La reinvención de Letizia

Registrado
24 Abr 2013
Mensajes
1.151
Calificaciones
18.927
Si creen que deba de ir unido a otro hilo, o si ya está, favor de avisar a SC para que lo borreo o lo una. Gracias.

http://www.lanacion.com.ar/1700719-la-reinvencion-de-letizia

La reinvención de Letizia
A días de ser proclamada reina, no ha cautivado todavía a los españoles. Los expertos confían en una transformación de su imagen para lograr lo que no pudo como princesa.

Por [URL='http://www.lanacion.com.ar/autor/juana-libedinsky-147']Juana Libedinsky[/URL] | LA NACION



1897608w300.jpg

Foto: Cristina García Rodero / Getty

La reina del chic; la elegante princesa aplaudida no sólo por su estilo, sino por su sencillez en el trato con la gente; princesa devota apegada a la realidad (.) que lleva a sus niñas tan exquisitamente vestidas como ella misma.

Para alguien que, como esta redactora, ha pasado la última década viviendo entre España, Inglaterra y los Estados Unidos, fue muy llamativo ver cómo la prensa anglosajona -de los diarios más serios británicos como el Daily Telegraph a la prensa rosa más popular estadounidense, la revista People- reflejaba la fascinación de sus lectores por la princesa de Asturias. Pero al aterrizar en Barajas (o, actualmente, Adolfo Suárez), el sentimiento fue a menudo considerablemente distinto.

Tras su boda con el heredero a la corona española, pocos medios criticaban a Letizia Ortiz en letra de molde como lo hacen ahora. Sin embargo, en las charlas de café, las comidas de negocios de la burguesía madrileña, ni qué hablar las madres esperando a sus niños a la salida de las escuelas concertadas, símbolo de la clase media española, se escuchaban suspiros de regresa, Eva Saanum, en referencia a la anterior novia del príncipe Felipe, modelo sueca considerada en su momento el súmmum de lo inapropiado como consorte real.

Curiosamente, a pesar de sus orígenes bien plebeyos -su abuelo era un taxista republicano-, y la idea de que se transformaría en una suerte de princesa del pueblo, Letizia tampoco logró aceptación masiva en las clases más populares ni entre los jóvenes profesionales que vendría a representar.

"Aparte de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin (N. de R: envueltos en un sonado escándalo de corrupción), es el miembro peor valorado de la familia real española, tanto en las encuestas oficiales del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) como en las que realiza la propia Zarzuela para uso interno", dice Lourdes Garzón, editora de Vanity Fair (España), a la Revista.

"En realidad, no hay una explicación para esto -agrega Garzón, cuya revista ha tenido un acceso casi privilegiado a las historias del palacio- ni una causa concreta. No ha cometido ningún gran error, es un clima de opinión al que no ha conseguido dar la vuelta desde su posición de princesa en segunda línea. Quizá como reina lo consiga."

Por lo pronto, muchos hablan de un operativo reinventar a Letizia aunque, por ahora, éste no parece haber dado grandes resultados.

1897592w300.jpg



En septiembre de 2012, por ejemplo, Letizia cumplió 40 años y accedió a posar con su marido e hijos en los jardines de La Zarzuela. Esto es bastante común en otras familias reales -incluida la holandesa-, pero era una novedad de parte de la princesa de Asturias y los suyos, quienes se mantenían mucho más privados.

Según reveló El Mundo, este intento de acercar a Letizia a los ciudadanos se debía al accionar de un nuevo equipo de comunicación de La Zarzuela que trataba de imitar lo que Paddy Harverson había hecho con el príncipe Carlos de Inglaterra y que entró en los anales de la comunicación como un golpe maestro.

Harverson, ex periodista del Financial Times y ex director de imagen del Manchester United, logró darle un giro a la imagen de Carlos, a quien los británicos veían básicamente como a un hombre distante, excéntrico y enamorado de una mujer casada con la que había cometido adulterio.

Su Operación Charles comenzó a fines de 2004 con unas fotos muy informales para las tarjetas de Navidad en las que el príncipe de Gales y sus hijos posaron en jeans y camisas de algodón blanco, muy relajados en Highgrove, la residencia de campo oficial de la familia real británica. Las fotos, tomadas por Mario Testino, justamente quien había fotografiado tanto a la princesa Diana, sirvieron para que los británicos comenzaran a percibir al príncipe Carlos al menos como un hombre cariñoso, el padre devoto de dos hijos, que quería rehacer su vida con la mujer que amaba.

Las fotos de Letizia, sin embargo, recibió duras críticas de muchos. Si bien fueron tomadas por la ganadora del Premio Nacional de Fotografía, se las acusaba de transmitir una forzada naturalidad, como de un catálogo donde quieren vender el sofá montado en el jardín. Con justicia o no, se la señaló también responsable a Letizia de la ropa elegida por el príncipe. El look de blazer de algodón azul clarito, pantalón de vestir con medias negras en pleno verano con mocasines, no caló con los españoles atentos a los formalismos del vestir. "Don Felipe no era el de antes de conocer a Doña Letizia", fue la frase repetida, en referencia al look más atento a las reglas que solía lucir soltero. El cuero negro, los suéteres con rombos gigantes, camperas de gamuza a lo Felipe González/juez Garzón y la ocasional corbata lila brillante dieron a menudo que hablar, así como la vez que se vistió a sus niñas con camperas que, a decir de El Mundo, parecían de Carrefour.

"La realidad es que España es muy socialista, pero en temas de monarquía es muy clasista", reconoce una amiga de esta redactora, cercana al circuito de las madres que envían a sus niños a la escuela y clases de ballet con las hijas de Letizia.

"Se empeña en ser normal cuando es de familia real. Las niñas van de divas a la hora del comedor en la escuela, pero muerden el pan en vez de cortarlo antes, toman el cubierto mal, las patatasfritas con la mano. No suelen hacer vida con otras niñas de la clase y a los cumples, si no son sin fotos, no les deja ir. Se las nota bastante teledirigidas cuando Sofía al menos había logrado que sus hijos lucieran espontáneos. Y si bien tienen una nanny británica que las cuida por la tarde, ella es mucho menos high class que la española que se llevaron para baby Middleton", dice, en referencia a la niñera elegida para el príncipe Jorge de Inglaterra.

1897593w300.jpg


"Creo que la princesa Letizia tiene difícil mejorar a corto plazo su imagen entre algunos sectores de la opinión pública española -reconoce Karen Sanders, presidenta de la Asociación de Comunicación Política y catedrática de Comunicación de la Universidad CEU San Pablo, Madrid-. Unos le reprochan su pasado matrimonial (Letizia es divorciada) y otros, su background de clase media-baja sin el empaque de un nombre de un abolengo aristocrático."

"Pero si desempeña el papel de madre cariñosa y consorte leal con prudencia y discreción, escogiendo bien las causas que apoya (la reina Sofía es buen modelo), se podrá ganar el respeto de muchos. Si lo ha podido hacer Camilla en Inglaterra...", subraya.

Y cita a Charles Baghehot, el gran ensayista victoriano y analista de la monarquía y el Parlamento británico, para quien la fuerza de una corona siempre reside en la familia detrás de esa corona.

En las clases más populares, el problema parecería ser que a Letizia se la percibe como altiva y distante, y corrió como pólvora y cayó particularmente mal la versión que decía que le molestaba cuando le tocaba trabajar los fines de semana, y que eso explicaba una cara no particularmente alegre en las fotos oficiales que tocaban algún sábado o domingo. Y que con la excusa de un problema de salud se haya hecho una bastante evidente cirugía de nariz, también la alejó de una idea de cierta naturalidad y cercanía.

La contracara que sus críticos resaltan más a menudo es Máxima de Holanda, a quien las encuestas no sólo dan una enorme popularidad, sino incluso superior a la de su marido. "Cuando los herederos a las coronas europeas se casan con quienes quieren y no con quienes deben, a veces sale muy bien, y eso trae una renovación necesaria en la monarquía, caso de los Países Bajos. Nosotros, los españoles, no fuimos tan afortunados", afirma Jaime Peñafiel, columnista de temas de la casa real y autor de Los tacones de Letizia.

"Siempre quiere parecer la más inteligente, la más elegante, la más preparada, y no es ese su papel", dice subrayando el de consorte, como princesa y como reina, de Letizia.

Muchos, sin embargo, señalan que, paradójicamente siendo ella una persona de los medios -era presentadora de las noticias de la televisión española antes de su compromiso con Felipe-, el problema es, fundamentalmente, la imagen que transmite.

"La conocí en una conferencia, y esa fama de soberbia no podría haber estado más lejana de lo que yo vi -dice una profesora universitaria que coincidió con la princesa de Asturias en un encuentro académico internacional-. Todo el tiempo me decía que estaba temerosa de que su inglés no fuera lo suficientemente apropiado para ese contexto, se interesaba por todos los participantes y no quería llamar la atención. Era llamativamente dulce y accesible."

Otra gente cercana, del circuito juridico español, coincidió con Felipe y Letizia hace poco en una comida en la costa. "Ella es guapa (tanto más al natural) y eso la va a ayudar, aunque también genera envidias.", destacaron los comensales.

Aun en el ambiente de las mamás pijas (como se les dice en España a las niñas bien), que ven a los príncipes en temas relacionados con la escuela, ha llamado la atención cómo gracias a Letizia el príncipe ha mejorado mucho cuando habla, tanto en público como en privado. "Enfatiza más las palabras, sabe dar el toque rocero cuando hace falta", dice en referencia a los giros populares.

Con la estructura institucional que le dará ser reina y no princesa, sumado a que la atención se verá repartida con su hija mayor, Leonor, heredera al trono, muchos apuestan que es sólo cuestión de tiempo para dar un giro en las encuestas nacionales respecto de su popularidad. Asimismo, su estilo de vestir, conocido por incluir a menudo marcas populares y utilizar varias veces cada conjunto formal, es muy apreciado internacionalmente (la Vanity Fair americana la puso en su célebre lista de los mejores vestidos del mundo) y considerado un buen ejemplo en tiempos de crisis. Y el aprecio que sabe cosechar en el exterior -una reciente gira por Estados Unidos fue de un éxito rimbombante- no puede sino traducirse dentro del país también.

Muchos incluso piensan que podrá ser una gran embajadora de España e incluso un atractivo para que más gente visite el país. "Letizia es una reina del siglo XXI -dice la gran especialista en turismo Sandra del Río, editora de la edición española de Condé Nast Traveller-, urbanita, profesional, informada, atenta a lo que sucede en el mundo. Es una mujer que nunca ha estado ajena a los acontecimientos, y ha prestado su tiempo y su imagen a organismos y entidades que necesitan el apoyo de las figuras públicas.

"Además -concluye-, es guapa, tiene estilo, y transmite. Se va a convertir en un activo importante para posicionar aun más a España como país moderno, europeo, uno de los países más atractivos. Creo que su imagen, su forma de ser y lo que proyectará como reina consorte van a beneficiar la imagen de España en el resto del mundo".
 
Ya se reinventó una vez, cuando se prometieron, se inventó toda una vida.Se inventó una biografía

Se reinventó una segunda vez,esta vez el invento fue físico, fuera nariz, fuera barbilla, ojos nuevos....

Y ya dicen que no hay dos sin tres.A ver si ahora se reinventa en la madre teresa de calcuta
 
Lo digo en mi firma, la importancia de la imagen. Lo tiene muy crudo Letizia para que en las fotos no se refleje la frivolidad absoluta que se le supone a alguien entregada al retoque físico integral del que ella hace gala. Esa cara y ese cuerpo comunican vacío, inanidad, humo. No sé cómo se van a arreglar para convencernos de que hay algo más.
 
Este artículo incluye la reinvención estética.

http://www.lavanguardia.mobi/slowde...0616/54409054333/cambios-fisicos-letizia.html



LetiziaOrtiz Rocasolano, diez años después de convertirse en Princesa de Asturias, será esta semana la nueva Reina de España. Una joven periodista que cambió su gran momento profesional por su gran amor hacia el príncipe Felipe, en breve el nuevo rey Felipe VI. Y es que los cuentos de hadas, aunque adaptados a tiempos modernos, sí existen.

La joven y exitosa periodista, Premio Larra en el año 2000, renunció aquel 1 de noviembre del año 2003 a una brillante carrera para comprometerse con el gran amor de su vida y con todo un país. Un compromiso real sellado el 22 de mayo del año 2004.

Aquella chica asturiana, inteligente, culta e inquieta, debía asumir su nuevo rol y mantenerse a la altura, a lo largo de la última década, para agradar a todos, los que la aceptaron y los que no. Ciertas inseguridades relacionadas con lacarencia de sangre azul de la nueva Reina de España, han podido ser las que hayan empujado a Letizia a cambiar su aspecto físico de una manera tan acentuada.

Mucho se ha especulado sobre las intervenciones estéticas de la hasta ahora Princesa de Asturias pero, ¿qué hay de cierto en todas esas habladurías? Desde Casa Real sólo se confirmó en el año 2008 la operación de nariz por problemas respiratorios. Pero es más que evidente que son muchos más los retoques que Letizia se ha realizado en su rostro.

54409054835.jpg


Muchos son los especialistas en medicina y cirugía estética que han hablado sin tapujos sobre los “retoques reales”, entre ellos el famoso Dr. Charms, artífice de cincelar los rostros internacionales más reconocidos de la gran pantalla, los de socialities protagonistas del papel couché y, por supuesto, los de princesas.

Nada se sabe el nombre del médico que ha esculpido la cara de la futura reina, ni siquiera si ha sido el propio Charms. El famoso doctor ha declarado en varias ocasiones cuales son los retoques más evidentes de Letizia.

Además del único reconocido oficialmente, el de su tabique nasal, la princesa ha corregido su mentón, ha suavizado las arrugas de su rostro con inyecciones de toxina botulínica y rellenos de ácido hialurónico. Sus párpados se han elevado y su mirada parece mucho más relajada, consecuencia de inyecciones de vitaminas y silício. También se puede evidenciar un rostro más simétrico y redondeado por infiltraciones de hidroxiapatita cálcica, que también ha eliminado su rictus. La calidad de su piel ha mejorado visiblemente por sesiones de radiofrecuencia anuales y cócteles de vitaminas que estimulan el colágeno y la elastina.

La corrección de la sonrisa se ha realizado con la implantación de brackets invisibles y un posterior blanqueamiento dental. En cuanto a su cuerpo, ha aumentado su pecho y sus piernas y brazos son ahora mucho más fibrosos que hace 10 años.

54409987389.jpg


A todo ello, la futura y flamante reina cuida hasta el último detalle en maquillaje y peluquería y, por supuesto, su vestuario y su estilo la han convertido en una de las princesas más elegantes de la monarquía europea.

54409055050.jpg
 
Última edición:
Hay que decir una cosa: a los anglosajones cualquier cosa que huela a privilegio les pirra, y su visión del mundo tiende a ser tan limitada y, por lo mismo, está tan condicionada por su ignorancia de todo aquello que no esté directamente adscrito a su contexto cultural y a los cuatro clichés constantemente repetidos en los medios acerca del resto del mundo, que no es de extrañar que Putizia les fascine. Al fin y al cabo, estamos hablando de sociedades tremendamente desiguales en las que la mayoría de las personas provienen de la mas paupérrima de las clases (sin ir más lejos en Inglaterra, hasta hace dos o tres generaciones, mucha gente eran siervos - literalmente), y en las que el capitalismo más brutal y el individualismo más despiadado son vistos como las únicas posibles señas de identidad por mucha gente. Para muchos británicos, y ya no digamos para sus primos barriobajeros los americanos, canadienses y australianos, el concepto de "abolengo" está directamente vinculado al de "dinero". Es el mundo del "tanto tienes, tanto vales" y, si lo tienes, es porque vales y punto. No hay criterio alguno a la hora de juzgar los méritos personales de cada individuo, y la poca gente que sí tiene criterio es generalmente vista con desconfianza. Hablamos de un mundo en el que ser nuevo rico no importa, porque todo el mundo está unido en su culto al dinero y los que son de "abolengo" no se diferencian en nada de los que no lo son, excepto en su poder adquisitivo y algunos indicadores de casta superficiales, como el acento. Entre los anglosajones, Putizia es la fulani que llegó a ser princesa, y como la gran mayoría de la gente en este mundo son fulanis con pueriles sueños de princesa y con una obsesión absoluta por la riqueza, tanto ella como la Middleton representan la sublimación de las aspiraciones de todo un pueblo. Además, me imagino que la actitud de Puti debe ser distinta a la que tiene en España, aunque dudo que nadie lo notara porque, como ya he dicho, entre los anglosajones la ecuación dinero + pretensiones ridículas + arrogancia = aceptable, porque todo éxito es aceptable a sus ojos.

Lo que se le ha olvidado decir a la aduladora babosa de Juana (elegante nombre) Libedinsky es que en España hay personas que sí tienen una cultura general y la población en general posee un fuerte sentido de la dignidad. Por lo mismo, se espera que a una familia a la que se mantiene con los impuestos de los trabajadores, cumpla con unos requisitos mínimos de decoro, pundonor, seriedad, responsabilidad y educación. España no es un mundo de piratas devenidos empresarios explotadores en contubernio con una realeza que son más criminales y fulanurrias que otra cosa, ni de siervos que idolatran la riqueza ciegamente como el Norte de Europa, y tampoco tenemos ese sentido de "el privilegio no se gana, sino que si lo alcanzas, es porque ya te lo merecías" que el protestantismo promulga (y sé que quizás haya quien piense que hablar de religión es inapropiado, pero la religión ha marcado la manera en la que percibimos el mundo, y el catolicismo tiende a centrarse más en las formas como reflejo de la calidad del contenido que en el éxito como único fin).

Es por eso que Letizia es impopular: porque no ha demostrado que se ha ganado vivir de los demás de ningún modo (algo por demás ya injusto en sí mismo), ha creído que ser princesa le daba carta blanca para sacar a relucir su actitud de tipeja barata venida a más, con ese "que el mundo se prepare, porque ahora me resarciré de todos mis complejos" del que siempre hace gala, tiene un pasado menos que loable (seamos honestos: estamos pagando por una institución que se supone tiene que representar las mejores cualidades de los españoles, PORQUE PARA ESO PAGAMOS... ¿quién quiere pagar por una guarrindonga maleducada, soberbia y arrastrada?), su incongruencia de "republicana" y "atea" en una institución basada en los pilares del totalitarismo y la religión, y el hecho de que sus "valores" fueron fácilmente comprados con la promesa de acceder a privilegios el acceso a los cuales está vetado a la mayoría. Para colmo, su familia también han creído que ser parientes de la princesa de Asturias les daba licencia para hacer lo que querían, y la inepta de la hermana ha accedido a puestos para los que dista mucho de estar cualificada, y ya sabemos los tejemanejes turbios en los que andan el padre, la mamona de la abuela y la Principessa Henar, los cuales se han censurado con toda desvergüenza intentando tapar el sol con un dedo. En pocas palabras, Putizia es impopular porque nadie quiere pagar el precio exorbitante que los españoles pagamos por la maquinaria desfasada, inútil y explotadora que es la monarquía, a cambio de un producto de mala calidad. No es una persona íntegra, amable, educada, agradabilísima y que por lo menos dé el pego de tener clase como la SoFea, y eso es una grave falta cuando vives de los demás porque sí. En dichas circunstancias, ser perfecto es una obligación, y es también por eso que la monarquía casi se desmorona en España: porque cuando vives de explotar a los demás, tienes que llevar una vida ejemplar y no ser "campechano" mientras por detrás participas en mil y una actividades criminales, tal y como han hecho el viejo asqueroso, las dos monstruas y, probablemente, también Felipollas (y tengo dudas de que la SoFea tenga las manos limpias, teniendo el hermano que tiene y desenvolviéndose en ese mundo).

Vamos, que Letizia es la más detestada entre un grupo de personas abyectas, amorales y destestables porque no ha sabido cumplir su función de "representante" ornamental del pueblo y, aunque no tiene ningún poder real, parece haberse creído que ser princesa es una licencia para decir aquello de "pa' chulita, chulita, mi rajita", y esa vulgaridad, mala hostia y falta de profesionalismo en una institución que se basa en la noción del derecho divino por vía de superioridad moral e intelectual, es imperdonable.
 
Última edición:
Todo esto me suena, inteligente, culta, inquieta y elegante igual que hace 10 años y entonces porque es tan insegura que se arregló entera y al día de hoy parece maléfica? Su cara no es dulce, ahí está su cuñada Elena fea y supuestamente tonta pero sin complejos! Y no es lista no creo que en 10 años sea tan difícil dominar el protocolo con naturalidad!
 
Hay que decir una cosa: a los anglosajones cualquier cosa que huela a privilegio les pirra, y su visión del mundo tiende a ser tan limitada y, por lo mismo, está tan condicionada por su ignorancia de todo aquello que no esté directamente adscrito a su contexto cultural y a los cuatro clichés constantemente repetidos en los medios acerca del resto del mundo, que no es de extrañar que Putizia les fascine. Al fin y al cabo, estamos hablando de sociedades tremendamente desiguales en las que la mayoría de las personas provienen de la mas paupérrima de las clases (sin ir más lejos en Inglaterra, hasta hace dos o tres generaciones, mucha gente eran siervos - literalmente), y en las que el capitalismo más brutal y el individualismo más despiadado son vistos como las únicas posibles señas de identidad por mucha gente. Para muchos británicos, y ya no digamos para sus primos barriobajeros los americanos, canadienses y australianos, el concepto de "abolengo" está directamente vinculado al de "dinero". Es el mundo del "tanto tienes, tanto vales" y, si lo tienes, es porque vales y punto. No hay criterio alguno a la hora de juzgar los méritos personales de cada individuo, y la poca gente que sí tiene criterio es generalmente vista con desconfianza. Hablamos de un mundo en el que ser nuevo rico no importa, porque todo el mundo está unido en su culto al dinero y los que son de "abolengo" no se diferencian en nada de los que no lo son, excepto en su poder adquisitivo y algunos indicadores de casta superficiales, como el acento. Entre los anglosajones, Putizia es la fulani que llegó a ser princesa, y como la gran mayoría de la gente en este mundo son fulanis con pueriles sueños de princesa y con una obsesión absoluta por la riqueza, tanto ella como la Middleton representan la sublimación de las aspiraciones de todo un pueblo. Además, me imagino que la actitud de Puti debe ser distinta a la que tiene en España, aunque dudo que nadie lo notara porque, como ya he dicho, entre los anglosajones la ecuación dinero + pretensiones ridículas + arrogancia = aceptable, porque todo éxito es aceptable a sus ojos.

Lo que se le ha olvidado decir a la aduladora babosa de Juana (elegante nombre) Libedinsky es que en España hay personas que sí tienen una cultura general y la población en general posee un fuerte sentido de la dignidad. Por lo mismo, se espera que a una familia a la que se mantiene con los impuestos de los trabajadores, cumpla con unos requisitos mínimos de decoro, pundonor, seriedad, responsabilidad y educación. España no es un mundo de piratas devenidos empresarios explotadores en contubernio con una realeza que son más criminales y fulanurrias que otra cosa, ni de siervos que idolatran la riqueza ciegamente como el Norte de Europa, y tampoco tenemos ese sentido de "el privilegio no se gana, sino que si lo alcanzas, es porque ya te lo merecías" que el protestantismo promulga (y sé que quizás haya quien piense que hablar de religión es inapropiado, pero la religión ha marcado la manera en la que percibimos el mundo, y el catolicismo tiende a centrarse más en las formas como reflejo de la calidad del contenido que en el éxito como único fin).

Es por eso que Letizia es impopular: porque no ha demostrado que se ha ganado vivir de los demás de ningún modo (algo por demás ya injusto en sí mismo), ha creído que ser princesa le daba carta blanca para sacar a relucir su actitud de tipeja barata venida a más, con ese "que el mundo se prepare, porque ahora me resarciré de todos mis complejos" del que siempre hace gala, tiene un pasado menos que loable (seamos honestos: estamos pagando por una institución que se supone tiene que representar las mejores cualidades de los españoles, PORQUE PARA ESO PAGAMOS... ¿quién quiere pagar por una guarrindonga maleducada, soberbia y arrastrada?), su incongruencia de "republicana" y "atea" en una institución basada en los pilares del totalitarismo y la religión, y el hecho de que sus "valores" fueron fácilmente comprados con la promesa de acceder a privilegios el acceso a los cuales está vetado a la mayoría. Para colmo, su familia también han creído que ser parientes de la princesa de Asturias les daba licencia para hacer lo que querían, y la inepta de la hermana ha accedido a puestos para los que dista mucho de estar cualificada, y ya sabemos los tejemanejes turbios en los que andan el padre, la mamona de la abuela y la Principessa Henar, los cuales se han censurado con toda desvergüenza intentando tapar el sol con un dedo. En pocas palabras, Putizia es impopular porque nadie quiere pagar el precio exorbitante que los españoles pagamos por la maquinaria desfasada, inútil y explotadora que es la monarquía, a cambio de un producto de mala calidad. No es una persona íntegra, amable, educada, agradabilísima y que por lo menos dé el pego de tener clase como la SoFea, y eso es una grave falta cuando vives de los demás porque sí. En dichas circunstancias, ser perfecto es una obligación, y es también por eso que la monarquía casi se desmorona en España: porque cuando vives de explotar a los demás, tienes que llevar una vida ejemplar y no ser "campechano" mientras por detrás participas en mil y una actividades criminales, tal y como han hecho el viejo asqueroso, las dos monstruas y, probablemente, también Felipollas (y tengo dudas de que la SoFea tenga las manos limpias, teniendo el hermano que tiene y desenvolviéndose en ese mundo).

Vamos, que Letizia es la más detestada entre un grupo de personas abyectas, amorales y destestables porque no ha sabido cumplir su función de "representante" ornamental del pueblo y, aunque no tiene ningún poder real, parece haberse creído que ser princesa es una licencia para decir aquello de "pa' chulita, chulita, mi rajita", y esa vulgaridad, mala hostia y falta de profesionalismo en una institución que se basa en la noción del derecho divino por vía de superioridad moral e intelectual, es imperdonable.

Magnífico discurso. Enhorabuena.
 
Back