La Reina Sofía en el Día Internacional de Limpieza. Septiembre 19, 2020.

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Doña Sofía ha acudido a La Cala del Moral (Málaga) con motivo del Día Internacional de la Limpieza de Playas ‘EU Beach Clean Up 2020’.
Con camisa de cuadros, pantalones azules y calzado cómodo, se ha remangado y ha participado en la recogida de residuos en la zona. A pesar de cubrir su rostro con una mascarilla, la reina emérita, que sonríe a través de los ojos con la misma amplitud que con la boca, ha dejado entrever un gesto tranquilo.
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Apenas 30 minutos. Esto fue lo que ha estado este sábado en la playa de Rincón de la Victoria la reina doña Sofía. En este tiempo demostró su implicación con la limpieza de las playas y su conciencia medioambiental, ya que participó activamente en una actividad para luchar contra la 'basuraleza', organizada por el Proyecto LIBERA con motivo del Día Internacional de la Limpieza de las Playas. Pertrechada de guantes, bolsas y la mascarilla, a sus 81 años, la madre de Felipe VI se mostró muy cercana y cariñosa con los voluntarios que participaron.
Desde que se bajó del coche, a las 13.18 horas, y hasta que se marchó, a las 13.50 horas, no dejó de recibir aplausos y gritos de '¡Viva la Reina!', '¡Guapa!' y '¡Viva España!'. Con gesto agradecido, la monarca emérita respondía con saludos a todos los presentes. A pesar de los intentos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, tanto la Policía Local como la Guardia Civil, junto con la seguridad de la Casa Real, fue imposible evitar que se produjeran algunas aglomeraciones, carreras y empujones durante el recorrido por los apenas 300 metros de playa situados en el extremo más occidental de la playa rinconera, junto a la hornacina de la Virgen del Carmen y los acantilados de El Cantal.
No en vano, en un principio, esta actividad se iba a desarrollar de una manera privada, sin convocatoria a los medios de comunicación. Sin embargo, finalmente, en la jornada de ayer viernes se cambiaron todos los planes y se citó a los medios, a pesar de estar en plena segunda ola del coronavirus. Debido a que la Casa Real no quería que se acordonase la playa, la presencia de Doña Sofía provocó que fueran varios centenares los curiosos que se acercaron hasta la monarca para intentar captar fotos y vídeos con los teléfonos móviles. Fueron apenas 30 minutos en los que toda la seguridad oficial tuvo que emplearse a fondo para intentar evitar las temidas aglomeraciones. No lo consiguió del todo, aunque los organizadores mostraron su «satisfacción» por cómo se desarrolló la visita.
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