La vida de los otros.Emilia Landaluce.23/04/2016

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LA VIDA DE LOS OTROS

EMILIA LANDALUCE

23/04/2016

DON JUAN CARLOS NO COME SETAS POR MIEDO A QUE SEAN VENENOSAS

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Se sabe que al rey Juan Carlos le gustan las sardinas Cuca picantes y el Castillo de Ygay. También los callos. Y el jamón. ¿Y a quién no? Sin embargo, no prueba las setas. Dicen que es porque les tiene un temor cerval. Le da miedo que alguna sea venenosa.



Los amigos del Rey emérito —los buenos— coinciden en que Corinna Zu Sayn Wittgenstein es “lo peor” que le pudo pasar a SM. La princesa alemana colea entre las sombras de lo que fue el reinado de don Juan Carlos. La dama aparece en Panamá y ya atisbamos la corona. No le resten méritos. El camino hacia entrañable estuvo jalonado de dificultades que ella supo superar, como tantas, tragando. A un amigo mío le dio un consejo valiosísimo mientras mordisqueaba pensativa una morcilla [sin segundas]. “Si alguna vez te rozan los zapatos, póntelos un par de horas con calcetines mojados”. Funciona.



Es natural que campechano desconfíe de los revueltos de setas. A él mismo se le ha pasado algún que otro hongo venenoso. “No tiene suerte para los amigos”. Donde pone el ojo, [un juez] pone la maza. El conde de Fontao es igual que Carlos Pumares. José Manuel Romero conoció a don Juanito cuando el entonces príncipe picaba alguna que otra asignatura en la facultad de Derecho. Enseguida congeniaron. Fontao era un tío rápido e inteligente. “Algo sobrado”, recuerdan algunos. Quizás por eso, el emérito decidió convertirle en su abogado. ¿Su especialidad? El encaje de bolillos. Así lo demostró el pasado jueves en su declaración en el caso Nóos: “No vi una actividad ilícita, sino inadecuada”, dijo al respecto de su intervención en el instituto sinónimo de lucro en 2006. Ahora también niega que ayudara a Urdangarin a montar la Fundación Deporte, Cultura e Integración Social con la que el ex duque sableó al Ayuntamiento de Madrid. ¿Qué dijo el conde al respecto? “Vi que estaba bien constituida, pero no sé quién la dirigía. Supe después que era Torres”. Se nota que el conde tiene algo de gallego.

Precisamente en Foz (Lugo) tiene Fontao su retiro. Se trata de un pazo a orillas del Ouro en el que se refugia con su mujer Ana María Dupla, subdirectora general de Archivos de la Comunidad de Madrid. El caserío está enclavado en una finca forestal de considerables dimensiones. Los lugareños, tan fantasiosos como en cualquier parte del mundo, no saben calcular el número de hectáreas que posee el conde —“muchas, muchas”— pero explican que cada 30 de noviembre organizan una fiesta con baile en honor de San Andrés, santo al que está consagrada la capilla. Las crónicas de negritas se tejen con hilos dorados. Fontao consigue cuadrar las cuentas de su finca vendiendo madera. Carne de Pinocho.



Andrea Levy recibe en la sede maldita de Génova las cartas de sus admiradores. Que sí. Que los tiene. La diputada del Parlament es un manojito nervioso que camina por la vida política repicando sus tacones y blandiendo el argumentario de la “derecha moderna”. Un señor le cuenta que la ama y que se ha encargado una dentadura postiza nueva [he ahí al votante prototípico del PP] para ir a verla; otro que la ha visto en televisión y que le gusta cómo va vestida. También le llegan algunas cartas subidas de tono. Torridísimas. La semana pasada en un acto, uno de estos admiradores trató de acercarse a su mujer primordial, su Eva, perdón, su Andrea. Seguridad lo identificó. La política no le dio importancia. El Parlament es una jungla. Levy fue la primera en reparar en la nueva ocurrencia de la CUP: incentivar el uso de copas menstruales y esponjas marinas en lugar del clásico tampax. Lo de la copa —al fin y al cabo: cup en inglés — parece lógico. Pesan las siglas pero... ¿y las esponjas marinas? “Para una vez que no proponéis algo antisistema”, le decía Levy a las indepes. Se nota que Anna Gabriel ya le recorta el flequillo Montoro.

No hay declaración de amor más bella y contundente que ese “quiero ser tu tampax” del príncipe Carlos a Camila. Ya no podremos decir lo mismo. Yo quiero ser tu esponja marina. Para chuparte la sangre.

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:)"Precisamente en Foz (Lugo) tiene Fontao su retiro. Se trata de un pazo a orillas del Ouro en el que se refugia con su mujer Ana María Dupla, subdirectora general de Archivos de la Comunidad de Madrid."

Que curioso, que bien colocados están todos, ningún hijo o familiar de la casta cobra el paro.
 
:)"Precisamente en Foz (Lugo) tiene Fontao su retiro. Se trata de un pazo a orillas del Ouro en el que se refugia con su mujer Ana María Dupla, subdirectora general de Archivos de la Comunidad de Madrid."

Que curioso, que bien colocados están todos, ningún hijo o familiar de la casta cobra el paro.

No se puede generalizar. Esa señora ha podido alcanzar esa posición por sus propios méritos. Digo yo. :cat:
 
No escribe mal Landaluce pero no dice nada. Es una perdida de tiempo leerla.
 
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