La reina Máxima en la portada del número de agosto de la edición española de Vanity Fair

No entiendo lo que dice el tweet. Parece la misma foto pero "tuneado", no? Gracias por traerla @michelle.
Lo que explicaba yo antes, es de esa serie de fotos. En las sesiones de fotos sacan montones de imágenes y luego descartan las que salen mal, lo mismo que haces tú cuando sacas fotos con el móvil y quitas las movidas, descentradas, etc. Esta debió ser descartada para ponerla como foto oficial pero la eligieron para portada. Es de la misma serir de fotos, no la misma foto.
 
Alguien tiene la revista? qué dicen?
http://m.revistavanityfair.es/la-revista/articulos/maxima-de-holanda-portada-vanity-fair/32419
Detrás de la sonrisa de Máxima: el exigente trabajo de la reina de Holanda
Le costó ganarse el respeto de su suegra y aprender a ser la reina de los Países Bajos. "No sé nada", decía. Sin embargo, Máxima de Holanda entendió que podía convertirse en un agente de cambio.
Por EMMA ROIG ASKARI, EVA LAMARCA

18 de julio de 2018 / 09:00

La imagen es esta: Austria. Estación de esquí de Lech. Una pareja comenta en el telesilla que la familia real holandesa está esos días en la zona. “Ojalá los viéramos. Yo me haría un selfie con ellos”, dice la mujer. “No nos los vamos a encontrar, pero si los veo yo, no los molesto”, afirma el hombre. Al lado, otros dos pasajeros, con el casco de protección puesto, se dan codazos el uno al otro y sonríen cómplices. El telesilla llega a la cima, la pareja se aproxima a sus compañeros de ascenso y se quita los cascos. “Hola, os hemos escuchado, si queréis nos podemos hacer una foto”. Son Guillermo Alejandro y Máxima de Holanda.

Todavía entre risas, asisten al medio desmayo de uno de sus súbditos holandeses que no se puede creer la escena. “Podéis enseñarle la foto a quien queráis, pero, por favor, no la colguéis en las redes sociales”, les dicen después de posar y desaparecen entre las faldas de la montaña, dejándolos boquiabiertos. “Así son Álex y Máxima, naturales, espontáneos y muy abiertos. Así ha sido ella desde siempre y así es él. Nada de esto los ha cambiado”, reconoce una amiga común casada con un íntimo del rey Guillermo.

Cuando dice que nada los ha cambiado, se refiere a los cinco ajetreados años que la pareja lleva como reyes de Holanda desde que Guillermo accedió al trono el 30 de abril de 2013. La argentina y el holandés se casaron en 2002, tres años después de haberse enamorado fulminantemente en 1999 en un viaje a la Feria de Sevilla. “Desde que él la vio, lo tuvo claro”, rememora la misma colega del monarca. “Recuerdo cuando nos la presentó por primera vez. Muy abierta, muy latina… Fuimos a dar un paseo larguísimo por la montaña y ella subió como una cabra montesa arriba y abajo, como si se hubiera criado en los Alpes. Me pareció muy deportiva, además no le daba miedo nada. Y cuando Álex vio eso, supo que ese carácter extrovertido y valiente era el que él necesitaba a su lado”. Los íntimos de Máxima también dicen que para ella fue muy importante observar a su novio con sus amigos, verlo en su ambiente: “Se dio cuenta de que estaban hechos de la misma madera”.

Esa espontaneidad y naturalidad sorprendieron a la aún reina Beatriz, que se preguntaba si aquella mujer de carácter, nacida en Argentina —un país que la monarca nunca había visitado— y crecida fuera de los círculos de la realeza, podría asumir, sin experiencia previa, la tarea de ser reina de por vida. Si podría renunciar a parte de su libertad. Si un día querría romper los límites. Él, ya se sabe, le dijo: “Confía en mí”. Y Beatriz entendió que la elección de su hijo era una decisión consciente de compaginar el amor que sentía por Máxima con la confianza de que ella lo ayudaría a llevar a la monarquía holandesa a los nuevos tiempos.

Al fin y al cabo, Máxima y Guillermo serían los primeros de una nueva generación de reyes que se abría paso en Europa. Más familiares, más profesionalizados, más digitalizados, más igualitarios. El mundo era para ellos más pequeño. Y las posibilidades, más grandes. Comprendió que su papel sería el de la continuidad en el cambio y que de ella dependía ofrecerle a Máxima —como ya había hecho con su hijo— sus mejores consejos, retarla a superarse y ser, cuando lo necesitara, la madre que tenía tan lejos. Hoy son grandes aliadas y amigas.

Máxima se dio cuenta pronto de que no conocía el mundo protocolario de los palacios de Europa ni los códigos internos de aquella familia. Se movía con soltura en los círculos privilegiados de su país, donde su padre, Jorge Zorreguieta, fue ministro de Agricultura durante la dictadura del general Videla. Era una niña bien de la capital: había estudiado en el Northlands —uno de los mejores colegios de Buenos Aires—, pasaba los veranos en Punta del Este, esquiaba en Bariloche… Y, después de licenciarse en Económicas, se había bregado como analista financiera en la Gran Manzana. Pero, a pesar de que su acento en inglés era tan perfecto que costaba creer que no hubiera nacido en Inglaterra y sus modales y educación —relajada y exquisita— la hubieran hecho sobrevivir en cualquier pasillo de palacio, creía no estar preparada para formar parte de una de las monarquías parlamentarias más importantes del mundo.


Lea el reportaje completo en el número 120 de Vanity Fair ya a la venta.
 
Es de la serie de fotografías que había hecho con las niñas, esta la debieron descartar por tener el pelo sobre la cara y ahora la usaron en esta portada. Sobre el suegro, qué raro, siempre tuve entendido que se llevaron muy bien desde el principio y que fue su gran aliado, él la aconsejó que aprendiera rápido el idioma. Incluso cuando murió él a ella se la vio más abatida que en ninguna otra curcunstancia similar de su propia familia.
Simplemente un lapsus calami en el Instagram
En el sitio de la revista y supongo que la revista también, queda claro que hablan de la suegra.
 
http://m.revistavanityfair.es/la-revista/articulos/maxima-de-holanda-portada-vanity-fair/32419
Detrás de la sonrisa de Máxima: el exigente trabajo de la reina de Holanda
Le costó ganarse el respeto de su suegra y aprender a ser la reina de los Países Bajos. "No sé nada", decía. Sin embargo, Máxima de Holanda entendió que podía convertirse en un agente de cambio.
Por EMMA ROIG ASKARI, EVA LAMARCA

18 de julio de 2018 / 09:00

La imagen es esta: Austria. Estación de esquí de Lech. Una pareja comenta en el telesilla que la familia real holandesa está esos días en la zona. “Ojalá los viéramos. Yo me haría un selfie con ellos”, dice la mujer. “No nos los vamos a encontrar, pero si los veo yo, no los molesto”, afirma el hombre. Al lado, otros dos pasajeros, con el casco de protección puesto, se dan codazos el uno al otro y sonríen cómplices. El telesilla llega a la cima, la pareja se aproxima a sus compañeros de ascenso y se quita los cascos. “Hola, os hemos escuchado, si queréis nos podemos hacer una foto”. Son Guillermo Alejandro y Máxima de Holanda.

Todavía entre risas, asisten al medio desmayo de uno de sus súbditos holandeses que no se puede creer la escena. “Podéis enseñarle la foto a quien queráis, pero, por favor, no la colguéis en las redes sociales”, les dicen después de posar y desaparecen entre las faldas de la montaña, dejándolos boquiabiertos. “Así son Álex y Máxima, naturales, espontáneos y muy abiertos. Así ha sido ella desde siempre y así es él. Nada de esto los ha cambiado”, reconoce una amiga común casada con un íntimo del rey Guillermo.

Cuando dice que nada los ha cambiado, se refiere a los cinco ajetreados años que la pareja lleva como reyes de Holanda desde que Guillermo accedió al trono el 30 de abril de 2013. La argentina y el holandés se casaron en 2002, tres años después de haberse enamorado fulminantemente en 1999 en un viaje a la Feria de Sevilla. “Desde que él la vio, lo tuvo claro”, rememora la misma colega del monarca. “Recuerdo cuando nos la presentó por primera vez. Muy abierta, muy latina… Fuimos a dar un paseo larguísimo por la montaña y ella subió como una cabra montesa arriba y abajo, como si se hubiera criado en los Alpes. Me pareció muy deportiva, además no le daba miedo nada. Y cuando Álex vio eso, supo que ese carácter extrovertido y valiente era el que él necesitaba a su lado”. Los íntimos de Máxima también dicen que para ella fue muy importante observar a su novio con sus amigos, verlo en su ambiente: “Se dio cuenta de que estaban hechos de la misma madera”.

Esa espontaneidad y naturalidad sorprendieron a la aún reina Beatriz, que se preguntaba si aquella mujer de carácter, nacida en Argentina —un país que la monarca nunca había visitado— y crecida fuera de los círculos de la realeza, podría asumir, sin experiencia previa, la tarea de ser reina de por vida. Si podría renunciar a parte de su libertad. Si un día querría romper los límites. Él, ya se sabe, le dijo: “Confía en mí”. Y Beatriz entendió que la elección de su hijo era una decisión consciente de compaginar el amor que sentía por Máxima con la confianza de que ella lo ayudaría a llevar a la monarquía holandesa a los nuevos tiempos.

Al fin y al cabo, Máxima y Guillermo serían los primeros de una nueva generación de reyes que se abría paso en Europa. Más familiares, más profesionalizados, más digitalizados, más igualitarios. El mundo era para ellos más pequeño. Y las posibilidades, más grandes. Comprendió que su papel sería el de la continuidad en el cambio y que de ella dependía ofrecerle a Máxima —como ya había hecho con su hijo— sus mejores consejos, retarla a superarse y ser, cuando lo necesitara, la madre que tenía tan lejos. Hoy son grandes aliadas y amigas.

Máxima se dio cuenta pronto de que no conocía el mundo protocolario de los palacios de Europa ni los códigos internos de aquella familia. Se movía con soltura en los círculos privilegiados de su país, donde su padre, Jorge Zorreguieta, fue ministro de Agricultura durante la dictadura del general Videla. Era una niña bien de la capital: había estudiado en el Northlands —uno de los mejores colegios de Buenos Aires—, pasaba los veranos en Punta del Este, esquiaba en Bariloche… Y, después de licenciarse en Económicas, se había bregado como analista financiera en la Gran Manzana. Pero, a pesar de que su acento en inglés era tan perfecto que costaba creer que no hubiera nacido en Inglaterra y sus modales y educación —relajada y exquisita— la hubieran hecho sobrevivir en cualquier pasillo de palacio, creía no estar preparada para formar parte de una de las monarquías parlamentarias más importantes del mundo.


Lea el reportaje completo en el número 120 de Vanity Fair ya a la venta.
Jajaja, ya tenía un shock glucémico con lo de la telesilla ( de traca) cuando leí lo de su acento y ya me desmayé, sí, claro cuando habla inglés la confunden con una londinense de pura cepa y fue educada exquisitamente entre las universidades de Oxford y Cambridge.
Ellos son muy majos, les sacan una foto y no hay problema, vemos montones de fotos de ellos en vacaciones sin ningún inconveniente, los periodistas y la gente acceden a ellos como lo más normal del mundo. Y al que escribió esta nota encima le pagan......creí que nada iba a superar lo de Meghan feminista, independiente, rompedora y moderna pero esto definitivamente le saca el primer puesto.
 
Última edición:
Jajaja, ya tenía un shock glucémico con lo de la telesilla ( de traca) cuando leí lo de su acento y ya me desmayé, sí, claro cuando habla inglés la confunden con una londinense de pura cepa y fue educada exquisitamente entre las universidades de Oxford y Cambridge.
Ellos son muy majos, les sacan una foto y no hay problema, vemos montones de fotos de ellos en vacaciones sin ningún inconveniente, los periodistas y la gente acceden a ellos como lo más normal del mundo. Y al que escribió esta nota encima le pagan......creí que nada iba a superar lo de Meghan feminista, independiente, rompedora y moderna pero esto definitivamente le saca el primer puesto.
Te iba a poner un "de acuerdo", porque tenés razón en que lo de la telesilla es un evidente invento. Y no porque no haya podido suceder, sino porque es ridículo suponer que el periodista se haya enterado hasta del diálogo de la pareja no royal.
Claro que tal vez en el desarrollo de la nota digan cosas más ridículas aún, porque fijate que lo que copié es del sitio web de la revista y allí aclaran que es sólo el comienzo.

Pero no te puse el de acuerdo, porque el primer puesto lo sacan las innumerables notas sobre otra royal cuando cuentan lo profesional, perfeccionista, elegante, simpática, republicana, apenas operada, activo de la corona, envidiada y/o copiada por otras royals, etc.....
 
A Juan Carlos y Sofia también los colocaron en una autopista recogiendo a uno que hacia autoestop......crónicas edulcoradas
para llenar paginas.No dicen nada de que la conoció por fotografía q ella misma le envió, no dicen q el encuentro en Sevilla fue programado y que Beatriz estuvo cerca de un año sin dirigirle la palabra a su hijo porque no le gustaba Máxima.
Al final fue Claus desde su refugio en Suiza, quien dijo que de Guillermo no se podía esperar mas y se formo un comité que se ocupo de supervisar y preparar a la plebeya para la futura boda y vida principesca.
Fueron tan exhaustivas las investigaciones sobre Máxima y su familia que fue ella quien propuso que su padre no asistiese a la boda
y entre otras incidencias están la protagonizadas por refugiados políticos argentinos de toda Europa y Holanda que se dirigieron por escrito al gobierno holandés para protestar por la presencia de un esbirro de Videla en la boda del heredero.
En los círculos cortesanos se califico a Máxima como una trepadora ambiciosa que en EEUU andaba detrás de John Kenedy Jr. y de la que se conocía su vida en común con un adinerado financiero que fue el que la coloco en la Banca.
Vamos que..........................................
 
A Juan Carlos y Sofia también los colocaron en una autopista recogiendo a uno que hacia autoestop......crónicas edulcoradas
para llenar paginas.No dicen nada de que la conoció por fotografía q ella misma le envió, no dicen q el encuentro en Sevilla fue programado y que Beatriz estuvo cerca de un año sin dirigirle la palabra a su hijo porque no le gustaba Máxima.
Al final fue Claus desde su refugio en Suiza, quien dijo que de Guillermo no se podía esperar mas y se formo un comité que se ocupo de supervisar y preparar a la plebeya para la futura boda y vida principesca.
Fueron tan exhaustivas las investigaciones sobre Máxima y su familia que fue ella quien propuso que su padre no asistiese a la boda
y entre otras incidencias están la protagonizadas por refugiados políticos argentinos de toda Europa y Holanda que se dirigieron por escrito al gobierno holandés para protestar por la presencia de un esbirro de Videla en la boda del heredero.
En los círculos cortesanos se califico a Máxima como una trepadora ambiciosa que en EEUU andaba detrás de John Kenedy Jr. y de la que se conocía su vida en común con un adinerado financiero que fue el que la coloco en la Banca.
Vamos que..........................................


que me dices @malula?. Qué la reina beatriz estuvo un año sin hablarle a su hijo porque no le gustaba max?. ¿Cómo es posible?. Te juro que nunca había leído nada por el estilo, pero si lo dices tú llevarás razón, porque de verdad, no tenía ni idea.

El encuentro en Sevilla fue programado por Cynthia Kauffman, una amiga de máxima, a las que las northlanders, la odiaban desesperadamente, por tener pasta y ser judía, según se dice y despues no se muy bien por qué acabaron sin hablarse, de hecho cynthia no fue a la boda de maxima, raro muy extraño, encima que le hace el favor de presentarle al príncipe le da la patada.

Supongo que el adinerado financiero al que te refieres es dieter zimmerman, por cierto tienes alguna foto de este señor porque yo no lo conozco, creo que se juntó con él por que le venía bien, pero desde luego maxima sabía que dieter no era el hombre de su vida.

Lo de que la colocó en Banca, hombre, la habrá ayudado pero creo que ella ya tenía enchufes suficientes para trabajar en las finanzas, aparte que estudió económicas.

Eso de que quería pillar a kennedy, teniendo en cuenta que ya estaba ennoviado con carolyn, y se casaron en 1996, lo dudo mucho, se dijo pero...
 
A Juan Carlos y Sofia también los colocaron en una autopista recogiendo a uno que hacia autoestop......crónicas edulcoradas
para llenar paginas.No dicen nada de que la conoció por fotografía q ella misma le envió, no dicen q el encuentro en Sevilla fue programado y que Beatriz estuvo cerca de un año sin dirigirle la palabra a su hijo porque no le gustaba Máxima.
Al final fue Claus desde su refugio en Suiza, quien dijo que de Guillermo no se podía esperar mas y se formo un comité que se ocupo de supervisar y preparar a la plebeya para la futura boda y vida principesca.
Fueron tan exhaustivas las investigaciones sobre Máxima y su familia que fue ella quien propuso que su padre no asistiese a la boda
y entre otras incidencias están la protagonizadas por refugiados políticos argentinos de toda Europa y Holanda que se dirigieron por escrito al gobierno holandés para protestar por la presencia de un esbirro de Videla en la boda del heredero.
En los círculos cortesanos se califico a Máxima como una trepadora ambiciosa que en EEUU andaba detrás de John Kenedy Jr. y de la que se conocía su vida en común con un adinerado financiero que fue el que la coloco en la Banca.
Vamos que..........................................
Según he leído de casualidad el encuentro no habría tenido nada de nada, no es que ella asistió a una fiesta y justo él estaba ahí. Hubo una Cinthia que los presentó, ella viajó especialmente de New York a Sevilla para la fiesta y para que le presentaran a alguien. Lo de que Beatrix le negó la palabra a su hijo un buen tiempo también lo leí. También leí que era una familia que tenía el ascenso social como una obsesión importante y que ella quería codearse con gente adinerada y de clase aparece en el libro que se escribió. Lo del padre siempre dijeron que se lo impusieron y ella lo aceptó porque no quedó otro remedio y que era eso o no casarse, incluso recibió a madres de plaza de mayo si mal no recuerdo o algo por el estilo y tuvo una reunión con ellas para hacer ver su postura. Lo de John hijo no lo sabía y lo del adinerado financiero tampoco, sí que convivía con un sr Z en New York.
 
que me dices @malula?. Qué la reina beatriz estuvo un año sin hablarle a su hijo porque no le gustaba max?. ¿Cómo es posible?. Te juro que nunca había leído nada por el estilo, pero si lo dices tú llevarás razón, porque de verdad, no tenía ni idea.

El encuentro en Sevilla fue programado por Cynthia Kauffman, una amiga de máxima, a las que las northlanders, la odiaban desesperadamente, por tener pasta y ser judía, según se dice y despues no se muy bien por qué acabaron sin hablarse, de hecho cynthia no fue a la boda de maxima, raro muy extraño, encima que le hace el favor de presentarle al príncipe le da la patada.

Supongo que el adinerado financiero al que te refieres es dieter zimmerman, por cierto tienes alguna foto de este señor porque yo no lo conozco, creo que se juntó con él por que le venía bien, pero desde luego maxima sabía que dieter no era el hombre de su vida.

Lo de que la colocó en Banca, hombre, la habrá ayudado pero creo que ella ya tenía enchufes suficientes para trabajar en las finanzas, aparte que estudió económicas.

Eso de que quería pillar a kennedy, teniendo en cuenta que ya estaba ennoviado con carolyn, y se casaron en 1996, lo dudo mucho, se dijo pero...
No invitó a Cynthia a la boda? Tendría que besarle los pies de por vida. Rarísimo. Y también raro que no haya ni una foto con Z, vamos que convives con una persona y no tienes ni una imagen de una fiesta, un veraneo o algo en común juntos, es rarísimo, al sr Z ni se le conoce la cara. Las amigas o conocidas de ella jamás hablaron, caramba, ni las compañeras de colegio ni de universidad dijeron jamás algo ni bueno ni malo. En fin, como todas, una cosa es la historia real y otro el relato edulcorado.
 

Temas Similares

Respuestas
8
Visitas
377
Back