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pilou12
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IMANE RACHIDI La Haya
12 JUN. 2017 05:48
Imagen del palacio, donde murieron los abuelos del actual monarca, Juliana y Bernardo. CORDON PRESS
El mantenimiento del palacio de Soestdijk estaba a cargo de los bolsillos de los ciudadanos. El Gobierno les preguntó y decidieron convertirlo en un hotel
El mantenimiento del palacio de Soestdijk estaba a cargo de los bolsillos de los ciudadanos y quién mejor que ellos para decidir qué se hace con un edificio tan lujoso al que nadie estaba dando uso. El Gobierno holandés preguntó a los holandeses y estos decidieron que convertirlo en un hotel sería una buena idea. El que fuera hogar de la reina Juliana y su marido Bernardo dejará de seruno de los cuatro palacios oficiales de la monarquía holandesa. El Gobierno se lo acaba de vender a un consorcio, Made in Holland, por 1,7 millones de euros para convertirlo en una atracción turística y así "sostener el futuro" del palacio.
Fueron "el mejor postor", según el Ministerio del Interior. Será un hotel de lujo. Habrá al menos 14 habitaciones solo en la planta superior. Un espacio para albergar exposiciones en el que "las empresas y los organismos de investigación puedan presentar sus últimas innovaciones", por ejemplo en agricultura, alimentación, diseño, o energías renovables.
Además de los alojamientos, incluirá restaurantes y salas de eventos para acoger actuaciones de música, danza, teatro, cine y fotografía. El palacio y los jardines no van a cambiar de manera significativa su estructura, aunque sí se harán algunas modificaciones en el interior para levantar los salones. Una gran parte de la superficie forestal será también accesible al público.
El palacio ha estado vacío durante los últimos 13 años. Ello fue lo que llevó al Gobierno holandés en 2015 a pedir a los ciudadanos que envíen sus innovadoras ideas para dar otro uso a este palacio que permita mantenerlo en el futuro. Recibió 120 propuestas, de las cuales desechó todas menos tres. A finales de abril, las cabezas pensantes de esos planes hicieron sus ofertas sobre el palacio. Ganó Made by Holland.
Los Reyes Juliana y Bernardo de Holanda en una imagen de archivo. GTRES
Un palacio con mucha historia
Soestdijk, situado en la zona centro del país, en la provincia de Utrecht, fue construido en 1650 por orden del regente y alcalde de Ámsterdam, Cornelis de Graeff. El palacio tiene una larga historia a sus espaldas y estuvo controlado por diferentes países en varias ocasiones. En 1795, durante la invasión francesa, pasó a manos de las tropas galas para convertirse en un lugar donde pasar la noche, una especie de posada.
Fue Luis Napoleón Bonaparte el que recuperó su control y lo reformó, cuando se convirtió en rey de Holanda entre 1806 y 1810. Ha sido utilizado por la familia real holandesa desde 1815 como una residencia oficial. La entonces princesa Juliana y su marido Bernardo se trasladaron al palacio después de contraer matrimonio en 1937. Durante la Segunda Guerra Mundial, la pareja tuvo que abandonar su hogar y trasladarse al extranjero. El palacio fue utilizado entonces por los oficiales alemanes, dada la cercanía del edificio a la frontera con Alemania. Cuando Juliana se convirtió en reina en 1948, lo volvió a recuperar como la residencia real.
El palacio perdió su título de residencia oficial cuando el trono pasó a manos de la reina Beatriz, en 1989. Sin embargo, Juliana y Bernardo no abandonaron su hogar y se quedaron viviendo en el palacio hasta la muerte de ambos, en 2004. Desde entonces, permanece vacío y abierto en ocasiones al público. A partir de ahora, será alojamiento de aquellos que lo puedan pagar.
12 JUN. 2017 05:48
Imagen del palacio, donde murieron los abuelos del actual monarca, Juliana y Bernardo. CORDON PRESS
El mantenimiento del palacio de Soestdijk estaba a cargo de los bolsillos de los ciudadanos. El Gobierno les preguntó y decidieron convertirlo en un hotel
El mantenimiento del palacio de Soestdijk estaba a cargo de los bolsillos de los ciudadanos y quién mejor que ellos para decidir qué se hace con un edificio tan lujoso al que nadie estaba dando uso. El Gobierno holandés preguntó a los holandeses y estos decidieron que convertirlo en un hotel sería una buena idea. El que fuera hogar de la reina Juliana y su marido Bernardo dejará de seruno de los cuatro palacios oficiales de la monarquía holandesa. El Gobierno se lo acaba de vender a un consorcio, Made in Holland, por 1,7 millones de euros para convertirlo en una atracción turística y así "sostener el futuro" del palacio.
Fueron "el mejor postor", según el Ministerio del Interior. Será un hotel de lujo. Habrá al menos 14 habitaciones solo en la planta superior. Un espacio para albergar exposiciones en el que "las empresas y los organismos de investigación puedan presentar sus últimas innovaciones", por ejemplo en agricultura, alimentación, diseño, o energías renovables.
Además de los alojamientos, incluirá restaurantes y salas de eventos para acoger actuaciones de música, danza, teatro, cine y fotografía. El palacio y los jardines no van a cambiar de manera significativa su estructura, aunque sí se harán algunas modificaciones en el interior para levantar los salones. Una gran parte de la superficie forestal será también accesible al público.
El palacio ha estado vacío durante los últimos 13 años. Ello fue lo que llevó al Gobierno holandés en 2015 a pedir a los ciudadanos que envíen sus innovadoras ideas para dar otro uso a este palacio que permita mantenerlo en el futuro. Recibió 120 propuestas, de las cuales desechó todas menos tres. A finales de abril, las cabezas pensantes de esos planes hicieron sus ofertas sobre el palacio. Ganó Made by Holland.
Los Reyes Juliana y Bernardo de Holanda en una imagen de archivo. GTRES
Un palacio con mucha historia
Soestdijk, situado en la zona centro del país, en la provincia de Utrecht, fue construido en 1650 por orden del regente y alcalde de Ámsterdam, Cornelis de Graeff. El palacio tiene una larga historia a sus espaldas y estuvo controlado por diferentes países en varias ocasiones. En 1795, durante la invasión francesa, pasó a manos de las tropas galas para convertirse en un lugar donde pasar la noche, una especie de posada.
Fue Luis Napoleón Bonaparte el que recuperó su control y lo reformó, cuando se convirtió en rey de Holanda entre 1806 y 1810. Ha sido utilizado por la familia real holandesa desde 1815 como una residencia oficial. La entonces princesa Juliana y su marido Bernardo se trasladaron al palacio después de contraer matrimonio en 1937. Durante la Segunda Guerra Mundial, la pareja tuvo que abandonar su hogar y trasladarse al extranjero. El palacio fue utilizado entonces por los oficiales alemanes, dada la cercanía del edificio a la frontera con Alemania. Cuando Juliana se convirtió en reina en 1948, lo volvió a recuperar como la residencia real.
El palacio perdió su título de residencia oficial cuando el trono pasó a manos de la reina Beatriz, en 1989. Sin embargo, Juliana y Bernardo no abandonaron su hogar y se quedaron viviendo en el palacio hasta la muerte de ambos, en 2004. Desde entonces, permanece vacío y abierto en ocasiones al público. A partir de ahora, será alojamiento de aquellos que lo puedan pagar.
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