Demasiado rizos, pliegues, tanto en el pantalón como en la blusa y ya juntar las dos piezas, un desastre.
El pelo como acostumbra, sin lavar y a lo loco. Y la carcajada como parte del uniforme de calle, que no falte
Así no Máxima. La ropa es pasable en cualquier mujer anónima pero no en una reina. El cabello sucio, la piel arrugada y la risa vulgar no tienen lugar en ninguna persona y mucho menos en una reina. El otro día me pareciste que ibas muy bien pero hoy volviste a las andadas y caíste en el juego de lo chabacano. y ordinario. Se que nos lees así que toma nota como lo has hecho otras veces.