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La Segunda República Española - Lo que nunca se cuenta de ella .
Hoy día, en España, han surgido una serie de partidos y personajes que abogan por cambiar la Monarquía Parlamentaria por una República. Y ni cortos ni perezosos, esos personajes se llenan la boca difundiendo a diestro y siniestro, que una República es algo poco menos que un paraíso. Y como muestra ensalzan lo que fue la Segunda República Española. Sin embargo, como suele suceder en esos temas, la realidad fue muy distinta.
Para empezar, la proclamación de la Segunda República fue un acto anticonstitucional, pues lo que se había votado en el día anterior, es decir el domingo 12 de Abril de 1931, fueron elecciones municipales, NO generales. Si bien es cierto que en la mayoría de capitales de provincia y otras ciudades importantes ganaron las elecciones municipales los partidos republicanistas, en número de concejales los partidos constitucionalistas superaron a los republicanistas. Pero a pesar de ello, los republicanos, todos ellos muy demócratas, el lunes día 13 en todas las ciudades en que habían obtenido mayoría, en sus Ayuntamientos enseguida los concejales republicanos por sus bemoles colgaron la bandera tricolor y vitorearon el nacimiento de la República, luego, se echaron a la calle con la turba y en trompa provocaron los primeros disturbios con actos contra los edificios religiosos y de los partidos constitucionalistas.
Esos actos y proclamación, no se puede llamar de otra manera que de golpe de estado, pues el presidente del Gobierno don Juan Bautista Aznar-Cabañas, en el Consejo de Ministros convocado de urgencia para ese mismo día 13, pudo comprobar el enorme amedrantamiento no sólo de los Ministros sino también de muchos Capitanes Generales a los que les había remitido un telegrama demandando noticias de los desmanes, notificándole que había graves indicios de que hubiese una guerra civil. Dichas sospechas fueron notificadas al Rey don Alfonso XIII, el cual no queriendo que se derramara sangre de hermanos contra hermanos, de padres contra hijos, al día siguiente, 14 de Abril, salió de España hacia el exilio en París, habiendo recibido además las amenazas de Niceto Alcalá Zamora que le transmitió el Conde de Romanones, en los siguientes términos:
“Su majestad debe salir del país antes de que se ponga el sol (del día 14)…/… Si antes del anochecer no se ha proclamado la República, la violencia del pueblo puede provocar la catástrofe.”
(Suárez, Eduardo (2006). «Tres días de abril que revolucionaron España». La Aventura de la Historia).
Ése es el prototipo de democracia republicana que hubo entre 1931 y 1936: o haces lo que yo digo o te mato.
Pero esa actitud republicana no salió de un día para otro, sino que se venía incubando desde lejos, por dirigentes de izquierdas como por ejemplo el fundador del PSOE, don Pablo Iglesias Possé, el cual demostró su gran talante democrático y de respeto a ideas y pensamientos de sus contrincantes, en su discurso en el Congreso español del día 7 de Julio de 1910, (donde amenazó de muerte al Diputado mallorquín don Antonio Maura), entresacamos estos dos párrafos de su intervención del Diario de Sesiones del Congreso, por su gran carga “democrática”:
«El partido al que yo represento aspira a concluir con los antagonismos sociales, a establecer la solidaridad humana, y esta aspiración lleva consigo la supresión de la Magistratura, la supresión de la Iglesia, la supresión del Ejército, y la supresión de otras Instituciones necesarias para ese régimen de insolidaridad y antagonismo».
«El partido socialista viene a buscar aquí lo que de utilidad puede hallar, pero la totalidad de su ideal no está aquí; la totalidad entiende que ha de obtenerse de otro modo. Es decir, que este partido… estará en la legalidad mientras la legalidad le permita adquirir lo que necesita; fuera de la legalidad, como han estado todos los partidos, cuando ella no le permita realizar sus aspiraciones».
No es de extrañar el comportamiento del actual Pablo Iglesias, republicano y presidente de Podemos cuando estos son sus fundamentos; y no digamos de la mayoría de partidos de izquierda actuales. Así se entiende las acciones de los partidos republicano-catalanistas, que por sus bemoles el resto de España y su Gobierno deben de acatar sus caprichos políticos. Y si no lo hacen, se saltarán la legalidad vigente y harán de su capa un sayo ignorando la legalidad vigente, porque ellos, como republicanos tienen todo el derecho del mundo de saltársela, porque esta no les permite adquirir lo que necesita, tal cual que Pablo Iglesias de 1910.
Hay que decir también, que el desmadre político de tendencias era tal que el primer Gobierno sólo duró dos años, de Diciembre de 1931 a Noviembre de 1933. Y el segundo de 1933 a 1936. Durante ambos periodos no cejaron de ponerse trabas y zancadillas políticas entre ellos y entre Gobierno y Oposición fueron tan constantes, que propiciaron un desgobierno que contribuyó al descontento general de la población, hasta el punto de que el PSOE encabezó un golpe de estado contra la República, porque como dijo Pablo Iglesias en su primer discurso en el Congreso, la República ya no cumplía con sus expectativas políticas. Golpe de estado sofocado por el Comandante don Francisco Franco Bahamonde Salgado-Araújo y Pardo de Andrade, al frente del cuerpo de ejército estacionado en Asturias.
Ése es el tipo de República a donde pretenden llevarnos, ése es el tipo de República que tan floreadamente pregonan Podemos, ERC, IU, etc., ése es el tipo de República que, so pena de provocar una catástrofe social como amenazó Azaña, es la República a la que esos partidos “democráticos y respetuosos con la legalidad vigente” nos quieren sumergir sí o sí. Y si las elecciones no les son favorables, será porque habrá habido pucherazo del Gobierno “fascista” saliente.
http://www.elmonarquico.com/texto-d...lica-espanola-lo-que-nunca-se-cuenta-de-ella-
Hoy día, en España, han surgido una serie de partidos y personajes que abogan por cambiar la Monarquía Parlamentaria por una República. Y ni cortos ni perezosos, esos personajes se llenan la boca difundiendo a diestro y siniestro, que una República es algo poco menos que un paraíso. Y como muestra ensalzan lo que fue la Segunda República Española. Sin embargo, como suele suceder en esos temas, la realidad fue muy distinta.
Para empezar, la proclamación de la Segunda República fue un acto anticonstitucional, pues lo que se había votado en el día anterior, es decir el domingo 12 de Abril de 1931, fueron elecciones municipales, NO generales. Si bien es cierto que en la mayoría de capitales de provincia y otras ciudades importantes ganaron las elecciones municipales los partidos republicanistas, en número de concejales los partidos constitucionalistas superaron a los republicanistas. Pero a pesar de ello, los republicanos, todos ellos muy demócratas, el lunes día 13 en todas las ciudades en que habían obtenido mayoría, en sus Ayuntamientos enseguida los concejales republicanos por sus bemoles colgaron la bandera tricolor y vitorearon el nacimiento de la República, luego, se echaron a la calle con la turba y en trompa provocaron los primeros disturbios con actos contra los edificios religiosos y de los partidos constitucionalistas.
Esos actos y proclamación, no se puede llamar de otra manera que de golpe de estado, pues el presidente del Gobierno don Juan Bautista Aznar-Cabañas, en el Consejo de Ministros convocado de urgencia para ese mismo día 13, pudo comprobar el enorme amedrantamiento no sólo de los Ministros sino también de muchos Capitanes Generales a los que les había remitido un telegrama demandando noticias de los desmanes, notificándole que había graves indicios de que hubiese una guerra civil. Dichas sospechas fueron notificadas al Rey don Alfonso XIII, el cual no queriendo que se derramara sangre de hermanos contra hermanos, de padres contra hijos, al día siguiente, 14 de Abril, salió de España hacia el exilio en París, habiendo recibido además las amenazas de Niceto Alcalá Zamora que le transmitió el Conde de Romanones, en los siguientes términos:
“Su majestad debe salir del país antes de que se ponga el sol (del día 14)…/… Si antes del anochecer no se ha proclamado la República, la violencia del pueblo puede provocar la catástrofe.”
(Suárez, Eduardo (2006). «Tres días de abril que revolucionaron España». La Aventura de la Historia).
Ése es el prototipo de democracia republicana que hubo entre 1931 y 1936: o haces lo que yo digo o te mato.
Pero esa actitud republicana no salió de un día para otro, sino que se venía incubando desde lejos, por dirigentes de izquierdas como por ejemplo el fundador del PSOE, don Pablo Iglesias Possé, el cual demostró su gran talante democrático y de respeto a ideas y pensamientos de sus contrincantes, en su discurso en el Congreso español del día 7 de Julio de 1910, (donde amenazó de muerte al Diputado mallorquín don Antonio Maura), entresacamos estos dos párrafos de su intervención del Diario de Sesiones del Congreso, por su gran carga “democrática”:
«El partido al que yo represento aspira a concluir con los antagonismos sociales, a establecer la solidaridad humana, y esta aspiración lleva consigo la supresión de la Magistratura, la supresión de la Iglesia, la supresión del Ejército, y la supresión de otras Instituciones necesarias para ese régimen de insolidaridad y antagonismo».
«El partido socialista viene a buscar aquí lo que de utilidad puede hallar, pero la totalidad de su ideal no está aquí; la totalidad entiende que ha de obtenerse de otro modo. Es decir, que este partido… estará en la legalidad mientras la legalidad le permita adquirir lo que necesita; fuera de la legalidad, como han estado todos los partidos, cuando ella no le permita realizar sus aspiraciones».
No es de extrañar el comportamiento del actual Pablo Iglesias, republicano y presidente de Podemos cuando estos son sus fundamentos; y no digamos de la mayoría de partidos de izquierda actuales. Así se entiende las acciones de los partidos republicano-catalanistas, que por sus bemoles el resto de España y su Gobierno deben de acatar sus caprichos políticos. Y si no lo hacen, se saltarán la legalidad vigente y harán de su capa un sayo ignorando la legalidad vigente, porque ellos, como republicanos tienen todo el derecho del mundo de saltársela, porque esta no les permite adquirir lo que necesita, tal cual que Pablo Iglesias de 1910.
Hay que decir también, que el desmadre político de tendencias era tal que el primer Gobierno sólo duró dos años, de Diciembre de 1931 a Noviembre de 1933. Y el segundo de 1933 a 1936. Durante ambos periodos no cejaron de ponerse trabas y zancadillas políticas entre ellos y entre Gobierno y Oposición fueron tan constantes, que propiciaron un desgobierno que contribuyó al descontento general de la población, hasta el punto de que el PSOE encabezó un golpe de estado contra la República, porque como dijo Pablo Iglesias en su primer discurso en el Congreso, la República ya no cumplía con sus expectativas políticas. Golpe de estado sofocado por el Comandante don Francisco Franco Bahamonde Salgado-Araújo y Pardo de Andrade, al frente del cuerpo de ejército estacionado en Asturias.
Ése es el tipo de República a donde pretenden llevarnos, ése es el tipo de República que tan floreadamente pregonan Podemos, ERC, IU, etc., ése es el tipo de República que, so pena de provocar una catástrofe social como amenazó Azaña, es la República a la que esos partidos “democráticos y respetuosos con la legalidad vigente” nos quieren sumergir sí o sí. Y si las elecciones no les son favorables, será porque habrá habido pucherazo del Gobierno “fascista” saliente.
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