La tiara nupcial de la infanta Elena vuelve a manos de los Marichalar

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Dos sobrinas de Jaime de Marichalar han lucido la espectacular diadema que la familia del exduque ‘regaló’ a la Infanta en la petición de mano

Han pasado veinticinco años desde que la infanta Elena contrajera matrimonio con Jaime de Marichalar el 18 de marzo de 1995 en una Sevilla que se vistió de tiros largos para la primera boda real en más de medio siglo. La hija mayor de los reyes don Juan Carlos y doña Sofía le daba el ‘sí, quiero’ al hijo de la condesa viuda de Ripalda vestida con un impresionante diseño de Petro Valverde y con el antiguo velo de novia que lucieron tanto su madre como su abuela, la reina Federica. Sin embargo, ninguna de las diademas del joyero de la Casa Real fue la elegida para adornar su cabeza.

Doña Elena lució la ‘tiara Marichalar’, una espectacular diadema de platino y brillantes de estilo helénico que, según se publicó en su momento, la familia de Jaime de Marichalar le había regalado tras la pedida de mano. Un detalle que parecía haberse confirmado por las múltiples ocasiones en las que doña Elena apostó por la pieza en los años posteriores, al menos hasta 2010, la última vez que la vimos con la tiara, en la boda de Victoria de Suecia, después de confirmarse su separación de Jaime de Marichalar. Desde entonces, sin noticias de la tiara, al menos hasta ahora.

La diadema, que todos esperábamos ver de nuevo sobre la cabeza de Victoria Federica en algún momento, ha vuelto a aparecer un cuarto de siglo después del enlace de la Infanta con Marichalar. Ha sido por partida doble y no precisamente en un acto relacionado con la hija mayor de don Juan Carlos y doña Sofía. Dos sobrinas del exduque de Lugo han lucido la pieza en sus respectivas bodas. Primero Blanca de Marichalar, hija del conde de Ripalda, Amalio y más tarde en la boda de Inés, su hermana. Ambas primas de Froilán y Victoria Federica.

Ha sido toda una sorpresa ver tanto a Inés como a Blanca lucir la tiara, ya que hasta dónde se sabía, la pieza había sido un regalo de la familia Marichalar a doña Elena, por lo que no se esperaba verla de nuevo hasta la boda de Victoria, o quizás en la de Froilán. Las grandes preguntas que quedan ahora son: ¿habrá sido un préstamo de la Infanta a los Marichalar? ¿la devolvió después del divorcio?.

https://okdiario.com/look/casa-real...7oHu_2WUI60ILAVo3akTVfRf1o#Echobox=1604519471
 
Me parece muy normal que despues de un divorcio la tiara regrese a la familia...supongo que la harian tasar en una joyeria para asegurarse que no les cambiaron las piedras mas grandes por otras..
 
Entonces no era un regalo y desde un principio no debieron prestársela si es la tiara de la casa condal y Jaime no era el dueño del título de conde. Ahora promocionarán su tiara como usada por una infanta. Lo que hace él amor, la infanta no tenía necesidad de que le prestaran tiaras.
 
Última edición:
Me parece muy normal que despues de un divorcio la tiara regrese a la familia...supongo que la harian tasar en una joyeria para asegurarse que no les cambiaron las piedras mas grandes por otras..
Sabiendo como son los Borbones, yo no me fiaba y haría que la tasaran.
En 15 años de matrimonio ha tenido tiempo de sobras para dar cambiazos.
De haber piedras falsas, exigiría la devolución de las autenticas.
 
No seria la primera vez. En el libro de Pilar Eyre relata como la abuiela de JC le vendio a unos joyeros de Londres unas esmeraldas por una millonada, que resultaron la mitad falsas.
 
Pues podrían tasar su tiara, pero habría que preguntarse si cuándo ellos la “regalaron” la entregaron con constancia de que las piedras eran legítimas.
 

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