La verdadera historia de Jesús Aguirre, duque consorte de Alba

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Parece que las declaraciones de Eugenia Martínez de Irujo sobre Jesús Aguirre van a provocar que se empiece a hablar públicamente de la "verdadera historia" del conocido como "cura Aguirre" o, más malvadamente, como "la Virgen de Atocha".

Abro un hilo específico sobre él, porque el tema va más MUCHO más allá de lo que su hijastra ha dicho de él. En otro hilo @MMarina preguntaba esto:
¿Se sabe por qué Aguirre era tan amiguito de los sociatas poderosos de los años 70? Digo, antes del casorio.

En 1956 los jesuitas le dieron a Jesús Aguirre (que nunca llegó a entrar formalmente en la Compañía de Jesús) una beca para ampliar estudios de Teología en Munich. Allí coincidió con quien sería mucho después el papa Benedicto XVI, pero también con un grupito de curas progres, "liberados" en el tema sexual y medio marxistas, un perfil que empezó a ponerse de moda en aquella Iglesia post-conciliar. Hizo buenas migas con estos últimos y cuando volvió a España se afilió al Frente de Liberación Popular, el coloquialmente llamado FELIPE. En esta organización defendían una especie de socialismo no republicano, progre en temas de sociedad y costumbres, todo ello sin alborotos callejeros porque eran gente bien. La fundó Julio Cerón Ayuso y el cura Aguirre estrechó relaciones allí con algunos de los prebostes que en el régimen siguiente se enrolarían en el PSOE, como Leguina, Peces-Barba, Jose Mª Maravall o Narcís Serra. Se convirtió en el cura de cabecera de toda la progresía bien capitalina y casó, entre otros, a Manuela Carmena.

En aquella época Jesús Aguirre era un homosexual activo pero atormentado y con una marcada querencia por la carne joven. De entonces fue su presunta pasión por un guapo adolescente llamado Enrique Ruano que empezó a frecuentar las reuniones del FELIPE y a difundir su propaganda clandestina. Los adultos bien situados de este club apenas fueron molestados por el régimen de Franco. Pero Enrique tuvo un final trágico y prematuro: murió al caer al vacío desde una ventana mientras agentes de la Brigada Político-Social hacían un registro en un apartamento de la calle Príncipe de Vergara de Madrid. Tres días antes había sido detenido en un bar y fue llevado a esta vivienda que, supuestamente, frecuentaba. Nunca ha estado claro si en aquel registro buscaban algún material comprometido y se produjo un su***dio (versión oficial que poca gente creyó), si querían sonsacarle algo al muchacho y se les fue la mano, o si sencillamente alguien decidió quitarlo de en medio por alguna razón. Ocurrió en 1969 y la familia del infortunado Ruano consiguió que se reabriera el caso en los años 90 y se imputara a los agentes que participaron en aquel registro.

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Por respeto al difunto no entraré en la rumorología que siempre ha corrido sobre la relación de Jesús Aguirre con el infortunado chico. En el digital de Juan Luis Galiacho (El Cierre Digital) publican hoy un artículo donde dicen esto: "Sin embargo, Aguirre no era feliz. Su vida privada seguía generándole dilemas íntimos. A mediados de la década conoció a Enrique Ruano un joven adolescente de ideas izquierdistas. Para muchos la persona a quien más quiso en su vida el cura Aguirre". A la crisis o los remordimientos que le provocó al cura Aguirre el trágico final de Enrique Ruano se le atribuye su abandono del sacerdocio: "La desaparición de Ruano marcó profundamente a Aguirre. Hasta su último día tendría fotos de él en su despacho. El cura sufrió una crisis de fe que le llevó a abandonar los hábitos en ese año de 1969. Lejos de la carrera sacerdotal se hizo cargo de la editorial Taurus donde se mezcló aún más con la clase intelectual española editando a autores como Javier Pradera, Juan García Hortelano o Fernando Savater."

En julio de 1992 Aguirre publicó un texto elegíaco en El País titulado "Enrique Ruano: el dolorido sentir"donde escribía algunas cosas curiosas. Por ejemplo:

1) Que él fue director espiritual (no sé si ponerlo entre comillas) del joven, tanto en cristianismo como en marxismo: "Pude guiar su fe cristiana que vacilaba entre sus dudas y las mías: "Creo, Señor, ayuda tú mi incredulidad". Y me fue más difícil despojarle de complejos frente a Javier Sauquillo, pequeñajo y feúcho y verdaderamente listo en marxismos y otras actualidades. Desconocía en aquel tiempo que Ruano trataba con Carlos Castilla del Pino, con el cual luego intimé yo tanto.".

2) Una equiparación entre Ruano y Antínoo, el amante juvenil del emperador Adriano, prematuramente fallecido en un su***dio-sacrificio para proteger al emperador de un destino aciago: "Un alumno de Filosofía y Letras me abordó muy contrito mucho más tarde; había transmutado a Enrique Ruano en un Antínoo sin emperador Adriano. El poema de dicho alumno apareció en el mismo diario. No lo había yo leído y me alertó Elías Díaz, con quien topé por casualidad en las bajuras de mi barrio".

3) Le propusieron oficiar una eucaristía pública en memoria de Ruano y él no quiso. Da como razón (¿o excusa?) que el muchacho había perdido la fe: "Me propusieron los de Cuadernos para el Diálogo celebrar una Eucaristía pública y con mucha gente a más de los espías de la Brigada Social. Rehusé, puesto que me constaba que Ruano vivió sus últimos anos (sic) sin relación alguna con Dios y con la Iglesia. Misa hubo y a cargo de un jesuita que se llama Antonio Marzal. Los reverendos padres siempre fueron maestros en epiqueyas para el éxito. Mi mejor oración fue dedicar a Ruano en mi libro Sermones en España cuatro sobre la muerte. Los señorines de Orientación Bibliográfica, que así se llamaba la censura de libros en el Ministerio de Información, insistieron en que prescindiese de la dedicatoria; me negué en rotundo. La salida del libro se retrasó por tan sentida causa más de un año. Que te lleven los ángeles".

4) Explica esas fotos de Ruano que tanto llamaban la atención en su despacho del Palacio de Liria diciendo que eran regalo de la madre del chico: "En mi actual cuarto de trabajo en Liria, su fotografía, que me envió desde la calle Conde de Aranda su madre, luce entre una de Virgina Woolf y otra de Aranguren..."
https://elpais.com/diario/1992/07/18/opinion/711410412_850215.html

Para rizar más este rizo, los padres de Enrique Ruano demandaron a Torcuato Luca de Tena poco después de la muerte de su hijo por publicar en ABC extractos de una carta del joven, al parecer real y dirigida al psiquiatra Carlos Castillo del Pino, pero que se reprodujo como si fuera parte de un falso diario personal del chico ("Del diario de Enrique Ruano"). Entre las alusiones de rigor a "la subversión" política, Luca de Tena deslizaba la insinuación de que algún adulto perverso había ejercido una influencia dañina sobre el joven que lo había llevado, incluso, al desequilibrio psíquico. Los padres de Ruano ganaron la demanda y meses después el diario fue obligado por los tribunales a publicar una rectificación.

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http://lahemerotecadelbuitre.com/pi...-carta-del-fallecido-como-si-fuera-su-diario/

En El Cierre describen así la vida de Aguirre tras la desaparición de Ruano. El mote con que se conocía a Aguirre es revelador, máxime a la luz de todo lo que ha emergido después de los clérigos pederastas:

"En esos años, los últimos de la dictadura franquista, Aguirre intentaba poner orden en su vida privada. La imagen de Ruano lo perseguía e intentaba recuperarla estableciendo, o intentándolo, relaciones con jóvenes, especialmente estudiantes de la Ciudad Universitaria. Esta querencia suya por los efebos le ganó el sobrenombre de La Virgen de Atocha, porque como la famosa imagen de la Nuestra Señora estaba siempre con un “niño” en brazos.

En 1975 conoce a Cayetana Fitz James Stuart, XVIII Duquesa de Alba, en una cafetería cercana a la plaza de Ópera en Madrid. El primer encuentro no fue nada positivo y que se cayeron fatal mutuamente. Finalmente, iniciaron una relación sentimental que sorprendió al todo Madrid. La máxima representante de la rancia nobleza se unía con un intelectual no menos elitista. Dos uniones de egos en perfecto estado de revista".

https://elcierredigital.com/ventana-indiscreta/704183686/jesus-aguirre-historia.html

Mañana prometen la segunda entrega de "La verdadera historia de Jesús Aguirre".

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Última edición:
Muchas gracias por el artículo. En su día leí mucho sobre Aguirre, conocía la historia d eRuano, pero ya ves no las conjugué. Ahora hay cosas que tengo más claras.

Hablando d ecosas claras, voy y a agregar un par de detalles y quizás rectificr otros también.

- Es verdad que J.A. nunca fue jesuita aunque él mismo difundió el rumor. No lo admitieron por su descendencia, según cuentan. Y de ahí el odio que les profesaba.
-En Alemania no sólo se topó con la escuela teológica de Munich sino también con la filosófica de Fráncfort. Si miras fue Taurus quien editó la obra completa de Habermas.
-Ejerció de cura en la Ciudad Universitaria, de ahí que conociera a todos estos personajes desde que eran jóvenes. Se han olvidado de Boyer que era uno desus grandes seguidores. Creo que también Solana, pero no estoy segura. El iba detrás de aquellos estudiantes liberales que asistían a mis con sus importantes familias, porque es lo que buscaba.
-Estaba tan de moda como cura que era el que casaba a todos los niños bien de izquierdas, acabó como gafe porque según la leyenda no bendijo ningún matrimonio que no acabara en divorcio. Y no sólo en esta cuestión, también en otras tenía fama de gafe, esto último me ha llegado como cotilleo.
-En Taurus no empezó cuando dejó la sotana. Empezó de cura traduciendo y corrigiendo textos teológicos y llego a director de una manera inesperada que sorprendió a muchos.
- En cuanto a Ruano, la versión más probable es que el diario fue un pedido de Fraga para demostrar que tenía ideas suicidas. Según la leyenda cuando los padres se quejaron ante Fraga, demandaron y hablaron con periodistas, Fraga amenazó con que su hija también podría suicidarse.
-Para explicar el nick de La Virgen de Atocha a hispanohablantes que no lo sepan, Atocha es también una estación. Las estaciones son generalmente lugares en los que los chaperos ejercen su trabajo.

Esperando estoy la secuela.Muchas gracias.
 
Ahora ya entiendo mejor porque sorprendió al todo Madrid si era homosexual más que porque un ex cura se casara con la Duquesa.
Igual que Alfonso pero los periodistas se pasaban el día diciendo: el amor de Cayetana y ahora resulta que Alfonso ha rehecho su vida y ahora la prensa dice y repite hasta cuatro veces en un reportaje: Alfonso Diez ha rehecho su vida con una mujer ó hombre e insistió por si no lo pillábamos. También ya les vale.
 
Parece que la prensa ha levantado la veda. Así son de valientes: con la Virgen de Atocha viva no se atrevieron.
Aunque de momento, solo el digital de Galiacho se ha atrevido a meterse en el proceloso asunto de Ruano y la efebofilia de Aguirre.

* * *

Así se convirtió Jesús Aguirre en la «pesadilla» de los Alba

Tras desvelar Eugenia y Cayetano el punto malvado del segundo marido de su madre, es Fernando quien ahora ratifica que el jesuita «era muy retorcido». El duque consorte llegó a considerarse titular del ducado, tanto que hablaba en plural como «nosotros, los Alba»

Jesús Aguirre, segundo marido de Cayetana Fitz-James Stuart, no fue un hombre querido por los hijos ni por muchas de las amistades de la aristócrata. La peculiar personalidad de «el cura» (como le llamaban) no facilitó la vida en común y nunca llegaron a ser una unidad familiar compacta. Eugenia Martínez de Irujo, la menor de la Casa Alba, ha actualizado esa etapa calificándola de «pesadilla» en el programa de Jesús Calleja. No tuvo reparos en explicar al aventurero la nula sintonía con Aguirre. Tenía 10 años cuando escuchó por primera vez hablar del «novio de mamá» y 11 cuando la hizo llorar por primera vez. En una especie de catarsis emocional la condesa de Montoro ha soltado todo lo que llevaba dentro durante tanto tiempo y que la hizo infeliz. Y cuenta cómo Aguirre le decía que si seguía viviendo en Liria era porque él quería. Incluso la llegó a hacer responsable de la salud de Cayetana. «Que si le pasaba algo a mi madre, que según él estaba enferma del corazón, cosa que era mentira, yo sería la culpable. Lloré mucho», ha relatado Eugenia para sorpresa del público general, aunque no para el entorno y la familia Alba. Su hermano Cayetano también descubrió en varias entrevistas anteriores ese punto malvado del marido de su madre. El último ha sido Fernando, el mayor de los tres pequeños. Él no habría abierto ese melón porque «soy más conciliador, pero reconozco que Jesús no fue una buena persona con ninguno de nosotros. Era muy retorcido. Mi madre tampoco facilitaba las cosas». Y describe a un hombre con una capacidad importante de manipulación. «Mi madre tenía mucho carácter. Y eso lo sabe todo el mundo que la ha tratado. No se le podía llevar la contraria. Ella había elegido a Jesús y, por lo tanto, iba adelante pasara lo que pasara». Y así fue como Jesús Aguirre, sacerdote jesuita, resentido con la aristocracia y de una enorme cultura, entró a formar parte de la casa ducal más importante en el organigrama nobiliario de España. Eso sí, lo hizo como un elefante en cacharrería. Desplegó su poder, exigió despacho, tratamiento de duque al servicio y mandó bordar sus camisas y la ropa interior con la corona ducal. Este último dato, verdad o leyenda, lo contaban en la tertulia del Café Gijón, lugar al que acudía antes de convertirse en marido de Cayetana.

Los colegas con ironía decían: «El cura se ha puesto coronitas hasta en los calzoncillos». El escritor García Hortelano iba más allá: «Se viste con el mono de trabajo que utilizaba el padre de Cayetana cuando era embajador en Londres y tenían que bajar al refugio con los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial». Y no solo para sus paseos al aire libre sino también para escribir sus artículos. Tras esos comentarios llegaban las risas y las citas para acudir todos a lo que llamaba «la toma del palacio de invierno», que no era otra cosa que acudir a la llamada del amigo y «bebernos el vino y unos güiskis gratis». Lo curioso es que ninguno de ellos recordaba que Aguirre pagara cuando se reunían fuera de Liria. Contaban que el duque tenía su pensión más un dinero de bolsillo que le daba su mujer y que no superaba las dos mil pesetas mensuales. La duquesa decía que no le hacía falta más y Aguirre les contaba muerto de risa que sisaba en la cocina el dinero que estaba reservado para las propinas a los chicos de las tiendas que traían el pedido. Aguirre posaba cuando invitaba a sus amigos al Palacio de Liria debajo del retrato de Gaspar de Guzmán, conde-duque de Olivares, firmado por Velázquez. Era su gran puesta en escena, como contaba Manuel Vicent en el libro «Aguirre, el magnifico». Una obra que descubría facetas hasta ese momento desconocidas y que enfadó de tal manera a la duquesa que le retiró la palabra de por vida. «Él siempre iba cambiando de amigos. Huyendo de unos y de rico en rico. Su trayectoria fue siempre ascendente y, a medida que subía, iba dejando abajo a gente», decía Vicent. A su grupo más íntimo les enseñaba el vestidor del padre de Cayetana del que se surtía y les explicaba que usaba los zapatos de su suegro aunque le apretaran porque tenía un número más. También se paseaba por la estancia con sus zapatillas de terciopelo.

Federico Jiménez Losantos ha recordado en su programa el impacto que le produjo ver a Jesús Aguirre cantando «La estudiantina portuguesa» debajo de esa misma pintura. «Es de las situaciones más sorprendentes que he vivido». Vicent, junto con García Hortelano, Javier Pradera, Pedrusco Díaz, hermano de Alfonso, tercer marido de Cayetana, Clemente Auger y Carlos Barral, formaba parte del grupo de amigos del mundo editorial y periodístico que conocían de siempre al «cura Aguirre» y, por lo tanto, estaban al cabo de la calle de las peculiaridades del nuevo duque de Alba. Presumía, ante cualquier antepasado ducal, haciéndolo suyo. Cuando paseaba por los salones de Liria iba anunciándo a lo que ya consideraba familia: «Esta es nuestra famosa María Teresa Cayetana, la de la leyenda. La pintó Goya en 1795...». Y se quedaba tan fresco. Contaban que llegó a considerarse titular del ducado y utilizaba expresiones para remarcar esa singularidad. Hablaba en plural, refiriéndose a su persona, como «nosotros, los Alba». Llegó a cancelar algunas de sus citas profesionales y sociales utilizando como excusa sus dolores de cabeza, que definía como «la endemoniada jaqueca de los Alba». Y cuando el matrimonio se instalaba en primavera en el palacio sevillano de Dueñas, Aguirre recibía en el jardín y siempre hacía el mismo gesto. Señalaba un banco de azulejos mientras comentaba que «ahí se sentaba la emperatriz Eugenia de Montijo, nuestra pariente».

Asimismo, Aguirre explicaba a quien le quisiera escuchar que también reinaba en Venecia. «He aprendido veneciano después de convencer a mi mujer para que compremos un palacio en Venecia y lo ponga a mi nombre». No hubo palacio, pero sí un apartamento al que el duque consorte solía acudir solo o en compañía. Muchos años después, ya muerto Aguirre, Cayetana se instalaba en ese lugar acompañada de sus perros, un loro y una tortuga que viajaban con ella desde España. Los últimos años de Jesús Aguirre no fueron buenos. Cayetana nunca reconoció que se había equivocado, pero sí puso tierra de por medio. Mejor dicho, palacio. El «cura Aguirre» en Madrid, encerrado en sus habitaciones de Liria, y ella en Dueñas. Cuando murió su marido, enfermo de cáncer, Cayetana estaba en Sevilla y retardó su regreso hasta que todo estuviera en orden. No había necesidad de pasar un mal trago.

https://www.larazon.es/lifestyle/ge...guirre-en-la-pesadilla-de-los-alba-JD20769110
 

. Los últimos años de Jesús Aguirre no fueron buenos. Cayetana nunca reconoció que se había equivocado, pero sí puso tierra de por medio. Mejor dicho, palacio. El «cura Aguirre» en Madrid, encerrado en sus habitaciones de Liria, y ella en Dueñas. Cuando murió su marido, enfermo de cáncer, Cayetana estaba en Sevilla y retardó su regreso hasta que todo estuviera en orden. No había necesidad de pasar un mal trago.

https://www.larazon.es/lifestyle/ge...guirre-en-la-pesadilla-de-los-alba-JD20769110

Pregunto para cualquiera que sepa la historia.Ya he leído en varios artículos que cuando Jesús Aguirre enfermó,vivíanseparados y que él murió solo.Se sabe el por qué?
 
-Para explicar el nick de La Virgen de Atocha a hispanohablantes que no lo sepan, Atocha es también una estación. Las estaciones son generalmente lugares en los que los chaperos ejercen su trabajo.

Contaban que el duque tenía su pensión más un dinero de bolsillo que le daba su mujer y que no superaba las dos mil pesetas mensuales. La duquesa decía que no le hacía falta más y Aguirre les contaba muerto de risa que sisaba en la cocina el dinero que estaba reservado para las propinas a los chicos de las tiendas que traían el pedido.
https://www.larazon.es/lifestyle/ge...guirre-en-la-pesadilla-de-los-alba-JD20769110

Jiménez Losantos dijo en la Crónica Rosa de su programa días atrás que la duquesa le racionaba el dinero porque se lo gastaba en prostitutos.
 
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