La reina contra las cuerdas

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Se puede ser un periodista (no sé si G. Calvo es periodista, o simple cronista de moda) normal e imparcial y se puede ser como Garcia Calvo, pelota insufrible.

SM la Reina tendrá un solo acto la semana próxima según informa la agenda de Casa Real, algo que hace que sus múltiples 'watchers' en España y Latinoamérica, pendientes de sus apariciones, se rasguen las vestiduras y mesen sus cabelleras.

Su actividad pública, que nunca fue muy nutrida comparada con la de otras primeras damas, es cada vez más exigua y lenguas agoreras que no anabolenas (alocadas y trapisondistas) auguran que pronto será casi inexistente bajo el nuevo Gobierno progresista.

Presagian, también, que será, cada vez más, objeto de pequeños 'feos' por parte de las 'miembras' del nuevo ejecutivo como supuestamente ocurrió el jueves cuando Irene Montero no la acompañó a un acto en Cruz Roja sobre Igualdad, uno de los caballos de batalla de la ministra del ídem.

Comprendo que las nuevas ministras no quieran acudir a actos con la mujer del Jefe del Estado para evitar comparaciones odiosas. Doña Letizia, eternamente juvenil, pimpante y 'streamlined' aunque se ponga un vestidito de Zara o Mango estará infinitamente más glamurosa que ellas que, según nos cuenta son, para colmo muy vanidosas.

Reflexión sobre las vueltas que da la vida: si, según cuentan, SM se sentía insegura en compañía de las primas reales de Europa, son ahora las ministras del nuevo ejecutivo las que supuestamente se sienten inseguras con respecto a ella. Yo les aconsejaría que fueran a un buen peluquero, se decantaran por el 'menos es más' en su vestimenta, y evitaran el maquillaje kabuki en el caso de Isabel Celaá.

Para colmo, leemos esta mañana que es inminente la aparición de 'Letizia la reina impaciente' del escritor Leonardo Faccio, después de una demora de tres años, que se anuncia como el "perfil biográfico más completo" de SM.

"Eternamente juvenil y pimpante". Dice.

Eternamente retocada y envarada. Sería más ajustado decir.
 
"Comprendo que las nuevas ministras no quieran acudir a actos con la mujer del Jefe del Estado para evitar comparaciones odiosas. Doña Letizia, eternamente juvenil, pimpante y 'streamlined' aunque se ponga un vestidito de Zara o Mango estará infinitamente más glamurosa que ellas que, según nos cuenta son, para colmo muy vanidosas."

Este parrafo es asqueroso y muestra la poca educación del que lo escribió, que cree que el objetivo de cualquier mujer es verse más guapa y joven que la de al lado.
 
No es por nada pero las ministras de este gobierno en general visten bastante bien. Al menos adecuadas. M. Batet la encuentro muy estilosa.
En cuanto a Irene Montero, va vestida normal. Y desde luego, demuestra ser muy clasista y tonto, no solo en el lenguaje, que es de traca, sino en sus apreciaciones.
 
En cualquier caso a Letizia la disminucion de su actividad, le va a venir de perlas. Si a mi no me gustara hacer algo, y no creo que a ella le guste el paripé de dar manos e inaugurar cosas de las que lo mas probable no tiene idea de su existencia hasta el día anterior, o cinco minutos antes, y seguro que no le interesan, esa disminución en la actividad le habrá sentado estupendamente. Podrá dedicarse mas a lo que le gusta hacer, sea lo que sea, podrá viajar mas a menudo, de incognito probablemente sin pensar en que tiene fechas límites para volver, o estar en su palacio, apartamento o donde quiera que le gusté estar - una cosa es la vida que nos pintan y otra la que se habrá construido- vamos, que debe estar dando saltos de alegría. Igual es ella la que ha dado la lata para que la aparten.
 
"Yo les aconsejaría que fueran a un buen peluquero, se decantaran por el 'menos es más' en su vestimenta, y evitaran el maquillaje kabuki en el caso de Isabel Celaá".
Más que un buen peluquero, necesitan una buena peluca.
Y, como menos es más, aprenden de la reinilla del zumba a llevar un babydoll o usar nada debajo.

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Y, en cuanto al maquillaje, aquí necesitan un curso de capacitación de algunos años para lograr estos resultados.
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En cualquier caso a Letizia la disminucion de su actividad, le va a venir de perlas. Si a mi no me gustara hacer algo, y no creo que a ella le guste el paripé de dar manos e inaugurar cosas de las que lo mas probable no tiene idea de su existencia hasta el día anterior, o cinco minutos antes, y seguro que no le interesan, esa disminución en la actividad le habrá sentado estupendamente. Podrá dedicarse mas a lo que le gusta hacer, sea lo que sea, podrá viajar mas a menudo, de incognito probablemente sin pensar en que tiene fechas límites para volver, o estar en su palacio, apartamento o donde quiera que le gusté estar - una cosa es la vida que nos pintan y otra la que se habrá construido- vamos, que debe estar dando saltos de alegría. Igual es ella la que ha dado la lata para que la aparten.
Y sobre todo, si te respetan el sueldazo currando menos.
Pero sospecho que esas apariciones son más un lucimiento personal, y eso, y salir en el Hola o en Love, en portada y debidamente photoshopeada, le debe encantar.
 
SM la Reina parece querer seguir las corrientes feministas enardecidas que recorren nuestro país y han llegado al Palacio de la Moncloa y su nutrido Consejo de "Ministras" hace unos días.

Esta mañana para asistir a las jornadas 'Violencia de Género: Estrategia y Retos' ha hecho lo que los anglosajones llaman "cross dressing", es decir, vestirse con ropa masculina y, de paso, enseñarles a la nuevas erinias de la política española que se pueden llevar los pantalones con cierto chic sin necesidad de parecer 'bag ladies' en paro.

Para ello ha elegido un traje masculino de pantalón recto y chaqueta cruzada en un tejido tipo Príncipe de Gales de tamaño oversize. Quizá demasiado oversize en lo que el pantalón se refiere, ya que parecía arrastrar el bajo. Lo acompañó con una camisa varonil y un abrigo en camel a juego con las tenues rayas del tejido. Una elegancia sobria que hubiera sido el colmo de la perfección con otro peinado.

Más que a una moderna George Sand, nacida Amantine Aurore Lucile Dupin de Dudevant, escritora francesa amante de Alfred de Musset y Frédéric Chopin y gran referencia del 'cross dressing' durante décadas, recordaba a Marlene Dietrich que se hacía sus trajes masculinos y fracs en Knize, la famosa sastrería vienesa fundada en 1858. Existen fotografías de la actriz paseándose por París con su marido los dos con trajes idénticos.

LOS DETALLES DE SU LOOK, AQUÍ
La Reina Letizia apostó por un traje de cuadros de corte masculino.Foto: GTRESONLINE

Al igual que la ropa femenina no favorece a los hombres por mucho que se empeñe Palomo Spain, la masculina embellece incluso a las mujeres, como comprendieron Yves Saint Laurent y Giorgio Armani con sus esmoquin y 'power suits' de grandes hombreras. En los años sesenta no había una señora o señorita que no soñase con un traje pantalón con la etiqueta de Rive Gauche.

La vestimenta de hoy contrasta con la llevada por doña Letizia el martes pasado, colorista y llena de enormes flores con aspecto exótico de Carolina Herrera. O, también, la controvertida'robe manteau' azul de la Pascua Militar a la que le dedicó 'Point de Vue' ayer una fotografía a página entera firmada por nuestro compañero Bernardo Paz.

De este atuendo dice que sería el colmo de la perfección si no fuera por el peinado.
Y el abrigo que lleva sobre los hombros, para él, es color camel.
Yo creo que es un beige muy clarito, camel es otro tono mucho más oscuro.
Pero llamar el "colmo de la perfección" a esto.
Salvo que se refiera a ella, en cuyo caso sería: "el colmo de la perfezzión y le savoir faire"
No exagera, ni nada.
 
El del Teatro japonés Kabuki
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Se puede ser un periodista (no sé si G. Calvo es periodista, o simple cronista de moda) normal e imparcial y se puede ser como Garcia Calvo, pelota insufrible.

SM la Reina tendrá un solo acto la semana próxima según informa la agenda de Casa Real, algo que hace que sus múltiples 'watchers' en España y Latinoamérica, pendientes de sus apariciones, se rasguen las vestiduras y mesen sus cabelleras.

Su actividad pública, que nunca fue muy nutrida comparada con la de otras primeras damas, es cada vez más exigua y lenguas agoreras que no anabolenas (alocadas y trapisondistas) auguran que pronto será casi inexistente bajo el nuevo Gobierno progresista.

Presagian, también, que será, cada vez más, objeto de pequeños 'feos' por parte de las 'miembras' del nuevo ejecutivo como supuestamente ocurrió el jueves cuando Irene Montero no la acompañó a un acto en Cruz Roja sobre Igualdad, uno de los caballos de batalla de la ministra del ídem.

Comprendo que las nuevas ministras no quieran acudir a actos con la mujer del Jefe del Estado para evitar comparaciones odiosas. Doña Letizia, eternamente juvenil, pimpante y 'streamlined' aunque se ponga un vestidito de Zara o Mango estará infinitamente más glamurosa que ellas que, según nos cuenta son, para colmo muy vanidosas.

Reflexión sobre las vueltas que da la vida: si, según cuentan, SM se sentía insegura en compañía de las primas reales de Europa, son ahora las ministras del nuevo ejecutivo las que supuestamente se sienten inseguras con respecto a ella. Yo les aconsejaría que fueran a un buen peluquero, se decantaran por el 'menos es más' en su vestimenta, y evitaran el maquillaje kabuki en el caso de Isabel Celaá.

Para colmo, leemos esta mañana que es inminente la aparición de 'Letizia la reina impaciente' del escritor Leonardo Faccio, después de una demora de tres años, que se anuncia como el "perfil biográfico más completo" de SM.

"Eternamente juvenil y pimpante". Dice.

Eternamente retocada y envarada. Sería más ajustado decir.

A la gente le pagan por escribir estas cosas?:oops:
 
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