El Mundo Orbyt.
LA VIDA DE LOS OTROS
EMILIA LANDALUCE
05/11/2016
COSPEDAL RECUPERARÁ LA MANTILLA QUE DEJÓ DOÑA LETIZIA
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Sin embargo, al final, como titulamos en EL MUNDO ayer viernes, Mariano sólo reforzó el marianismo, una corriente política que ya debería estudiarse en las facultades de Políticas. En las últimas semanas, la mayoría fantaseaba con la forma en la que Rajoy dirimiría el pulso entre Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal. ¿Y quién ha ganado? Cospedal se ha quedado el Ministerio de Defensa [sigue la estela de Pepe Bono], que algunos dicen insignificante, pero ha colocado a Zoido y Monserrat, dos de los suyos, en Interior y Sanidad.
Sáenz de Santamaría, por su parte, se queda como supervicepresidenta con su CNI pertinente, lo que demuestra la habilidad de Mariano para lidiar con las cuitas del poder. Más complicado le ha resultado vadear otras lides más personales. Cuenta un sorayista que pese a que la rumorología le situaba fuera desde que se disolvieron las Cortes hace casi un año ya, el vitriólico Margallo seguía empeñado en repetir como ministro. [De ahí los resquemores con Moragas en el Congreso] y seguir escribiendo libros de 700 páginas. Así que no se le ocurrió otra cosa que contraponer su figura a la de Soraya. Es improbable que fuera un ella o yo porque ya sabemos que Mariano siempre responde sí pero no. Sin embargo, conociendo la osadía del gallo —se ofreció como presidente de un gobierno de concentración— es fácil creer que así fue. Por otro lado habría que considerar que Rajoy ha echado a sus dos amigos del nuevo Ejecutivo. Dicen por ahí que Fernández Díaz ya se sabía fuera desde la filtración de sus escuchas y por eso, decidió adoptar cierto tono digno, de abandono. Ahora tendrá todo el tiempo del mundo para pasear a su perra Lolita y conducir con su ángel de la guarda. Al final resultará cierto lo que dicen sus críticos: Mariano tiene poco corazón. ¿Y está molesta la vice porque le hayan quitado la portavocía del Gobierno? Los suyos dicen que está encantada.
Ayer me mandaron un montaje de Cospedal vestida de legionaria cachonda; otro, con casco emulando a Gila... El nombramiento de la rutilante ministra de Defensa quizás devuelva algo al ejército español de lo que nunca debió ser privado: la mantilla... Doña Sofía la utilizaba a menudo pero la Reina Letizia la ha relegado al fondo de armario junto a los vaqueros descoloridos y los pantalones piratas de Palma. Incluso el duque de Alba le llegó a aconsejar que la utilizara más.
En estos tiempos de incertidumbres para algunos es difícil explicar la importancia de la Monarquía aunque no tendría que ser así. La Institución debería conservar cierto halo de permanencia, de seguridad ante los devaneos políticos y la ligereza de los partidos.¡Hola! mostraba el miércoles cómo celebró la Princesa de Asturias su cumpleaños: con una gorra calada hasta las orejas. Dicen en Zarzuela que la Reina dice que las niñas tienen derecho a disfrutar de su infancia y a ser como el resto. Parece difícil que así sea si ni siquiera pueden ver. Con la gorra, queremos decir.
Clara Serra no podrá ir al Salón Internacional del Caballo de Sevilla porque estarán celebrándose las primarias de Podemos en Madrid. Un vídeo de la profa practicando volteo ha soliviantado las redes esta semana. Algunos han hecho comentarios de dudoso gusto pero a mí lo que realmente me suscita al contemplarlo es envidia. ¡Qué tía! ¡Cómo monta!
LA VIDA DE LOS OTROS
EMILIA LANDALUCE
05/11/2016
COSPEDAL RECUPERARÁ LA MANTILLA QUE DEJÓ DOÑA LETIZIA
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Sin embargo, al final, como titulamos en EL MUNDO ayer viernes, Mariano sólo reforzó el marianismo, una corriente política que ya debería estudiarse en las facultades de Políticas. En las últimas semanas, la mayoría fantaseaba con la forma en la que Rajoy dirimiría el pulso entre Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal. ¿Y quién ha ganado? Cospedal se ha quedado el Ministerio de Defensa [sigue la estela de Pepe Bono], que algunos dicen insignificante, pero ha colocado a Zoido y Monserrat, dos de los suyos, en Interior y Sanidad.
Sáenz de Santamaría, por su parte, se queda como supervicepresidenta con su CNI pertinente, lo que demuestra la habilidad de Mariano para lidiar con las cuitas del poder. Más complicado le ha resultado vadear otras lides más personales. Cuenta un sorayista que pese a que la rumorología le situaba fuera desde que se disolvieron las Cortes hace casi un año ya, el vitriólico Margallo seguía empeñado en repetir como ministro. [De ahí los resquemores con Moragas en el Congreso] y seguir escribiendo libros de 700 páginas. Así que no se le ocurrió otra cosa que contraponer su figura a la de Soraya. Es improbable que fuera un ella o yo porque ya sabemos que Mariano siempre responde sí pero no. Sin embargo, conociendo la osadía del gallo —se ofreció como presidente de un gobierno de concentración— es fácil creer que así fue. Por otro lado habría que considerar que Rajoy ha echado a sus dos amigos del nuevo Ejecutivo. Dicen por ahí que Fernández Díaz ya se sabía fuera desde la filtración de sus escuchas y por eso, decidió adoptar cierto tono digno, de abandono. Ahora tendrá todo el tiempo del mundo para pasear a su perra Lolita y conducir con su ángel de la guarda. Al final resultará cierto lo que dicen sus críticos: Mariano tiene poco corazón. ¿Y está molesta la vice porque le hayan quitado la portavocía del Gobierno? Los suyos dicen que está encantada.
Ayer me mandaron un montaje de Cospedal vestida de legionaria cachonda; otro, con casco emulando a Gila... El nombramiento de la rutilante ministra de Defensa quizás devuelva algo al ejército español de lo que nunca debió ser privado: la mantilla... Doña Sofía la utilizaba a menudo pero la Reina Letizia la ha relegado al fondo de armario junto a los vaqueros descoloridos y los pantalones piratas de Palma. Incluso el duque de Alba le llegó a aconsejar que la utilizara más.
En estos tiempos de incertidumbres para algunos es difícil explicar la importancia de la Monarquía aunque no tendría que ser así. La Institución debería conservar cierto halo de permanencia, de seguridad ante los devaneos políticos y la ligereza de los partidos.¡Hola! mostraba el miércoles cómo celebró la Princesa de Asturias su cumpleaños: con una gorra calada hasta las orejas. Dicen en Zarzuela que la Reina dice que las niñas tienen derecho a disfrutar de su infancia y a ser como el resto. Parece difícil que así sea si ni siquiera pueden ver. Con la gorra, queremos decir.
Clara Serra no podrá ir al Salón Internacional del Caballo de Sevilla porque estarán celebrándose las primarias de Podemos en Madrid. Un vídeo de la profa practicando volteo ha soliviantado las redes esta semana. Algunos han hecho comentarios de dudoso gusto pero a mí lo que realmente me suscita al contemplarlo es envidia. ¡Qué tía! ¡Cómo monta!