Las personas deprimidas usan un lenguaje diferente: Claves para detectar el lenguaje de la depresión

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Escala de Depresión de Hamilton: qué es y cómo funciona
Repasamos cómo funciona este instrumento de medición de la gravedad de la depresión.
por Oscar Castillero Mimenza
Una herramienta que permite valorar los grados de gravedad de este trastorno.


Si hablamos de depresión, hablamos de uno de los trastornos mentales más prevalentes y conocidos a nivel mundial, causante de un elevado nivel de sufrimiento en aquellos que lo padecen. A lo largo de la historia han surgido una gran cantidad de herramientas e instrumentos para evaluar la existencia y afectación causada por este problema. Una de ellas es la Escala de Depresión de Hamilton.

La Escala de Depresión de Hamilton: características principales
La Escala de Depresión de Hamilton es un instrumento de evaluación diseñada por Max Hamilton y publicada en 1960, creada con el objetivo de servir como método de detectar la gravedad de los síntomas de la depresión en pacientes previamente diagnosticados, así como la existencia de cambios en el estado del paciente a lo largo del tiempo. De este modo, sus principales objetivos son la valoración de dicha gravedad, la valoración de los efectos de posibles tratamientos sobre cada uno de los componentes que evalúa y la detección de recaídas.

Esto quiere decir que la Escala de Depresión de Hamilton no está pensada para el diagnóstico, sino para la evaluación del estado de pacientes a los que previamente se les ha diagnosticado con depresión mayor. Sin embargo, a pesar de ser este su objetivo original, también se ha aplicado para evaluar la presencia de síntomas depresivos en otros problemas y condiciones, como por ejemplo en las demencias.

Estructura y puntuación
Este instrumento consta de un total de 22 ítems (si bien la inicial constaba de 21 y posteriormente también se elaboró una versión reducida de 17), agrupados en seis factores principales. Dichos ítems constan de un elemento que el sujeto tiene que valorar en una escala que oscila entre los cero y los cuatro puntos. Entre dichos ítems encontramos principalmente diferentes síntomas de la depresión, como sentimientos de culpa, su***dio, agitación, síntomas genitales o hipocondría, que terminarán por valorarse en los seis factores antes citados.

Concretamente, los factores en cuestión que se plantean son la valoración de ansiedad somática, peso (no hay que olvidar que en la depresión es frecuente la presencia de alteraciones en la alimentación), alteración cognitiva, variación diurna (si existe empeoramiento diurno por ejemplo), ralentización, y alteraciones de sueño. Sin embargo no todos estos factores tienen la misma importancia, teniendo los diferentes aspectos un peso distinto y ponderándose diferente en la puntuación (por ejemplo se valoran más la alteración cognitiva y la ralentización y menos la agitación e insomnio).

Se trata de una escala planteada inicialmente para ser aplicada de forma externa por un profesional, si bien también es posible de rellenar por el mismo sujeto evaluado. Además de la propia escala, que se rellena a lo largo de una entrevista clínica, también puede emplearse información externa como la proveniente de familiares o del entorno como complemento.

Interpretación

La interpretación de esta prueba es relativamente sencilla. La puntuación total oscila entre los 0 y los 52 puntos (siendo ésta la puntuación máxima), teniendo la mayoría de los ítems cinco posibles respuestas (del 0 al 4) con la excepción de algunos elementos con menor ponderación (los cuales van del 0 al 2).

Dicha puntuación total tiene diferentes puntos de corte, considerándose de 0-7 que el sujeto no presenta depresión, que una puntuación de 8-13 supone la existencia de una depresión ligera, de 14-18 una depresión moderada, de 91 a 22 una severa y de más de 23 muy severa y con riesgo de su***dio.

A la hora de valorar no la gravedad de la depresión sino la existencia de cambios debidos a diferentes aspectos, entre ellos un posible tratamiento, se ha de tener en cuenta que se considera que ha habido una respuesta a éste si se da una disminución de al menos el 50% de la puntuación inicial, y una remisión con puntuaciones menores a 7.

Ventajas e inconvenientes
Frente a otras pruebas que valoran la sintomatología depresiva, la Escala de Depresión de Hamilton cuenta con la ventaja de evaluar elementos no cognitivos que otras escalas no suelen tener en cuenta, además de que sujetos analfabetos o con otras alteraciones.

Sin embargo, también cuenta con ciertos inconvenientes: técnicamente no permite el diagnóstico al no estar pensada con este objetivo (si bien permite evaluar los aspectos alterados en la depresión) y otorga un peso excesivo a aspectos somáticos que pueden confundirse con problemas médicos independientes. Además, en su versión original no incluye elementos tan relevantes como la anhedonia (ya que fue elaborada antes del surgimiento de los criterios diagnósticos del DSM-III).

Referencias bibliográficas
  • Hamilton, M. (1960). A rating scale for depression. J Neurol Neurosurg Psychiatry,23: 56-62.
  • NICE (2004). Depression: management of depression in primary and secondary care- NICE guidance.
  • Purriños, M.J. (s.f.) Escala de Hamilton- Hamilton Depresion Rating Scale (HDDRS). Servizo de Epidemioloxía. Dirección Xeral de Saúde Pública. Servicio Galego de Saúde.
  • Sanz, L.J. y Álvarez, C. (2012). Evaluación en Psicología Clínica. Manual CEDE de Preparación PIR. 05. CEDE: Madrid.

TÓPICOS


https://psicologiaymente.net/autores/oscar-castillero-mimenza
Oscar Castillero Mimenza
Psicólogo en Barcelona | Redactor especializado en Psicología Clínica

Graduado en Psicología con mención en Psicología Clínica por la Universidad de Barcelona. Actualmente finalizando el Máster de Psicopedagogía por la misma, así como preparando el examen de acceso a las oposiciones P.I.R.
https://psicologiaymente.net/clinica/escala-depresion-de-hamilton
 
Las personas deprimidas usan un lenguaje diferente: Claves para detectar el “lenguaje de la depresión”
Depresion



La depresión lo cambia todo, desde la forma en que nos movemos hasta nuestro sueño y, por supuesto, la manera en que interactuamos con quienes nos rodean. De hecho, también se expresa en nuestro lenguaje. El “lenguaje de la depresión” se puede constatar en la poesía de Sylvia Plath y las canciones de Kurt Cobain, quienes se suicidaron tras una serie de graves cuadros depresivos.
Los psicólogos llevan mucho tiempo profundizando en el “lenguaje de la depresión”. Ahora un estudio realizado en la Universidad de Reading brinda nuevas pistas sobre las palabras que nos pueden ayudar a detectar que una persona sufre depresión.
Tradicionalmente, este tipo de análisis lingüístico lo han realizado los investigadores, que leen y toman notas de las palabras que prevalecen en los estados depresivos. En la actualidad, los métodos computarizados de análisis de texto permiten procesar esa información con mayor fiabilidad, desvelando detalles que pueden pasar desapercibidos para los investigadores.

El contenido de la depresión
El lenguaje se puede separar en dos componentes: contenido y estilo. El contenido está relacionado con lo que expresamos, es decir, el significado del discurso. Por eso, no es sorprendente que las personas que padecen depresión usen una cantidad excesiva de palabras que transmiten emociones negativas, específicamente adjetivos y adverbios como "solitario", "triste" o "miserable".
Sin embargo, es aún más interesante el uso que hacen de los pronombres. Las personas deprimidas usan más pronombres en primera persona del singular, como "yo" y "me". En contraposición, usan pocos pronombres de segunda y tercera persona, como "ellos" o "ustedes".
Este patrón en el uso de los pronombres sugiere que las personas con depresión están excesivamente enfocadas en sí mismas y muy poco conectadas con los demás. En otras palabras, estas personas experimentan una gran soledad y están inmersas en sus pensamientos. De hecho, los investigadores afirman que los pronombres son en realidad más confiables para identificar la depresión que las palabras que expresan emociones negativas.
El estilo del lenguaje depresivo
El estilo del lenguaje se relaciona con la forma en que nos expresamos. Analizando los datos de más de 6.400 personas que escribían en foros de salud mental, los psicólogos han apreciado que las personas con depresión suelen usar "palabras absolutistas", que transmiten magnitudes o probabilidades absolutas, como "siempre", "nada" o "completamente".
La presencia de este tipo de palabras en el discurso cotidiano refleja una visión del mundo en blanco y negro. De hecho, el uso de las palabras absolutistas se dispara en quienes ya tienen ideación suicida, lo cual no es extraño ya que en el pasado se había constatado que el pensamiento absolutista o dicotómico se encuentra en la base de muchas distorsiones cognitivas y creencias irracionales que terminan desencadenando trastornos afectivos. Esto indica que muchas veces la persona con depresión no encuentra alternativas ya que el propio trastorno le impide pensar en términos más amplios.
Fuentes:
Johnstone, T. & Al-Mosaiwi, M. (2018) In an Absolute State: Elevated Use of Absolutist Words Is a Marker Specific to Anxiety, Depression, and Suicidal Ideation.Clinical Psychological Science.
Rude, S.; Gortner, E. M. & Pennebaker, J. (2004) Language use of depressed and depression-vulnerable college students. Cognition & Emotion; 18: 1121–1133.
Bucci, W. & Freedman, N. (1981) The language of depression. Bulletin of the Menninger Clinic; 45: 334–358.
https://www.rinconpsicologia.com/2018/03/lenguaje-de-la-depresion.html
 
7 síntomas físicos de la depresión que te alertan
Depresion



La depresión es uno de los trastornos psicológicos más comunes: afecta a más de 300 millones de personas en el mundo y es la principal causa de discapacidad ya que sus efectos no se limitan al plano emocional y cognitivo sino que se reflejan en el cuerpo.

La tristeza, la desesperanza, la apatía y el vacío existencial son los síntomas más conocidos de la depresión pero este trastorno también se manifiesta a nivel físico provocando un gran malestar que afecta la calidad de vida de la persona que la padece. De hecho, muchas veces la persona deprimida busca ayuda por los síntomas físicos, no por los problemas psicológicos que experimenta.
Los principales síntomas físicos de la depresión
1. Fatiga y poca energía
La fatiga es uno de los síntomas físicos de la depresión más comunes. De vez en cuando todos nos sentimos cansados y nos cuesta levantarnos de la cama, pero en el caso de las personas deprimidas esa sensación no desaparece. Uno de los principales problemas es que quien sufre depresión también tiene dificultades para conciliar un sueño reparador, de manera que no descansa lo suficiente. Ese agotamiento mental que se refleja en el plano físico suele conducir a la irritabilidad y/o la apatía. La falta de energía puede ser tal que para la persona deprimida las tareas cotidianas pueden convertirse en una misión titánica.
2. Disminuye la tolerancia al dolor

La depresión duele, literalmente. El “dolor emocional” no es una metáfora. La depresión mayor duele tanto que en algunos casos llega a ser intolerable y puede llevar a las personas a pensar en el su***dio como una vía para acabar con ese sufrimiento. El problema es que el dolor emocional comparte las mismas vías cerebrales que el dolor físico. A esto se le suma que la depresión afecta los neurotransmisores que nos ayudan a lidiar con el dolor, como los opioides. De hecho, un estudio realizado en la Universidad de Oxford comprobó que el umbral del dolor en las personas deprimidas baja, lo cual significa que experimentan más dolor ante los estímulos.
3. Dolores musculares
Un estudio llevado a cabo en la Universidad de Toronto con 1 013 estudiantes universitarios encontró una relación directa entre la depresión y los dolores de espalda. De hecho, los problemas emocionales que se mantienen a lo largo del tiempo pueden llegar a causar dolor crónico mediante el mecanismo de la somatización. Se conoce que la depresión en particular genera una respuesta inflamatoria en el organismo, lo cual podría ser la causa de las molestias musculares, no solo en la zona de la espalda sino en todo el cuerpo.
4. Dolor de cabeza
Casi todos tenemos dolores de cabeza ocasionales, sobre todo a raíz de situaciones particularmente estresantes, es lo que se conoce como dolor de cabeza emocional. Sin embargo, los dolores de cabeza también son un síntoma físico de la depresión solo que, a diferencia de las migrañas insoportables, el dolor de cabeza relacionado con la depresión suele ser una leve sensación palpitante, generalmente alrededor de las cejas. Dado que están causados por la depresión, los medicamentos para el dolor de cabeza son un parche ocasional ya que el problema vuelve a aparecer.
5. Problemas intestinales
Cada vez más neurocientíficos piensan que nuestro segundo cerebro se encuentra en el intestino. Por tanto, no es extraño que uno de los signos físicos de la depresión esté directamente vinculado con el sistema gastrointestinal. De hecho, investigadores de la Escuela de Medicina de Harvard sugieren que experimentar retortijones, calambres abdominales, náuseas e hinchazón abdominal son signos de una mala salud mental. También es más probable que estas personas padezcan el síndrome de intestino irritable o sufran de constipación, según un estudio realizado en la Universidad de Teherán. Al parecer, el problema está causado por los mecanismos inflamatorios que desata la depresión, que también afectan el sistema digestivo, aunque también puede influir los cambios en la microbiota intestinal.
6. Insomnio
Las alteraciones del sueño son uno de los síntomas físicos de la depresión más evidentes. Lo usual es que las personas deprimidas padezcan insomnio, que no logren dormir mucho por la noche y que tengan despertares frecuentes que afectan su descanso. Normalmente esas dificultades para dormir se deben a la incapacidad para desconectarse, de manera que las preocupaciones siguen dando vueltas en su mente y el cerebro no logra relajarse lo suficiente.
7. Dolor en el pecho
La relación entre la depresión y la salud cardiovascular es muy estrecha. Un estudio realizado en la Clínica Mayo reveló que las personas con insuficiencia cardíaca que sufren una depresión severa o moderada tienen cuatro veces más riesgo de muerte prematura y el doble de riesgo de ser hospitalizadas, en comparación con las personas que tienen una enfermedad cardiovascular pero que no están deprimidas. Se conoce que tanto la ansiedad como la depresión afectan el ritmo cardíaco, aumentan la presión arterial, elevan los niveles de insulina y colesterol y elevan los niveles de las hormonas del estrés. Por eso, en muchos casos el dolor en el pecho y las palpitaciones son un síntoma físico de la depresión.
Por supuesto, todas las personas no experimentan la depresión de la misma manera. Existen diferentes tipos de depresión, así como distintos grados de intensidad, por lo que sus síntomas físicos también varían según el caso. Ante las dudas, es conveniente buscar ayuda especializada ya que cuanto más tardes en reaccionar, más se consolidará la depresión y más difícil será salir de sus garras. Este programa para salir de la depresión puede ayudarte a dar el primer paso.
Fuentes:
Robertson, D. et. Al. (2017) Associations between low back pain and depression and somatization in a Canadian emerging adult population. J Can Chiropr Assoc; 61(2): 96–105.
Chamberlain, A.M. et. Al. (2013) Physical health status measures predict all-cause mortality in patients with heart failure. Circ Heart Fail; 6(4): 669-675.
Hosseinzadeh, S. T. et. Al. (2011) Psychological disorders in patients with chronic constipation. Gastroenterol Hepatol Bed Bench; 4(3): 159–163.
Berna, C. et. Al. (2010) Induction of Depressed Mood Disrupts Emotion Regulation Neurocircuitry and Enhances Pain Unpleasantness. Biological Psychiatry; 67 (11): 1083–1090.
https://www.rinconpsicologia.com/2018/09/sintomas-fisicos-de-la-depresion.html
 

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