Las carreteras de montaña más bellas de Europa (y cómo disfrutarlas con seguridad)

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Gozar del paisaje mientras conduces siempre es un valor añadido. Te damos varios consejos para que nunca pierdas el control del volante en este tipo de vías
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EC BRANDS
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09.04.2018 –
Lo importante de un viaje no es el destino, es el trayecto. ¿Cuántas veces hemos escuchado esta máxima? ¿Y cuántas veces nos hemos dado cuenta de lo acertada que es, especialmente en viajes por carretera? La vieja Europa, con su orografía cambiante, puede presumir de contar con algunas de las rutas de montaña más pintorescas del planeta al alcance de nuestra mano.

Debido a sus características, es importante algunos consejos básicos a la hora de conducir en estas carreteras. Como no pisar los frenos y jugar con lasmarchas más cortas para que nuestro coche pueda afrontar una pendiente muy empinada o los descensos. Mantener una velocidad constante para que el consumo de combustible no sea exagerado es también una máxima a seguir.

Son trayectos para disfrutar en cualquier época del año. Si decides recorrer estas carreteras en invierno, la nieve puede ser uno de tus contratiempos. Por eso siempre es aconsejable contar con un juego de cadenas en el maletero y conducir de manera suave, sin movimientos bruscos. Sigue las huellas de otros coches y utiliza el freno del motor para evitar frenadas que nos puedan hacer patinar.



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Si aparece la lluvia, conviene mantener presente que los primeros momentos son los más peligrosos, ya que el polvo acumulado y el agua forman una película deslizante. No olvides que las distancias de frenado serán más largas por lo que, en bajada, es conveniente extremar la precaución. Si tu problema es el viento mantente firme al volante, modera la velocidad y sírvete de la vegetación para saber en qué dirección sopla. Si te encuentras con un banco de niebla recuerda que usar las largas es contradictorio, ya que se crea un efecto espejo.

Es importante saber que los fabricantes de vehículos cada vez incorporan más novedades tecnológicas destinadas a aumentar la seguridad, como la tracción a las cuatro ruedas. Esto ha permitido que en condiciones adversas un vehículo pueda mantener la estabilidad sobre el piso y evitar así posibles problemas derivados de un subviraje o un sobreviraje. El control de tracción, inventado por Bosch en 1986, también se encarga de corregir problemas que pueden venir ocasionados por la nieve o el hielo. Con esta tecnología, el vehículo detecta si una rueda patina y pone en marcha una serie de medidas para que el conductor recupere el control lo antes posible.

En el caso de Subaru, el fabricante japonés ha implementado un paquete de mejoras que, bajo el nombre de Seguridad Integral Subaru, integran una serie de sistemas para mejorar el rendimiento y la seguridad del vehículo en circunstancias adversas.

Por ejemplo, la función X-Mode, que es una de las mejoras que se encuentran en los últimos vehículos de la marca, como es el Subaru XV, incrementa la tracción en condiciones de baja adherencia y permite al vehículo reducir la velocidad en bajadas acentuadas. El sistema Subaru Eyesight, un conjunto de cámaras dentro del coche, permite al vehículo saber todo lo que sucede a su alrededor para activar mejoras como la frenada precolisión, el control de crucero adaptativo o el asistente de mantenimiento de carril.


Ruta Quebrantahuesos (Pirineo aragonés)

Para comenzar, vamos a destacar una ruta cercana. Enclavada en la vertiente aragonesa de los Pirineos, la Quebrantahuesos se ha convertido en una ruta famosa entre los ciclistas aficionados debido a la marcha cicloturista que se celebra cada año y que consigue agotar las inscripciones.

Con salida desde Sabiñánigo, y tras pasar por Jaca, la pista sube los puertos de Somport, se adentra en Francia para hacer lo mismo con el Marieblanc y le Pourtalet y regresa a España para pasar por Biescas antes de finalizar, de nuevo, en Sabiñánigo. En total, más de 198 kilómetros de preciosos paisajes, cascadas y mucho verde que te hará amar Pirineos como nunca.



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Paso del Stelvio en los Alpes (Italia)
Una cima que se ha hecho también famosa con los años por su peso en el calendario ciclista, especialmente en el Giro de Italia donde se ha convertido en más de una ocasión en la llamada Cima Coppi (el pico más alto que se escala en cada edición de la ronda). No en vano, su punto más alto se encuentra a 2.770 metros sobre el nivel del mar.

Pero donde el Stelvio se convierte en un gigante es en su escalada por la cara norte, donde las 48 horquillas que la conforman regalan a sus espectadores unas vistas únicas del segundo puerto más alto de los Alpes. La carretera ya merece la pena pero el paisaje, el Parque Nacional del Stelvio, la sitúa como uno de los mayores reclamos: cascadas, bosques interminables y las montañas alpinas. Subir tanto tiene una contrapartida: normalmente, entre noviembre y abril, la carretera suele estar cerrada por las nevadas, así que aprovecha el buen tiempo para disfrutar de tu paseo.



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El Mont Ventoux (Francia)
Otra carrera con una buena dosis de misticismo gracias al ciclismo. El Mont Ventoux le debe su nombre a los fuertes vientos que soplan en su cima que provoca que, a veces, la carretera tenga que ser cerrada.

El Ventoux -también llamado 'el Gigante de la Provenza'- acapara la atención de los conductores gracias a su espectacular paisaje lunar, en el que apenas crece vegetación a pesar de que no llegar a los dos mil metros. El Ventoux, catalogado como Reserva de la Biosfera, se puede subir desde tres lugares diferentes, siendo la ascensión desde Bédoin, por la cara sur, la más conocida y la que obliga a salvar un desnivel de 1.600 metros a lo largo de 22 kilómetros.



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Paso de San Bernardino (Suiza)
Se puede recorrer en algo menos de 40 minutos y tiene unos 33 kilómetros de largo. Este paso situado en los Alpes suizos conecta las localidades de Splugën y Mesocco y se cree que sus primeros transeúntes datan de la prehistoria. Con los años, este camino se convirtió en una ruta comercial que entre los meses de octubre y mayo suele estar cerrada por las nevadas.

Cascadas, pequeños lagos y la vegetación típica de la zona adornan una excursión que culmina en las ruinas del castillo de Castello Mesocco, fortificación que dominaba la zona entre el siglo XIII y el XVI. Su fortaleza jamás fue conquistada.



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Grossglockner Hochalpenstrasse (Austria)
A lo largo de 48 kilómetros por una carretera de pago (cuesta alrededor de 35 euros) podremos disfrutar de algunas de las vistas más majestuosas del centro de Europa gracias a su sucesión de impresionantes panorámicas unidas a algunos de los picos más altos del continente. Mención especial merece el Grossglockner, con sus 3.789 metros de altura.

La carretera nunca llega tan alto, aunque se queda en unos más que interesantes 2.571 metros que ascienden a lo largo de 26 curvas y que dan acceso al parque natural de Grossglockner y al glaciar Franz Josef Kaiser. Aunque tal y como sucede con el Stelvio, la carretera suele estar cortada entre octubre y mayo debido a las condiciones climatológicas.



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https://www.elconfidencial.com/moto...-italia-pirineos-austria-francia-bra_1541414/
 
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