrar mejor nuestra gama de telas, como terciopelo, brillo y encaje”.

Un discurso que choca de frente con el de Victoria’s Secret: todo artificio, brillo, mujeres 60-90-60 y una mirada masculina intrínseca a sus inicios de la que no se quieren despojar -la firma fue creada en 1977 por Roy Ramond con la intención de hacer tiendas agradables a las que el hombre pudiera acompañar a comprar a su esposa sin agobios-. Ahora se enfrentan a la edición del mítico desfile de sus ángeles que menos expectativas suscita y coincidiendo con los peores datos de su historia: ha desaparecido del ranking de las 10 firmas de lencería más estimadas por los consumidores, como señalaba la consultora Piper Jaffray. Y lo que más debería preocuparles, no le cae nada bien a los adolescentes, que la señalan como una de esas firmas que no volverían a comprar.

Una desconexión que puede estar ligada al estereotipo de mujer que aún perpetúan, anclada en una concepción pasada. Como apunta Paloma Díaz-Soloaga a raíz de su investigación sobre la representación de la mujer en imágenes de publicidad de moda (y a pesar de que el mensaje sí se haya modificado), “esta apenas ha variado en 15 años. Ellas aparecen como objetos hermosos, con una belleza parecida a la de las estatuas, estáticas”. Estereotipos femeninos que como explicaba la artista visual Yolanda Domínguez en una columna en The Huffington Post, se repiten una y otra vez y “nada tienen que ver con lo escandaloso, sino con lo aburrido y lo cansino. Lo innovador hoy en día no es ver a Dulceida en bragas [en referencia a la campaña que la influencer hizo para Tezenis y que empapeló ciudades] sino encontrarse a una señora de rasgos no caucásicos, mayor de 40 años y vestida iluminando las marquesinas”. Ambas hablan de la importancia del impacto y de la necesidad de hacerse responsable. Para Díaz-Soleaga “el problema se da cuando este tipo de anuncios se topan con mujeres que no tienen su opinión formada, chicas jóvenes que ven que la mujer triunfa cuando usa su cuerpo como elemento de ascenso en la vida social” y Yolanda subrayaba que “la función de las imágenes hoy ya no debería responder sólo a un interés individual, sino tener en cuenta el resto del imaginario y posicionarse favoreciendo la diversidad y la igualdad”.

GALERÍA: La evolución de la publicidad de lencería en imágenes

https://smoda.elpais.com/moda/adios...-de-ser-el-objetivo-en-la-publicidad-lencera/

Cuánta artificiosidad. E ingeniería social. Todo lo es, actualmente.
 
La nueva ropa interior
Las 'anti' Victoria's Secret, las marcas de lencería que apuestan por el feminismo
Ante el auge del movimiento feminista, numerosas firmas han saltado a la palestra para desterrar la ropa interior sexy de los armarios.


VERÓNICA LECHUGA
Martes, 13 Noviembre 2018


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El desfile de Victoria's Secret del pasado 8 de noviembre ha levantado mucha polémica / EFE


La pasada semana, el desfile anual de la marca de lencería Victoria's Secret volvió a paralizar el mundo. Los 'ángeles' que desfilaron en Nueva York enfundados en sus imponentes alas y la lencería considerada más sexy del mundo inundaron los medios de comunicación el día posterior al evento, celebrado el 8 de noviembre, y abrieron informativos de televisión mundiales. Sobre todo, por el adiós del 'ángel' más veterano, la brasileña Adriana Lima, que ha 'colgado las alas' a sus 37 años.

Si bien este desfile también estuvo rodeado de polémica y muchos son los que piensan que tiene los días contados. La nueva oleada feminista que recorre el mundo es imparable, y ha impactado en una de las marcas de lencería más prósperas debido a la imagen "alejada de la realidad" que proyectan de la mujer. Cuerpos esculturales y perfectos luciendo ropa interior que para muchas no es del todo cómoda generan rechazo en los que defienden una nueva feminidad en la que la mujer no se viste para gustar al hombre, sino para sí misma. Y siendo tal y como es. Una nueva concepción que ha hecho que la retransmisión televisiva del desfile pierda interés -será el 2 de diciembre- y que los números de la marca se vean lastrados, con una caída del beneficio del 15% el pasado año.

En España, la lencería mueve al año unos 1.000 millones de euros, según datos del Centro de Información Textil y Confección, con un ascenso de las ventas del 8% en 2017. Un mercado al alza en medio del frenazo que ha dado este año el sector textil, que acumula una bajada de las ventas del 4% en los nueve primeros meses del año. Y en este pujante mercado, la lencería concebida desde un punto de vista feminista se abre paso a empujones con nuevas propuestas que tienen un objetivo muy claro: hacer que la mujer se sienta cómoda.

Las firmas que vienen pisando fuerte
El concepto de lencería sexy y atrevida está pasando a mejor vida y lo que se estila ahora son prendas cómodas, sencillas y confeccionadas con materiales de calidad, algo básico en este tipo de ropa. Y en España tenemos ejemplos de ello. Uno de los más llamativos es el de la firma vasca Maripuri Tijeritas. Un curioso nombre que esconde una marca de lencería realizada con materiales sostenibles y reciclables, muy en línea con la tendencia sostenible que recorre la moda. Propone 'mimos sostenibles' con ropa íntima "cómoda, diferente y comprometida con el planeta", como asegura la propia firma.

Sus prendas son para llevar a diario, en medio del frenético ritmo de vida actual, realizadas con materiales escogidos con mucho cuidado, ya que la marca elige con detalle a sus proveedores y conoce a la perfección la procedencia de sus fibras para que sean lo más respetuosas con el medio ambiente posible. Apuestan por algodón orgánico o lana merino y huyen de lo sintético. Además, buscan que todos estos materiales tengan certificado medioambiental. Sus precios se mueven en una media de 40 euros los sujetadores y de 20 euros las braguitas. Y no solo tienen ropa íntima femenina, también disponen de prendas para hombre y niños, con unos precios similares.


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Sujetador 'Monique' de Maripuri Tijeritas por 43 euros


Otra firma nacional que lucha por romper el esquema impuesto por los 'ángeles' es The Nude Label, en este caso nacida en Valencia que vende a todo el mundo bajo una perspectiva "ética". Su objetivo es hacer ropa interior cómoda que siente bien y que sirva a las mujeres para afrontar su día a día sin que nada les perturbe. Además, apuesta por la belleza natural, sin artificios, con prendas para todo tipo de cuerpos, como puede verse en su página web. En este caso, los precios están en una media de 40 euros por los sujetadores y de 10 euros para las braguitas.


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Triangle Bra realizado con algodón orgánico por 42 euros / The Nude Label


En el ámbito internacional, una firma que está dando mucho de qué hablar y que ha saltado desde Australia al resto del mundo es JBC Lingerie, creada con el propósito de empoderar a la mujer más allá de su talla. Porque sus directivas, Jarrah Benwell – Clarke y Bianca Cornale, decidieron que ya estaba bien de que las firmas convencionales no diseñaran sujetadores más allá de la copa de talla D y empezaron a crear los suyos propios. Esta marca quiere que todas las mujeres se sientan sexys, bellas y confortables sean de la raza que sean y tengan la talla que tengan, con prendas hechas a mano de calidad. Sus sujetadores cuestan una media de 20 dólares (algo más de 17 euros).


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Juicy Choker bralette de JBC Lingerie por 19,75 dólares (17,4 euros


En la vecina Nueva Zelanda nación Lonely, una marca que diseña lencería y ropa de baño que celebra "la individualidad y la fuerza" de todas las mujeres a través de sus diseños, los cuales quieren fomentar el 'body positive' -la concepción positiva del cuerpo femenino sea como sea- y la libertad de expresión. Además, ha concebido una fórmula de marketing diferente para darse a conocer, pues no emplea campañas tradicionales con modelos posando, sino que va creando una especie de diario en el que se fotografía a mujeres vistiendo ropa interior de Lonely por todo el mundo. Actualmente tiene tiendas físicas en las ciudades de Auckland y Wellington y distribuidores en todo el mundo, desde Tokio a Los Angeles. Sus sujetadores cuestan una media de 50 euros y las braguitas, 35 euros. Por su parte, los bañadores y bikinis están por encima de los 100 euros.


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Bobbi Underwire Bra Olive de Lonely por 49,21 euros


Negative Underwear quiere negarse, como su propio nombre dice, a todos los elementos que han acompañado a la ropa interior desde siempre. Rellenos, cordones, aros o cualquier tipo de decoración no tienen cabida en sus prendas, que están hechas única y exclusivamente para ser lo más cómodas posible, casi como parte de la propia piel. Una concepción de la lencería que le ha valido reconocimientos de medios tan prestigiosos como la revista New York -revista semanal dedicada al estilo de vida en la Gran Manzana- o Who What Wear, un medio online que se ha convertido en la nueva biblia de la moda. Sus sujetadores cuestan 80 dólares (algo más de 70 euros) y las braguitas, alrededor de 40 dólares (35 euros).

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Silky Non-Wire Bra en negro por 80 dólares de Negative Underwear


De este modo, numerosas firmas de nuevo cuño están plantando cara a Victoria's Secret y aprovechando el movimiento feminista para coger velocidad de crucero y colarse cada vez en más armarios. La nueva lencería renuncia a todo aquello que promulga la firma americana y apuesta por prendas que, ante todo, se adapten al cuerpo de la mujer y no a la inversa.

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Y dale, que a perejil sabe.

Qué feo el modelo Monique. Y esa señora tan desagradable. Quieren ir de estupendas porque eligen una modelo que no es lozana y hermosa. Mi made tenía 80 años y los pechos perfectos, con su copa ideal. Asombroso. Y, sobre todo, una expresión dulce y preciosa. Esa modelo ha sido escogida precisamente por desagradable, no por anciana.

Por cierto, casi ninguna modelo de las pasarelas es lozana ni hermosa. Abundan las grises, cetrinas, desagradables, nada femeninas, enfurruñadas. A lo mejor son estupendas y monísimas, pero las apañan para exhibir malas caras, feas posturas, arrogancia de estúpidas y mucha androginia.

Se lleva lo feo.

Por mi parte, jamás sin Lejaby. Y las marcas españolas, que vayan aprendiendo a hacer copas profundas para espaldas delgadas. Y duran años y años impecables y maravillosos.
 
Las mujeres reivindican el tanga
Aumentan las ventas de esta prenda de ropa interior que, inesperadamente, se ha convertido en bandera de la libertad sexual femenina.


PATRICIA RODRÍGUEZ | 23 NOV 2018



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FOTO: CORDON / INSTAGRAM / @MARICAZOTTINOILLUSTRATION


Cuando en 2014 Rihanna subía al escenario del Lincoln Center para recoger su premio como icono de moda de manos de la mismísima Anna Wintour, la elitista industria arrugaba la nariz. La cantante de Barbados lucía para la ocasión un etéreo (y muy transparente) vestido-red cubierto de cristales de Swarovski que dejaba al descubierto un tanga sin costuras de la firma americana Commando. El estilismo en general y el tanga en particular fueron etiquetados, como poco, de dudoso gusto.


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El estilismo de Rihanna que en 2014 levantó ríos de tinta entre los policías del decoro. FOTO: GETTY


La ocurrencia de Rihanna nadaba contracorriente mientras las ventas de esta prenda de ropa interior caían desbocadas. “Entre los millennials y la Generación Y se considera cool llevar bragas grandes. Ya pasó el momento del tanga”, señalaba entonces en The New York Times la analista Bernadette Kissane. La escueta y controvertida pieza, tan popular desde los noventa, era dejada de lado en aras de la comodidad.

Pero de aquello ya han pasado cuatro años (el equivalente a varios lustros en la era del like) y las mujeres hoy están reivindicando su derecho a expresar la propia sexualidad sin condicionamientos. Y en ese nuevo panorama vuelve a tener cabida el tanga, la denostada prenda que hace no tanto era asociada, no sin cierto clasismo, a la chica de barrio. Su demanda ha aumentado un 72% en 2018 con respecto al año anterior en los grandes almacenes ingleses John Lewis, que asocian el cambio a un revival de cualquier tendencia que suene noventera.


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¿Qué no faltan en la primera colección de la firma lencera de Rihanna? ¡Tangas! FOTO: SAVAGE X FENTY


Pero detrás de este espontáneo regreso hay más. Está por ejemplo Kim Kardashian, que ha rescatado del fondo del cajón hasta el tanga de strass con el logo del Gucci de Tom Ford. Ella (con todas sus contradicciones, sus filtros y sus retoques) interpreta el movimiento body positive, abrazando sus curvas y reclamando espacio mediático para una imagen de la mujer que hasta hace no tanto carecía de representación. “Es interesante ver cómo aumentan al mismo tiempo las opciones de moda modesta y estas alternativas para las que quieren atreverse más. Se debe a las campañas sociales de autoafirmación”, explican desde la compañía de análisis de datos Edited.


Una forma de expresarse libre de encorsetamientos que dicten qué es buen gusto y qué no; que se revela contra las normas del decoro que quedan dinamitadas en el panorama actual. Algo que se ha plasmado estos días en Irlanda, donde al grito de #ThisIsNotConsent miles de mujeres han protestado enarbolando sus tangas: hace unos días un hombre había sido absuelto de violar a una chica de 17 años. “¿Las pruebas eliminan la posibilidad de que se sintiera atraída por el acusado y que se mostrara abierta a conocer a alguien y a estar con alguien? Hay que tener en cuenta cómo iba vestida: llevaba un tanga con un lazo”, había dicho la abogada del acusado durante el juicio. Pero, como dice el hashtag, la elección de la ropa interior no es consentimiento. Tampoco debería encasillar a ninguna mujer en un obsoleto estereotipo. Uno que las propias mujeres se están encargando de romper a golpe de tanga.


https://smoda.elpais.com/moda/las-mujeres-reivindican-el-tanga/?por=mosaico
 
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