El Mundo Orbyt.
LA VIDA DE LOS OTROS
EMILIA LANDALUCE
21/10/2017
LOS AZNAR CELEBRAN 40 AÑOS DE CASADOS
Descubra Orbyt
Para desgracia de los lectores más tibios debo confesarles que es imposible no hablar de lo que pasa en Cataluña. Sobre todo si, como es mi caso, se escribe desde Barcelona. Ayer tenía previsto estar en Oviedo (me debían haber invitado por error) en los Premios Princesa de Asturias. Sin embargo, la respuesta de Puigdemont a las misivas de Rajoy me devolvieron al antaño oasis. El jueves, mientras la lluvia arreciaba sobre los manifestantes de la CUP, todos gritaban (de broma) que la tromba de agua era una manguera que les había abierto Rajoy. El todo es culpa de Madrid llevado a la astracanada irónica. Alguno seguro que se lo cree. Ningún español, desde luego.
Puchi es el que más me interesa de esta historia. ¿Qué se le pasará por su cabecita de mocho de las Miau? Le pregunto a las personas que le conocieron cuando era joven. “Nunca engañó a nadie. Siempre fue muy nacionalista. Súper convencido. A mí me sorprende mucho lo que está haciendo porque era un tipo súper soso. Muy aburrido”. ¿Pero entonces ya tocaba la guitarrita? “Sí, pero es un rollo. Tiene muy poco sex appeal”.
Me da pena no haber visto en directo el discurso del Rey Felipe VIen la ceremonia. (Ya sabemos que las élites van mendigando una salida pactada) pero hubiera sido interesante recabar impresiones. Los nobles (salvo Méndez de Vigo y poco más) pintan ya poco aunque es emocionante ir a las misas que organizan para pedir por España. Me parece que ya lo conté. O puede que no. El día antes de la manifestación de Sociedad Civil Catalana, muchos aristócratas de camino a Barcelona se pararon en Zaragoza para hacer una solemnísima petición a la Virgen del Pilar para que interviniese y se aplacara el sentimiento nacionalista. Estaría también bien que colaboraran económicamente en la causa. De verdad.
La verdad es que es difícil que el amor escape a la política. Me cuenta un diplomático conocedor de todos los entresijos burocráticos de Bruselas que a veces, los discursos de Jean-Claude Juncker están matizados por la parcial visión de Viviane Reding, actual vicepresidenta de la Comisión Europea. ¿Y eso es importante? Por supuesto. En Luxemburgo, país de origen de Reding, todos saben de la historia de amor que vivió en brazos de un independentista. De hecho, tras los atentados de Barcelona envió su pésame a la ciudad en perfecto catalán. Cuidado con ella. Y con Juncker que ya sabemos que a veces se pasa con las copas. Menos mal que la sidra es suave.
¿Y nadie se pregunta qué edil de Carmena se casó en Reno?
LA VIDA DE LOS OTROS
EMILIA LANDALUCE
21/10/2017
LOS AZNAR CELEBRAN 40 AÑOS DE CASADOS
Descubra Orbyt
- Disminuye el tamaño del texto
- Aumenta el tamaño del texto
- Imprimir documento
- Comparte esta noticia
Para desgracia de los lectores más tibios debo confesarles que es imposible no hablar de lo que pasa en Cataluña. Sobre todo si, como es mi caso, se escribe desde Barcelona. Ayer tenía previsto estar en Oviedo (me debían haber invitado por error) en los Premios Princesa de Asturias. Sin embargo, la respuesta de Puigdemont a las misivas de Rajoy me devolvieron al antaño oasis. El jueves, mientras la lluvia arreciaba sobre los manifestantes de la CUP, todos gritaban (de broma) que la tromba de agua era una manguera que les había abierto Rajoy. El todo es culpa de Madrid llevado a la astracanada irónica. Alguno seguro que se lo cree. Ningún español, desde luego.
Puchi es el que más me interesa de esta historia. ¿Qué se le pasará por su cabecita de mocho de las Miau? Le pregunto a las personas que le conocieron cuando era joven. “Nunca engañó a nadie. Siempre fue muy nacionalista. Súper convencido. A mí me sorprende mucho lo que está haciendo porque era un tipo súper soso. Muy aburrido”. ¿Pero entonces ya tocaba la guitarrita? “Sí, pero es un rollo. Tiene muy poco sex appeal”.
Me da pena no haber visto en directo el discurso del Rey Felipe VIen la ceremonia. (Ya sabemos que las élites van mendigando una salida pactada) pero hubiera sido interesante recabar impresiones. Los nobles (salvo Méndez de Vigo y poco más) pintan ya poco aunque es emocionante ir a las misas que organizan para pedir por España. Me parece que ya lo conté. O puede que no. El día antes de la manifestación de Sociedad Civil Catalana, muchos aristócratas de camino a Barcelona se pararon en Zaragoza para hacer una solemnísima petición a la Virgen del Pilar para que interviniese y se aplacara el sentimiento nacionalista. Estaría también bien que colaboraran económicamente en la causa. De verdad.
La verdad es que es difícil que el amor escape a la política. Me cuenta un diplomático conocedor de todos los entresijos burocráticos de Bruselas que a veces, los discursos de Jean-Claude Juncker están matizados por la parcial visión de Viviane Reding, actual vicepresidenta de la Comisión Europea. ¿Y eso es importante? Por supuesto. En Luxemburgo, país de origen de Reding, todos saben de la historia de amor que vivió en brazos de un independentista. De hecho, tras los atentados de Barcelona envió su pésame a la ciudad en perfecto catalán. Cuidado con ella. Y con Juncker que ya sabemos que a veces se pasa con las copas. Menos mal que la sidra es suave.
¿Y nadie se pregunta qué edil de Carmena se casó en Reno?