LAS RELIQUIAS DE SAN ANTONIO DE LISBOA VISITAN POR PRIMERA VEZ ESPAÑA

13 de junio celebramos la festividad de San Antonio de Lisboa, Padua y de todo el Mundo12360137_935157306554631_5643854429006099769_n-1.jpg .

Responsorio de San Antonio.

Si buscas milagros, mira
muerte y error desterrados,
miseria y demonios huidos,
leprosos y enfermos sanos.

El mar sosiega su ira,
redímense encarcelados,
miembros y bienes perdidos
recobran mozos y ancianos.

El peligro se retira,
los pobres van remediados;
cuéntenlo los socorridos,
díganlo los paduanos.

El mar sosiega su ira,
redímense encarcelados,
miembros y bienes perdidos
recobran mozos y ancianos.

Gloria al Padre,
al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en un principio, ahora y
siempre por los siglos de los siglos. Amén

El mar sosiega su ira,
redímense encarcelados,
miembros y bienes perdidos
recobran mozos y ancianos.

Ruega a Cristo por nosotros,
Antonio glorioso y santo,
para que dignos así
de sus promesas seamos. Amén.
 
DÍA NOVENO DEL NOVENARIO A SANTO ANTONIO DE LISBOA, PADUA Y DE TODO EL MUNDO
V/. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
R/. Amén.
V/. Dios mío, ven en mi auxilio.
R/. Señor, date prisa en socorrerme.
V/. Gloria al Padre...
R/. Como era en el principio...
ORACIÓN INICIAL
Dios todopoderoso, te rogamos humildemente, por intercesión de san Antonio, que derrames sobre tu pueblo la abundancia de tu gracia y de tus dones para que nuestros días discurran felices en tu paz verdadera. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
DE LA VIDA DE SAN ANTONIO
En la segunda mitad de mayo de 1231, después de aquella agotadora cuaresma y de las celebraciones pascuales, Antonio se retiró al eremitorio de Camposampiero, cerca de Padua. Necesitaba descansar, cuidar su quebrantada salud y, sobre todo, sumergirse en la oración y el recogimiento espiritual para prepararse al encuentro con la hermana muerte, que sentía cercana. El 13 de junio de 1231, viernes, estando a la mesa con los frailes, sufrió un repentino colapso y, sintiéndose morir, pidió que lo llevaran a Padua. Lo trasladaron en un carro y, al acercarse a la ciudad, se desviaron hacia el hospicio anejo al monasterio de las clarisas de La Cella. Allí empeoró, se confesó, cantó a la Virgen, tuvo una visión de Cristo, recibió la unción de los enfermos... y falleció. Superada la polémica sobre el lugar de su enterramiento, el 17 de junio, martes (de ahí los "martes" de S. Antonio), sus restos mortales fueron trasladados a la ciudad, y los milagros empezaron a multiplicarse. El 30 de mayo de 1232 Gregorio IX lo canonizó solemnemente. Pío XII, en 1946, lo proclamó Doctor de la Iglesia, con el título de "Doctor Evangélico".
DE LOS SERMONES DE SAN ANTONIO
Con razón, pues, dijo Jesús de sí mismo: Yo rogaré al Padre por vosotros. Por eso dice san Juan en su carta: Tenemos a uno que abogue ante el Padre: a Jesucristo, el justo. Él es víctima de propiciación, es decir, de aplacamiento, por nuestros pecados. Por esta razón lo ofrecemos diariamente en el sacramento del altar a Dios Padre para que perdone nuestros pecados. Procedemos, pues, como la madre que tiene un hijo pequeñito. Cuando su marido airado le quiere golpear a ella, ella, estrechando a la criatura en sus brazos, la pone delante del airado marido diciendo: ¡Golpea a éste, azota a éste! La criatura llorando se compadece de la madre, y el padre, cuyas entrañas se han conmovido con las lágrimas del hijo a quien ama entrañablemente, perdona a su mujer gracias al hijo. De la misma manera a Dios Padre, airado con nosotros por nuestros pecados, le ofrecemos su Hijo Jesucristo por la alianza de nuestra reconciliación en el Sacramento del altar, a fin de que, si no por atención a nosotros, al menos por Jesús, su Hijo amado, aleje los castigos que justamente merecemos, y acordándose de sus lágrimas, de sus trabajos y de su Pasión, nos perdone.
Ea, pues, Señora nuestra, santa Madre de Dios, única esperanza, te suplicamos que ilumines con el esplendor de tu gracia nuestras almas, que las purifiques con el candor de tu pureza, que las enciendas con el calor de tu visita y nos reconcilies con tu Hijo, para que merezcamos llegar al esplendor de su gloria. A él sea dada honra y gloria por los siglos de los siglos. Amén.
El Espíritu Santo, amor del Padre y del Hijo, se digne cubrir con su caridad la multitud de nuestros pecados. A Él se debe honra y gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Antífona: Mirad a mi siervo Antonio, a quien sostengo; mi elegido, a quien prefiero; sobre él he puesto mi espíritu. No se desvanecerá su memoria, y su nombre se repetirá de generación en generación.
DE LOS MILAGROS DE SAN ANTONIO
Una mujer de Tremiñón, por nombre Vida, ferventísima devota del bienaventurado Antonio, anhelaba con toda su alma visitar su sepulcro. Pero se acercaba el tiempo de la cosecha, y bandadas de gorriones causaban gran estrago en el panizo, que ya blanqueaba próximo a su sazón, y como ella estaba puesta de guardiana para espantar a tan importuno género de pajarillos, no tenía ninguna posibilidad de ponerse en camino. Llegando un día a la cerca que rodeaba el panizal, prometió que si el bienaventurado Antonio lo guardaba de los gorriones, visitaría nueve veces su sepulcro. Apenas hecha la promesa, cuando una nube de los dichos pájaros abandonó el lugar en una sola bandada, y vio que no quedó ni un solo gorrión sobre los sauces que circundaban el panizal. La buena mujer se apresuró a dar cumplimiento a su anhelo.
PLEGARIA
Recuerda, Señor, que tu misericordia y tu ternura son eternas. Con la confianza que nos da el sabernos hijos tuyos e invocando la intercesión de tu siervo San Antonio, al que atiendes con largueza, te presentamos nuestras peticiones: ...... ...... ......
ORACIÓN FINAL
Dios todopoderoso y eterno, tú que has dado a tu pueblo en la persona de San Antonio de Lisboa, Padua y Mundo un predicador insigne y un intercesor poderoso, concédenos seguir fielmente los principios de la vida cristiana, para que merezcamos tenerte como protector en todas las adversidades. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
V/. Bendigamos al Señor.
R/. Demos gracias a Dios.


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EL SANTO DE TODO EL MUNDO. 13/06/2016
Miles de pueblos y ciudades celebran la festividad de San Antonio. En todas las capillas y casas particulares ayi donde se encuentre una venerada imagen del Santo, el bello olor de una flor del incienso y la cera de las velas hacen que todo sea una oración de acción de gracias y petición al nuestro querido y amado intercesor.
Y VIVA Y VIVVA SAN ANTONIO!!!!!!!!!!!!!!!!12294918_924887204248308_1362737394479469118_n.jpg
 
NOVENARIO A SAN ANTONIO ( imagen: Borba. Amazonia. Brasil )
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¡Amadísimo Protector mío, San Antonio! Heme aquí, a tus pies, plenamente confiado en tu poderosa intercesión. Mírame con aquel espíritu de dulce y tierna compasión con que mirabas a los pobres. ¡Pobre soy yo, Santo mío! Me veo lleno de miserias. La vida para mi es continua lucha. Pan de felicidad, de alegría, de salud, de paz, de virtud... ¡cuánto me hace falta y cuánto espero de tu amorosa protección! Otórgamelo, te lo pido humildemente, para que tu nombre de Taumaturgo sea nuevamente glorificado. Creo en tu poder, espero en tu bondad, amo tu corazón de padre y bendigo a Nuestro Señor, que te hizo grande en la tierra y en el cielo. Amén.
¡Oh! Astro de España, Perla de pobreza, Antonio, Padre de la ciencia, Ejemplo de pureza, Lumbre de Italia, Doctor de la verdad, Sol de Lisboa y Padua resplandeciente en señales de claridad. Amén.

V. Predicador egregio, ruega por nosotros, Antonio beatísimo.
R. Para que por tu intercesión alcancemos los gozos de la vida.

ORACIÓN. Alegre, Señor, a vuestra Iglesia la devota y humilde oración del glorioso San Antonio, vuestro siervo; para que seamos siempre socorridos en esta vida con los auxilios de la gracia y merezcamos conseguir después los gozos eternos de la gloria; por Nuestro Señor Jesucristo, que con Vos y el Espíritu Santo vive y reina por todos los siglos de los siglos. Amén.
DÍA PRIMERO
Por la señal ... Oración inicial.

Admirable fe de San Antonio. La vida del santo Taumaturgo es un continuo pregón de la fe cristiana. Por ella, muy joven, ansía derramar su sangre a la vista de los mártires franciscanos de Marruecos. Por ella se entrrga completamente a Dios en vida santa y perfectísima de evangelización que fue pasmo del mundo, rica en portentos y maravillas... ¿Qué vida de fe es la mía?

Tres glorias a la Santísima Trinidad, recitar el responsorio y luego la oración final.
 
¡Amadísimo Protector mío, San Antonio! Heme aquí, a tus pies, plenamente confiado en tu poderosa intercesión. Mírame con aquel espíritu de dulce y tierna compasión con que mirabas a los pobres. ¡Pobre soy yo, Santo mío! Me veo lleno de miserias. La vida para mi es continua lucha. Pan de felicidad, de alegría, de salud, de paz, de virtud... ¡cuánto me hace falta y cuánto espero de tu amorosa protección! Otórgamelo, te lo pido humildemente, para que tu nombre de Taumaturgo sea nuevamente glorificado. Creo en tu poder, espero en tu bondad, amo tu corazón de padre y bendigo a Nuestro Señor, que te hizo grande en la tierra y en el cielo. Amén.
¡Oh! Astro de España, Perla de pobreza, Antonio, Padre de la ciencia, Ejemplo de pureza, Lumbre de Italia, Doctor de la verdad, Sol de Lisboa y Padua resplandeciente en señales de claridad. Amén.

V. Predicador egregio, ruega por nosotros, Antonio beatísimo.
R. Para que por tu intercesión alcancemos los gozos de la vida.

ORACIÓN. Alegre, Señor, a vuestra Iglesia la devota y humilde oración del glorioso San Antonio, vuestro siervo; para que seamos siempre socorridos en esta vida con los auxilios de la gracia y merezcamos conseguir después los gozos eternos de la gloria; por Nuestro Señor Jesucristo, que con Vos y el Espíritu Santo vive y reina por todos los siglos de los siglos. Amén.
DÍA PRIMERO
Por la señal ... Oración inicial.

DÍA SEGUNDO


Por la señal ... Oración inicial.

Esperanza de San Antonio. Amó vivamente el Santo esta virtud. Una vida de sacrificio, en lucha constante contra el infierno, el mundo y las pasiones, sería imposible sin una gran esperanza, hija de una gran confianza en la bondad divina, en la paternal Providencia de Dios y en la ayuda constante de su gracia... Por eso el Santo jamás desmayó en su vida de incesante y penoso esfuerzo. ¡Contaba con Dios! Humillémonos y contemos, no con nuestras fuerzas, sino con las D13417596_1719902478268961_3975016078178453661_n.jpg ivinas, esperando en Dios.

Tres glorias a la Santísima Trinidad, recitar el responsorio y luego la oración final.
 
Imagen de arriba: Fiesta de San Antonio. Pueblo de Galizia
 

Adjuntos

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¡Amadísimo Protector mío, San Antonio! Heme aquí, a tus pies, plenamente confiado en tu poderosa intercesión. Mírame con aquel espíritu de dulce y tierna compasión con que mirabas a los pobres. ¡Pobre soy yo, Santo mío! Me veo lleno de miserias. La vida para mi es continua lucha. Pan de felicidad, de alegría, de salud, de paz, de virtud... ¡cuánto me hace falta y cuánto espero de tu amorosa protección! Otórgamelo, te lo pido humildemente, para que tu nombre de Taumaturgo sea nuevamente glorificado. Creo en tu poder, espero en tu bondad, amo tu corazón de padre y bendigo a Nuestro Señor, que te hizo grande en la tierra y en el cielo. Amén.
¡Oh! Astro de España, Perla de pobreza, Antonio, Padre de la ciencia, Ejemplo de pureza, Lumbre de Italia, Doctor de la verdad, Sol de Lisboa y Padua resplandeciente en señales de claridad. Amén.

V. Predicador egregio, ruega por nosotros, Antonio beatísimo.
R. Para que por tu intercesión alcancemos los gozos de la vida.

ORACIÓN. Alegre, Señor, a vuestra Iglesia la devota y humilde oración del glorioso San Antonio, vuestro siervo; para que seamos siempre socorridos en esta vida con los auxilios de la gracia y merezcamos conseguir después los gozos eternos de la gloria; por Nuestro Señor Jesucristo, que con Vos y el Espíritu Santo vive y reina por todos los siglos de los siglos. Amén.
DÍA TERCERO13404000_1711572489094425_4113965121629430077_o.jpg
Por la señal... Oración inicial.

Caridad divina de San Antonio. Distinguió a San Antonio el Serafín de Asís, San Francisco, con particular amor. No ignoraba, sin duda, que, como buen hijo suyo, era otro Serafín de caridad. ¿Quién podrá adivinar la ternura de su amor a Jesús? Aquella escena en que el Niño Dios se recrea en los brazos del Santo puede servir para hacernos adivinar sus éxtasis, sus deliquios, sus ternuras seráficas... ¡ Qué ejemplo para mí, frío miserable, pobre pecador.

Tres glorias a la Santísima Trinidad, recitar el responsorio y luego la oración final.
 

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