La Reina organiza la caza del Rey en Gribskov, Fredensborg. Noviembre 20, 2019

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si es para controlar la población de ciervos me parece perfecto, aunque es una excusa difícil de tragar. lo que resulta patético es que exhiban la matanza como una fiesta con caras de alegría. ya que los matan, al menos, que demuestren dignidad y respeto ante la carnicería de esos pobres animales que hacen lo que les dicta la naturaleza: reproducirse.
lo mas lamentable es que mary participe de esa matanza asquerosa y luego se las da de ecologista.

imágenes patéticas y lamentables, aún peores que los toros en españa
 
Fotos hay muchas. Pero son espantosas. Y traerlas recortadas es faltar a la verdad.
Entiendo que la caza es una tradición muy arraigada en Dinamarca, que existe una sobrepoblación de ciervos y que es una actividad controlada, pero así y todo, me da repelús ver las fotos de esos animales asesinados.

La naturaleza siempre tiende al equilibrio porque unos dependen de los otros, cuando hay un desequilibrio es por la mano del hombre. Si hay sobrepoblación de ciervos es porque el hombre se ha cargado sus depredadores, después lo arregla cargándose también a los otros.
 
si es para controlar la población de ciervos me parece perfecto, aunque es una excusa difícil de tragar. lo que resulta patético es que exhiban la matanza como una fiesta con caras de alegría. ya que los matan, al menos, que demuestren dignidad y respeto ante la carnicería de esos pobres animales que hacen lo que les dicta la naturaleza: reproducirse.
lo mas lamentable es que mary participe de esa matanza asquerosa y luego se las da de ecologista.

imágenes patéticas y lamentables, aún peores que los toros en españa
Ahí muy presente el doble discurso, no resisten archivo
 
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H. M. La reina celebró una cacería de reyes en Gribskov el miércoles 21 de noviembre de 2019 con la posterior mesa de caza en el castillo de Fredensborg.

The King Hunting es la caza oficial de la Casa del Rey, que tiene lugar durante la temporada de caza del 1 de octubre a mediados de enero en los bosques estatales daneses. Hoy, el Príncipe Heredero organizó la caza en sí, que también incluyó invitados extranjeros y daneses.

Su Alteza Real es el patron del Jägerforbund danés, que cuenta con más de 800 asociaciones locales y 90,000 miembros. La asociación tiene como objetivo salvaguardar los intereses de los miembros en la caza y la naturaleza.

Además de Su Majestad y el Príncipe Heredero, la Princesa Heredera también participó en el desfile del juego y la mesa de caza.

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Ya en años anteriores esta cacería a la que asisten la Reina Margarita, Federico y Mary, había causado polémica por la presencia de los pequeños hijos de estos últimos. Hasta la PETA se indignó con las imágenes de niños participando de tan sangriento acto. El difunto marido de la reina danesa era aficionado a la carne de perro según se recoge en este artículo, el cual hace hincapié en los escándalos que ensombrecen a la corona danesa.


Adulterio, juergas gais, prostit*ción y otros escándalos de la realeza danesa

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Adulterios y prost*tutas

Aficionado a la carne de perro, el príncipe Enrique también ha protagonizado episodios relacionados con el pago a cambio de s*x*. Llegó a confesar que utilizó dinero de su padre en el pasado para contratar los servicios de una prost*t*ta.

No fue el único miembro de la Familia Real al que se relacionó con señoras de compañía. Ya el año pasado, la revista danesa Her & Nu afirmó que el príncipe Federico (49) había sido infiel a su mujer, Mary (45) con una prost*t*ta de lujo anónima que aseguraba haberse acostado con el heredero al trono a cambio de 50.000 coronas (unos 7.000 euros).

El príncipe Joaquín tiene un largo historial de escándalos. Meses antes de casarse con su segunda mujer, Marie (41), quien guarda gran parecido con su cuñada Mary, el príncipe copó titulares por sus juergas en locales de ambiente de Copenhague y su afición al alcohol. Por si eso fuera poco, el hermano del futuro rey fue denunciado en varias ocasiones por conducir de forma temeraria a 170 kilómetros por hora.

Polémica cacería

Otro de los episodios que más escandalizó a la sociedad en su momento fue la decisión de Federico y Mary de llevar a sus hijos a la tradicional cacería de Grib. Los niños fueron testigos de los trofeos obtenidos durante la jornada y pasearon entre los cadáveres de los animales cazados, lo que espantó a los daneses y al resto de europeos. La asociación PETA criticó duramente a la Familia Real por considerar la caza como una exhibición en la que participaron los más pequeños de la Casa Real.

 
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