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Guste o no, Kanye West con todas sus peculiaridades, su enfermedad y sus errores, es un artísta con todas las letras y un genio en creatividad. Que popularmente, se le conozca o se le quiera conocer como un 'pirado' sin más, no implica que lo sea. El día de mañana se le besará el culo y se le recordará como un adelantado a su tiempo, como ocurre con muchos.
Independientemente de todo esto, está contribuyendo más que otras figuras que viven presumiendo de sus actos benéficos y esconden detrás cosas muy turbias, por las que nunca se les juzgará por ser figuras que compran su propia prensa. Véase Jay-z y Beyoncé.
Para las iluminadas que se ríen de lo de Jay-Z: https://elpais.com/elpais/2019/12/03/icon/1575382901_613268.html
Foto policial de Jay-Z tomada en la noche de 1999 en que fue detenido por apuñalar a un ejecutivo discográfico en un club neoyorquino.
Disiento en algo: Kanye West sí que era muy respetado. Se lo consideraba un músico talentoso, que en términos de educación, letras, música y actitud ante la vida nada tenía que ver con los otros raperos de su generación, como 50 cent.
Lo que lo ha matado y lo ha convertido en el hazmer reir han Sido dos cosas: su relación con las Kardashian y su incursión en la moda. El problema con Kim es que él solía criticar ese tipo de mujer consumista en sus canciones (Golddigger por ejemplo) y con una terminó. Con la moda empezó su megalomanía, su tendencia a creer que era lo máximo en todos los sentidos y podía compararse con gente más experimentada. Y ahora le ha salido esa euforia religiosa, que termina siendo preocupante porque lo lleva a querer imponerle cosas como el celibato a la gente que lo rodea.
Pero respetado sí era. No era un tipo maltratado por la prensa, ignorado por sus pares o incomprendido musicalmente. Vamos, para nada era Van Gogh. No, él mismo hizo que su vida eclipsara su obra.